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Al tiempo que comencé a vestir lencería, tenía un blog en el que publicaba fotos de mujeres exclusivamente en vestidos de baño, bodies o leotardos. De mi fetiche por la lencería esas siempre han sido mis prendas favoritas. El blog se llamaba One Piece y llegué a tener más de 3000 seguidores en Tumblr, con el tiempo comenzaron a escribirme y llegue a pertenecer a varios grupos de una red social llamada kik. En los grupos solíamos compartir fotos de nuestro fetiche favorito: chicas en lencería. Pero con el tiempo varios miembros comenzaron a pedirme por mensajes personales que les mandara fotos de mi verga. Al principio me molestaba porque no me gustaba mostrarle nada a un hombre, pero con el tiempo cedí y poco a poco comencé a compartir fotos y pequeños videos de mi verga (obviamente siempre en panties), eso siempre excitaba a los hombres con los que charlaba y comencé a desarrollar, además de mi gusto por la lencería, el gusto por que me miraran. No tenía ni idea en lo que iba a terminar, pero por ese momento me comenzó a gustar mucho y a excitarme, saber que a otra persona se le ponía la verga dura de verme, ¡a mí!