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Mi sobrino II

3 meses después del relato anterior Juan y su familia vinieron a mi casa por vacaciones. Ya saben que el papá de Juan es hermano de mi esposa.

Juan había crecido un poco, se le notaba algo de barba y sus brazos estaban firmes. En poco tiempo había pasado a ser todo un hombre.

El saludo fue un abrazo normal frente a la familia, sin embargo aproveché para decirle que estaba muy grande y él agradeció.

Pasaron varios días y en ningún momento pudimos estar a solas, siempre estaba alguien por allí, finalmente una tarde había que ir al supermercado y yo me ofrecí. Invité a Juan a acompañarme y él aceptó gustoso. Nos montamos al carro y a los pocos segundos puso su mano sobre la mía pero la retiró inmediatamente,

-perdón.

-No, tranquilo.

Entonces puse mi mano sobre la de él.

-qué bueno que viniste. Le dije.

-Si, tenía muchas ganas de venir y verte.

Mientras tanto yo le acariciaba la mano.

-Te ves muy guapo. Más alto y mira esos brazos.

Le toqué los bíceps.

-me imagino que el pecho también lo tienes firme.

Aproveché y toque su pecho acariciandolo un poco.

-estoy jugando fútbol.

-claro, entiendo, por eso estás tan firme.

Bajé mi mano y toqué su pierna apretándola con la mano. Luego la acaricié.

-y veo algo que también está muy firme, como siempre.

Entonces llevé mi mano a su entrepierna y palpé su verga que estaba ya dura mientras que Juan soltaba una risita.

-la has vuelto a usar?

-No, nada

-la quieres usar?

-Si, me gustaría.

-cómo hacemos si siempre hay alguien en casa?

-Lo he estado pensando. Puedes decir que necesitas ir a comprar algo y yo te acompaño, como ahora pero vamos rápido a algún lugar.

-y llegar con las manos vacías? Déjame pensar.

-Bueno.

-por ahora podemos hacer algo para bajar esa erección.

-qué?

Me orillé en un lugar poco transitado y detuve el carro.

-sácala.

-acá?

-Si, acá. Sácala para comérmela.

-pero…

Me giré rápidamente y le ayudé a desabrochar el pantalón y bajar el cierre. Lentamente se asomó esa cabeza enorme, más grande de lo que la recordaba, y luego todo el falo, largo y grueso.

Me solté el cinturón y me agaché hacia él. Empecé a darle una rica chupada y sentí que con sus manos me cogió la cabeza y me la movía para que me la engullera toda.

-avísame si viene alguien. Logré decir cómo pude mientras me sacaba un poco su verga de la boca.

-Si, no te preocupes.

Continué comiéndome su rica polla, que aunque olía bastante a orines y sudor noté que esos olores me excitaban mucho. Le lamí el capullo y lo apreté duro entre mis labios mientras subía y bajaba y su pelambre me rayaba la nariz. Mi amante no emitía ningún ruido, hasta que de pronto sentí sus manos sujetándome muy fuertemente la cabeza y su verga inflamándose dentro de mi boca. Entonces un chorro de leche caliente me inundó y fue tanta que mucha se me salió por las comisuras de los labios. Lo que pude me lo tragué de inmediato y el resto lo lamí con la lengua hasta que quedó completamente limpio.

-uf, qué montón de leche. Que rico.

-Te gustó?

-Tu leche me encanta Juan, dámela siempre que quieras, te la recibo toda.

Nos reímos un poco mientras él se abrochaba el pantalón y yo me ponía el cinturón de seguridad. Arranqué el vehículo nuevamente rumbo al supermercado,

-me gustó que me cogieras la cabeza.

-en serio?

-Si, me dio mucho morbo. Has estado viendo porno?

-un poco, si.

-me imagino que te masturbas.

-Si, todos los días.

-de veras? Wow, que rico.

-a veces varias veces al día.

-No te vuelvas a masturbar mientras estés acá, quiero que me des mucha leche, no la desperdicies.

-Yo también quiero tu leche.

-ahora te la doy.

-cuándo?

-cuando lleguemos, en el sótano del edificio. Nadie se da cuenta y no hay cámaras.

Fuimos al mercado y regresamos. Parqueé el carro en su puesto.

-listo?

Mi pequeño amante quedó un poco confundido.

-acá?

-Si, acá. Antes de que llegue alguien

De inmediato me abrí la bragueta del pantalón y me saqué la polla que estaba dura y babosa.

-dale, cométela ya que no me aguanto más.

Se soltó el cinturón de seguridad y se inclinó metiéndose toda la verga en la boca. Esta vez me gusto mucho más la manada que me daba.

-ya has chupado otras vergas? Lo estás haciendo muy bien.

-No, solo la tuya.

-ok, sigue así que lo haces muy bien perrita.

Le cogí la cabeza y se la moví rápidamente arriba y abajo para terminar con una garganta profunda. La sostuve algunos segundos hasta que escuché que se ahogaba y sentí que hacía fuerza para sacarse mi polla de la boca. Lo solté y levantó la cabeza, su boca chorreaba saliva en cantidades.

-oye, casi me ahogas.

-se llama garganta profunda Juan. Luego te la enseñaré mejor. Sigue, sigue que no hay mucho tiempo. Tranquilo que no te lo volveré a hacer.

Volvió a chuparla y como pude pase mi mano por la espalda hasta llegar a su culo, la metí por debajo del pantalón para intentar alcanzar su ojete pero no lo conseguí, entonces volví a manipular su cabeza.

Pasaron unos segundos cuando empecé a sentir que me iba a venir.

-Juan, me voy a venir. Te vas a tomar mi leche?

-si.

-así me gusta perrita, espero que te guste. Te la tomas toda, no la vayas a desperdiciar.

-no.

-ya me voy a venir, me voy a venir, no pares.

Le aceleré el movimiento de la cabeza y me vine en su boca. Lo sostuve fuertemente paran obligarlo a tragarse todo mi semen pero empezó a manotear tan duro que lo solté.

Se llevó las manos a la nariz y por un rato estuvo tosiendo.

-estás bien?

-uff, se me vino por la nariz, me ahogué.

-lo siento.

-tranquilo, pero el semen sabe asqueroso.

-creo que no te fue muy bien esta vez pero la próxima será mejor y poco a poco te va a gustar.

-no creo.

-Juan, cuando estás muy excitado dando una mamada y se vienen en tu boca, eso es como darle un helado a un niño. Te prometo que la próxima vez será mejor. Date la oportunidad de probar de nuevo. Límpiate bien y subamos.

-bueno.

Subimos a la casa como si nada hubiera sucedido. Pero cada vez nos cruzábamos miradas. Nadie, ni siquiera mi esposa sospechaba nada y eso era bueno.

Pasaron 2 días y nos fuimos a la finca. Llegamos y yo de inmediato me fui a ver el ganado que estaba lejos de la casa. Juan se ofreció a acompañarme y yo ya sabía para donde iba eso.

Cuando estábamos lo suficientemente lejos y había un buen pasto por allí lo abracé por detrás y le cogí la verga.

-que haces?

-no quieres hacerme tuya aquí y ahora?

-si quiero. Y quiero que tu también me hagas tuya.

Nos desnudamos y extendimos la ropa sobre el pasto. En este punto Juan tenía la polla muy tiesa y babeando. Yo también andaba empalmado pero preferí adelantarme. Me arrodillé frente a él y le empecé a chupar su pollón mientras le acariciaba las nalgas. El me cogía la cabeza y gemía un poco. Por un rato trabajé en su verga hasta que no aguanté más.

-métemela Juan, te quiero adentro ya.

Me puse en cuatro, me ensalivé el culo y le guié su verga hasta que entró.

-espero que esta vez me hagas sentir placer por más tiempo.

-si perra, esta vez te voy a romper el culo.

-uy que rico Juan, que morbo me das cuando dices esas cosas. métemela bien duro, hasta el fondo.

Juan empezó a trabajar entrando y saliendo y yo gritaba del placer. Su verga me estaba haciendo sentir cosas maravillosas y tuve un orgasmo prostático. El semen empezó a salir de mi verga untando toda la ropa debajo de mi, no lo podía evitar, se sentía demasiado bien. Creo que mis gritos excitaron mucho a Juan por que enseguida también me llenó el culo de leche caliente. Una vez más, al sacarla de mi culo se la chupé hasta dejarla limpía y le conté lo que había sucedido con la ropa.

-por que la desperdiciaste? yo me la quería tomar.

Me sorprendió su reacción, pensé que se iba a preocupar por la ropa sucia pero estaba más interesado en otra cosa.

-no lo pude evitar, tuve un orgasmo gracias a ti.

-que rico.

Por supuesto yo seguía con la cachondez a mil a pesar de mi orgasmo.

-me vas a dar tu culo?

-si quieres.

-volteate.

Lo incliné hacia un árbol, me agaché, abrí su culo y empecé a lamerlo. Olía a mierda pero no me importó. Mientras tanto jugaba con su verga y sus bolas y rápidamente se le paró otra vez.

-métemela, hazme tu perra.

Me levanté, ensalivé y se la metí lentamente. Otra vez opuso resistencia pero mucho menos.

-te has metido cosas?

-si, los dedos.

-que bien, ya entra más fácil.

Una vez adentro empecé a bombearlo. De vez en cuando me pedía parar o que se lo sacara pero yo no lo hacía, solo bajaba el ritmo o me detenía un momento. Me acosté de espaldas sobre la ropa húmeda por el semen y me la unté toda. Lo senté sobre mi y lo puse a cabalgar un rato.

-que rico, que rico. Gritaba.

-sigue Juan que me vas a hacer venir.

-no te vengas adentro, quiero tomarme tu leche.

Cuando sentí que iba a explotar, lo hice a un lado.

-ven, chúpamela.

Se engulló mi verga y exploté en su boca. Se la tomó toda.

-te gustó mi leche?

-no tanto pero no está tan mal.

-veo que estás listo para otro round. Le dije al ver su verga parada.

La verdad yo ya no quería más, pero no podía dejar pasar la oportunidad, así que lo acosté de espaldas y empecé a masturbarlo lentamente mientras alternaba con mamadas y lambetazos. Al cabo de unos minitos me dijo que se iba a venir. Una vez más se vino en mi boca, pero no me la tragué. Me acerque a él y nos besamos con su semen en mi boca. Le pasé una buena parte y se la hice tragar.

-oye, por que hiciste eso?

-me da morbo Juan.

-me dio asco.

-se te va a quitar. Te gustó lo que hicimos hoy?

-uy si, mucho, excepto lo último. Ya quiero repetirlo.

-paciencia muchacho.

Nos vestimos y continuamos nuestra caminata por la finca. Llegamos a donde los demás y afortunadamente las manchas de semen en la ropa no eran notorias. Nadie supo nada.

Hoy me enteré que Juan viene en un par de meses de visita. Ya estoy pensando que vamos a hacer.

mototronko

Soy hombre heterosexual

visitas: 3222
Categoria: Sexo anal
Fecha de Publicación: 2022-04-06 20:24:19
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1 Comentario

Siempre he querido hacer algo así pero jamás se ha dado...ojalá ojalá que alguna vez se pueda dar.

2022-04-09 04:22:30