Guía Cereza
Publica tu Experiencia

Relatos & Experiencias

Perreo Social

Hoy Mario y Daniela están en la ciudad, estarán 4 días saliendo a conocer, comer y rumbear. A ellos los conocimos hace casi un año, sin embargo nuestra interacción ha estado limitada a un contexto de deporte (al menos conmigo) y casi nulo con mi esposa. Sabemos que existen, yo los saludo diariamente en el gimnasio, hacemos parte de un mismo grupo de entreno. Liz (mi esposa) los reconoce por ser familiares de unos amigos nuestros y han interactuado en un ámbito social muy tranquilo. 

Justo antes de cambiar de ciudad, por temas laborales, tuvimos un espacio grupal para conocerlos más a fondo y generar un vínculo de “amistad”; Un asado con varias personas del gimnasio en su casa, entre risas, buena comida y buena energía disfrutamos de una noche agradable sin ningún tipo de morbo, pero al final nos preguntamos: “¿Por qué no los conocimos antes? Son muy parchados “.

De regreso al presente, Liz y yo terminamos de entrenar, tengo un mensaje de Mario donde menciona tener una reserva para 4 personas en un muy buen restaurante de la ciudad. Le comento a mi esposa, estamos cansados, pero chévere salir de la rutina. Aceptamos la invitación , salimos corriendo a nuestra casa para arreglarnos, estamos sobre la hora, y debemos resolver con quién dejar a nuestro hijo. En casa, seguimos a las carreras, entro al cuarto y veo que Liz ya se ducho. Ahora plancha su pelo desnuda, mientras yo intento no distraerme mucho mirándola, que mis ganas por acariciarla se controlen aunque es casi imposible… ella es una mujer deliciosa, no es voluptuosa, tiene una cara tierna, labios delgados, un cuerpo delicado con unas nalgas pequeñas pero sabrosisimas, y unas tetas que uffff me enloquecen todos los días, en especial cuando sale a la calle sin brasier y sus pezones no hacen sino antojarme.

Llegamos al restaurante con tan solo 10 minutos de retraso, Mario y Daniela nos esperaban mientras conversaban con unos conocidos. Nos saludamos como cualquier grupo de amigos que se encuentran y se alegran de verse, son nuestra primera visita de alguien conocido. Pedimos unos cócteles y unas entradas, mientras en un abrir y cerrar de ojos la conversación empezó a subir de tono…fiesta con prepagos, visitas a club swingers, masajes eróticos …cada parte empezó a contar sus experiencias, anécdotas y aventuras. Mi esposa, para sorpresa mía, se veía cómoda socializando con ellos nuestros pocos avances de exploración. No cuestiono que lo haga, no me incomodó, simplemente no lo esperaba. Tenemos una relación de 12 años que ha sido cerrada, nunca hemos hablado del tema de abrirnos o buscar placer por fuera, sin embargo hace unos meses hemos estado conversando sobre fantasías y deseos, hemos creado acuerdos muy básicos, de principiantes, se ha generado un ambiente de morbo y complicidad que nos ha permitido hablar en confianza las cosas, a tal punto que hace poco visitamos juntos un sitio de masajes con final feliz , acordamos visitar un club swinger (aun pendiente), hemos comprado todo tipo de juguetes para los 2, nos miramos con complicidad, nos reímos, lo disfrutamos especialmente cuando hacemos comentarios en público y las personas alrededor nos miran raro. Mario y Daniela, no parecen sorprendidos, tienen historias más avanzadas que las nuestras, parecemos sus pupilos, estamos curiosos por saber más, sin embargo debemos ir por nuestro hijo. Salgo a hacer una llamada, logro que nos lo cuiden toda la noche, regreso a la mesa e informo esta novedad. Acto seguido todos se ponen de pie y dicen “ahora sí vámonos a rumbear”….

¿Cual rumbear? Yo quiero seguir hablando , esta conversación esta muy buena y ustedes se adelantaron mientras yo no estaba. Los 3 en complicidad se rieron, tomaron sus cosas, y se retiraron del restaurante. Yo solo tuve que seguirlos, con la curiosidad de no saber que habían hablado. Estuvimos rumbeando sin ninguna novedad, yo disfrutando y morboseando a mi esposa, como siempre lo hago, aunque no puedo negar que con tanta información sobre la mesa ya no podía ver a los visitantes con los mismos ojos. Detallo un poco más a Mario, es un man pinta, acuerpado, muy dado a vivir la vida como llegue sin preocupaciones, no parece el tipo de hombre que le guste a Liz, según lo que ella me ha descrito. Daniela, una mujer que aparenta tener un carácter fuerte aunque nos hace sentir cómodos siempre que hablamos con ella, físicamente se ve también algo delicada, cero voluptuosa, pero sus pequeños senos y su culo un poco más grande son algo interesantes, los he mirado en silencio en algunos entrenamientos creyendo que lo hago de manera disimulada. La fiesta transcurre sin novedad hasta la 1:30am, nosotros nos vamos, mientras ellos siguen disfrutando de su noche. Para mañana acordamos volver a salir, teniendo en cuenta que tenemos niñera y no debemos trabajar el día siguiente.

El plan de hoy es salir a rumbear de nuevo. Hoy nos acompaña otra visitante, una amiga del gimnasio, aunque anda sin su pareja está dispuesta a rumbear con nosotrosesta noche. Nos encontramos todos en la zona de rosa de la ciudad, compartimos en una mesa historias mientras calentábamos motores con alguna cerveza, whisky, red bull o ayuda extra. Conversamos tranquilamente, sin ningún morbo, entre risas y anécdotas esta noche el motor terminaría casi incendiado !!!

Nos dirigimos a la discoteca, según el Instagram del sitio hoy sería de puro “perreo social”, es decir, full reggaetón con algunos géneros distintos esporádicamente. 

Mario bailaba con su esposa y nuestra amiga. Yo, un poco más tímido sin querer incomodar a Liz, mantenía mi posición, a pesar de querer bailar con todas . No hubo mucho licor en nuestra mesa, algunos cócteles, cervezas y agua, mientras la temperatura iba subiendo. Tipo 1am, tuvimos la primera baja, quedamos las 2 parejas tal como la noche anterior , solo que en esta ocasión, entrados un poco más en el calor de la fiesta los límites no estarían presentes. 

Nuevamente Mario toma la iniciativa, invita a bailar a mi esposa algo de ese perreo social del que hemos estado disfrutando. Yo solo pienso: “ obvio la van apretar, esta vaina no se baila separados, van a rozar su cuerpo, van a rayarla…ojalá lo disfrute y no se incomode”. Estos 2 días hemos conocido un poco más de esta pareja, hemos entendido que Mario y Daniela tienen una relación abierta a pesar de no decírnoslo textualmente, hemos hecho click con ellos y nos interesan sus historias, especialmente ahora que estamos explorando.

Mientras tanto, Daniela y yo también empezamos a bailar un poco, la distancia que solíamos mantener se acorta. De reojo noto que Mario tiene a mi esposa bien apretada, muy cerca de él. Su cara se acerca a la de Liz constantemente, de lado, de frente, mientras ella se comporta como si nada estuviera pasando. Dani me mira, sabe que su esposo está coqueteando y yo lo estoy viendo todo. Me pregunta: “ ¿ves lo que estás pasando? ¿Estás bien?”

Mi corazón late a toda velocidad, sé lo que está pasando, qué más podía esperar después de haberlos conocido más a fondo. Me gusta lo que veo, me gusta verla tranquila, disfrutar del baile, del coqueteo que le están haciendo, ella es una delicia de mujer y me parece cool que alguien más se lo recuerde o se lo haga sentir. Me sorprende un poco verla en ese juego interesante, en donde buscan su cara, su boca sin que aún logren capturarla. Nunca la he visto en esas, su posición suele ser bastante radical y contundente con “la maricada”. Se miran, sostienen sus miradas se desean, hay algo allí que me invita a tomarlo con calma y prepararme para lo que se viene. A pesar de nuestro interés en explorar, por el momento no teníamos contemplada esta situación. Yo solo respondo: “estoy bien”.

Dani continúa preocupada por mi, dejamos el baile de lado e iniciamos una charla que tiene como centro de atención nuestras parejas. 

Daniela: Si estas incómodo , ve por ella.

Yo: No estoy incómodo, que disfrute si quiere, no tengo problema.

Daniela: ¿Y si la besa? 

Yo: No se van a besar todavía, primero debemos hablarlo.

En nuestras charlas y acuerdos de pareja, hemos avanzado con algunas cosas, pero no estábamos preparados para esta situación que era casi impensable, teniendo en cuenta los límites que previamente mi esposa había compartido. El coqueteo está permitido en ella, manteniendo las cosas controladas. En caso de que se esté saliendo de control, y no haya incomodidad, tenemos como regla hablar primero antes de avanzar. Ante cualquier incomodidad , yo entro y juntos huimos.

Por un momento pierdo visual de ellos, unos pocos segundos que para mí fueron minutos. Muchas personas alrededor, mientras mi cabeza vuela, arma escenarios…yo solo quiero ver todo. Logro reubicarlos, cruzar miradas con mi esposa y pregunto a la distancia: ¿estás bien ? ¿Todo bajo control?. 

No olvido su cara, entre seriedad, pena y jocosa responde positivamente. 

Unos minutos después regresan, Liz y yo bailamos de nuevo. Estoy más ganoso de ella, la beso, la disfruto con mis manos, una apretada de nalga, una tocada de tetas bajo su ropa, le transmito la atracción que genera en mi y lo excitado que me tiene con lo que está sucediendo. 

Liz: ¿Viste lo que está pasando?

Yo: Claro, no he parado de mirarlos, te ves deliciosa.

Liz: Intentó besarme, pero no pude. Le dije que esto no lo hemos hablado. Lo entendió y me pidió disculpas.

Yo: Por mi no hay problema, ¿quieres besarlo? Hazlo, disfrútalo. Yo estoy tranquilo.

Liz: No sé.

Siento que estábamos en un momento en el que ambos lo queremos, por mi lado llevo varios meses preparándome mentalmente para algo que en mi fantasía podía pasar un día muy lejano. Me genera morbo saber que la desean, pero hoy lo estoy viendo personalmente. Por el lado de ella pudiera estar en una confrontación interna, un mix de sensaciones en el que no es fácil decirle a tu pareja que quieres besar a otra persona después de 12 años de relación. Es normal que hayan miedos, incertidumbre, yo no había sido capaz de mencionarle por ejemplo que Daniela me parecía sexy desde que la veía en el gimnasio. Nunca antes he visto a mi esposa así , estoy seguro quiere besarlo, sino ya me hubiera dicho que nos fuéramos. Se siente deseada, se siente interesante para alguien más, es su momento de disfrutarlo, le doy mi aprobación y dejo en sus manos la decisión final.

Me gusto saber que Liz tenía presente nuestro acuerdo inicial, lo habíamos hablado algunos meses atrás sin tener claro nuestro rumbo. Me gusto la posición de respeto que tuvo Mario ante la respuesta de ella, no fue grosero, por el contrario reforzó la importancia de los acuerdos de pareja. Creo que por la conversación de la noche anterior sobre nuestras exploraciones, ellos ya habían hablado sobre nosotros, quisieron acelerar un poco las cosas sacando provecho de la información compartida previamente. Un movimiento arriesgado por parte de Mario que nos puso a disfrutar del momento, a hablar con urgencia y tomar decisiones rápidas, sin poner en riesgo todo lo que hemos construido juntos hasta hoy.

Liz: ¿Que pensará Daniela? ¿tú quieres besarla también? Es que, yo no estoy en la misma tónica, no estoy lista para verte besar a otra mujer. 

Yo: Si Dani estuviera incomoda ya hubiera dicho. Si, tal vez quiero besarla, pero no te preocupes, conozco tu posición y hoy puedes disfrutar tú. Yo resuelvo, estoy tranquilo (mis latidos no se regulaban, estaba entre excitado, asustado, emocionado, ganoso, sentía un vacío como si estuviera cayendo sin ver el final del precipicio).

Seguimos bailando grupal , después de unos minutos Mario volvió al ataque y se la llevó. Nuevamente la tenia en sus manos, transmitiéndole las ganas que le tenía. Para asombro mío, no tomaron mucho tiempo en verse inmersos en un beso apasionado, mientras él con una mano apretaba su culo, con la otra tomaba su cara para no dejarla reversar. Sus lenguas jugaban, jueputa beso tan intenso el que estaba apreciando, mientras ella ubicaba su mano detrás de la nuca de él como si tampoco quisiera dejarlo de disfrutar. No quería perderme ningún detalle, mi cabeza pensaba: “Waoooo fue capaz. Logró dejar sus miedos, hacer a un lado el significado de “fidelidad” que a todos nos ha inculcado desde pequeños, logró despreocuparse por el “qué dirán” y permitirse sentir, disfrutar, aprovechar, probar…”

Dani continúa pendiente de mi, pregunta constantemente cómo me siento pero no encuentro respuesta. Internamente mi cabeza está a millón al igual que la velocidad de mi corazón. Estoy estupefacto, algo conmocionado, pero no incómodo. No siento placer, pero tampoco siento que tenga que pararla, por el contrario quiero continuar permitiéndole disfrutar si ella lo desea.

Ellos continuaban bailando, y besándose constantemente. Daniela y yo intentábamos bailar, un poco cercanos pero sin mucho “perreo”, mi cara no se acercaba a la de ella ni por error , aunque el ambiente me hacía pensar que debía hacerlo. 

Sorpresivamente Liz se acerca a Dani, la abraza, pide disculpas por besar a su esposo, le pregunta cómo se siente. No conozco el detalle de esta conversación , supongo fue una charla de intercambio de información y tranquilidad para ambas, se veían como si fueran las mejores amigas de la vida, sin molestia o incomodidad de estar compartiendo a un hombre.  

En este punto su cabeza está completamente maquinando mil escenarios, debe estar excitada, debe querer continuar besando la boca de Mario, tiene miedo de mi reacción ,la cual a pesar de verse tranquila en ese momento, no deja de pensar en qué será más tarde, que será mañana, que será la próxima semana.

Liz regresa a bailar conmigo, se ve riquísima, intenta disimular que lo está disfrutando, su pelo un poco despelucado da muestra de la pasión con que la han agarrado. Yo aprovecho, la beso apasionadamente también, la morboseo, la manoseo, tiene 2 hombres a completa disposición para saborearla hasta donde ella lo permita. Me aborda y pregunta: “Qué pasaría si te digo que depronto hoy puedes besar a Dani, ¿lo harías ?”.

Yo: ¿Depronto? ¿O puedo besarla? Si me dices que si, lo intento ya mismo!!!

Empecé a bromear de cómo sería la mejor manera de acercarme a ella, ¿lento mientras voy coqueteando? ¿Rápido y sin mente? ¿Le pregunto a Mario? Algo como “Hola Mario, ya que estás besando a mi mujer ¿puedo besar la tuya? Jajaja…

Nos reinos un poco, quiero transmitirle a mi esposa que yo estoy bien, que no estaba bravo o incómodo. A pesar del contexto subido de tono, no quiere decir que Dani tenga que besarme también, ni siquiera sé si hay algún interés de ella en mí , siendo muy respetable la posición que ella quiera tomar, pero acaban de darme luz verde para intentarlo. 

Mario regresa, descaradamente abraza a Liz un poco rudo y la besa frente a mí. Sentí como si estuviera retándome, demostrando que mi esposa ya no le era esquiva, que no le importaba que yo estuviera allí para disfrutar de los besos de él.

Mi respuesta, tosca, atrevida y poco pensada, fue reaccionar tomando Daniela de la misma manera e intentar besarla. Como resultado obtuve un beso negado. Ella muy astutamente me frenó antes de llegar a su boca, miro a mi esposa y preguntó por su aprobación… “¿Estas segura?¿Si?”.

A la distancia la respuesta fue positiva, Dani me mira, me permite acercarme nuevamente a ella, y que disfrute de su boca, de sus labios, de su lengua. Ufff no pudo desaprovechar para apretar su culo provocativo, me siento con el derecho de poderlo hacer y ella no lo evita.

El juego continua así toda la noche, rotándonos nuestras esposas constantemente para bailar y besarlas. La gente alrededor nos miraba, más morbo nos daba, con más ganas lo hacíamos. Algunos se reían nerviosamente , otros con cara de sorprendidos no lograban entender qué estaba pasando, otros seguramente no sabían qué hacer con sus novias o esposas, mientras nosotros disfrutábamos de besarnos locamente y ser el centro de atracción en una zona de la discoteca.

Tanto era el morbo en el ambiente, que Mario me busca y me dice “mira mira”, mientras abrazaba a estas 2 mujeres exquisitas, besaba a mi esposa y después a la suya. Me dice, ahora hacele vos!!! A la izquierda tengo Dani, a la derecha tengo a Liz, beso a la una, beso a la otra mientras los 4 nos reímos de lo que está pasando.

En algún momento veo a Mario tomar su celular, y hablar con mi esposa. Pidió su número, sin embargo ella muy clara y firme en su posición responde: “Esto no lo he hablado con Juan, no me parece de deba dártelo en este momento. Si él considera que está bien te lo compartirá”

La fiesta termina, para nosotros ha sido suficiente de aventura. En lo personal me hubiera encantado continuar, dejarnos llevar y pase lo que tenga que pasar, estoy emocionado, excitado y sé que difícilmente se presentará una oportunidad cómo esta de nuevo. Primera vez que tengo luz verde para coquetear con una mujer, besarla frente a mi esposa y que todo esté bien ¿cuantos quisieran una aprobación así?. Se necesita una relación donde las bases estén firmes, las reglas claras y ninguno lo esté haciendo por obligación, el placer debe ser para ambos. Antes de despedirnos Mario nos pregunta cómo nos sentimos, sin embargo mi respuesta fue seca y directa “Déjanos procesarlo primero a nosotros, esto es nuevo”. Mi cabeza no deja de fantasear en una noche de sexo sin control, sin embargo también soy consiente que primero debemos procesar todo lo que sucedió y entender sensaciones.  

Dejamos a Mario y Daniela en el hotel, mientras en el carro nos limitamos a mirarnos, a reírnos nerviosamente y recordarnos que nos amamos más que nunca. Empezamos a charlar tranquilamente de la noche, aunque creo que mi esposa, aún prevenida, esperaba consecuencias. Me había notado serio, sentía que estaba incómodo por lo que la información que me daba era casi nula. En varías ocasiones me pregunta si estoy seguro de querer escuchar su respuesta. Yo quería saberlo todo, cómo se había sentido , si la habían tocado, qué le habían apretado, qué la hizo cambiar de posición y darme aprobación, qué la motivó a besarlo, qué le gustaba de Mario, quería saber cada detalle pero contado por ella. 

Llegamos a casa, no veía la hora desnudarla, acariciarla, apretarla mientras seguíamos hablando de lo sucedido. Ella acostada en la cama, yo encima rozando mi verga contra su vulva, sin penetrarla pero sintiendo su humedad, su nivel de excitación. Fue un sexo rudo, tranquilo, con ritmos chéveres que nos permitieran seguir la conversación y tener unos orgasmos exquisitos. Durante la faena salieron más sensaciones a relucir: 

“Me respiro en la nuca y me gustó”

“Pensándolo bien , no solo me agarro el culo….también las tetas y se lo permití unos segundos”

“Me propuso que quería más”

Teníamos algo claro y es que esa noche ya habíamos dado un paso muy grande en pareja, aún no es momento de darlos todos.No pensé que ella fuera capaz de avanzar tan rápido, lo. hizo cuando menos lo esperaba y con las personas que menos probable sería. Ahora seguramente se vendrán días de conversaciones, horas de sexo desenfrenado, redefiniremos acuerdos, entenderemos juntos las sensaciones, revisaremos qué estaremos dispuestos a repetir, qué no y bajo qué condiciones, Mario y Daniela estarán presentes todos estos días, hablaremos mucho de ellos, fantasearemos sin saber qué quieren, nos ayudarán a entender muchas cosas, los molestaremos y seguramente la maricada estará presente. 

@pareja_juanliz

Parejajuanliz

Somos pareja swinger

visitas: 3529
Categoria: Intercambios
Fecha de Publicación: 2022-11-10 23:47:10
Más Relatos Por Parejajuanliz
Compartir en:

6 Comentarios

Enhorabuena, tanto por el relato en si mismo y lo bien explicado que está, y por una redacción escrupulosa y bien hecha, cosa que en esta web se ve muy raramente... Felicidades pareja!

2023-01-10 14:37:06

Muy interesante tu relato, fuiste capaz de iniciar un interés por el mismo y no dejar q se perdiera, se sintió real y sincero, felicito tu relación y los invito a seguir de manera muy responsable explorando de las bondades sexuales que se les presente.

2023-01-03 06:23:53

Parece una serie de Netflix, tiene de todo, cada párrafo es nuevo y mejor… quedo pendiente a la segunda temporada ???

2022-11-20 23:19:55

Buen relato nos remontaron a nuestros inicios es este estilo de vida...

2022-11-14 01:41:44

Que buen relato esas mismas sensaciones la viví es algo difícil de explicar pero el placer que genera le gana a las miedos. Los días de arrechera después de entrar más en ese mundo es de locos. Solo placer

2022-11-13 01:34:00

Muy sincero, que bacano

2022-11-11 21:37:16