Hace unos días tenía ganas de compartir esta historia pero no había podido por temas de tiempo.

Desde Diciembre me había escrito una pareja aquí por la página, compartimos números y empezamos a hablar, a veces chateaba con ella y a veces con él (desde el mismo número que tenían solo para estos temas), nos compartimos algunas fotos y siempre decíamos que nos veíamos para almorzar o algo pero en diciembre siempre es complicado para todo el mundo cuadrar agendas, pero siempre estábamos en contacto. A finales de Enero por fin logramos cuadrar un almuerzo para conocernos, admito que cuando llegué al restaurante estaba un poco nervioso ya que mi anterior experiencia con una pareja (para los que la leyeron) fue sin planear.

Llegó primero él y me dijo que a ella se le había alargado una reunión en la oficina pero que no tardaba, empezamos a hablar acerca de como se conocieron y de como habían decidido empezar a interactuar con otras personas ( yo sería el primero si todo se daba bien), aproveché que ella no llegaba aún para preguntarle entre hombres si había alguna cosa que él no quería que pasara, me respondió: solo queremos dejarnos llevar y ya. A los pocos minutos llegó ella, muy elegante pero a la vez un tanto sexy, con un pantalón blanco muy ajustado que le marcaba muy bien sus nalgas, no muy grandes pero si firmes, con una blusa ligeramente transparente por la que se apreciaba un poco su ropa interior y con un par de botones sin apuntar a manera de escote provocador. Ella es una mujer muy bella de 35 años, le calculo más o menos 1.68 de estatura (con sus altos tacones) quedaba casi de mi estatura, cabello negro, piel trigueña, unos labios pequeños pero provocadores y en general con un cuerpo muy bonito y acorde a su edad.Ese día no pasó nada raro, solo almorzamos, acompañamos con un par de copas de vino y hablamos de muchas cosas (ninguna relacionada con el sexo) fue una agradable manera de entrar en confianza. Ese día en la noche me llegó un WhatsApp de los dos: hemos decidido crear este grupo para los tres y así hablar más fácilmente, lo que me gustó mucho. Duramos otro par de semanas  chateando de como iba nuestro día, nuestro trabajo, en fin. Una noche sin pedirlo ella se animó a enviar una foto en ropa interior con el mensaje: Aquí para provocarlos un poquito. Resulta que él estaba de viaje y ella sola en su apto, tanto él como yo le dijimos que se veía hermosa y que efectivamente logró provocarnos, él le respondió con una foto de su pene y le dijo se masturbaría pensando en ella, ella me preguntó: y tú? Me vas a dejar ver? En ese momento no podía tomarme fotos pero le envié una que tenía de antes y me respondió con corazones, entonces les dije que cuando nos veríamos, por compromisos familiares tanto de ellos como míos habíamos acordado que lo mejor siempre sería darnos una escapada del trabajo para vernos. Pues así lo hicimos, quedamos de vernos al siguiente miércoles, aunque ella dejó claro que aún no pasaría nada, que le diéramos tiempo, lo cual juntos aceptamos sin problema. Nos encontramos entonces después de almuerzo para tomar algo, esta vez ella llegó primero, llevaba una falda larga pero con abertura muy hasta arriba, los piropos no se hicieron esperar, le dije que se veía hermosa y muy sexy. (Lo rico que se siente cuando una mujer aún se sonroja con un piropo). Pedimos una cerveza y empezamos a hablar, él llegó al rato y lo primero que le dije fue que su esposa me tenía al borde de un infarto con esa falda, a él le dió risa y me dijo que a él también lo volvía loco, el se sentó en la mesa al frente mío y ella en medio, yo tenía la mejor vista de su pierna saliendo por esa abertura, luego de la tercera cerveza ella me dijo: tú estás que me tocas la pierna cierto? Estoy que no me aguanto le respondí, pues dale yo también quiero, lo miré a él y me dijo: si ella quiere yo quiero. Esa suavidad y esa firmeza de sus muslos me pusieron a mil de inmediato, ella empezó a mirarme los labios y le dijo a él: amor lo puedo besar? - Claro amor dale. Debo decir que la forma de besar de esa mujer es una locura, creo que cuando uno hace las cosas con deseo las hace mejor,  nos besamos varias veces más y en un momento en que él fue al baño ella me tomó la cara y me besó aún con más pasión luego quitó la mano de mi cara y me tocó el pene por encima del pantalón. Tenía ganas de tocarte hace rato, esa foto que mandaste me tiene mal, me dijo, me lo apretó y se mordió los labios, - Pero ya sabes que hoy no va a pasar nada, acumulemos ganas jajajaja. Ya al rato dijeron que tenían que ir  por su hijo, no era muy tarde, menos de las cinco, nos despedimos con un profundo beso, no pensaba irme sin volver a acariciar su pierna, pero de despedida ella las abrió un poco invitándome a tocar más allá, lo que obviamente aproveché, aún por encima de sus panties se sentía muy humeda, que delicia! Ella soltó un leve gemido, otra mordidita de labio, me dió el último pico y me dijo: veamonos la otra semana para pasarla mejor. Nos despedimos los tres y al hacerlo le dije a él, tu mujer me tiene loco! - Y ella a mi, la otra semana tal vez la pasamos mejor. Les dejo hasta ahí el relato para no hacerlo muy extenso, apenas tenga otro tiempo libre escribiré la siguiente parte, gracias por leer.