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Con la señora del aseo

Lo que les voy a contar es un relato real que me sucedió cuando trabaje en la cafetería de un colegio, por esa época yo tenía 26 años, mi papa con ayudas de un contacto que tenía en un colegio logro que me dieran trabajo en la cafetería  atendiendo a profesores y alumnos tanto en las horas de los descansos como en la hora de almuerzo, para mí era algo nuevo estar en ese lugar ya que por aquel entonces yo estaba cursando mi carrera universitaria y dadas las circunstancias tenía que aceptar cualquier empleo que estuviera a mi alcance, al principio no era nada del otro mundo y con los meses me fui acostumbrando, en aquel lugar siempre a la hora de los descansos o en “el recreo” como muchos lo llaman coloquialmente acá en Bogotá pasaba una señora del aseo con su uniforme de trabajo el cual constaba de unas botas pantaneras un overol azul y guantes de goma , aquella mujer siempre era muy amable cosa que yo agradecía ya que después de un tiempo de estar trabajando atendiendo gente uno empieza a agradecer esos pequeños gestos de camaradería y cordialidad que hacen más soportable el día de trabajo, bueno el caso es que esta señora era muy amable siempre me sonreía y yo también correspondía su agradable trato, después de unos meses de una rutina donde ella me compraba y yo le vendía se me empezó a meter en la mente esta persona y la empecé a ver con otros ojos, a pesar de que su uniforme no era nada “sexy” si sobresalían sus nalgas que a pesar de su edad todavía eran firmes y de buen tamaño , al igual que sus senos,  algún día pensé que sería chévere atreverme a regalarle una chocolatina cuando ella viniera a comprarme y ver su reacción , y así fue algún día ella fue a comprarme y al final yo le di una chocolatina “jumbo” de maní jajaja diciéndole que “era un regalo para que volviera”  ella soltó una risa y dijo

 – ahh bueno tranquilo que así si me amaño!

 Y acto seguido  me pico el ojo,  esas palabras quedaron retumbando en mi cabeza todo el día porque si bien en la frase no había nada insinuante ni directamente sexual ella me pico el ojo de una manera que solo me hacía pensar en sexo, estos pequeños regalos siguieron por mi parte y en alguna oportunidad me atreví a decirle

– y si me ha pensado?

 Calculando previamente que si su reacción no fuera positiva me reiría y dejaria pasar todo como una broma sin importancia, pero para mi sorpresa  me dijo

 – si, yo lo he pensado harto y usted a mí también?,

 Con lo cual yo obviamente le dije que también y me dio una oportunidad para poder charlar un poco más con ella, me conto que era casada , que vivía con sus dos hijos y su marido y que trabajaba como operaria de aseo ya hace varios años, yo empecé a hacerle halagos  diciéndole que me daba envidia de su esposo al tener una mujer tan linda a su lado etc etc.. el caso fue que ese tipo de charlas y la coquetería con los días se fueron intensificando y ya se sentía una tensión en el ambiente cuando yo la miraba a los ojos y muchas veces le confesaba que siempre la tenía en mi mente, jamás me recordó que era casada o me detuvo, en todo momento me siguió el juego y permitió que yo la cortejara, algún día cuando los estudiantes ya habían salido , en ese colegio salían al medio día, ella paso por la cafetería y yo le pregunte dado que ella era de las señoras del aseo que si tenía una escoba que por favor me prestara todo esto obviamente como un pretexto para poder acercarme a ella y poder charlar un poco más, ella muy gentil mente me dijo que claro! Que por supuesto pero QUE YO TENIA QUE IR CON ELLA A SACARLA   de un cuarto de aseo donde ellas (las aseadoras) guardan todos sus utensilios y que al mismo tiempo les sirve para cambiarse cuando se ponen y se quitan el uniforme, yo  le dije que claro que de una, salí de la cafetería y la cerré mientras iba con ella por la escoba, cuando llegamos al cuarto de aseo era un salón grande que habían adecuado para guardar todos los utensilios de aseo y como “ el vestier”  de las empleadas dado que allí estaban sus casilleros y sus objetos personales, ella entro primero y me dijo que cerrara la puerta y que la siguiera , en este salón había un pequeño baño que estaba atiborrado de escobas traperos, baldes, detergente y demás utensilios propios del trabajo pero aun así quedaba espacio para estar los dos adentro, ella estaba de espaldas escogiendo una escoba que según ella era “muy buena” jajaja y me iba a servir mucho, al verla de espaldas ante mi y ligeramente agachada tenía una vista mejor  de sus ricas nalgas y dado el previo coqueteo y la confianza me atreví  a sujetarla por la cintura, ahí justo en ese momento cuando estaba de espaldas buscando la famosa escoba, ella inmediatamente se estremeció y se dio vuelta quedando frente a mí  y me pregunto ruborizada

 - que haces?,

 yo le dije que desde hace mucho tiempo no paraba de pensar en ella , en su cuerpo en su mirada, en su sonrisa, que me tenía loco y que me gustaba mucho , ella se rio y dijo que si lo había notado y luego me dijo

 – pero muchacho yo soy casada, además yo soy mucho mayor que tú, que tal tú con una cucha como yo jajajajaja no que tal

Yo le dije que no me importaba, que al contrario que a mí desde siempre me habían gustado maduras y que además yo no era tan “joven” ya tenía 26 años y agregue

- ya soy todo un hombre

Seguido a esto la sujete por sus caderas y le di un beso, ella no me lo rechazo luego  me dijo

-–ay de verdad ya eres todo un hombre? Y yo como se eso?

No me  basto escuchar  más para desabrocharme el cinturón , bajar mi pantalón y mis bóxer al mismo tiempo, todo para que apareciera ante su mirada mi miembro erecto y mojado, ella se sorprendió lo miro y dijo entre susurros

-–No que haces! ay no muchacho yo soy casada y abrió sus manos frente a mí en señal de que me detuviera 

Yo la jale hacia mi tomándola de sus muñecas y la volví a besar, al principio ella se rehusaba un poco pero luego fue cediendo hasta que nos empezamos a besar apasionadamente, sin dejarla de besar lleve su mano y la puse en mi miembro, ella empezó a masturbarme poco a poco, primero tímidamente y luego se fue soltando, de repente paro y me dijo como disculpándose

-–Pero ahorita no podemos hacer nadaes que hoy yo no venía preparada para esto, lo que pasa es que estoy en mis días ves?(todo esto me lo decía mientras me masturbaba con su mano )

Yo no le dije nada la seguí besando y ella masturbándome, después de unos instantes baje la cremallera de su overol azul y para mi sorpresa me di cuenta que estaba  en bragas y camiseta según ella porque era más cómodo trabajar sin pantalón debajo del overol por lo cual siempre se lo quitaba al igual que muchas de sus compañeras , llevaba puesto unas “bragas altas” negras las cuales cubrían todo su vientre hasta la zona del ombligo, con mi mano intente abrirme paso en sus bragas pero ella me detuvo recordándome que tenía la regla

-–No muchacho es que estoy en mis días después después

Yo no le decía nada la seguía besando y seguía “forcejeando” por vencer su guardia y poder acceder al interior de sus bragas, en un momento decidí ponerla de espaldas y empezar a masajear sus nalgas a las cuales si pude acceder dada su posición y la rapidez con la que introduje mis manos en su trasero , ella solo jadeaba y cada vez ponía menos resistencia a lo que yo respondí simplemente bajando  dé un solo jalón sus interiores, quedando expuesta su toalla pegada a las bragas y un culo peludo lleno de celulitis, ella intento subirse los pantys de nuevo pero yo no la deje , la detuve y se los baje esta vez hasta las rodillas aun con más firmeza que antes como dándole a entender que con regla o no igual íbamos a tener sexo, estando aun ella de espaldas con un dedo empecé a masajear la entrada de  su culo sin traspasarlo y con la otra mano intentaba acceder a su entrepierna luchando por la resistencia que ella me ponía para que no lo hiciera ,  así que pose mi pene erecto en la línea de sus nalgas y empecé a frotarme suavemente hacia arriba y hacia abajo , cuando ella sintió esto poco a poco se fue inclinando y posos su manos en la pared haciendo así mi trabajo más fácil para poder seguir frotándole mi verga que ya por entonces no dejaba de lubricar , en un momento le dije que se inclinara más haciendo presión en su nuca tratando de insinuar que se pusiera en cuatro a lo cual ella inteligentemente capto el mensaje y  apoyo las manos en el borde de una mesa y quedo dejando ante mi vista esas nalgas abiertas , se notaba que ese día había ido al baño ya que había rastros que dejaban entrever que en algunos lugares el papel higiénico no había llegado pero bueno al fin y al cabo ella no tenía planeada la situación que les estoy narrando y yo tampoco buscaba un encuentro inmaculado y prístino si no que por el contrario yo buscaba esto sexo sucio y rico, la suciedad de su culo me éxito aún más, pose la cabeza de mi pene en la entrada de su ano pero era imposible estaba muy cerrada así que primero introduje mi dedo medio y empecé a sacarlo y meterlo suavemente para ir dilatando su ano poco a poco e irlo preparando para mi miembro, una vez que ya estuvo dilatado le introduje mi pene de un solo empujón escuche que se quejó pero ya era muy tarde porque ya la tenía atravesada con mi verga, le di una nalgada fuerte y la comencé a penetrar fuertemente, ella me decía que le dolía pero escuchar eso solo hacía que lo hiciera aún más fuerte, yo sabía que al principio le iba a doler pero que después de un rato cuando su ano se adaptará al grosor de mi pene  lo iba a empezar a disfrutar y efectivamente así fue no basto mucho tiempo para que sus quejas de dolor se convirtieran en gemidos de placer los cuales trataba de no hacerlos muy audibles por temor a que alguien nos escuchara, de repente alguien abrió la puerta con afán, era una compañera de trabajo de ella que entro a sacar algo de su casillero sin percatarse que nosotros estábamos en el baño , inmediatamente ella se dio vuelta se subió sus prendas yo las mías y salió con una escoba en la mano diciéndome en voz alta

-–Bueno mire esta es la que le puedo prestar

La compañera de trabajo nos miró extrañada cuando salimos y dio un grito exagerado y fingido diciendo que la habíamos asustado, que ella no sabía que estábamos ahí (obviamente se dio cuenta de que algo raro ocurría pero fue indiferente) yo sali de aquel sitio y ese día todo quedo ahí, luego me encontré con ella fuera de nuestro lugar de trabajo y tuvimos varios encuentros muy placenteros pero bueno pero eso es otra historia, hoy quería compartir este encuentro inusual que tuve en aquel trabajo, espero que disfruten el relato.

Corneador 32

Soy hombre heterosexual

visitas: 4387
Categoria: Sexo con maduros
Fecha de Publicación: 2022-06-28 23:38:00
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5 Comentarios

Excelente relato, se nota real.

2023-11-03 11:38:01

Buen relato Gracias

2022-10-18 01:33:40

Bueno el relato. Yo tuve varios similares porque trabaje en un colegio y las oportunidades estaban ahí...y tocaba aprovecharlas..

2022-09-18 07:26:54

Buen relato y muy caliente para meterlo con marea roja.

2022-06-29 05:03:22

Chévere tu relato yo tuve uno parecido en la clínica donde yo trabajaba con un enfermero a plenas tres de la mañana y llego alguien y nos daño también el rato... pero el no alcanzo a penetrarme con el pene solo con sus dedos grandes y fuertes... fué un rato más caliente y rico... jujuju

2022-06-29 03:45:04