Debo empezar por indicar que somos una pareja estable, con un hogar, ambos profesionales, muy calientes, con una vida sexual satisfactoria.
Mi esposa se cuida físicamente, no es gorda, ni flaca, tiene unas nalgas deliciosas, es super pulcra, sus senos son medianos y besa delicioso.
A todos nos gusta el sexo, por eso estamos en esta página. Pero descubrir cuando un tercero puede entrar en nuestra relación de pareja es algo intenso. Cuando ella descubrió que puede entregarse a otro hombre con tranquilidad, sin restricciones y delante de su esposo nos generó enorme complicidad y un secreto más en nuestra vida íntima. Son momentos de goce al máximo que solo nosotros conocemos en la intimidad
Nuestra primera vez en tener sexo con un tercero se dio con un amigo en nuestro apartamento y fue en gran parte impulsados por la confianza, por el ambiente agradable y porque de alguna manera se dieron las cosas. No fue planeado en lo más minimo. Esa vez descubrimos que hacer algo asi genera muchas sensaciones que implican placer, incluidos mis celos de esposo y una liberación sexual por parte de ella.
Despues de esa primera experiencia descubrimos también que todo se basa en alguien con quien nos agrademos, poder construir confianza y complicidad y se da todo.
Quisiéramos un hombre que quiera una hotwife y esté interesado en hacer surgir a la putica interna que ella quiere dejar salir con alguien que le guste y la sepa llevar paso a paso.
En ese sentido, a ella le encanta que yo la vea comiéndose con otro hombre y yo soy feliz si ese hombre le hace todo lo que se le dé la gana, mientras ella lo disfrute. No soy el árbitro sino un simple espectador.
A ella le gusta que un hombre sea alto, profesional, blanco o trigueño, no gordo, no calvo y a pesar de estas características una persona normal, nada de modelos, pero si con una personalidad suficiente que logre que mi esposa se sienta cómoda y tranquila y después muy putica, que se deshiniba.
Últimamente estamos identificados en que lo ideal sería un amigo-complice con el que pudiéramos armar una relación relativamente estable y que sea un hombre capaz de ganarse el deseo total de ella para ir explorando cada vez más posibilidades en el mundo del sexo. Sabemos que todo es posible.
Algo adicional, pero importante, es que a mí como esposo me generen confianza y complicidad, es decir que yo pueda sentir que es un hombre que no saldrá con cosas raras, pero que a la vez se la coma con ganas.
Siempre sexo seguro, nada de drogas y 100 por ciento heteros.
Si lo pensamos con calma es simplemente un huequito húmedo para que una verga se introduzca y disfrute, que los dos disfruten. Pero esa visión es simplista. Realmente ese huequito está en mi mujer, mi esposa, y para llegar a el es todo un proceso...y pues eso es lo que disfrutamos: el proceso
En resumen, nos gusta salir con alguien, compartir una buena cerveza helada y que las cosas se vayan dando, para lo cual normalmente yo ayudo a facilitar que se rompa el hielo y todo funcione.
Nada mejor que verla besándose con alguien y después disfrutando sin calzones
Escribenos