Ahh, Bendito deseo que fluye en mí cuando le hablo, cuando la saludo, una mujer espectacular de estatura media, piel morena, una cadera prominente que distrae con facilidad, una nalga de la cual nunca quisieras desprenderte, rostro angelical. Para mí, que soy un admirador ferviente de la mujer de volumen en toda su extensión cuento con poca voluntad para controlar mi cordura, ¿Cuál es el problema? (Aclaró, creería yo que es por su parte), Es mi prima.

Salimos a tomar en un bar, ella pidió un Coctel, yo fiel a mis gustos, pedí cuartico de guaro, no éramos muy cercanos, pero por WhatsApp ya habíamos tenido nuestro contacto. Cruzar una conversación con ella fue muy rico, me encanta mirar las personas a los ojos y descubrir la verdad de sus palabras en ellos. Morena de ojos brillantes, de voz marcada pero segura, de inigualable ternura y más seguro aun, de mente perversa. De a poco, la fui adentrando en el tema, siendo paisa, somos hombres que les gusta acariciar su pelo, decirles cosas lindas, agarrar sus manos y abrazarlas, es como si nos gustara probar su reacción ante una descarga de buen trato vocal, gestual y físico. ¡Le gusto! Hacerla sentir especial creo que fue la mejor decisión para romper el hielo, pues su postura rígida y callada, prontamente paso a una postura relajada, receptiva brindando reciprocidad en el trato.

Muchas veces, nos vemos involucrados en discusiones sexuales que literalmente, no sabes cómo llegaste a ella, en esta ocasión SI, rompí la discusión actual con un; “Me encantaría poder recorrer tu cuerpo con mis ojos y mis labios…Momento de silencio, mirada fija y posterior a esto, una sonrisa que definitivamente tornó el momento en lo más apetecido; conocer de ella lo que más disfrutaba en la cama. Solamente me atino a decir “A, ¿Si?” Con una sonrisa gigante y picaresca me acerqué a su oído y le respondí: “No te alcanzar a imaginar”, ella, con calos frio de inmediato que erizo su piel me pidió que siguiéramos la conversación en otro lugar, donde yo pudiera reafirmarle lo que le había acabado de decir, justo en ese momento, la adrenalina asumió el control de mi cuerpo.

Al momento de llegar al sitio, solicite la habitación fuera con Bañera porque en mi mente, ella disfrutaría cada orgasmo en cada rincón de la habitación, y la bañera era pre requisito para una “culiada homerolica”.

Asumí el mando, la iniciativa. Le exigí que quería verla dar una vuelta en ropa, de manera lenta y que al momento de estar de espaldas a mí se detuviera…Uff esa mujer es un poema, un lienzo sobre el cual derramaría todo mi arte. Me acerqué y suavemente deslizando mis manos desde su nalga hasta su pelo le dije; “Las obras de arte se admiran, pero aquellos que tienen el privilegio de tenerlas, solo saben el verdadero significado de disfrutarlas, esta noche sabrás tú, mi bella obra de arte, tu potencial”, mientras se lo decía, mis manos lentamente des abrochaban su jean, ella se giró, me miro con tal ternura pero con claridad de lo que recibiría, y me besó………….. ¡Sublime!, un beso cálido, tierno, que me transmitía sus deseos, su esencia y las ganas que tenía de ser tomada como la mujer que es, que no quería ser más el vaso de descarga de hombres inertes y funcionales donde solo les importaba, venirse en una vagina cualquiera. Mi pene erecto, respondiendo con contundencia a sus besos y marcándose en mi Jean, lo acerque a su cintura, la apreté y la mire a los ojos, sus manos, tímidamente me hicieron hacia tras y con la misma timidez deslizo su mano derecha sobre el relieve que ocasionaba mi pene. Respondiendo a su timidez, con contundencia la acerqué, le di un beso cargado de deseo mientras mis dedos yacían en su vulva, calientica, húmeda y de olor excepcional, saque mi mano de su pantalón, en frente de ella, mis dedos mojados los lleve a mi boca para saborear su naturaleza, para conocer su esencia. Supo allí, que no sería una faena a las que ella esta acostumbradas, supo allí que el placer para ella estaba garantizado.

Continuara...