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Hola, me llamo Cristina, tengo 22 años, tengo estudios Técnico Universitario Dibujante Proyectista y hace unos meses comencé a trabajar en una empresa del rubro que realiza proyectos a la minería. Ahí me sentí muy cómoda, tanto en lo laboral como en lo económico, aunque debo viajar bastante por diversos motivos laborales, pero eso no me complica.
Hay ocasiones en las que en la oficina solemos tener algún tiempo libre. Muchas veces lo aprovecho para tomar algún curso o aprender algo nuevo, mirar algo interesante en youtube y otras lo uso para meterme en Tinder y sí, ¿por qué no?, buscar a alguien con quien divertirme en algún lugar que tenga que pasarla por temas de trabajo, así tener algo más que hacer. Estoy soltera hace dos años, a lo mucho salgo con amigos de la U. o del lugar donde vivo, pero nadie es de mi agrado o simplemente porque los conozco desde infancia.
Llegue un día jueves a la cuidad de Iquique, viajaba desde la capital con otra compañera que debía presentar un proyecto para una empresa minera, al llegar al hotel lo primero que hice fue buscar en tinder algún candidato que pudiera satisfacer mis necesidades de sexo que tenía acumulada como tres meses y sabiendo que la ciudad tiene buena vida nocturna. Deje algunos con match. Teníamos la cita de presentación en una hora por lo que me duché rápidamente, volví a rasurar mi conchita, ponerle perfume, vestirme de falda y blusa, ambas piezas de color blanco, mi amiga iba de la misma facha… bajamos a la oficina de reuniones del hotel a esperar. luego de unos 20 minutos en que miraba si alguno de los elegidos en Tinder, me había dado también su Match, a lo cual registraba como 4 candidatos. Llegaron nuestros clientes, dos caballeros y una dama, nos presentamos ellos eran Alejandro, Fernando y Laura
Así fue como conocí a Alejandro. Desde que lo vi, supe que quería tener sexo con él. Es alto, delgado, un poco atlético, de tez trigueña, calvito y aunque sea mayor, no es algo que me complique a la hora de entablar una amistad o algo con alguien más maduro, él debe estar rondando los 45 años, cosa que me encanta. Por qué definitivamente conversando con amigas todas dicen que los mayores tienen eso que no tienen los jóvenes, que es darte el placer que una necesita, a veces sin esforzarte demasiado, al contrario de lo de mi edad que solo buscan satisfacerte… y después te hacen la pregunta más estúpida… ¿Te gusto?
Después de nuestra presentación quedamos en volver a presentar por algunos ajustes que debíamos hacer en el diseño que mostramos, intercambiamos números y dirección de correo. Nos quedaríamos hasta el otro día y como ya notaron desafortunadamente, no éramos de la misma ciudad, yo particularmente entre en conversación con Alejandro y consultando si tenía datos de centros turísticos o bar para pasar la noche, ya que al día siguiente volvíamos a nuestra ciudad. El galantemente se ofreció e invito junto con mi compañera a pasarnos a buscar en la noche y llevarnos a cenar. Yo encantada.
A pesar de que esa noche nos divertimos bastante, fuimos a cenar y posteriormente a bailar, a lo cual mi guía turístico era bien bueno, bailando con ambas, bebimos charlamos y después como las tres de la mañana nos llevó de vuelta al hotel, como verán como un caballero no paso a mayores y mantuvimos la compostura, aunque si hubiera estado sola lo más probable era que lo metía a mi cuarto y averiguar que tan cierto es lo que mencionan de los maduros son una delicia para el sexo.
Mientras tanto, pasaron las semanas y con Alejandro comenzamos a tener conversaciones primero del trabajo, avance, hasta que ya se puso las charlas más eróticas, después de unas dos semanas, intercambios de fotos subidas de tono, yo le mandaba semi desnuda mostrando la cola pero con el colales incrustado y audios calientes. A pesar de que lo he hecho antes, nunca ha sido algo que me vuelva loca por hacer.
Un día estaba en la oficina en esos días donde no hay mucho que hacer que solo quieres salir pronto, más si es viernes. Recibí un mensaje de Alejandro que decía: 'Espero te guste'. Era un video suyo masturbándose en su cama, cuatro de la tarde y lo que mis ojos veían era digno de una película porno, aunque me enviaba fotos de su aparato, pero siempre envuelto en toalla o bóxer. Hasta ese momento no había tenido la oportunidad de apreciar algo maravilloso, tiene un p3n3 bien delicioso, grande, creo que extremadamente grande, he tenido la oportunidad de estar con varios varones, pero ninguno alcanzaba ni la longitud ni el grosor cosa que me excitó aún más, ya que es una de mis fantasías. Verlo ahí con el miembro erecto, masturbándose, me puso muy caliente. Una sonrisa lasciva se formó en mi rostro y me dirigí al baño, ya que mi escritorio está en una zona por la que mis colegas transitan constantemente.
Camino al baño, le mandé un par de mensajes:
- Me pusiste bien caliente.
- Te tengo una sorpresa.
Entré a un pequeño baño que hay en la oficina. Ya iba sintiendo cómo el calor lograba que mi conchita se humedeciera. Rápidamente, al entrar, bajé mi falda, moví mi ropa interior, coloqué el celular sobre el lavamanos, di la vuelta y me abrí las nalgas. En la foto se notaba cómo la humedad ya escurría entre mis labios y parte de mi ano. Le mandé la foto con el mensaje: 'No aguanto más, mira cómo me tienes'.
Dejé el teléfono de frente a mí y me quité la blusa. Bajé mi sosten para verme en el espejo. Dejé mis senos al aire y comencé a pellizcarme mis ya duros pezones. Quería que fueran sus labios mordiéndolos, chupándolos. Usé una de mis manos para bajar la falda y comencé a jugar con mi v4g1na por encima de mi ropa interior ya húmeda. El roce de la tela entre mis labios iba poniéndome más y más caliente. Gemí un poco con miedo de que alguien pudiera escucharme afuera, aunque eso también me excitaba más. Aparté mi colalles e introduje primero un dedo, luego dos y después tres. En este momento estaba descontrolada, arqué la espalda y recargué una mano en el lavamanos para comenzar a meter mis dedos con más fuerza. Mis piernas temblaban, todo mi cuerpo temblaba y yo trataba de contener los suaves gemidos que salían de mí. Me giré y me recargué contra la pared para tapar mi boca y estallar en un orgasmo. Quería gritar, quería que supieran que estaba en el baño metiéndome los dedos.
Solté un par de suspiros y me reincorporé rápidamente, ya que había tardado algo de tiempo en el baño. Me reacomodé la ropa y salí rápidamente. Regresé a mi escritorio y le envié un mensaje que decía: "Mira, así es como me tienes. Ya espero verte pronto".
Continuará…