Un día caluroso, lleno de malos pensamientos que giraban en mi cabeza, como mariposas en un jardín. Y de repente apareció el innombrable, así decidimos llamarlo un amigo de mi trabajo y yo .Este un cómplice de nuestras pocas venturas allí. Estaba con mi jefe, en mi oficina y de repente lo escuche murmurar mi nombre y hacer gesticulaciones que interpretaba comosus deseos carnales a flor de piel. Saludo de repente, murmuro y dijo algunas palabraspara disimular el mensaje de su mirada lasciva, ardiente de esos ojos negros, como el abismo al que me tentaba caer.
Revise mi correo, y busque un instante para que mí jefe no sospechara que iba tras de él, a bajar nuestrascalenturas. Pare mis actividades y me fui en su busca asu guarida donde me esperaba.
Llegando allí a su tallerun sitio solo con algunas herramientas viejas, mucha grasa ymuchos motores y partes de máquinas, empezamosbesarnos apasionadamente conjugando nuestros cuerpos, abrazados, calentándonos mientras nuestras lenguas se retorcían en nuestras bocas y empezamos a humedecernos el en su parte viril yo en mi vagina, palpitante y ansiosa por comer.
Empezó abajar mi blusa yha oprimircon sus dos dedos mi pezón y de repente saco mis tetas y empezó a chupar como un bebé, ¡uff que calentura! , más y más húmeda, sentí su espada de acero restregarse en mí y decidí darle una deliciosa mamada, se puso duro y fuerte como el acero y le murmure siéntate hay en ese sillón, que te voy a comer delicioso. Ya cuando estaba sentado y con pantalones abajo y con esa verga llamándome yerecta, me monte sobre ella y empecé a cabalgar arriba abajoen círculos enzigzag y me saque las tetas para que las cacheteara y mordiera mis pezones más arrechame ponía y a exclamar ¡que rica verga ,uff que delicia hijueputa ,aguanta que delicia ,si si si ajjjjjj no te vengáis todavía quiero sentirte más ,pero empezaron a llamarmede la oficina y nos dañaron la faena porquese derramo antes que yo llegará pero me fui llena de su lechey con un beso de novios.