Guía Cereza
Publicado hace 1 año Categoría: Microrrelatos 1K Vistas
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El sexo siempre ha sido muy importante en nuestro matrimonio, la libertad para dialogar y explorar nuestros cuerpos nos permitió acoplarnos rápidamente y tener unas relaciones sexuales muy satisfactorias.


Sin saberlo poco a poco fuimos cayendo en una rutina en nuestras relaciones íntimas. Esa rutina básicamente se trata de muchas caricias y besos en todo el cuerpo, mucho sexo oral, mucha penetración vaginal y anal. Aveces tratamos de hacer alguna variación incorporando lencería muy sensual, también variando posiciones y teniendo sexo en moteles o en sitios swinger, pero... sin saberlo nuevamente nos vemos atrapados en la misma rutina: muchas caricias y besos en todo el cuerpo, mucho sexo oral, mucha penetración vaginal y anal.


El swinger ha sido un complemento muy divertido y placentero, pero incluso en tríos con hombres o con mujeres o en sexo grupal... vuelve a prevalecer la misma rutina: muchas caricias y besos en todo el cuerpo, mucho sexo oral, mucha penetración vaginal y anal.


De tal manera que caímos en una rutina y creemos que ya no podemos salir de ella, pensamos que hasta que las fuerzas nos den seguiremos disfrutando plenamente de esa deliciosa rutina.
--- Fin del relato ---


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