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La mamada de Tatiana.

Era un mes de junio de no se que año, estaba en mi casa, con un calor intenso y sofocante, usando la ropa más ligera posible para refrescarme, eran tiempos de vacaciones, yo estaba también libre y con dinero disponible para pagar por experiencias sexuales, pero… ¿ir a un putiadero? Si, ir a salas de masajes me gustaba, me excitaba ver el desfile de chicas presentándose, pero no quería ir a descargar mi leche en una relación sexual cuerpo a cuerpo, adoro tener una mujer sentada en mi verga cabalgando mientras la puedo apretar y abrazar a mi y besuqueo su cuello, tetas, labios y todo lo que se pueda besar, pero esta vez el calor inclemente, pedía derramar mis fluidos sexuales de otra forma. Esto paso antes de “ámbar”, si no sabes lo de “ámbar” debes leer mi primer relato.


La cuestión es que quería una mujer que me la chupara, qué se metiera mi verga toda hasta la garganta y la sacara con ese lindo hilo brillante y baboso de saliva y que continuará haciéndolo hasta que le llenará boca y garganta con mi blanco y viscoso liquido seminal, en una sala de masajes era difícil encontrar una chica para eso, por eso acudí a la que, para mi, era la mejor página de chat del mundo, chatiapues, ahí encontré todo tipo de chicas y de citas con términos sexuales y no me arrepiento, cada una de esas nenas me produjo placer a más no poder.


Todo sucedió un jueves, fue un día donde no tenía planes y me quede en mi casa, desde muy temprano accedí al sitio de chat para buscar alguien que cumpliera mi deseo, la sala fue la de SEX, mi mensaje era genérico “busco chica que se atreva a servicio sexual a cambio de $$$”, eran casi las 10 AM cuando lance el mensaje en diferentes salas, la de sex, adultos, amor, amistad y adolescentes, no recuerdo desde cual sala me respondieron, el nick era “tati” y me dijo, “¿Qué buscas y cuanto pagas?” esa respuesta me genero algo de confianza en que podía ser una mujer realmente interesada, le respondí, “un oral al natural hasta que me venga en tu boca” y le dije el valor a pagar por ese favorcito, ella dijo que sí, pregunto que cuando sería, yo le dije que sería para el mismo día, para ya si era posible, y que si ella tenía el sitio más dinero le daba, ella me dijo que sí contaba con lugar y que podía solo en la tarde mientras mandaba a su hijo a otro lugar para poderme atender, yo acepte, lo siguiente qué le pedí fue un medio de comunicación más personal y donde pudiéramos hablar y conocernos más para tener más confianza, en ese entonces ya el windows messenger había muerto, whatsapp no existía y lo más parecido era el pin de Blackberry, en fin nos comunicamos por skype.


Allí en skype hablamos de trivialidades, edad, ella tenía 18, yo ya no recuerdo cuantos tenía yo pero si era mucho mayor que ella, le pedí foto, obvio quería conocerla, no tanto de cuerpo sino de cara, para el servicio que buscaba no me interesaba el cuero topmodel y estereotipado qué tenemos, puso una foto de perfil donde se veía, pelo castaño y cortado un poco más debajo de los hombros, cara redondita y sonriente, labios de grosor medio y brillantes, ojos bonitos y brillantes, su rostro me gustó, la foto se cortaba en su pecho, por tanto se podía ver lo que más me gusta de una mujer, las tetas, esas teticas estaban apretujadas en una blusa tipo esqueleto y que le marcaba los pezones, su piel era canela, me gustó mucho la foto y le dije, perfecto, dime hora y lugar y te caigo, no me dio ninguna de las dos y me dijo que estuviera pendiente que ella me avisaba. Así fue como llegó la tarde y ya entraba en sus últimas dos horas , ya perdía las esperanzas y pensé que no pasaría nada.

De repente me escribió y me dijo que ya estaba disponible, le dije que ok pero que todo dependía de donde fuera el sitio, me dijo el barrio y era el mismo mío, me entusiasme y le dije que me diera un lugar de referencia para saber que tan “vecina” era, pero sin mencionarle donde vivía yo, me dijo la zona y era a unos 10 minutos de mi casa, le dije que si, que entre las 5 y 5:30 llegaba, me duche y aseé bien mi verga, una vez aseado me organice y baje caminando.

Llegue al punto de referencia, la llame y le dije que ya estaba allí, me dio la dirección de su casa y era solo a Calle y media de donde yo estaba, llegué y me abrió ella, era una casa pequeña pero aseada y organizada y agradable, pase a su pieza y allí se daría el “trabajo”.


Todo empezó con una conversación cortes, cosas básicas de nuevos conocidos, yo estaba sentado en el borde de su cama, la estaba observando y detallando, tenía una blusa tipo esqueleto con un escote, sus tetas bellas y apretadas, redondas y canelitas, sí, quería descubrirlas y verlas, conocerle los pezones, tocarlas, chuparlas y besarlas, pero eso no se había acordado, sin embargo, ella noto que me habían gustado sus hermosas tetas, me dijo “¿me quito la blusa?” le dije que si, y salieron unas tetas naturales, medianas y con pezones pequeños, su abdomen no era tonificado, ella era una mujer troza, pero su abdomen y cintura tenían un embrujo natural y un color canela muy provocativo, ella era muy guapa, su cara muy simpática y sus labios provocativos, sus caderas eran grandes pero no desproporcionadas con respecto a su cuerpo y estatura, ella media por lo menos 1,55, le pedi permiso y me dejó palparle esas lindas tetas, mientras las tocaba se puso de rodilla y me miraba sonriente y mi verga se empezó a endurecer, no por el tacto a sus tetas ni por su dorso desnudo, sino más bien por su carita linda, sonrisa coqueta y ojos cómplices del placer qué me iba a dar, con sus pequeñas y delicadas manos empezó a desabrochar mi pantalón y lo bajo hasta el piso, con sus dos manos empezó a tocarme el Chimbo, desde la nies, pasando por mis huevos y llegando a mi miembro erecto y viril, me empujó sobre la cama y acomodo una almohada bajo mi cabeza, mientras lo hacía su lindo par de tetas quedo sobre mi cara, tentándome a meterlas en mi boca y mamarlas como si me dieran leche materna, ella vio mi embeleco con sus tetas y las puso sobre mi cara quedando mi nariz atrapada en medio de ellas, inhale profundamente y capture un rico y delicioso aroma dulzón, las quito de encima y me dijo mientras reía “¿te gustan? “ y solo pude decir “me encantan”, con esa mirada pícara por mi respuesta, fue bajando hasta que llego a poner su cara sobre mi Chimbo engrandecido de deseo, aun tenia el bóxer puesto, con ambas manos bajo, bruscamente como si añorara mi verga, mis Boxer hasta el piso, empezó a chupar muy húmedamente bajo mis huevas, pasando su lengua babeante por mi nies, con su mano diestra tomo el pené erecto y empezó a moverlo a modo de masturbación, levanto mi pené de modo que apuntará al cielo, y se fue metiendo mis huevos en su boca, succionó como una diosa ambos huevos, los lamio y los volvió a meter en su boca de un solo bocado, cuando los saco estaban chorreando saliva como me gusta, luego saco su lengua y como su fuera un helado de un solo lametazo subió su lengua desde la base de mis testículos hasta la punta de mi Chimbo, puso sus labios en la punta de mi verga y me miró lujuriosa, deslizó su cavidad bocal por el pené firme, cálido y venoso y se lo trago todo hasta la base, sentí sus labios, su lengua y el interior de sus mejillas mientras hacía un efecto de succión, y empezó a chuparlo subiendo y bajando su cabecita y ejercitando su cuello, saco mi Chimbo de sus boca y salió como me gusta, bañadito en babas, con el hilo brillante de saliva qué conectaba mi Chimbote firme con su boquita sedienta de semen, jugó con las babas y su lengua, me lo escupió y pude ver esa rica y cálida babita blanca bajando por mi pené y llegando hasta mis huevos, de nuevo introdujo mi pené en su boca y haciendo mucha fuerza lo hundió hasta su garganta, yo levante mi pelvis y lo undi más mientras le tenía la cabeza, lo saco de su boca y ella estaba casi ahogada, con su cara colorada, de ahí en adelanta su chupada fue inexplicable, intensa y larga, hasta que mi Chimbo cedió y animado por semejante mamada lanzó una gran descarga de semen en su boca, mientras lo chupaba y escurría dejo escapar el semen de su boca y chorriar por mi pené, no me disgusto eso, me gustó ver mi Chimbo lleno de mi semen mezclado con las babas de ella y estirándose desde su lengua hasta la punta de mi pené.


Finalmente le pague, le dije que gracias y que ojala se repitiera pero ya con algo más genital, ella dijo que bueno… y si, se repitió el encuentro, como dos o tres años después, ella con muchos kilos de más, una gordibuena qué me cogí con ansias, ganas y feliz recorrí todas esa carnitas y las saboreé y llene de placer y de semen también, pero bueno, ese segundo encuentro ya tendrá espacio en otro relato, porque como dice un amigo mío “donde hay carne hay fiesta”.

elsami

Soy hombre heterosexual

visitas: 1185
Categoria: Sexo oral
Fecha de Publicación: 2023-06-22 16:08:39
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