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Un saludo a todas aquellas personas que están leyendo esta publicación; hace mucho tiempo llevo visitando la página de guía para leer los relatos, me gusta, me encanta leer aquellas experiencias de personas que sin ningún temor simplemente las comparten, y eso es lo que haré, sin temor alguno, compartiré aquello que he vivido como aquel hombre que es un profundo amante al sexo y disfruta del sencillo y profundo placer de un cuerpo deseado.

Hace mucho tiempo no tengo una relación estable y por ahora no lo quiero, solo deseo el compartir con el más grande placer y respeto, el sublime cuerpo que se quiere penetrar y recorrer.

Ya estoy en el tercer piso y vivo en Medellín, pero esta historia que compartiré sucedió hace tiempo, en el año 2020.

Vivía en una habitación de una casa familiar en San Antonio de Prado; hasta el momento de llegar yo ocupé la tercera pieza disponible y solo quedaba una, (habían 4 habitaciones, más la habitación del dueño), me hice cercano a Fernando, el dueño de la casa y me dijo que la otra pieza ya la tenía arrendada, que era para unos amigos de su pueblo, si no estoy mal de Pitalito, Huila.

Pasado unos días llegó la pareja, una pareja joven, él tendría unos 25 y ella tal vez unos 24, (yo tendría unos 27) Fernando nos presentó (yo estaba la noche en que ellos llegaron) y he de confesar que el man era pintoso, y que su esposa, era una mujer delgada, morena y con cabellos largo, un cabello que le llegaba hasta la mitad de la nalga y no medía más de 1.60, una mujer que era sencillamente linda, y he de compartir que estaba muy buena, me encantó su sonrisa.

Antes que esta pareja llegara, Fernando y yo, entre tinto y tinto conversamos, me contó que quienes venían eran unos amigos que estuvieron casados (se casaron muy jóvenes) y que se habían separado, y que querían componer las cosas, querían volver, y por eso se vinieron para Medellín y él les bridó ayuda, el esposo de aquella mujer, venía directamente a trabajar como cocinero en un hotel del poblado, se iba alas 5 de la mañana y regresaba a eso de las 8 de la noche, mientras su esposa, aquella mujer con la que quería componer las cosas se quedaba en la casa, estudiando para presentar los exámenes de su carrera, viajaba cada 15 días a su pueblo; Yo salía a trabajar a las 8 am y llegaba a las 4, aquella mujer, que se llama Alexandra, no salía de la habitación o si salía, salía a la cocina para hacerse la comida o ducharse, pero sobre todo, para tomarse fotos, y mientras se tomaba una foto de aquellas yo salía de mi pieza a la cocina y escuche: “amor estoy en la cocina calentando la comida (eran como las 6 de la tarde), le llegó la foto”? me pareció algo curioso, seguí, la miré y calenté mi agua para mi tinto, pero mientras hacía mi café, me pidió que me corriera un poquito, que ella iba a tomar una foto, le hice caso, ella tomó la foto, y la envió, porque al momento la escuché decir:

“amor, no hay nadie en la cocina”. Eso me llamó la atención. Y De inmediato le pregunté: ¿ Te está celando?, ella respondió: Sí, cada rato me pide que le mande una foto. Jum, solo expresé eso y me fui a la pieza.

Pasado como una semana, llegué temprano de mi trabajo, a eso de las 3, entré a la pieza, me quité la ropa, y cogí la toalla para ducharme, (el baño queda al lado de la cocina y al lado de la sala), solo estábamos en la casa, aquella mujer que debía reportarse a su pareja con fotos a través de Whattsapp y yo que me quería ducharme, y ella, que estaba sentada en la sala; yo solo la saludémientras entraba al baño: ( he de confesar algo, o mejor, de compartir algo: desde el primer momento en que la vi me gustó, me encantó su carita de ángel, y sobre todo su cabello largo y ese color de piel morena; mi pieza quedaba al lado de la de ellos, y de noche en nochesolo escuchaba, como aquella pareja que quería componer su matrimonio culeaban, y por supuesto mientras aquella pareja culeaba, yo me pajeaba”); Yo solo me duché, salí del baño y ella, esa morena de bellos cabellos que le llegaban a media nalga, cosa que me encanta; me preguntó : “Sebas, quiere café”?, yo le respondí que sí; Mientras entraba a mi pieza, me secaba y me vestía, y sobre todo, ocultaba con mis bóxer mi paradera, Alexandra me llamó: “Sebas, venga pues tome tinto”.Salí, ella estaba en la cocina con el tinto que me había preparado, solo estábamos los dos en aquella casa, eran como las 5 de la tarde. Me tomé el tinto y comenzamos a conversar, y lo primero que le pregunté, sin anestesia, era por qué le tenía que envíar fotos cada rato a su esposo.

Ella me dijo que él era muy celoso, a lo que le repliqué, él, ( su esposo) que tenía toda la razón, que tenía que tener celos, que tenía que cuidarla, porque usted (Alexandra) sos sinceramente hermosa, pero sobre todo estás muy buena, muy rica… Se lo dije sin ningún temor, muchos pajasos me había hecho por ella, y estaba muy temprano.

Ella me preguntó: ¿enserio le parezco así?, yo sin dudarlo le dije que sí, y que mientras tenía sexo con él ,(con su esposo, al lado de mi pieza) yo me pajiaba, muhcas veces imaginando que era yo quien me la comía). No sé si es el destino o los astros, pero aquella morena de cabello largo, sonrisa maravillosa estaba conversando conmigo, con aquel hombre que llegaba antes que cualquiera, y que cada noche se imaginaba comiendo aquella Huilence o huilita, no sé el gentilicio, pero ahí estábamos, ella ofreciéndome un tinto y yo diciéndole que me encantaba, que me gustaba su rostro, su sonrisa, su cabello, su abdomen de muñeca y que solo me imaginaba haciéndole oral, saboreando cada espacio de su vagina y de su cuerpo, en fin, le dije que me pajeaba imaginándome comiéndola.

Ella no se sonrojó, no se enojó, no me recriminó, solo me miraba y me dijo, que mientras su esposo se la comía imaginaba que era yo… Que era yo quien se lo metía… 

Aun hay mucho que contar...

Dionisio90

Soy hombre heterosexual

visitas: 990
Categoria: Fantasías
Fecha de Publicación: 2022-03-27 01:05:01
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