Quería traerles nuevamente lo que fué mi primer relato en este sitio ya que lo había publicado en otro perfil que tuve hace tiempo y me gustaría conservarlo en este perfil también. Al final dejaré el link de la primera publicación. Que lo disfruten!

Nos encontrábamos todo el grupo de la oficina en un retiro espiritual de dos días en un recinto ubicado en Llanogrande cerca de Medellín. Llegamos en la mañana y realizamos actividades durante todo el día con apoyo de profesionales en el tema. Una vez llegado el atardecer el gerente y los demás colaboradores se fueron del lugar, quedándonos ocho hombres, quince mujeres y sin ningún directivo en el recinto. El ambiente entre nosotros cambio desde ese momento y comenzamos a tomarnos más confianza.

Estábamos todos reunidos en un salón y alguien propuso hacer un desfile de pijamas, a lo que todos accedimos. Las mujeres fueron a ponerse sus pijamas, la mayoría de nosotros solo llevábamos pantalonetas, así que estuvimos listos primero y debimos esperarlas un buen rato. Llegado el momento del desfile comenzaron a pasar ellas primero de una en una, todas son mujeres muy lindas así que no me sorprendió observarlas. Hasta que llegó el turno de Angélica, en ese momento no podía creer lo que veía, ella es una mujer mayor que yo y siempre la había visto con buenos ojos, me parecía una mujer linda, atractiva, pero nunca se me pasó por la mente tener algo con ella, ni mucho menos me había inspirado algún pensamiento erótico o sexual. Pero eso cambió hasta que la vi en su pijama. Tenía puesto un short muy corto que le quedaba ajustado, un camisón un poco suelto pero que dejaba ver toda su cintura, tenía un trasero muy firme y bastante voluptuoso. Empecé a fantasear con ella después de ese momento, y no dejé de robarle miradas disimuladamente durante el resto del desfile, el ambiente se calentó mucho en esa actividad, cuando todos terminamos ya estábamos llegando a la media noche y decidimos irnos a dormir.

Las mujeres y los hombres tenían habitaciones asignadas en edificaciones separadas, pero como los hombres éramos tan pocos solo teníamos dos habitaciones y debíamos compartir habitación con varios compañeros más. Algunas mujeres se fueron entonces a descansar, pero otras se quedaron a charlar un rato,  y  entre ellas estaba Angélica, así que inmediatamente me acerqué y empezamos a charlar. Ella notó que era extraño que le estuviera hablando ya que no era habitual, pero decidió seguirme el juego, pasado un rato estábamos afuera del salón conversando, allí hacia mucho frio, Entonces en un momento me dijo que la esperara que en un rato regresaba, pasado un tiempo ella venía envuelta en una cobija y para mi sorpresa cuando se acercó me metió adentro, y me abrazó por la espalda, podía sentir su calor y como colocaba sus pechos sobre mi espalda, luego de un momento ella me dijo que la abrazara y cambiamos de posición, entonces la comencé a apretar un poco sobre mi cuerpo y ella accedió, se acomodó entre mis brazos y dejó que descargara mi pelvis y muslos sobre esa gran nalga.

Estuvimos acomodados un buen rato hasta que no pude evitar tener algunas erecciones pero ella no se molestaba, entonces le propuse dormir esa noche juntos abrazados de esa forma y nos fuimos para la habitación. Cuando llegamos, dos de mis compañeros ya se encontraban al parecer dormidos. Sabía que esa noche no iba a ver ninguna acción, porque a pesar de lo que estaba pasando, ella es una mujer muy respetada y teníamos que seguir viendonos, así que no íbamos a hacer nada que pudiera dañar esa relación, pero al menos podía dormir calientico al lado de una mujer esplendida que también disfrutaba de mi compañía, y nos acostamos juntos en la cama.

Entonces la abracé en la posición de cucharita y cuando me iba a comenzar a dormir, ella comenzó a acariciarme los pies con los de ella, y yo solo quería interpretarlo de la mejor forma, entonces puse mi mano debajo su camisón y no hubo ninguna objeción de su parte. Sin más precauciones subí mi mano para tomar uno de sus senos y lo comencé a tocar, sentía su forma, su tamaño, ella lo permitía. Luego subí su brasier y acaricie por un rato su pezón que estaba duro y fuerte, lo halé con mucho cuidado un par de veces y podía escuchar sus respiraciones más rápidas,  pensé que debía parar para que los demás que se encontraban en la habitación no se enterarán, pero una vez me detuve, ella bajo mi mano con dirección a su vagina y yo dejé que ella me mostrara el camino, comencé a tocarla en ese lugar por encima de su ropa interior y sentía un calor muy intenso y su ropa se comenzó a humedecer, luego mis dedos. En un momento ella estaba empapada de su propia lubricación, entonces metí mis dedos bajo su última ropa y acaricié su intimidad directamente, su vagina tenía unos labios muy carnosos, así que jugué con ellos, los rozaba, presionaba, los ponía dentro su vagina y luego los volvía a sacar y ella comenzó a respirar más fuerte. Así que introducí mi dedo con mucha lentitud a lo que ella movía su cadera con la intención de succionarlo e introducirlo más rápido, cuando ya tenía todo mi dedo dentro de ella, comencé a moverlo tocando y acariciando sus paredes, ella soltó algunos gemidos involuntarios que trataba de controlar sin ningún éxito, luego realicé movimientos afuera - adentro y solamente se escuchaba el sonido de sus fluidos haciendo eco y salpicando en su vagina, en ese momento ella metió su mano en mi pantaloneta y me agarró el pene, entonces puse su otra mano en su vagina y ella se dispuso a tocar su clítoris y a agarrar mi mano para que sacara e introdujera mis dedos más rápido hasta que no pudo controlarse más y sus gemidos ya eran muy fuertes, pero no le importó que la escucharan, solo se escuchaba su vos gemir cada vez más fuerte y suspirar, agarrada de mi pene con una mano y con la otra en su clítoris tocándose con mucha velocidad, y yo con mis dedos dentro de ella la estaba masturbando igual de rápido, hasta que sentí que se venía en mis manos con unos movimientos bruscos de su cuerpo y unos gemidos entrecortados casi gritando con un fuerte “Ahhh”. Cuando ella terminó nos quedamos abrazados y ambos nos quedamos dormidos, en la madrugada antes de que todos se levantaran, ella aún estaba con su mano entre mis bóxer, que con mucho cuidado la saco para no despertarme, pero claramente estaba despierto, luego se levantó y se retiró de la habitación muy sigilosa.

Primera publicación: https://www.guiacereza.com/experiencias/post/60826/gemia-mientras-los-demas-dormian