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Garganta progunda hasta que trague Su leche.

Siempre he sido un aficionado a mamar vergas. Me hace sentir que realmente nací para complacer hombres. Desde que fui iniciado muy joven, saborear vergas me pone muy caliente, las de hombres mayores me vuelven loco.

No tengo sex seguido con hombres, porque tengo novia. Pero cuando tengo uno al frente, le dedicó mucho a su entre pierna.

El tipo de esta historia lo conocí por Grindr. Un hombre de 58 años el cual no tenía una figura atlética. De hecho, era barrigón, cálculo pesaba 90kilos, y super velludo. 

Empezamos a chatear, pero fue bastante directo. Me dijo que buscaba alguien sumiso, complaciente que le gustará chupar vergas. Me mando la foto su miembro y oh sorpresa cuando lo que veía eran unos 19 CMS con unas bolas gigantes.

Se me hizo agua la boca asi que desde ese momento sabía que tenía que tener ese pene para mí.

Me contó que estába buscando un pasivo menor mamador dispuesto a recibir toda su verga profundo, sin remilgos. Para eso el amarraria mis manos en mi espalda para tener total control.

Acepté sus condiciones, sin sospechar lo que me esperaba. Acorde ir a su casa de inmediato y obedecer a todas sus exigencias.

Tome el Uber, llegue a la puerta de su casa alrededor de las 9:30 PM y le envié un mensaje avisando que ya estaba allí. Espere un par de minutos hasta que la puerta se entre abrió. Lo primero que vi fue una cabeza de un hombre barbado con facciones fuertes la cual me pidió seguir.

Cuando entre, vi que estaba desnudo. Baje mi mirada para estar seguro y no desilusionarme. Estaba flácida pero se veía provocativa. 

Me dijo "sabes que vienes a obedecer?", "No quiero negativas ni reclamos", "así que si aceptas entra a la segunda puerta a la derecha".

Puse mi mano sobre su verga, la acaricie, aprete sus bolas y sin desir palabra, busque la habitación donde todo pasaría.

"Quiero que te desvistas", me dijo. Se paró al frente de la puerta con las piernas abiertas y empezo a masajear su verga. "Estas muy rico y tienes una boca provocativa, la voy a usar hasta que te la recibas toda".

Me enfoque en su entre pierna viendo cómo crecía. Estaba bastante nervioso pero yo también la tenía dura. Termine de desnudarme y le pregunté que quería que hiciera. 

Fue al clóset y saco un dildo de tamaño mediano. Se unto los dedos de lubricante me pidió ponerme en cuatro y empezo a darme dedo. Mis gemidos me delataban. Para el era obvio que yo lo disfrutaba.

Cuando tenía cuatro dedos, mis piernas comenzaron a flaquear. El placer de sus dedos dando giros dentro de mi culo, tenían mi verga goteando. 

Decidió poner el dildo en la entrada de mi ano, no fue tan sutil. Mi esfínter estaba algo dilatado pero no listo para recibir algo tan grueso. Senti que me rompió el culo. Empujó fuerte hasta que todo el dildo estaba adentro. Le pedí que lo sacará pero me recordó de las condiciones que yo había aceptado. "No no no, no quiero negativas" replicó, empujando el dildo y haciendome quejar con más fuerza.

Me cogio de una mano, me puso de pie, tiro una almohada a sus pies y me pidió que me arrodillara. Me pido que escupiera su verga y me dijo "llegó el momento de entrenar tu garganta".

Escupi su verga y empecé chupar desde el tallo hasta la cabeza. Quize cogerla con una mano pero me dio una cachetada. "Ya sabes dónde debes tener las manos así que te las voy a amarrar". Fue nuevamente a su clóset y saco una especie de esposas de Velcro. Puso mis manos en la espalda y las amarró.

Volvió a pararse al frente y puso su verga en mi boca. Ese escena de sumisión me tenía super caliente. Mi verga estaba a punto de estallar pero el no le prestaba atención y por supuesto yo lo la podía tocar.

Empecé a mover mi cabeza dando giros sobre su verga, succionando fuerte para que sonara y mirandolo a los ojos. No dure mucho hasta que me dijo "si muy rico y todo, pero hoy veniste a que te follara la boca asi que abrela y saca la lengua" 

Sentia su verga tocando la entrega de mi garganta lo que me hacia casi vomitar. Con cada movimiento, empujaba más mi cabeza hacia el. Aunque el intentaba no entraba toda; yo abría mi boca lo más que podía pero mi garganta era más angosta que su verga así que la sensación de vómito era cada vez más fuerte. Sus esfuerzos no eran suficiente ya que su verga no pasaba de cierto punto. Saco su verga y puso su mano en mi boca haciendo que sus dedos dilataran mi garganta. Al segundo intento me hizo vomitar, eso no impidió que continuará.

Volvió a intentar, me hizo inclinar más la cabeza y está vez empujó su verga más fuerte. Por primera vez senti que su verga tocaba la campana de mi garganta. La primera vez dejo su verga adentro mientras contaba hasta 10. Al mismo tiempo se inclinó hacia adelante y con su mano derecha volvió a empujar el dildo dentro de mi culo.

Era una sensación muy caliente. Nunca había tenía una verga de su tamaño al fondo de mi garganta. Cada vez que metía toda la dejaba por 10 o 15 segundos. Su verga salía más y más ensalivada pero mi cara estaba cada vez más roja por la asfixia. mis manos seguían atadas y el desespero me invadía.

Yo estaba indefenso y eso lo calentaba más, su verga dura ahora salía y entraba sin ninguna dificultad. Me cojia la cara por 30 o 40 segundos y luego me dejaba respirar. El sonido de mi garganta cada vez que se abría evidenciaba lo dilataba que estaba. 

Con una mano alrededor de mi cuello, el sentia su verga. En un momento puso dos dedos sobre mi cuello alrededor de su verga. Me decía que era muy puta y que me iba a dejar su leche en el fondo de mi garganta.

Senti cuando se verga se puso realmente dura y sus movimientos cada vez eran más rápido. Estándo a punto de llegar, el empujó con más fuerza, puso toda su verga al fondo de mi garganta al mismo tiempo que dejaba salir sus chorros de leche. Sentia ahogo, su leche caliente bajaba por mi esófago y su verga no me deja respirar. Gemia como si hubiese sido el mejor orgasmo de su vida. Yo creo se le olvidó que yo tenía que respirar por su deseo de dejar cada gota de su leche en mi garganta. El desespero me gano y empecé a moverme con fuerza habrían pasado 60 segundos o mas cuando saco su verga; una bocanada de aire entro en mi cuerpo. Me dio dos cachetadas con su verga. Me levanto y me tiro en la cama.

Me dejó amarrado, con el dildo en mi culo y se fue por un rato. Mi garganta me dolía pero había sido una de las experiencias más arrechas de mi vida. 

Sabía que aún seguía más y que la faena aún no terminaba, pero el resto de la historia lo contare en un siguiente relato.

Espero les haya gustado esta primera parte.

boyhot

Soy hombre bisexual

visitas: 1375
Categoria: Gay
Fecha de Publicación: 2022-03-20 07:18:11
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2 Comentarios

Me encanta cuando se vienen en la garganta

2022-03-24 08:12:32

Excitante relato. Gracias !!!

2022-03-20 13:08:31