
Compartir en:
Hacía mucho rato que quería tener mi primera experiencia real. Un día conocí una chica trans y pasé una noche con ella. Ella era divina, además era tan suave, como besaba... como rozaba su verga contra la mía... ¡me encantó!, además, después de pedírselo, me maquilló. Nos tomamos varias fotos juntas, las dos en lencería, jugando a las espaditas (rozando nuestras vergas durísimas) besándonos, tocándonos. Estuvimos culiando toda la noche, fue la primera verga que chupé y me encantó, era tan suave y me encantó sentir como palpitaba mientras su semen salía. Tomar su lechita caliente me supo a cielo, hasta ese momento solo había tomado la mía, no quería que dejara de eyacular, quería que siguiera llenándome la boca de semen, pero solo lo hizo dos veces. Igual lo disfruté mucho y lo más importante, después de verme maquillada, compré mis propias cosas: base, polvos, lápiz de ojos y cejas, rimel, labial y por supuesto, una peluca. Poco a poco comencé a volverme una nena con la que podía jugar como yo quisiera.