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Relatos & Experiencias

Relato 20

Después de descubrir una nueva pareja de amigos para cumplir fantasías, los encuentros empezaron a ser cada vez más seguidos, al punto en que ya no sabíamos si nosotros eramos los que cumpliamos fantasias o ellos, y eso hizo de esta relación increíble.

En alguna ocasión meses después de su matrimonio tuvimos un encuentro muy interesante del que yo no pude ser partícipe, aunque no estoy diciendo que no haya hecho nada, yo también cumpli fantasias e incluso inicie un nuevo intercambio con una pareja que vivía en nuestra misma ciudad. 

Mientras yo me encontraba en casa trabajando, mi esposa viajó a Bogotá a pasar una semana, pero desde el mismo día en que llegó todo se dio para desfogarnos en la cama. Y empezó ella.

Laura y Camilo, nos llamaron para invitarnos a comer y aunque que yo no estuviera los cogió por sorpresa los planes no cambiaron y pudieron vivir una de las noches más intensas.

Mientras yo ya me encontraba en casa descansando, mi esposa me iba escribiendo mensajes resumiendo todo lo que pasaba aunque fue hasta después que me contó todo lo que sucedió.

La recogieron y la llevaron a un sitio nuevo de hamburguesas donde pasaron un buen tiempo, después, y antes de llevarla a donde mi suegra, la invitaron a un vino en su apto a lo que ella no se pudo negar. 

Sin darse cuenta ya habían dos botellas vacías de vino. Entre Laura y ella se las habían tomado al ritmo de la conversación mientras Camilo las acompañaba, pues se había comprometido a llevar a mi esposa de vuelta a casa. 

La cosa se puso tensa cuando empezaron a hablar de aquella noche que ya habíamos pasado juntos, justo antes de su matrimonio, cuando admitieron sus ganas de experimentar nuevas cosas antes de casarse y nosotros fuimos los artífices de esa aventura. Camilo habia quedado fascinado con el sexo de mi esposa y laura encantada de la noche que paso conmigo. Terminaron admitiendo que esa invitación había sido precisamente para motivar un nuevo encuentro.

 Mientras ellos decían eso, mi esposa me escribía los acontecimientos, yo excitado y emocionado le dije que si ella quería tenía libertad de hacer lo que quisiera siempre y cuando me contara todo. Y no volví a saber de ella hasta una hora después, que ya iba camino a casa junto a Camilo. Desapareció de nuevo y media hora después me llego un mensaje super largo, ya desde cama contándome todo lo que había pasado.

Después de recibir mi mensaje de "permiso" hablaron otro rato hasta que Camilo admitió las ganas que tenía de estar con mi esposa. Laura y Camilo desaparecieron. Luego salió Laura de la habitación y le pidió a mi esposa que entrara. Cuando ella llegó Camilo estaba de pie frente a la cama, completamente desnudo y su pene totalmente erecto y brillante, seguramente de saliva de Laura.

Se acercó a él y comenzaron. Primero se besaron mientras ella recorría su cuerpo y él iba desvistiendola. Ya con su torso desnudo y sus tetas siendo manoseadas por Camilo, mi esposa se agacho para bajarse completamente el enterizo negro que tenía, llegando hasta posar su cabeza en el pene. Terminó arrodillándose y chupando cada centímetro de él. Lo lamió varias veces y lo chupo fuerte. Se volvió a levantar y él la acercó hasta la cama donde la hizo acostarse. Le quitó el hilo dental y metió su cabeza entre sus piernas. La lamio bastante aunque su fuerte definitivamente no era el sexo oral. Luego de un rato se levantó y teniéndola con las piernas abiertas y acostada boca arriba él se subió a la cama hasta llegar a su cabeza de nuevo, le puso su pene en la boca y ella volvió a chupar, pero esta vez recibió una sorpresa increíble. Laura entró al cuarto mientras ella tenía el pene en la boca. Laura estaba solo con ropa interior, pues se había quitado la ropa en la sala. Se empezó a acercar hasta llegar a las piernas de mi esposa. Camilo y mi esposa se quedaron mirándola fijamente hasta que ella suavemente empezó a besarle las piernas hasta introducir su lengua en su vagina. Mi esposa no pudo más que gritar de la excitación mientras Camilo solo atinó a meterle completamente su pene en la boca.

Laura la lamió con tanta intensidad, que mi esposa solo me decía que definitivamente las mujeres sabían muy bien lo que querían. Y me hizo referencia a una experiencia que ella había tenido en la universidad y de la que nunca me había hablado. Algo que me dejó más excitado que intrigado. 

Laura la besó como nunca entre sus piernas. Y así mismo le metió los dedos con sabiduría. Satisfacción que mi esposa le transmitía a Camilo con cada chupada. Fue tan increíble, que se terminaron acomodando. Primero Laura se sentó en la cabecera de la cama a verlos mientras Camilo se hizo sobre mi esposa y la penetró. Él no quitaba la vista de Laura mientras ella se masturbaba viendolos. 

Se volvieron a acomodar escogiendo la posición perfecta, no solo para ver y ser vistos sino para que mi esposa en un arrebato de excitación devolviera atenciones. 

Se puso en 4 frente a las piernas abiertas de laura. Camilo detrás comenzó a penetrarla con fuerza. Mi esposa dobló sus brazos hasta quedar de codos en la cama con su cabeza frente a la vagina de Laura y sin pensarlo dos veces, Comenzó a besar esos labios carnosos. Estaba completamente húmeda. Laura comenzó a gemir al mismo tiempo que mi esposa, mientras Camilo la penetraba cada vez con más fuerza. Mi esposa no solo le metía la lengua sino también sus dedos. De pronto Camilo entre gemidos empezó a temblar. Saco su pene y se quitó el condón para venirse en la espalda de mi esposa mientras ella y Laura gemían. Mi esposa se levantó un poco y Laura se acercó hasta su cara para terminar las dos dándose un beso apasionado. Camilo se hizo a un lado mientras ellas terminaron su faena por su propia cuenta. Las dos se masturbaron como mejor lo sabian hacer y lo disfrutaron como nunca. Despues de venirse las dos lamieron y chuparon los dedos de la otra. 

Hablaron otro rato desnudos sobre la cama hasta que ya era hora de despedirse. Camilo se puso una sudadera encima mientras mi esposa se vistió. Se despidió de Laura y salieron. 

Ya en el carro. Hablaron de lo sucedido. Camilo estaba tan emocionado que no pudo evitar excitarse de nuevo y mi esposa lo noto bastante. Ella dijo que también estaba igual, a lo que él se quejó, porque a las mujeres no se les notaba. Ella respondió cogiéndole la mano y llevándola a uno de sus senos. Sus pezones estaban duros y erectos. La emoción los llevó a tanto, que ella terminó bajando todo el enterizo y llevando la mano de él hasta su ropa interior que ya se sentía húmeda. 

Se puso tan caliente todo que mi esposa le agarró el pene mientras se bajaba un poco el hilo y él le metía los dedos. Con su otra mano ella se iba masajeando el clítoris y sus gemidos no se hicieron esperar. Andaron todo el camino así. Camilo disfrutaba mientras manejaba, metiéndole los dedos y luego pasandolos húmedos por sus tetas y su boca. Faltando poco para llegar, mi esposa soltó un último respiro y un gemido fuerte. Se acababa de venir completamente. Pero no iba a dejar ir a Camilo así, entonces se vistió y en el último semáforo a dos cuadras de llegar le pidió que se bajara un poco la sudadera. Aprovechando que era carro automático, se agacho entre las piernas de él y comenzó a chupar su pene. Dos cuadras fueron más que suficientes para demostrar lo increíble de su boca. Cuando Camilo frenó frente al edificio se vino sin parar mientras mi esposa seguía chupando. Una vez terminó, se levantó y acomodó toda la ropa. Ya en casa mi suegra que es de esas mujeres que no duermen hasta que uno llega, la recibió. 

Cuando se acostó a dormir, mi esposa me escribió el mensaje contándome todo. Yo solo pude imaginarlo pero disfruté su historia de principio a fin. 

Pota63

Soy hombre heterosexual

visitas: 1674
Categoria: Intercambios
Fecha de Publicación: 2023-02-15 21:39:23
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3 Comentarios

Uuffff 🔥🔥🔥🔥😈

2023-08-24 22:10:23

Que excelente relato

2023-03-16 13:06:12

Que delicia de relato ufff quede muy excitado

2023-02-21 15:23:50