Hace algunos meses llegué a mi pueblo natal, hacía mucho no venía, ha cambiado bastante, aquellos compañeros de colegio la mayoría están en Medellín y son pocos lo que he visto de vez en cuando. Al llevar tantos años de no estar en mi pueblo ha todo mundo le parecía alguien extraño, mido 1.77, tengo ojos verdes, una barba que me gusta y buen cuerpo. Conseguí trabajo pronto y lentamente me fui integrando a la vida social de mi pueblo. Mi pueblo es relativamente pequeño, un parque grande y alrededor muchas cafeterías y bares.

Normalmente me gustaba ir en las tardes a tomar un café en unos de esos bares, pero conforme tenía la costumbre iba notando algo en la mesa vecina, que casualmente siempre que iba yo al lugar estaban las mismas personas, unas tres mujeres, dos de más o menos uno 20 o 25 años y la mayor que tendrá sus 45. Y era especialmente esa señora la que llamaba mi atención, siempre que me sentaba a tomarme un tinto con un amigo ella no paraba de mirarme, (a veces me intimidaba), su mirada era algo atractiva y expresaba algo así como ser atrevida.

Cuando yo salía del trabajo y pasaba de caminada por el parque y cerca a la cafetería que frecuentaba, ella estaba allí y mientras yo cruzaba la calle ella no dejaba de mirarme.

Haré una descripción de aquella mujer. A pesar que tiene sus 45 años o más tiene un cuerpo que es una delicia, y lo más llamativo es que tiene su espalda tatuada y le encanta exhibirla, tiene un bello cabello, una linda cara y unos senos que le hacen juego con su abdomen y nalgas, a decir, está muy ric…

En fin, pasó el tiempo y en la calle de los bares (por aquí le llaman cantinas) me dio por entrar a una a tomarme una cerveza, eran como las 10 de la noche, suelo tomar solo; entro, voy a una de las mesas del fondo y ¡vaya sorpresa! En la mesa de al lado estaba esa señora, con otra amiga tomándose una botella de ron, me causó mucha curiosidad, ella se percató de mi llegada y no dejaba de mirarme, y he de confesar que me volví a sentir intimidado por esa señora.

Pasado unos minutos ella sin dejar de mirarme levantó una copa, me la ofreció y me invitó a bailar, sin dudarlo acepté su trago y bailamos, y mientras bailábamos un merengue, desde el momento en que comenzamos a bailar y la sentí cerca sentí como mi verga se levantaba y ella lo notos porque a cada momento ella solo se acercaba más, y me apretaba en cada movimiento, le gustaba sentir mi pene erecto, me apretaba y me hizo varias preguntas: que si tenía pareja, por qué tan solo, etc.

No tengo pareja, le respondí, y ella me dijo que mentiroso, pero le dije que era cierto, no tenía pareja, pero que ella sí, le dije. Ella sin dudarlo me dijo que sí, que tenía una pareja de hace mucho tiempo. Yo solo le pregunté: ¿por qué siempre que paso por el café donde a usted y a mí nos gusta ir, usted no para de mirarme? Y ella, sin titubeo me respondió: porque usted me gusta mucho, por eso.

Pero usted tiene marido, le volví a decir, y solo dijo, “y ¿eso a usted le importa?,Pues no, le respondí; Eso está muy bien, yo manejo mis cosas, respondió.

Mientras bailábamos le volví a expresar eso, y ella nuevamente sin temor dijo, pero usted mono me encanta.

Ah sí, y que le encanta de mí, le pregunté. (cuando se terminó la canción me invitó a su mesa, yo accedí y al rato la mujer que la acompañaba se fue)

Antes de responderme, sirvió dos copas y brindamos y respondió mi otra pregunta: Me gusta sus ojos, sus barba, su altura, su voz, su pelo, y muchas cosas más. ¿Qué cosas más le pregunté?

Jajaja, ella sonrío, eso se lo digo cuando estemos solos.

Por ese entonces yo vivía en un apartamento, a dos cuadras de la casa de ella (eran como las 11 de la noche) y le dije, por qué no vamos a mi apartamento y me lo dice.

¿Seguro? Me preguntó

Muy seguro, le respondí.

Ella sin dudarlo llamó al mesero, pidió la cuenta y pagó; y salimos del bar y nos fuimos para mi apartamento.

Al entrar al apartamento, esa señora que tenía un enterizo negro que le dejaba ver su espalda tatuada y su deliciosos senos , al cerrar la puerta se arrodillo, sin decir nada, desabrochó mi pantalón, ( yo ya tenía mi verga a reventar desde el primer momento que bailamos y ella lo sabía), me bajó los bóxer y se metió mi pene en su boca, y tras una mamada de ensueño se sacó mi verga y me dijo que eso era otra cosa que le gustaba de mí y mientras de decía eso con una mano apretaba mis “guevas”, y se las metió a la boca, les pasó la lengua y mientras eso hacía me masturbaba, y no dejaba de mirarme, cosa que me excitaba aun más, ver a la mujer que te hace oral y que ella también te mire es excitante.

Mientras ella mamaba, me desvestí, llegamos a la pieza y me dijo que me tirara a la cama y abriera las piernas, cosa que me causó curiosidad, no le pregunté e hice lo que ella pidió, y de un momento a otro sentí cómo ella me lamía el culo, me sorprendió, pero me gustó, y ella me dijo: hace mucho quería lamer su culito mono.

Después de un rato de lamer mi culo y hacerme oral y hacerme venir se tragó mi semen, fue una mamada deliciosa. Ella se para, y se quita el enterizo, queda sin ropa, unos senos paraditos a pesar de la edad, un abdomen muy plano, que solo apetecía recorrerlo, y una vagina depiladita que estaba mojadita y una espalda con ese tatuaje grande y ese culo para lamerlo hasta el cansancio; yo estaba acostado boca arriba y sin pensarlo ella se monta a la cama desnuda, (un cuerpo de una señora de 45 delicioso) y se sienta sobre mi cara y me dice que le haga oral, esa vagina está mojadita y olía delicioso, ella, mientras yo saboreaba surica vagina subía y bajaba, y decía, que rico mono.

Al rato me dijo, mejor, me ordeno que le metiera mi lengua en su culo, yo, sin dudarlo lo hice, un culo muy rico, y ella gemía despacio.

Al rato ella se paró y se puso en 4en la cama, yo ya sabía que hacer, y sin dudarlo lentamente metí mi verga en esa vagina mojadita, verla en cuatro, su espalda tatuada, fui aumentando, metiéndoselo más duro y ella no paraba de gemir y repetía: “me lo quería comer hace rato mono”, que rico.A mí me gusta cuando ella está en 4 coger su cabello y “jalarlo” mientras la penetro, y lo hice, ella no dejaba de gemir, y al rato me vine, saqué mi verga, ella se sentó y me lo siguió mamando.

Después seguiré compartiendo en lo que terminó aquella noche con esa ricamujer casada.