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Un macho maduro en un sauna en Australia (2)

Espero la primera parte les haya gustado. Continuaré con la historia de lo que sucedió después.

Iba de la mano de Alan camino a las duchas en medio de la zona de los jacuzzis. Mi culo estaba bastante adolorido, pero tenía un nivel de excitación mezclado con felicidad lo que hacía que no me preocupara de nada menos del cuento de la discreción. En ese punto, estaba tan feliz recién culiado que hasta quería que todos se dieran cuenta.

En el camino a la ducha, Alan hablo con tipo de porte asiático que estaba en toalla. Era bajito y de contextura normal, pero Alan seguro lo conocía por como se habalan. No se que se habrán dicho, pero luego continuamos nuestro camino. 

Entramos a las duchas, pero esta vez nos bañamos en la zona abierta. Siento que él quería exhibirme. Me pregunto si me había gustado lo que había pasado y que si quería más. Por supuesto lo que recién había pasado había sido la mejor culeada que me han pegado en mi vida; así que no tuve reparos en decirle que sí mientras le cogía la verga. Se me acerco al oído y me dijo que entonces me tendría una sorpresa, la verdad no entendí más.

Yo con ese deseo incontrolable de verga que tenia ese día, lo empecé a manosear, era como si esa Verga de 23cms tuviera magia. Se puso jabón en su verga y me indico que se la lavara. No lo dudé, y mientras lo hacía, sentía como su miembro crecía entre mis manos. Lo mismo hacía la mía. Pasé una mano con jabón por mi culo para lavarlo y dejárselo limpio otra vez y me di cuenta que de lo dilatado que estaba, podia meter tres dedos sin dificultad. Por supuesto pude lavarlo bien, aunque me dolía.

No nos demoramos mucho, me dio un beso nuevamente, cerro la ducha y me tomo de la mano. Lo seguí sin saber para donde ibamos caminando en medio de los pasillos, los cuales tenían una luz tenue. Pasamos por salón donde habían como 20 personas más o menos, hasta que entramos a un sauna. No teníamos toalla ya que la habíamos dejado en los cuartos, así que estaba completamente mojado. 

Nos sentamos en una parte medio escondida del sauna y al rato entro el asiático al que Alan le había hablado momentos antes. El era un hombre maduro. Le calculo unos 55 años. Se sentó a mi lado izquierdo, por lo que quede en medio de los dos. Ahí entendí que Alan lo había invitado a la fiesta. Él me decía cosas que no le entendía, mientras recorrían mi cuerpo con sus manos. Me puse muy nervioso, pero mi verga sentía otra cosa y estaba dura. Alan se dio cuenta que temblaba y me dijo que lo disfrutara y me relajara.

Cada uno cogió una de mis manos y la puso en sus respectivas vergas. La diferencia entre la verga de Alan y la del asiático se podía sentir, 23cm contra 16cm cálculo. Empecé a sobarlas sintiéndome cada vez mas relajado y orgulloso del trabajo que hacía puesto que las puse completamente duras. Se pararon al lado mío y pusieron sus vergas en mi boca. No veía mucho, pero intentaba verlos a los ojos mientras les daba besos y pasaba mi lengua saboreando. Las lamia como un helado y las chupaba como colombina. Me concentre mas en la verga grande que era la que me tenía extasiado, pero Alan me quito y con cachetadas y vergazos me indicaba que también tenia que concentrarme en la de su amigo.

Debido al calor, tuve que parar. Les hice señas que necesitaba aire, así que salimos. Todos con las vergas duras nos dirigimos a un cuarto, esta vez uno que no tenía puertas y tenia una colchoneta grande. Me abrazaron entre los dos mientras me restregaban sus vergas y me manoseaban todo. Yo jadeaba y suspiraba, teniendo dos vergas calientes sobre mí. Me pusieron en 4 sobre la colchoneta en el lugar que me querían. El asiático se subió, se paró frente mío y tomo mi cabeza para que se la mamara. Alan de pie, justo detrás, me pasaba la lengua por mi culo, lo que me daba corrientazos que me hacían temblar las piernas.

Yo no podía mas de la arrechera y le pedí que me culeara. Necesitaba sentirme deseado. Aplico lubricante con sus dedos y me jalo para que me volteara. Me puso en pollo asado, me levanto las piernas con sus manos y me pidió que guiará su verga con mi mano derecha hasta la entrada de mi culo. El asiático se arrodilló y puso su verga en mi boca nuevamente al mismo tiempo me masturbaba, estaba a mil. Toda esta resultando en la mejor sorpresa.

Sentí como Alan se abría paso en mis entrañas con su gran pedazo de carne. Esta vez me la metió toda sin piedad, sin darle tiempo a mi culo que se acostumbrara nuevamente. Aunque me había culeado 1 hora antes, para mi fue igual de doloroso. Supongo que 23 centímetros siempre me van a doler igual. Empezó a darme verga duro. Cada vez que me enterraba toda, sentía un punzón y un dolor en mi estomago inaguantable. Trate de quitarme, pero el asiático me tomo fuerte de las manos y no me dejo. Como era imposible zafarme intente relajarme para que me pasará el dolor. Uno me comía la boca y el otro casi abusaba de mí.

El asiático estaba súper caliente; se paro y le dijo a Alan que se quitara para clavarme, pero Alan no lo dejo. Saco su verga, lo que fue un alivio para mí, y me volteo. Quede con boca abajo con la cabeza en el aire al borde de la colchoneta justo para seguir mamándosela al asiático. Estaba vez me empujaba con más fuerza su verga hasta que se iba toda en mi garganta, me cogió la cabeza con las dos manos jalando hacia el mientras me follaba la boca como si fuera mi culo.

Alan, por el otro lado se subió encima de mí. Sus pies quedaron sobre mi espalda y su cabeza hacia mis pies. Yo estaba boca abajo, así que no pensé que quería penetrarme así. Pero nuevamente sentí su verga entrando mi en una posición algo forzada pero arrechante. Me junto las piernas y las abrazo con sus brazos, entonces como un animal salvaje empezó a darme verga bastante rapido. Esta vez no me dolía igual y de hecho se sentía delicioso. PUEDO DECIR QUE ESA ES LA POSE MAS DELICIOSA EN LA QUE ME HAN COMIDO.  

Tenia el culo y la boca llena y no me importaba que por ratos no pudiera respirar, pero quería mas y mas verga. Levantaba mi culo y abría toda mi boca para recibirlas toda. Me sentía puta, usada, no entendía ni siquiera lo que me decían la mayoría de las veces, pero me sentía volar. 

No me aguante mucho y mientras entraban y salían de mi como en cámara lenta tuve uno de los orgasmo más largos de mi vida. Fue eterno, delicioso, fue maravilloso. Solo de recordarlo me hace mojar. 

Quede inmobil, sin fuerzas. Supongo que sentir mi clímax los puso a mil; casi simultáneamente se vaciaron en mí. El primero fue el asiático. Justo cuando estaba a punto de llegar empujó toda su verga hasta mi garganta hasta que se boto, dando gritos de placer la saco de mi boca y la exprimio sobre mi lengua; era sabor salado y fuerte que deje escurrir por mis labios. Luego casi al instante senti otros gemidos de placer que aun los tengo en mi mente. Era Alan que me abrazaba las piernas mientras llegaba. Con cada de chorro de leche el cual sentía caliente, me la enterraba mas profundo. Sacaba su verga para enterrarmela cada vez más fuerte y profundo, que los sonidos de los choques de su pelvis contra mi culo eran más fuertes que sus gemidos. Fue alucinante.

Los tres nos quedamos inmóviles mientras él se vaciaba en mi. Sudorosos y con una sonrisa de oreja a oreja nos sentamos. El asiático se despidió de Alan y se fue. A mi no me dijo nada pero me dio una nalgada fuerte. Fue su manera de darme las gracias.

Alan por su parte, me dijo que se tenia que ir a trabajar, me iba a dar un beso, pero se dio cuenta que tenia la boca untada de semen y se abstuvo. Nos fuimos a bañar.

No he vuelto a ver a Alan por qué ahora vivo en otra ciudad pero espero volver a verlo y entregarme a él como la primera vez. Fue la mejor culiada que me han pegado en mi vida. 

boyhot

Soy hombre bisexual

visitas: 944
Categoria: Gay
Fecha de Publicación: 2022-09-24 10:33:48
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