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Cuando la señora llegó a mi apartamento y me explicó lo de su esposo no dude en darle un largo beso en los labios y tocar esa espalda que estaba tatuada y bajar mis manos hasta aquellas ricas nalgas de veterana, mientras bajaba mis manos ella ponía una mano en mi pantalón, sabía que mi verga estaba parada; logré meter mi mano en ese culito rico y llegar a su ano, meter mi dedo, sacarlo y seguir a esa rica vagina, una vagina que estaba mojadita. Ella mientras tanto no dejaba de besarme y meter su mano a mi pantalón y encontrar mi pene, y me masturbaba mientras tanto.
En un momento, ella dejó de besarme, se arrodilló, sacó mi verga y se la metió a la boca, y he de confesar que la experiencia no se improvisa, el sentir como esa señora me la mamá es recuerdo muy caliente, realemte sabe mamar.
Cuando ella sacó mi verga y mamaba podía ver su espalda tatuada, le pedí que se quitara la ropa y obedeció, ver a la señora mientras se mamaba mi verga, su espalda tatuada y ese culo libre, expuesto, solo hizo que cogiera el cabello de ella y empujara mi pene los más hondo que pudiera, la señora, comenzó a quejarse y pasado un rato intentó morder mi pene e inmediatamete lo saqué, sin dejar de mirarla a la cara.
Cuando saco mi verga vero la cara de la señora, su voca llena de saliva y sus cahetes con lágrimas, y ella solo dijo: "qué rico su verga tan adentro mor", y sin dudarlo la volví a meter y escuchar cómo aquella señora casada se quejaba al sentir mi pene tan adentro.
Volví a sacar mi verga y escuche cómo me dijo que quería que me le comuera todo el culito...
Continuará...