La esposa de un familiar, manteníamos comunicación por WhatsApp, hablábamos solo normalmente, y un día entre varios temas, se tocó un tema sexual, algo básico pero que llevo a que nos confesaramos que nos sentíamos atraídos sexualmente mutuamente. De ahí en adelante seguíamos hablando pero ya más seguido, y sexualmente, nos decíamos lo que nos gustaba el uno del otro, lo que nos atraía y lo que queríamos hacernos. Las conversaciones siempre terminaban calientes, ella me decía que se mojaba demasiado cuando hablábamos así, nos enviabamos fotos y videos masturbandonos. Llegó el día que fueron de visita a mi hogar, así que ese sería el momento de consumar el deseo mutuo.

Una noche en la casa, mientras todos dormían desde temprano, ella y yo estábamos despiertos hablando por WhatsApp, de lo excitados que nos sentíamos y las ganas que teníamos. Antes de esa noche y desde que había llegado, nos manoseabamos cada vez que podíamos, agarraba sus nalgas, le tocaba la vagina encima del short cuando pasaba a mi lado, ella hacía lo mismo tocándome el pene encima de mi pantaloneta; continuando, esa noche no aguantamos las ganas, la convencí que se levantara y fuera al patio, algo rápido debía ser  y así pasó. Fue al patio de la casa, yo ya estaba ahí, cuando llegó en los oscuro noté su sonrisa pícara y más me excitó, nos besamos unos minutos mientras nos manoseabamos mutuamente, luego se dio la espalda, bajo la licra corta con la que dormía, se dobló hacia adelante, yo le toqué la vagina con mis manos y la sentí muy humeda, eso me volvía más loco de ganas, entonces me acomodé y la penetré, entraba un poco apretado porque mi pene es un poco grueso y en la posición que se estaba, tenía las piernas un poco más juntas, de igual forma se terminó penetrando totalmente. Ella gemía suavemente y mientras yo le agarraba sus senos. No duramos mucho, así que terminamos, ninguno de los dos nos vinimos y terminamos así porque era riesgoso continuar y nos descubrieran si alguien se levantaba a la cocina por agua o al baño. Nos fuimos de nuevo cada uno a su habitación y me escribió, que se sentía más excitada, con muchas más ganas y que trataría de en la madrugada entrar a mi habitación para continuar. No pasó.

Durante esos varios días de estadía en mi hogar, pasaban varias cosas, en una de esas ocasiones salimos los dos, la llevé supuestamente a comprar algo pero yo sabía que lo que querían no habría por la fecha, de igual forma no dije nada y quise ir porque sería otro momento para estar solos, así que salimos, y fui tocándole la entrepierna mientras manejaba la moto, nos fuimos a mi oficina porque sabía que estaría sola, hicimos como que le mostraba mi lugar de trabajo, en uno de los vestidores la puse contra la pared y nos besamos, nos tocábamos, me agache y bajé su short y su tanga, comencé a lamerle la vagina y mientras ella gemía y me agarraba el cabello. No podíamos demorarnos y ya nos estaban escribiendo para saber que hacíamos. Entonces me levanté,  la puse en 4 con su short y tanga abajo, y la penetre. Me encantaba penetrar esa mujer, estaba enamorado de su vagina. La penetraba con fuerza y tal rapidez que quería acabar para irnos y no levantar sospechas. Me vine dentro de ella y lo disfrutaba, se subió la tanga, el short, y nos besamos. 

Pasaron otras cosas, más manoseo  que cada vez que lo recuerdo me excito demasiado. Espero el día que nuevamente se presente la oportunidad de volver a lamer su vagina húmeda y estrecha, así como penetrarla intensamente.