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Sexo después de los 50
Uno teme que al llegar la edad, el sexo solo sea un recuerdo, con más vacíos que deseos satisfechos.
A mis cincuenta pasaron algunas cosas. Una de ellas, mi separación de una pareja con quién conviví diez años. Buen sexo aunque muy normal y no tan frecuente como deseaba. Básicamente por el exceso de trabajo de antes. Y -esto es una recomendación- nunca hablamos de qué deseábamos, de las fantasías.
Ya sólo, en las noches buscaba en las páginas de citas alguna mujer. Allí encontré a Carmen quién me habló del BDSM y me invitó a guiacereza para que conociera sobre el asunto.
Poco a poco me hice contertulio allí de la sala de chat del BDSM. Amos y sumisos admitieron a este "vainilla" en largas conversas en que se hablaba de todo, se prendían cámaras para mostrar "domas" y fui viendo nuevas cosas sin llegar a convertirme en amo.
Pero si aprendí cosas que fue utilizando en las conversaciones en otras redes como Badoo, Tagged, etc.
En estas fijé mi atención en mujeres mayores de 35 y fui descubriendo algunas cosas: que muchas querían experimentar sexo duro, que otras nunca habían tenido un orgasmo. Y algo en común: querían tener sexo con alguien fuera de su entorno que les garantizará prudencia, reserva, discreción. Y allí estaba yo.
Hubo otro descubrimiento importante. Hablando con un médico me aclaró que el Viagra no hacía milagros, que la erección era un problema de deseo, de atracción y perversión. Qué resuelto esto, mis erecciones serían mas fuertes y duraderas.
Así que poco a poco iré publicando algunas de las experiencias vividas en estos 15 años.