Compartir en:
Después de que el negro se fue yo entré y John estaba en pelota limpiandose la leche que le dejó ese negro.
John: si pilló marica el man que me comí?, parceee que chimbaaaa, gonorrea. Tengo este culo todo abierto pero una chimba parcee, que poder de verga la que tiene ese man.
Yo: uy marica, severa verga, que envidia parce, casi lo matan con esa cosa. Y ese quién era?
John: es un veneco, trabajador la finca, vive en la casita de allí arriba. Uy parce pero creo que me enanoré de esa verga.
Yo: cual enamoré? Con lo bandida que es usted.
John: cuál bandida pirobo?
Y me jaló y me empezó a chupar trompa.
John: venga yo me le como ese culito que mire como tenga la verga. Péleme ese culo que usted también es severa bandida.
Yo no me hice esperar, me voltie le pele el culo.
Yo: hágale marica, métame esa verga.
Y de una se agachó a darme lengua.
John: oiste maricón, el culo te sabe semen. Con quién estabas culiando perra malparida?
A mí se me había olvidado que todavía tenía la leche de Yeison dentro del culo.
Yo: ah mijo, usted me dijo que me avispara.
John: que perra! Pero venga que yo también lo voy a preñar, yo le revuelco esa leche.
Y me empezó a meter la verga y martillarme el culo, que chimba, este man sabe culiar, se sabe mover, sabe como hacer sentir a un hombre toda un puta. Me daba picos en la espalda, el cuello, las orejas, me volteaba duro la cabeza para meterme la lengua en la boca. Me hacia sentir toda una zorra. El marica se vino en el culo, me saco el chimbo del culo, nos parchamos otro rato, nos vestimos y volvíamos a estar a la casa. El se fue a dormir con la polla y yo me fui al baño a botar la leche que estos dos hijueputas me habían dejado en el culo.
Busqué una cama y me acosté a dormir.
Al otro día me despertó la música que pusieron en la piscina, algunos fuimos llegando pa’tomar pola y pasar el guayabo, otros a fumar y otros buscando comida.
Me encontré a Yeison y me miro rayado.
Yo: y a ese marica qué le pasó? Pregunté a los que estaban ahí.
Un parcero: que Yesica, la polla, se emputó con él y anoche lo dejó tirado porque se puso a tirar tusi por primera vez y esa vaina lo volquetió todo feo, lo mandó pa’otro mundo y lo puso a ver elefantes rosados, ese man estaba como loco anoche, a lo bien que se quedó dormido en un mueble.
Ya al rato después de desayunar y seguir con la farra me lo encontré por donde están las mesas de pinpon.
Yo: qué? se anima a duelo o dijo miedo?
Yeison: hágale
Empezamos a jugar
Yo: ey! Usted qué? qué le pasó anoche, me dijeron que estaba como rayado por tirar tusi
Yeison: si, me puse a tirar eso y al principio no sentía nada entonces me metí un viajado de eso y casi me muero, todo me daba vueltas marica, imagínese que hasta tuve un sueño o un viaje con usted güevón. Oiga mero viaje.
Yo: conmigo? Y qué soñó? Qué estaba alucinando marica?
Yeison: noooo marica, que boleta contarle.
Yo: pero por qué? cuente güevón que de aquí no sale nada.
Yeison: no parce, que usted me estaba chupando las tetillas.
Yo: ah era eso? Y solo fue eso?
Yeison: sisas, solo eso.
Yo: bobo marica, y a usted quien le dijo que eso fue un viaje? Parce yo estaba borracho anoche y le chupé las tetillas.
Yeison: no recuerdo muy bien marica, yo estaba muy mal.
Yo: pues a usted como que le gustó, venga vamos pa’ese baño y le digo qué pasó.
El man no dijo nada solo me acompañó al baño, le bajé la sudadera y los bóxer y se la empecé a mamar, él se estremecía y me empujaba la cabeza con las manos.
Yeison: uy pace, qué es esto? Nunca me la habían mamado tan rico, nunca me la había mamado un man.
Yo seguí mamando esa verga, la escupía, la mordía, me la restregaba por toda la cara, me le comía las güevas, el man estaba tan arrecho que no aguantó mucho y se vino en mi boca y me la tragué.
Yeison: uy marica! Cochino, te tragaste mi semen.
Yo: y rico parce. Y le maté un ojo.
Me paré y de una me le fui a darle legua a las tetillas y a los sobacos.
Yo: esto es lo que te gusta.
Yeison: usted cómo sabía.
Yo: porque lo de anoche no fue un sueño, anoche me pegó severa clavada, me la quiere volver a meter?
Yeison: sisas
Lo senté en el inodoro y de frente me le fui sentando en la verga que para ese momento ya esta como un riel. Y empecé a cabalgar.
Yo: que rico parce, que chimba de verga la que usted tiene.
Después me paré y le dije que se parara y le volví a chupar la verga y las güevas y en un despiste me hice detrás de él para chuparle el culo.
Yeison: uuuuuu marica, qué me estás haciendo güevón que se siente tan chimba.
Yo: relájese y disfrute.
A ese man le temblaban las piernas, y que belleza de culo, rosadito, sin bellos parecía un bebé, le metí la lengua todo lo que pude, le mordí sueve todo el borde del jopo uuuu una delicia. Me pare para pasarle la verga por ese culo pero no me dio porque era más alto que yo, él se volteo y me dijo que me la quería meter y pues no me iba a hacer rogar y puse las manos sobre el lavamanos y paré el culo.
Yo: hágale pues marica, pártame ese culo, vuélvame a preñar como anoche.
El marica empezó a darme sin compasión, sonaba tas tas tas super duro, yo trataba de no hacer ruido pero el marica este resoplaba, suspiraba, parecía como poseído. Después de un rato se vino en mi culo y empezó a temblar, uuu marica nunca había sentido tanta leche dentro del culo, sentía que me chorriaba por las piernas. Nos limpiamos y salimos de ahí como si nada, cada uno por su camino.
Al rato llegué a la piscina y se estaban riendo de él, yo pregunté qué pasaba.
Un parcero: el marica de Yeison lo echó la novia anoche y ahora se estaba comiendo otra polla abajo en el baño del salón de juegos. Pobre pelada como le estaría dando que se escuchaba el chancleteo y los quejidos de este marica.
Yo también me reí y les seguí el juego. En día siguió normal y nos regresamos para Medellín. nadie vio nada, nadie oyó nada.