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A finales de 2019 nos contactó por la página Alejandro, un hombre de 53 años, bastante alto, robusto, de pequeña barba y barranquillero. Se conserva bien físicamente. Inicialmente hablamos unas tres o cuatro veces por wathsapp y luego acordamos vernos los tres. 

Por las fiestas de fin de año el plan se quedó para enero de 2020. Antes de la pandemia. Esa fue la experiencia mas reciente que hemos tenido.

Nos encontramos en un bar tipo BBC o algo así por la carrera séptima de Bogotá hacia el norte, al comienzo con un poco de nervios, especialmente de ella. Pero la conversación, el buen humor y las cervezas heladas rompieron el hielo. Hablamos de mucho y de nada, pero en todo caso no tocamos el tema de sexo.  Mucho de música, de viajes , de artistas y hasta de fútbol.

Al cabo de una hora, Alejandro le hizo una pregunta directa a mi esposa: “te gustaría que fuéramos a un motel?” Ella un poco sorprendida le dijo que No, pero que muy seguramente sí en nuestro siguiente encuentro.  

Hablamos un rato más y pedimos la cuenta; Alejandro se ofreció a llevarnos en su carro, porque nosotros debido a que ibamos a tomar unas cervezas no llevamos vehículo. 

Salimos al parqueadero y en el camino le dije a ella que lo mejor era que se sentara adelante al lado de él, porque quedaría mal que ella se fuera sola atras y dos hombres adelante. Nos subimos en su camioneta y todo transcurría normal.

A las cuatro o cinco calles Alejandro puso su mano derecha sobre la pierna de mi esposa y le dijo: “Te propongo otra cosa: déjame ver como tu esposo te chupa las tetas”  Solo eso. No dijo senos, dijo tetas. 

En las conversaciones previas de chat yo le había comentado a él, que ella tenia esa fantasia. Ella me dijo algunas veces, que disfrutaría mucho que un hombre viera como le chupaba sus senos. Solo que mirara. 

Entonces ella dijo que listo, pero que solamente a ver eso que había propuesto. Fuimos a un motel que queda por la carrera séptima, de esos que tienen parqueadero e ingresamos a la habitación.  Pedimos unas cervezas y por petición de ella pusimos luces tenues. Alejandro se ubicó en una silla para observar el show.

Me senté al borde de la cama y ella de pié, dándole la espalda a él.  Iniciamos con un beso apasionado y acaricie sus nalgas sobre el jean para que Alejandro observara como la manoseaba sin dejar de besarla. Poco a poco empecé a aflojar su camisa y a chupar sus tetas tal como sé que le gusta, suavemente le fui quitando camisa y sostén. Ella se estremecía de pie, mientras mi cabeza estaba entre sus deliciosas tetas y la chupaba cada vez mas rico.  

En algún momento ella volteó a mirar para ver qué estaba haciendo él y vio en las penumbras que seguía sentado, pero sus pantalones estaban en el piso. 

Alejandro se masturbaba mirando cómo calentaba a mi esposa.   Sin dejar de chuparle las tetas, empecé a aflojar su jean y metí mi mano entre sus panties, la sentí completamente húmeda.

Le hice señas a Alejandro que se acercara y el sigilosamente se arrimó por detrás, le acarició la espalda y enseguida le besó el cuello. Yo seguía chupando rico sus senos. Ella tenía el jean puesto, pero flojo; ya Alejandro estaba desnudo de su cintura para abajo. Desde mi posición pude ver que ella extendió su mano hacia atrás y empezó a acariciar su verga. Yo seguía vestido y chupando tetas

De un momento a otro ella se dio vuelta y se agachó a chuparle la verga, luego de eso el la hizo poner nuevamente de pie y se besaron en la boca. Yo empecé a alejarme lentamente para ver el mejor espectáculo del mundo. 

Alejandro ahora le chupaba los senos y empezo a quitarle el jean, luego la besaba y metió su mano entre el pantie. Mi esposa estaba realmente disfrutando. 

Yo mientras me iba desnudando y mi erección era máxima. 

La hizo acostar boca arriba en la cama, quitó totalmente el jean y el pantie para ponerse a darle lengua. Ella me miraba y dejó salir un par de veces el “qué rico”. 

Mientras Alejandro le daba lengua a mi esposa ella me pidió que me acercara y le pusiera la verga en la boca. Me lo chupaba y yo veia a Alejandro dándole lengua y metiéndole un par de dedos. 

Ella seguía chupando mi verga mientras Alejandro se empezó a poner un condón y le dijo que se pusiera en cuatro al borde de la cama. 

Me alejé y la vi en posición de perrito, mientras el se lo empezó a meter suavemente,  pero escuche un grito de placer de ella cuando lo tuvo todo adentro. Me sentía feliz de verlos en esa posición.  Mi esposa metió su propia mano entre las piernas para acariciarle las bolas y sentir como la estaba clavando. 

Estuvieron únicamente en esa posición. Creo que la clavada no duró más de cuatro o cinco minutos pero llegaron a su orgasmo simultáneamente. 

Yo tambien me derramé prácticamente al mismo tiempo. Ella logró varios orgasmos.

Mientras Alejandro fue al baño a retirarse el condón, nos besamos apasionadamente con mi esposa y ella me decia al oido que el tipo la tenía grande. 

Cuando el regresó del baño nos empezamos a vestir todos y hubo un comentario agradable de parte de él: "déjame decirte que tienes una mujer deliciosa"  

Salimos del sitio en el carro, nos dejó cerca del apartamento y al despedirse se dieron nuevamente un apasionado beso, mientras yo veia la escena con agrado.