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El relato que les compartiré a continuación ocurrió en el mes de abril de 2022 en la ciudad de Medellín.
Soy un joven profesional serio, discreto, tengo 24 años, trigueño, alto, piernon, velludo, dotado, nalgoncito.
Durante mucho tiempo escuché que entre los sitios de encuentro para interacción gay se encontraban las famosas cabinas, en Medellín hay varias y se ubican en el centro de la ciudad, me llamaban la atención, pero nunca había sacado el tiempo para ir.
Un día, ví un perfil en Grindr, llamado "cabinas", despertó mi curiosidad, les pregunté dónde estaban ubicados, y me enviaron ubicación e instrucción para llegar al sitio, pasaron unos pocos días y mi deseo por ir a ese lugar se hacía más grandem
Cierto día tenía una reunión del trabajo en el centro de la ciudad, tenía Grindr a activo y toda la reunión estuve en función de la aplicación rastreando perfiles, de repente me habló un perfil sin foto, y sin mayor información, su nombre era "37", eso me hace pensar que el man tiene 37 años. Empezamos a hablar, me dijo que tenía ganas de que le chuparan la verga y de mamar culo, eso me puso la mente a volar en función del morbo que me ocasionaba leer sus mensajes.
Cruzamos fotos, el man es blanco, alto, acuerpado, su verga no es muy grande, velluda, lo que denominamos en Antioquia "pintosos" es decir bonito, agradable.
Le dije que una vez terminara la reunión quedaba libre, sin embargo no me ilusioné mucho, pues sabemos que ese tipo de encuentros cuando se planean, a veces no pasan de ahí, y de repente lo bloquean a uno.
Paso una hora, mi reunión de trabajo finalizó, le hablé al man, me dijo que fuéramos a motel, pero le propuse que fuéramos a cabinas, él tampoco había ido, así que nos pusimos de acuerdo, y nos encontramos.
El man me había escrito que su fetiche era ver manes velludos en tangas de mujer, mi ropa interior ese día eran unos bóxers, así que le dije que no podría cumplirle.
Nos encontramos en un punto acordado, el man se veía delicioso, aunque muy cortante, acelerado y de pocas palabras.
Ubicamos el sitio de las cabinas, entramos, nos dieron un ficho con un número para ubicar la cabina y un pedacito de papel higiénico, el lugar estaba solo.
Una vez ubicados en el lugar, el man me empezó a besar, me quito la camisa e inicio a chuparme las tetillas, mientras yo le tocaba el bulto, no me aguante y me agache, le solté la correa, desabroché su pantalón, y vi que tenía un boxer blanco que se le veía espectacular, empecé a morderle su verga por encima del boxer y posteriormente se lo baje y empecé a mamar, primero completa, luego a chuparle la cabeza, las guevas, él apenas gemía.
Hubo un momento en que me dijo que parara, y que me desvistiera completamente, estaba tan excitado, que lo hice de inmediato, quedé completamente desnudo, sorpresa! El man había comprado unas tangas baratas en un remate, me las puse, su rostro únicamente expresaba placer, me puso en cuatro, me corrió la tira de la tanga y empezó a darme lengua, yo estaba bastante excitado.
Estando en ese momento, llegó un man al sitio, sin embargo, no no importó y continuamos en lo nuestro, el man nos veía, y se empezó a masturbar, quiso participar, pero no lo permitimos, nos dedicamos a disfrutar.
Mi ano estaba bastante dilatado, yo sentía como esa lengua ingresaba y giraba al interior, luego me empezó a meter sus dedos, yo estaba a estallar, retome la mamada, con más ganas, hasta el fondo, de repente sentí como después de un gemido mi boca quedó llena de leche, para terminar, me dijo que me chuparía el culo mientras me masturbaba para botarme, y así fue.
Nos vestimos, me dijo que me trajera las tangas para un próximo encuentro, el cual no se ha dado, perdí su contacto, pues desinstale la app y se perdieron los chats, espero algún día poner coincidir con ese man.
Saludos.