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Edith; la trampa de la piscina (Parte I)

Edith es una negrita de 16 años muy atravesada y grosera, vivíamos en el mismo barrio y disfrutamos siempre de  salir al parque a comer helado, yo era su confidente y cómplice, pero nunca habíamos hablado de tener sexo o de masturbarnos, nuestra amistad era de aventuras de otro tipo.

Un día me invitó a la piscina, era un miércoles tres de la tarde, en mi pueblo la temperatura estaba muy alta, yo un joven de 15 años  sin mucho que hacer, pensé que era el mejor plan. empacamos todo y nos fuimos en bicicleta a la piscina.

O sorpresa al llegar a piscina estaba completamente sola, el administrador un hombre de aproximadamente 40 años era el único que se encontraba allí, nos abrió el portón para registrar las entradas, pedimos un par de gaseosas y dos paquetes de mecatos. nos ubicamos en la mesa y ella se fue a cambiar.

Al regresar, en vestido de baño de dos piezas, se veía hermosa y espectacular, una morenita de aproximadamente 1.60 de estatura una tetas redondas muy grandes para su edad una cintura pequeña que hacía juego con sus enormes cadera y prominentes nalgas, mi expresión ¡que chimbala! ella se mandó inmediatamente la mano a su panocha que era como la pata de un camello.

mi admiración le causo mucha risa, y simplemente me decía “dejá la la buya maricaaa” 

Nos metimos a la ducha y jugamos un rato.

Teníamos toda la piscina para nosotros dos, nadamos, y jugamos por mucho rato, hasta que llegó un punto de estar exhaustos y nos quedamos en un extremo de la piscina, el administrador  siempre nos estaba mirando, yo tenía una pantaloneta de baño casi como tanga. y cada que salíamos se paraba a mirarnos.

De repente yo empecé a sentir en mi pierna el agua de la piscina un poco más caliente, la malparida se echó a reír y me dijo: no quiero salir a orinar, seguido, me preguntó: ¿no le da fastidio? le respondí que me gustaba el juego con los orines, ella me respondió con un ¿verdad? yo le dije que sí.

Entonces ella pensó retarme y de manera rápida y maliciosa me dijo: chupame  la vagina pues. 

Sin pensarlo me sumergí y ella inmediatamente se corrió y riéndose me decía:  ¡ mentiras, mentiras mentiras, era por joder!

Yo, ya no tenía mucha audición, porque me había sumergido y simplemente con una mano la sujeté de la nalga y con la otra le corrí la tanga y ¡sas!mi lengua ya estaba degustando ese delicioso sabor a urea y acidito de la vagina.

Ella, al contacto de mi boca con sus genitales optó por no resistir y simplemente giró su cuerpo con el mio y abrió las piernas, yo seguí sumergiéndome y lamiendo su vagina, ella simplemente se limitó a disfrutar y dejarme chuparle ese rico coño.

Ya eran las seis de la tarde, al encender los reflectores era muy visible lo que estábamos haciendo y el administrador no nos perdía detalle.

Nos regaló un par de gaseosas más y nos dijo: “la casa invita” le dimos las graciasa y yo pude notar el bulto en su pantaloneta, era una verga que le llegaba hasta el bolsillo, sentí un cosquilleo en la nalga y el comente a la negrita, ella me dijo ay marica que cosote, continuamos con nuestro juego y ella empeso a masturbarme dentro del agua y a sobarlo en su vagina.

Decidimos  entrar al vestidor y seguir jugando, ella ya estaba demasiado lubricada y me decía que estaba muy arrecha, yo le seguí el juego y me quite la pantaloneta de baño y ella se quitó la tanga.

se puso en cuatro y se dispuso a mamarlo, después se sentó en la banca de concreto del vestidor y me abrió toda su entrepierna para que chupara. le salía abundante líquido y yo estaba feliz tragándome cuanto fluido emanaba. Me propuso ponerse en cuatro para que la penetrara, se dispuso para mí, inmediatamente empecé a penetrarla suavemente y ella apenas respiraba y jemia de placer,  le fui dejando entrar mi pene despacio hasta que la base estaba en sus nalgas, apenas comprobé que podía todo con él y que estaba totalmente lubricado inicie a penetrarle más fuerte y más rápido, ella subió el tono de sus gemidos y los adorno con pequeños gritos.

De repente sentimos una sombra en la puerta del vestidor.  Era el administrador con su verga en la mano evidentemente era enorme y muy gruesa, como un gancho hacia a arriba, me asuste mucho y me corrí hacia la pared y ella se sentó.

El un poco apenado dijo: nono nono no, tranquilos nos nada malo sigan, dejenme ver y yo me pajeo, nosotros nos miramos muy asustados y me corrí para el lado de ella y se puso de nuevo en cuatro.

retomamos nuestra calentura y el hombre seguía acariciando ese hermoso miembro, mi nalga se ponía erizada al ver esa vergota así, no me aguanté hasta que le hice señal con la cabeza que se acercara, él, sin dudarlo se acercó a mi lado izquierdo y yo agarré ese rica y deliciosa verga de cuarentón, lo pajeaba mientras yo penetraba a la negrita grosera, ella gritaba de placer mientras yo le daba y al mismo tiempo atendía ese rico hombre con mi mano, mi culo me pedía a gritos que lo dejara meter en él, pero yo no sabía si estaba por mi o por la negrita, así que decidí sacar mi pene y arrodillarme para chuparle ese rico culo y vagina a la negrita, mientras le mostraba mi culo al administrador.

Fuí muy educado y seguí acariciando la enorme verga, el hombre estaba a reventar y yo tenia un culo palpitante, pero decidí ser más cortés y le ofrecí el culo de la negra, él, se acercó más y antes de meterle la verga en la vagina de la negra, le regale una deliciosa mamada,  él suspiró muy fuerte al ver ese cuadro.

Un culo negro y redondo, una vagina grande humeda y caliente y una boca totalmente llena con su enrome verga, eso, lo tenía loco de placer.

Mi amiguita volteó, y cuál fue su cara de asombro al ver la enorme verga que la iba a coger y además yo su amigo machito, estaba mamando como una  linda niña.

Eso la calentó más, paró más su enorme culo y yo entendí que lo quería sentir, salió de mi boca directo a su hermoso y húmedo coño.

 Sus gritos de placer se hicieron más fuertes y ya  en el ambiente estaba ese aroma de sexo puro y clandestino, eramos los tres un cúmulo de placer.

Me paré en la banca de concreto para darle mi sexo a la negrita, que mamara meitras le daban verga, ella inmediatamente sedienta, lo enguyó y saboreo,atragantada gemía y gritaba de placer, el hombre la tomo por las caderas y disfrutaba de ese juvenil trasero.

le daba fuerte y sostenía el ritmo, el gemía ronco y con mucho placer, ella gemía delgadito y muy seguido , era una sinfonía tan linda.

Él terminó por desnudarse por completo y nos apropiamos más del vestidor de la piscina.

De repente la tomó por el cabello y acercó su cara, le besaba el cuello y la mejillas, ella volteo un poco y lo sacó su lengua para satisfacerlo y el empezó a succionar su lengua, ella le sacó la lengua y sin pensarlo le metió mi verga y el hombre sin pena ni miedo la chupó, eso la puso mas caliente y empezó a lamer mis testículos.

Yo, tenía a un hombre mayor pegado de mi verga y a una jovencita lamiendo las guevas. era súper de tanto placer.

El hombre estaba penetrando a una joven de 16 años y se los estaba mamando a un chico de 15 al mismo tiempo.

Ella estaba siendo clavada por un maduro y sometida por un joven, los tres eran un cúmulo de placer orquestado en complicidad.

Todos sentíamos placer, pero ella era la que estaba llevando la mejor parte, el soltó mi verga y continuó su ritmo en ese hermoso coño.  De repente solto mi vrga y empezó a gritar, sus piernas temblaban sin control y escuchamos su vagina como sonaba encharcada, sus frutos eran incontrolables salían jugos de su orgamo por todo lados  de la verga, el hombre gritaba y ella temblaba y gemía mientras su vagina escurría líquidos.

Yo me bajé y me dispuse a lamer todos sus jugos, ella se volteó y abrió sus piernas  para que yo me alimentara de los ricos fluidos.

Me puse en cuatro y el hombre le puso la verga en la boca a la negrita, ella mamaba atragantada con esa enorme verga, era rico. ella lamiendo sus líquidos en la verga y yo los de su coño.

hasta donde le alcanzaban sus brazos me acariciaba el ano, yo estaba delicioso y feliz de seguir siendo un lame coños, empecé a sentir también unos dedos toscos y gruesos, cual era mi asombro de sentir que el macho mayor, estaba interesado en mi culo, yo, cual perrra en calor empecé a parar ma mis nalgas

De repente, sentí una enorme gota tibia y espesa de saliva en mi culo, era la señal que estaba preparando mi culo para un hermoso miembro erecto y curvo. Seguido, sentí una deliciosa cabeza de pene acariciando mi ano, era un glande ancho y grueso, tomé aire y me dispuse, él era muy delicado, notó que su enorme verga era un gran reto para mi joven culo. 

Aquí estaba yo preparándome para una gran embestida, mientras disfrutaba de unos deliciosos jugos vaginales con sabor a macho. 

Y quién iba a pensar que una amiga y el administrador de la piscina me iban a dar tanto… continuará

elmonika

Soy hombre bisexual

visitas: 2010
Categoria: Bisexuales
Fecha de Publicación: 2022-10-21 19:40:47
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2 Comentarios

Muy guay, rico

2022-10-26 18:25:11

Tremendo relato, muy lleno de lujuria.

2022-10-21 23:24:08