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ASÍ FUE QUE LE DESVIRGUÉ EL CULO A MI ESPOSA

Me llamo Gustavo (todos me dicen Gus) y Como cualquier pareja de casados,mi mujer y yo, en el plano íntimo somos totalmentecompatibles desde nuestro primer encuentro sexual y cada vez que hacemos el amor, entonces como ahora, es un goce que no tiene manera de explicarse con palabras, sentía angustia apenas percibía que salía de mi pene la última gota de leche y para la hoy mi esposa, ese sentimiento aparecía cuando sentía que perdía rigidez mi miembro, porque todo indicada que momentos más tarde debíamos separarnos.

Cuando éramos amantes cualquier lugar era bueno para hacer el amor, la oficina de Laila (mi esposa), la mía; un baño en nuestros lugares de trabajo, en la camioneta, en el campo, a la orilla de un río o del mar, y desde que estamos conviviendo no hay lugar de la casa donde no hayamos cogido con todo nuestro fervor: nuestra cama matrimonial, el piso de nuestro dormitorio, cada una de las sillas que hay en el comedor y en la cocina, en el baño, sentados en el inodoro, parados bajo la ducha y a menudo, cuando sabemos que nadie nos va a molestar, mi esposa se sienta en la mesa de la cocina, meto mi lengua entre sus piernas lamiendo suavemente labios, clítoris y vagina hasta que cuando la calentura se torna insoportable, me paro, la penetro, me abraza con sus piernas y cogemos lentamente sin importarnos la hora, porque lo importante es que nos deseamos, nos amamos y deliramos de placer en cada encuentro íntimo.

Los dos somos maduros llegando a los sesenta años . Laila , es de figura delgada, hermosas y armoniosas tetas que apenas las rozo en una caricia, se endurecen desde el pecho hasta los inigualables pezones que diariamente chupo haciéndolos crecer a punto que siempre recordamos lo pequeños que eran cuando por primera vez los chupé y acaricié; tiene un culo bien redondo y formado, a tal punto que sus amigas se lo elogian y envidian, incluso en una oportunidad una mujer madura se quedó mirándola desde atrás y me dijo: “No sabe cómo envidio el culo de su esposa”.

En nuestros encuentros casi diarios, hacemos todo lo que se nos viene a la cabeza y nos motiva mucho el hecho que desde el primer día de convivencia, los dos dormimos desnudos, lo que permite que apenas nos damos vuelta en la cama, o nos acomodamos, nuestra piel se roza, produciendo una sensación tan cálida, tan tierna que normalmente es el comienzo de las caricias que culminan con las más extraordinarias de las acabadas.-

Nuestro lema es que cuando estamos en la intimidad debemos actuar de acuerdo a nuestros impulsos y hacer lo que tengamos ganas, mientras no haya agresiones físicas ni psicológicas todo nos está permitido, y por eso cuando estamos seguros que nadie vendrá a nuestra casa, andamos todo el día desnudos lo que sirve para que cuando Laila está haciendo cualquier tarea me siento delante de ella, en el piso y lamo sus labios vaginales, o por ahí a ella se le ocurre comenzar a acariciar mi pene y me hace unas pajas impresionantes provocando que los chorros de leche caigan sobre sus mejillas lo que sirve para que los utilice como crema nutritiva

Cuando estamos en la cama, cuando ella pone sus rodillas entre mis testículos es motivo para que nos abracemos y comencemos a besarnos, yo a besarle y lamerle el cuello, a acariciar sus tetas y pezones, a chuparlos dulcemente mientras la abrazo con las dos manos, la derecha acariciando sus labios, clítoris y vagina y la izquierda deslizándola por sus nalgas hasta que llego a su ano, que acaricio con suavidad y hasta lograr meterle el dedo, lo que la conmueve gratamente, mientras ella me clava sus uñas en la espalda y con la mano restante comienza a pajearme y así estamos hasta que llega el momento que nos viene la agitación imparable que indica el momento sublime , donde siento que salen de su vagina los fluidos lubricantes, calientes, que me inundan y mojan toda la mano, a la vez que ella virtualmente me ordeña hasta sacar la última gota de leche.

Así es nuestra vida, a pesar de eso, los dos sabíamos que nos quedaba pendiente una materia: el sexo anal, que los dos deseábamos intensamente. Muchas veces nos lo propusimos, compramos cremas lubricantes, neutras, efecto calor, pero cada vez que lo intentábamos, automáticamente Laila tensaba los músculos de su culo hasta hacer imposible la penetración, a pesar que tanto le gusta que le meta el dedo. Como existe plena comprensión de ambos, toda vez que lo intentamos abandonamos sin hacernos reproches pero calmando con una cogida o paja mutua la calentura que nos provoca.-

Laila tiene una amiga, Eleonora, separada que tiene su pareja pero sin convivir, y entre ellas se comparten todos los aspectos de la vida sexual nuestra y de ella.

Eleonora es fanática del sexo anal, y no quiere perder ninguna oportunidad, permanentemente la acompaña en su cartera un pote de lubricante para ponérselo ella y ponérselo a su pareja cada vez que se encuentran.-

Un día charlando entre ellas, y hablando de intimidades le pregunto a Laila:

- Con el sexo, ¿siguen siempre viento en popa, dándole casi todos los días?

- Si, por supuesto. Contesto ella.

- Y tú, Laila ¿sigues con tu culito virgo?

- Sí, respondió mi esposa.

- Por ahí, hace tiempo que tengo una idea y te lacuento: túsabes que ando con mi lubricante siempre en la cartera y se me ha ocurrido que tal vez podría darles una clase o guiarlos en vivo y en directo. No sé si me explico, ustedes se preparan para coger y yo los voy guiando, como poner la verga de tu marido en tu culo.

- No lo había pensado, dijo Laila, pero podríamos intentarlo, estoy seguro a mi marido le parecerá genial.

Las dos se aparecieron en casa y con su propuesta, obvio estuve de acuerdo.

Habrán transcurrido unos quince minutos, yo sólo de pensar que desviaría el culo de mi esposa, hizo que mi verga se pudiera muy dura, bien erecta. No es grande, diría que normal, pero sí las mujeres con las que he tenido relación, dicen que es muy gruesa y una cabeza acorde a ese tamaño.

Me dirigí al dormitorio, donde Laila estaba desnuda, apoyada en sus codos y sus rodillas, con el culo hacia los pies de la cama. Eleonora, acariciaba sus tetas y su clítoris, vagina y labios vaginales. Como conozco a mi esposa, me día cuenta que estaba muy caliente, gemía y me dijo

- Te estoy esperando mi amor, quiero que me rompas el culo, por fin.

- Acércate -dijo Eleonora- Ya le lubriqué bien este hermoso culo, a ver, te voy a lubricar a ti. Dicho esto tomó con la mano que acariciaba las tetas de Laila, mi verga y exclamó:

- ¡¡¡Pero que gruesa es esta verga!!! que delicia te vas a comer Laila!!!, pero qué bárbaro!!! No sabes lo que te envidio!!! Antes de lubricarla, ¿me das permiso para que la mame un poquito?

- Si te gusta, dale – respondió Laila, sorprendiéndome hasta a mí

- Eleonora se hincó en sus rodillas y comenzó a mamar mi verga a la vez que la acariciaba y la sacaba de su boca y arrimaba su mejilla, volviendo a mamar. Esto duró dos o tres minutos, y luego comenzó a aplicarme el lubricante.- Cuando terminó con esa tarea, dijo:

- Laila, Dilata bien tu culito y tuGus, acerca tu verga para meterla en ese culito divino. Estás lista?

- Sí respondió - mi esposa y ahí puse la cabeza en la entrada de su culo.

Abrí sus nalgas y comencé a presionar suavemente mientras Eleonora acariciaba sus tetas y suavemente le decía al oído

- Afloja el culito, Afloja las nalgas. Sientes como va entrando la verga de Gus?

- Si siento y me quema, pero siento que está bien humeda.

Cuando hube metido toda la cabeza, le pregunté

- Voy bien? Te duele? Quieres que te la saque y te la meta de nuevo?

- No mi amor, no me la saques, duele un poquito y me arde, pero es hermoso, sabía que me iba a gustar, pero realmente es un placer incomparable; sigue empujando despacito mi vida, pero por favor no vayas a acabar, aguantemos todo lo que podamos como cuando culiamos!!!!

Era una sensación tan rica, tan placentera, que no importaba que hubiera otra persona junto a nosotros; me incliné para poder acariciar sus tetas, parecían de piedra, sus pezones eran como dos carbones calientes.

_ Ya entró toda? Preguntó

- Vas a saber que entró toda cuando los testículos de Gus te acaricien la vagina, y vaya si los vas a sentir, porque están bien calientes y muy hinchados – dijo Eleonora.

Seguí empujando lentamente, hasta que por fin sentí que mis bolasse sentían húmedas por los fluidos de los genitales que despedía mi esposa y fue cuando le dije al oído:

- Ahora sí mi amor, tienes toda mi verga adentro, ¿te gusta?

- Si mi vidaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!! Bombea despacito, siento tu verga mi amorrrrrr, enterita desde la cabeza hasta el tronco!!!! No vayas a echarme la leche todavía que quiero sentirla bien parada por un buen rato!!!!!!

Eleonora se había apartado y miraba en silencio hasta que dijo:

- Ya los ayudé, ahora me voy a retirar, no molesto más. Culeen tranquilos, sin apuros, disfruten los dos como lo hacen siempre. Cierro la puerta con llave y el dejo en el buzón; y salió, pero a los pocos segundos volvió y nos hizo saber:

- Después me cuentan lo que han sentido y en otra oportunidad que venga a visitarlos, si les parece bien participamos los tres. Chao culiones.

Nosotros seguimos culiando lentamente, disfrutando aquella primera experiencia, no sé cuánto tiempo pasó, tal vez media hora cuando comenzamos a sentir que se nos venían las convulsiones típicas, comencé a acariciar el clítoris, bien erecto, caliente, bien mojadito hasta que llegó el orgasmo, me contaba que sentía cómo salía cada chorro de leche y quedamos quietecitos hasta que se me pasó la erección y recién ahí abandoné ese recinto recién estrenado y al ver cómo comenzó a salir por su ano la leche, tomé una foto que íbamos a compartir con Eleonora .

Pasada más de una hora, nos fuimos a duchar, acaricié permanentemente el culo de Laila recién desvirgado, como nunca lo había hecho, ella mamaba mi verga flácida con ternura infinita; cuando regresamos a nuestra cama, no quedamos charlando sobre Eleonora y la ayuda que nos dio, pero nos quedó la intriga del ofrecimiento que hizo de participar en una próxima vez los tres. La verdad es que ya había intervenido, mi esposa se calentó al extremo con sus caricias, por un instante mamó mi verga y nos propusimos que la “próxima vez” no la íbamos a provocar nosotros, pero que si ocurría naturalmente la íbamos a aceptar.

Gato_kitacalzon

Soy hombre heterosexual

visitas: 4664
Categoria: Sexo anal
Fecha de Publicación: 2021-12-11 22:11:07
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1 Comentario

Espectacular

2022-01-10 16:43:19