Guía Cereza
por: Maduro45xile Publicado hace 1 año Categoría: Hetero: General 1K Vistas
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Después de la sesión de sex0 oral, quede unos instantes jadeante, con la respiración entrecortada, mis piernas temblorosas, como saliendo de calambres y contracciones musculares que provenían desde mi interior, llevando la sensación a mis piernas, subiendo por mi pansa hasta llegar a mi cerebro, me sentía ahogada como faltando el aíre en la habitación y mi cara enrojecida por la subida de sangre y por la acelerada palpitación de mi corazón. Así tal cual había quedado… como una muñequita de genero tirada en un rincón, pasaron unos minutos largos hasta poder sentirme en mi misma… ese orgasmo, primero en mis 22 años había sido algo majestuoso que jamás podría olvidar… nunca había tenido y ninguno de mis anteriores amantes habría logrado sentir tan intensa y poseída a la vez.

Me levanté de la cama dando pasos hacia el baño y cada vez que avanzaba, de entre mis piernas goteaban y bajaban por mis muslos aquellos líquidos explosivos que aún se acumulaban en mi vagina… como pude llegar a eso, no importaba solo que desde ahora ese sería el punto de partida, Alejandro había abierto nuevas sensaciones que estaba conociendo…

Ya de regreso y vuelta en si, me recosté junto a ese hombre maduro que descubría nuevas emociones… charlamos un rato bebiéndonos el licor del frigobar de la habitación del hotel… yo acostada de lado puse una de mis piernas sobre las de él. Y con mi mano seguía acariciando aquel imponente miembro, lo volví a besar y ahora sería yo la que tomaría acción sobre el, quería saber que tanto duraría él en mi interior, o si era como algunos amates que con un par de meneos de mis caderas derramaría sus néctares en mi interior…

Recordé el sueño en que yo estaba montada sobre su erguido pene, así que repetí la imagen de mi sueño y me puse sobre de él; mis senos eran recorridos con lengua, mis pezones aplanados entre sus dientes, besándome, lamiéndome y succionándolos, sentía como se endurecían al interior de su boca caliente, y llenándome de saliva, dejándome la aureola roja de tanta fricción… y mis nalgadas siendo separadas y manoseadas, mis manos acariciando su blanquecino y ancho pecho.

Me ubiqué sentada sobre sus muslos manoseando su ancha verga, con ambas manos lo tomaba apretando suavemente para subir y bajar, pajeándolo a mi gusto en la longitud de su tronco hasta llegar a la cúspide y del cual ya emanaba unas cuantas gotas de su fluido preseminal el cual recogí con uno de mis dedos y llevándolo a mi boca.

Levante mis caderas un poco hasta quedar sobre la punta del erecto pene, colocándome encima de él, baje lentamente sintiendo el primer contacto de la cabeza de su miembro con mis labios vaginales moviendo mis caderas de un lado a otro, de arriba abajo, hasta el roce con mi clítoris, frotándolo y apreciando como mi botón se ponía cada vez más hinchado, y poco a poco fui sintiendo como iba adentrándose en mí, cada centímetro avanzando, con mis músculos estirándose para recibir aquel aparato venoso, subí y baje lentamente, poco a poco iba ocupando espacio en mi canal vaginal, después de unos minutos al fin estaba sobre Alejandro, y el con todo su aparato insertado en mi interior, apoyándome sobre su pecho y dejando caer mis caderas sobre su miembro comencé a moverme más rápido, acelerando el ritmo casi inconscientemente, poco a poco mis jadeos iban convirtiéndose en gemidos, y su silencio en palabras calientes, sentir cada cm de su miembro entrando en mí, cada choque de caderas con mis nalgas, me hacían sentir más y más excitada, y cada embestida me hacían imaginar que el hombre maduro en quien me fije sería el amante que todas fantaseamos.

Sentí que mi vagina explotaría, los espasmos en mi interior se hacían más fuertes, las contracciones y espasmos involuntarios de los músculos del canal vaginal apretaban al visitante, aparte que él en un acto de sabiduría puso sus dedos sobre mi clítoris y un solo roce me hacía sentir que volvería a venirme, así que apacigüe el ritmo, bajando la intensidad, no sería como lo había pensado en hacerlo acabar antes, yo ya estaba a punto… me salí de esa posición para descansar un momento, como un soldado que arranca para otra batalla… Él se levantó y tomándome de la cintura me pidió que me pusiera en cuatro, quería verme como una perra en celos, y yo feliz que adoptara esa posición.

Una vez ya en esa posición apoyando mi cara en la almohada y mi cul0 bien parado, sentí sus dedos recorrerme desde mi monte subiendo y pasando sus dedos humedecidos por mis propios fluidos entre mis labios abriéndolos, rozando mi clitor1s hinchado y expuesto en su totalidad, introduciéndome dos y hasta tres dedos, en un rítmico mete y saca, la sensación es indescriptible de placer total, más aún cuando su lengua comenzó a recorrerme en el mismo sentido que antes, desde mi monte subía por mi conchita más que humedecida y que ahora esos líquidos se mezclaban con su saliva, un nuevo estremecimiento era conocido en mí, comenzó a lamer mi cul0, mi esfínter era acariciado, besado y lamido por este hombre, nunca algún amante había llegado a este acto, que ya no pude aguantar la extrema calentura y excitación que me provocaba, lo único que deseaba era que me hiciera acabar como lo había hecho anteriormente.

Sentí sus manos abrirme los cachetes de mi cul0 y volver a pasarme su lengua, ya bien humedecida note que ya iría a penetrarme, deseaba que fuera de golpe, se lo pedí y así lo hizo de una embestida fuerte y rápida entro nuevamente en mi llenándome creo que hasta el vientre.

Me excitaba aún más tenerlo detrás de mí, su voz y sus gemidos me encantaban, me penetraba con fuerza mientras me decía …te gusta así nenita, te gusta mi amor?

Lo sentía tan excitado me encantaba que me toque el culo y me lo nalguee, seguía la rítmica y acelerada penetración mientras me metía la verga rica y gruesa, sentí como me metía el dedo en el cul0, lo frotaba y penetraba con uno y dos dedos, tanta fue la excitación y experimentar el placer que sentía al hacerlo que me corrí nuevamente y ya no aguantaba seguir temblando, este hombre me estaba haciendo el amor como nunca antes lo sentí con alguien, los chiquillos o los de mi edad no tienen la virilidad que este hombre tenía. Era mucho mejor de lo que me lo imagine, mis gemidos y gritos no se hicieron esperar, me sentía dominada …pasaron unos minutos y el aún tenía ganas, así que casi sin darme tiempo para recuperarme se recostó en la cama y me pidió que me montara. Mi v4gina estaba tan sensible que con el puro roce me volvía a venir sacando de mi líquidos desde mi interior, como pude cumplí sus deseos, nos quedamos unos minutos yo recostada sobre su pecho, inmóviles, solo sentía sus manos acariciar mis nalgas.

Yo tenía deseos de sentir su rico semen sobre mi cuerpo y dentro mío que era lo que tanto quería tener, me puse a cabalgar esa verga grande y gruesa, y ya quería sentir su leche dentro de mi quería que me soltara todo adentro, mientras estábamos así lo podía besar morderle el cuello, y él podía agarrarme por todo lado mientras más lo veía excitado más me movía, y nuevamente puso su dedo en mi estrecho culito, lo veía tan excitado y le dije que acabara dentro de mí, el asintió con la cabeza y me dijo date la vuelta amor, le hice caso me la clavo nuevamente y yo empujaba con tanta fuerza mis caderas de un lado a otro… ahora mí orificio 4an4l estaba a toda su disposición, así que nuevamente me penetro con sus dedos, y con su verga adentro …hasta que en una de esas sentí como acababa dentro de mí, y era tan caliente parecía que soltaba litros como si no hubiera estado con alguien hace bastante tiempo, termino y todo fue tan rico se me estaba saliendo su s3men rebalsando por mi vag1na y con una mano recogía todo lo que salía y me lo metía a la boca delante de él, “te gusta como tomo tu lechita”…

Me levante así que rápido me hinque y fui a su miembro y le di su última mamada del día, lo chupe hasta dejarlo seco y limpio, me trague hasta los huevos grandes que tenía, terminando otra descarga sobre mi rostro, para honesta no esperaba fuera más que un par de gotas, pero estaba un poco equivocada, un par de chorros de semen cayeron en mi cara los cuales recibí con una sonrisa pícara, de saber que había cumplido mi fantasía.

FIN 

Maduro45xile

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