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Soy un 'mostron' por cam

Tal vez tenía 9 o 10 años cuando descubrí el placer de masturbarme, desde niño siempre he dormido boca abajo y abrazado a mi almohada. Una mañana de mi “infancia” se dio una combinación peligrosa, la común erección mañanera con la que despertamos los hombres y la almohada debajo de mi a la altura de mi miembro, fue así como prácticamente empecé a hacerle el amor a mi almohada, desde entonces cada despertar para mí era una actividad de placer sexual. Descubrí en silencio y sin preguntar a nadie otras dos formas más de masturbarme, una era frotar rápidamente con la palma de mi mano el frenillo prepucial y la otra era dando suaves pero rápidos pellizcos al glande cubierto con mi prepucio. Era una época en la que la Internet, era casi nula y los teléfonos inteligentes sólo eran teléfonos, no eran para nada inteligentes, es más ni "parabólica" había en casa, es por eso que usaba la imaginación o catálogos de ropa interior femenina o en su defecto trasnochar los fines de semana viendo algún canal local mientras transmitían alguna película con una que otra escena doble XX, si sólo doble XX los actos sexuales no hacían primer plano al órgano sexual de los actores.

Fueron dos o tres años de masturbarme felizmente y sin complicaciones, eso sí con la culpa típica de creer que te iba a llevar el diablo por ganoso, tanto así que a los 12 años mientras le hacía el amor a mi almohada, justo en el momento del clímax y máximo placer mi ropa y almohada se mojaron, tenía un líquido blanco y viscoso saliendo de mi pene. ¿Dios me estaba castigando por masturbarme? ¿Era malo lo que me pasaba? Esas fueron mis dudas al tener mi primera eyaculación, tal fue mi pavor que disminuí mi hábito sexual de hacerme la paja, sin embargo, me acostumbré hasta que se me hizo normal y después descubrí que eyacular era normal al tener el orgasmo sexual.

Luego llegó la época de los computadores en masa, se volvió habitual tener computador en casa, pero, la Internet era una cosa de lujo, aun así, inicio mi etapa de descubrir la pornografía, a escondidas, a altas horas de la noche en mi casa en medio de la sala y lo peor, con Internet conmutado, de ese que uno conectaba la línea del teléfono e ingresaba el código de una tarjeta que se compraba en las tiendas, solo podía descargar una o dos fotos, pero eran suficientes para hacerme una paja. Luego llegó el Internet dedicado, con módem aparte, su velocidad era de 512kb, bajísima velocidad, pero era dedicado, podía estar conectado las 24 horas del día, y además de eso existía Windows live Messenger. El computador de mi casa era de todos, por tanto, no tenía la posibilidad de hacer y ver lo que quisiera. Como tal en esa época, hice mi bachillerato, masturbándome con mucha imaginación, donde tenía “sexo” con más de una compañera, la verdad no tuve la fortuna de tener profesoras sexys que me excitaran, sin embargo, si muchas compañeras lindas y sexys, pero la pubertad me dio fuerte así que no era el más guapo para poder conquistar alguna compañera y experimentar la sexualidad juntos. Termine el bachillerato y fue una etapa donde empezaron a pulular los café Internet, era un negocio lucrativo, pero, si el local ofrecía el servicio de “cabinas privadas”, los clientes eran mucho. Como adolescente que estaba por llegar a la adultez, me convertí en un cliente asiduo de estos café internet de cabinas privadas, especialmente una que quedaba en el centro, por Ayacucho, un segundo piso, podía pasar allí todo el día varios días a la semana, en páginas de chat en español, especialmente chatpaisa.com, fue mi primera página de chat favorita, allí encontraba personas con las cuales teníamos algo en común, sexo, pero sexo virtual, no lo puedo negar, al principio cai dos o tres veces en la trampa de mostrar de más a homosexuales que se hacían pasar por chicas, sin embargo, después de esas experiencias aprendí a no mostrar sino se veía al tiempo y a identificar cuando era un video en reproducción, por eso empecé a tener precauciones, como la de nunca mostrar mi rostro. La cuestión es que, durante esta época, descubrí que me gustaba masturbarme públicamente por cam, me gusta lo que veía del otro lado, la chica que mostraba algo o que se desnudaba lentamente a solicitud mía, muchas chicas paisas, colombianas, argentinas, mexicanas o españolas, de edades bastante jóvenes hasta edades de 40 o 50 años, pero también empezó a gustarme verme a mí mismo por cam y desde entonces aprendí a tenerme deseo sexual, viendo mis videos o fotos, me gusta como se ve mi pene erecto y firme por cam, me gusta ver cómo me masturbo por cam, me gusta ver como exploto de placer y se riega mi semen por cam, me éxito conmigo mismo, encontré placer en ver mis huevos grandes como base de mi verga, pero también me gusta que cuando encuentro alguien que desea mi pene, que le gustan mis fotos o videos, que se masturba imaginando que es mi verga la que la penetra, no sé si sea algún desorden sexual pero es mi placer y mientras tenga vida, nunca voy a dejar de mostrar mi pene por cam.

elsami

Soy hombre heterosexual

visitas: 811
Categoria: Sexo virtual
Fecha de Publicación: 2022-11-15 20:16:29
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