
Compartir en:
Anoche me la follé invocándolo a él, le decía su nombre al oído: David… le replicaba lo perra que ella se vuelve con él, que aunque se hiciera la rogada yo sabía que eso no era más que un juego de perra donde ella sólo espera ser culiada desaforadamente… es el preferido, el que más ha durado, el que más se la gozado… primero los tres, luego solos, también empezaron a armar sus propios tríos con otra vieja que ella misma conseguía… fue el primero que se la culió sin condón y gozó se ese privilegio por mucho tiempo, hasta que llegaron Eduardo y Andrés… David fue el primero y se la sigue culiando así nomás, sin condón…
Ya ni recuerdo cuándo empezó todo con él, quizás fue por el 2018. Recuerdo que los primeros encuentros fueron tríos; la primera vez fue en Romances, eso sí lo recuerdo porque el hombre empezó pegando duro y mostrándose como muy exitoso, con dinero, muy caballeroso. Todo eso le gustó a mi negrita que de inmediato le dio la aprobación y de ahí nunca ha terminado…
Lo más rico empezó cuando iniciaron las salidas a solas… ahí empezó realmente a descararse y a portarse como una verdadera perra. Después de la primera vez a solas dejaron de incluirme por mucho tiempo; aprovechaba mi ausencia para ir a la casa y culiarsela en mi propia cama o cuando estaba se ponían de acuerdo para salir a moteliar. Esos tiempos ella se puso radiante, su belleza relumbraba más de lo cotidiano, conmigo era más complaciente y más abierta a otras aventuras sexuales, ya fueran con parejas, mujeres o tríos… algunas veces, estando en el trabajo me llegaban las fotos de ella chupándole la verga o en cuatro siendo penetrada, otras veces esperaba la noche para contarme mientras me masturbaba: hoy vino David y lo hicimos en nuestra cama… hoy vino David y me cogió en cuatro contra el sofá… Me vi con David en el centro, lo acompañé a hacer unas vueltas y luego me llevó en el carro a una calle solitaria y me puso a chupárselo. Una vez me estaba esperando para recogerme en la moto, él llegó en el carro y mientras yo llegaba se lo mamó… cuando me saludó de beso en la boca me dijo: se acabó de ir, ¿no lo sientes? Y me volvió a besar, esta vez con lengua y más despacio para percibir mejor el sabor y olor a verga que le quedó en la boca...
Trato de recordar episodios de sus aventuras con David pero no puedo recordar con claridad… recuerdo que la pandemia paró todo, pero cuando se pudo salir del aislamiento él fue a nuestra casa. Por ese entonces yo realizaba trabajo virtual, por lo que sólo lo salude e intercambiamos pocas palabras; ella lo atendía en la sala y yo veía todo, pero no podía escuchar bien lo que hablaban por la música que había puesto Bibi. Disimulaba concentración en mi trabajo para que se sintieran más libres, y al cabo de unos minutos ya estaban más cerca… siento que se mueven y efectivamente se han puesto de pie, ya no los veo, pero sé que han entrado a nuestra habitación matrimonial, la escucho a ella peleando con los perros que no se quieren salir de la habitación, me llama para que los saque, le digo que mejor cierre la puerta para que no sigan molestando. Los encierro para que se culien a sus anchas, sé que querían estar sólos, llevaban mucho tiempo sin versen y la sola forma en que se besaban en la sala lo hacía evidente. Pero me las arreglo para que la cortina de la ventana quede un poco abierta. Ella sale a llevar agua, pero sé que también quería revisar si yo los estaba espiando; se escuchan besos y una charla, me acerco sigiloso a la ventana, pero sólo para tratar de escuchar, se dicen las ganas que se tenían y él le expresa que la quería en ese momento sólo para él, ella le replica lo mismo y alcanzo a escuchar algo así como aprovechemos que Edwin está ocupado, de pronto en un rato le da por venir… los besos suenan más fuerte y más babosos, no puedo aguantar y con el corazón a mil (por la impotencia de ver a mi esposa culiando con otro, por el miedo de ser descubierto por ellos, por la extraña arrechera que sentía en la punta de mi verga a punto de explotar…) trato de observar entre los espacios que me permiten las cortinas. Sus cuerpos tendidos sobre la cama, él sobre ella sin camisa y ella sin blusa, se besan y se acarician, como pueden se van quitando los pantalones, ella le ayuda… baja el jeam, sólo veo la parte de atrás de él y por momentos la cabeza de Bibi que se balancea rítmicamente por el vientre y bóxer de David, mi mente puede ver como restriega su cara por la verga, aún oculta por el interior, veo que sus delgadas manos se mueven por la cola de él, le agarra el bóxer y lo va bajando… sólo medioveo la cabeza moviéndose, pero en mi mente se dibuja nítidamente como va entrando y saliendo esa rica verga de la boca de mi esposa, él se estremece y le agarra la cabeza para tener más control del ritmo de la mamada… las piernas abiertas, él sobre ella dándole toda su verga, se escuchan desde la ventana los golpes de cada clavada, me acaricio la verga, las manos negras lo aprietan por la espalda y trata de arañarlo con suavidad, pero como con ganas de hacerlo muy fuerte, se ven caer líquidos entre esa vagina y la verga… no puedo aguantar más y voy para el estudio, me siento anodado, como perdido, no puedo dejar de pensar en lo puta que se ha convertido mi hermosa esposa, mi hermosa negra, de piel brillante y delicada, aquellos senos redondos y de tamaño perfecto eran de otro (y otros), sus delgadas y largas piernas, su culo durito eran manoseados por otras manos; pero mi verga sigue durísima, la cabeza palpita, me la acaricio tratando de calmarla, y automáticamente estoy de nuevo husmeando entre la ventana… ahora es ella la domina, somete el cuerpo de David debajo suyo cabalga su hombre, cabalga su verga, se agarran de las manos para aumentar el ritmo, se escuchan las sentadas, se escuchan los gemidos, ya no puede sostener su torso levantado y lo deja caer sobre él, pero sin parar el movimiento de su vagina sobre la verga dura y gruesa de él… aumenta el rítmo, aumentan los gemidos, aumentan los estremecimientos y en un par de espasmos cae su cuerpo, pero él no le da tregua, la voltea y arremete contra esa vagina con todas sus ganas, los golpes son fuertes, los gemidos igual, golpes temblorosos de la verga que ya se riega sobre la vagina de aquella hermosa negra.