Guía Cereza
por: Maduro45xile Publicado hace 1 año Categoría: Hetero: General 957 Vistas
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Había pasado ya un mes desde que fui a la ciudad de Iquique por temas laborales, siempre pensando en Alejandro y su magnífico p3n3 que realmente me tenía más que caliente, a pesar de vernos más continuamente en la noche, mis deseos de tenerlo se acrecentaban, no hallaba la hora de volver al norte, ya con mi compañera estábamos lista y también los detalles del proyecto que presentaríamos.

La noche anterior al viaje preparé mi maleta, llevando mi mejor ropa interior, Ya acostada Alejandro empezó a mandarme algunos mensajes que no mentiré me pusieron muy caliente, ya tenía un par de semanas sin sexo así que eso influyo, estuve tentada a tocarme, pero lo evite ya que era mi última noche de la semana y al día siguiente lo vería y quería estar lo más caliente posible, así que así me quede dormida.

Aquí es donde mi subconsciente me la jugo, recuerdo mucho ese momento, me encontraba encima de Alejandro, tenía la viva imagen de su cuerpo velludo y de su barbita de candado blanquecina, me monte sobre sus muslos, tomaba su gran v3rga entre mis manos y lo comenzaba a acariciar desde los huevos hasta la punta, mi vagina quedaba casi sobre su V3RGA yo me veía que estaba en cuclillas con mis rodillas a cada lado de su cintura, me fui sentando despacio sobre su grueso y erguido p3ne, frote la cabecita enrojecida contra mi clítoris, sintiendo la mejor sensación de placer, a esa altura mi pequeño botón se encontraba latiendo a full, lentamente fui bajando sintiendo como aquella v3rga iba ingresando en mi llenando mi cavidad, mis músculos interiores se anchaban en cada centímetro de penetración, así fui sintiéndolo hasta introducírmelo completamente en mi estrecha vagina, yo ya comenzaba a cabalgar saltando sobre él, moviéndome hacia adelante y hacia atrás, mientras él se recreaba apretando mis tetas, apretando mis pezones entre sus dedos, así permanecimos por un largo momento, sentía como el interior de mi vagina recibía las estocadas hasta el fondo de la pared, entre ardor y dolor lo recibía estoicamente, las paredes de mi cueva se comenzaban a contraerse, mis fluidos bajaban en forma abundante, que mojaba el pubis y piernas de Alejandro, estaba realmente poseída por la forma que recibía su sexo en mi interior. Después de un momento y siempre con su miembro incrustado en mí, me hizo girar de forma que quedé frente a él.

No sé bien cuanto duro el sueño, pero al despertar me encontraba excitadísima, estaba tan húmeda que podía sentirse en mi ropa interior, esos roses terminaron por hacer que poco a poco fuera metiéndome los dedos, cuando me masturbo que en realidad es poco, suelo hacerlo con algo de pornografía o con la foto del aparato de mi sexy amigo, pero en ese momento, solo me estaba imaginando a Ale sobre la cama y yo montada en él, subiendo y bajando y su grave voz diciendo que soy suya.

Termine mordiendo la almohada para mitigar mi orgasmo, y con mis dedos en la boca, para saborear un poco de mí.

Me quedé reflexionando porque me había sentido tan excitada por un hombre mayor, pero me gustaba sentirme así… y así estuve algunos minutos más frotando mi v4gina hasta volver a quedarme dormida.

En la mañana me levante temprano para tomar el avión que me llevaba a cumplir esa fantasía de estar con un hombre mayor. Durante el vuelo había dejado de pensar en aquella situación, hasta llegar al aeropuerto de Iquique, donde se encontraba seguramente esperándome Alejandro. El solo sentir que ya estaba en la ciudad hizo que se volviera disparar el recuerdo del sueño.

Al llegar al hotel los clientes ya nos estaban esperando, así que no nos dio tiempo a cambiarnos nuestra ropa corporativa, solo llevar las maletas a la habitación, En esta ocasión solo se encontraba Alejandro y Fernando, así que nos saludamos con un beso, con Fernando fue más bien toque de mejillas, pero con Alejandro el solo acercarme y sentir su mano en mi cintura para atraerme a él y darme un beso muy cerca de mi boca, me puso caliente, que de inmediato mi vag1na se humedeció.

Mientras mi compañera y Fernando cerraban el negocio, Alejandro comenzó a enviarme mensajes, que me deseaba, estaba con muchas ganas, y cosas así…

Yo en cambio tenía que inventar algo para quedar sola y no se me pegara mi compañera de manera de estar sola con el hombre que deseaba y menos que sospechara que tenía algo con él.

Lo bueno que al concluir mi compañera quería aprovechar la mañana para ir al mall, fue la excusa perfecta porque le dije que me iría a dormir y después en la tarde aprovecharía también para ir de compras y disfrutar de la playa, con ella quedamos de acuerdo que nos contactaríamos para juntarnos más tarde.

Ambos varones se despidieron, así que ya teníamos todo el día para nosotras, mi compañera se fue de inmediato de compras, y yo subí a la habitación… le envié un mensaje a Alejandro que estaba sola en la habitación. Por lo que el respondió que estaría, como en media hora que dejaba a Fernando y volvería al hotel.

Como a los 30 minutos como la puerta, sabía que era él, estaba nerviosa como si fuera mi primera vez. Me había puesto una lencería negra de encaje bien transparente que dejaba ver entre la tela mis pezones así como la rayita de mi depilada v4gina, el abrió la puerta y al verme sobre el sofá, rápido se abalanzo sobre mí, nos besamos sin contemplación, su lengua se introducía hacia mi garganta, eso me hizo sentir más a gusto y en confianza, mis manos recorrían su cuerpo, tratando de quitar su ropa, podía sentir su miembro erecto bajo la mezclilla de su pantalón, necesitaba eso, después de esos momentos de desesperación al quitar la ropa, pude tenerlo en mi mano.

El quedo quieto esperando que yo le fuese explorando para encontrar su herramienta, me ayudo a quitar sus pantalones y baje suave su bóxer… ahí me encontré por primera vez con aquel miembro viril a plenitud tal cual lo veía en las fotos, tal como lo admiraba en los videos, por fin era completamente mío… tome la gran v3rga, que antes de echármela a la boca, la admire, le observe cada detalle, su cabeza colorada, hinchada sus marcadas venas lo hacían ver como un mástil a su máxima expresión, así mi boca despacio albergó su miembro. Comencé a lamerlo desde la base a la punta. En aquella maniobra me parecía gigante porque sentía que nunca llegaba a su cabeza para tragármela. Mi lengua recorría todo el tallo de arriba abajo, me detenía en sus huevos introduciéndolos en la boca, primero uno, después el otro. Mi cabeza subía y volvía a tragármelo entregándole una mamada que al parecer, estaba siendo satisfactoria, me la fui metiendo de a poco en mi boca, con destreza podía llegar a la mitad del tronco, así que sacaba mi lengua y lo recorría desde la base del tronco subiendo a la cima, dando pajas con ambas manos, subiendo y bajando la piel, comencé a sentir sus convulsiones y volví a metérmelo a lo que más cayera en mi garganta, así fui saboreando sus fluidos pre eyaculatorio por lo que trate de no perder gota alguna.

Mientras tenía en la boca el gran dulce, sentía sus manos recórreme las tetas presionando mis pezones que se encontraban durísimos, tomaba mi cabello y sentía su mano que cargaba para que me lo metiera más, sentía la punta de su cabecita tocarme casi mi campanita que me hacía provocar arcadas.

Me tomo las manos y me posiciono en la cama, sus manos iban recorriéndome desde la cabeza a los pies, sentía sus caricias en cada parte de mi cuerpo, no había lugar en que sus dedos hubieran explorado, comenzando por mi cuello, bajando hacia mis senos en que se detuvo a lamer mis pezones, era delicioso sentir como me los succionaba, lamia, besaba, los sentía durísimos, sus manos y su lengua no se detenían, solo con sentir esas caricias ya mi humedecida vag1na palpitaba de deseos, en cada espacios sus dedos eran mágicos que despertaban rápidamente más y más la calentura extrema. Fue bajando por mi ombligo donde beso y lamio, sentí la humedad de su lengua que dio paso bajando por mi monte para introducirla en mi sexo, proporcionándome un placer sublime que me arrancaron gemidos, suspiros, quejidos y uno que otro grito de puro goce. Comenzó a sentir mi húmeda conchita, la punta de su lengua frotando mi clítoris, había aumentado mi adrenalina, me deje llevar, cuando su dedo desde el interior de mi v4gina procedía a palpar el borde de mi ano, sin introducirlo sentía la emanación de mi flujo vaginal que comenzó a brotar y a escurrir por su boca y mentón, él volvió a la carga en mis labios vaginales, que los abrió, y la entrada de mi vagina que estaba protegida por unos diminutos labios menores, comenzaron a latir, que los sentía hasta en mis mejillas, después de pasar los dedos por la abertura, comenzó a penetrar su lengua en mi conchita, su boca tocaba mis entrada abriéndolos para llegar a mi clítoris, ahí se quedó succionando levemente y pasando si lengua en círculos, yo puse mis dedos en los pliegues de mi clítoris, para permitir abrirlos más y dejarlo expuesto totalmente a su lengua que friccionaba fuertemente. Tranquilamente se dirigió a mi ano, sentir la lengua caliente y húmeda refregar mi esfínter me volvía loca, hasta lograr producirme más gritos y gemidos, que finalizaron en mi primer orgasmo. Unas convulsiones acompañaron mi venida haciendo que me retorciera sobre mi espalda y mis gemidos ya eran gritos… ooohh aahhh, ahh ahhh ohhhm. Yo gemía y decía “yaa yaa, no aguanto… no puedo no puedo, no aguanto, ohhh ahhh, … voy a acabar voyyyy a aacabar y de pronto mis fluidos salían como chorros de agua, cosa que nunca había experimentado, ohhh ohhh ahhh uumm ahhh, gritaba de gozo, venia el segundo chorro más fuerte que el primero, mojando a Alejandro en su cara, mi respiración entrecortada y jadeando de gozo… y solamente otorgándome un delicioso sexo oral.

Continuará...

Maduro45xile

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