Guía Cereza
Publicado hace 1 año Categoría: Tríos 13K Vistas
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En las películas porno donde muestran tríos de dos hombres y una mujer se ven cosas deliciosas, cosas que me antojaban experimentar. Así como en tríos con chicas habíamos pasado tan rico, podríamos pasar también muy rico en trío con hombre. Hablé abiertamente con mi esposo, pero después de escucharme atentamente me contestó un rotundo NO. Las razones que él me daba eran francamente muy vanas y entendí que se trataba sólo de "ese temor" de exponer íntimamente a su mujer o tal vez el egoísmo machista para compartirme sexualmente con otro hombre. Tal como yo necesité un tiempo para decidirme a hacer tríos con mujeres, Ander necesitó un tiempo para asimilar el hecho que mi cuerpo fuera tocado por otro hombre o que yo le diera placer sexual a otro hombre. Sin duda, la experiencia que ya teníamos compartiendo con otras mujeres nos ayudaban para ciertos detalles y poco a poco noté que mi esposo vencía sus temores y prejuicios para considerar un encuentro con otro hombre.


Vimos varios videos porno de tríos de una mujer y dos hombres, charlamos varias veces de las cosas que estábamos dispuestos a hacer y de las que definitivamente no. Una amiga con experiencia en el tema también nos dio algunas recomendaciones muy valiosas. Varios hombres de Guiacereza nos escribían en el chat y al buzón, nos habíamos acostumbrado a decirles que sólo queríamos interactuar con mujeres, pero ahora nos dimos a la tarea de conversar con algunos de ellos, revisar sus perfiles y procurar elegir la persona adecuada. Muchos fueron rápidamente descartados por su manera grosera de conversar, otros fueron descartados por las cosas que querían hacer, otros los descartamos por no tener fotos en su perfil. En un momento dado teníamos dos personas con las que notamos bastante afinidad. Uno era Héctor y el otro Anton. Después de varias conversaciones en el chat de esta página nos citamos en una cafetería de un centro comercial con cada uno de ellos para conocernos personalmente. Nos decidimos por Anton. Era trigueño, estatura y peso medianos, con cierto parecido al porte de Ander, de muy agradable conversación, se notaba lo caballeroso que era, tengo el grato recuerdo de su trato amable y respetuoso con ambos. En esa cita yo quería decir muchas cosas, pero creo que me acobardé. Fue mi esposo quien tomó la iniciativa para fijar ciertos parámetros o pautas que deberíamos tener claras y respetarlas en el encuentro íntimo, las conversaciones que ya habíamos tenido con este hombre ayudaron a que todo se concretara más rápidamente. Mientras tomábamos café esa noche yo trataba de mirarlo como buscando un gusto, una atracción. En general era un hombre agradable. Noté que en esa cita me miraba los labios y las dos o tres veces que tomó mi mano, lo hizo con delicadeza. Acordamos vernos el martes de la siguiente semana, casi a mitad de abril del año 2017.


Ander y yo llegamos al motel, le hicimos una llamada a Anton para indicarle el número de habitación y nos metimos a la ducha. Luego de secarnos yo me puse un baby doll negro con cintas fucsia con su correspondiente tanguita. Mi esposo se quedó desnudo, solo se ciñó una toalla. Nos mirábamos, nos besábamos y para ese momento tratábamos de no entrar en ningún tema particular. A los pocos minutos llegó nuestro compañero de trío, vestido informalmente. Nos saludamos y no se guardó elogios cuando me vio en baby doll. Luego pasó al baño para tomar una ducha. Cuando salió del baño con su toalla ceñida, lo esperábamos sentados en un sofá y con una cerveza fría para cada uno. Mi esposo estaba a mi lado derecho y lo invitó a sentarse a mi lado izquierdo. Tomamos unos sorbos de cerveza mientras mi esposo le decía que tuviera toda libertad de acariciarme y disfrutar ese encuentro, también volvió a recomendarle que me tratara con suavidad.


Me paré y puse las cervezas de ellos en la mesita que estaba al lado, cuando regresaba alcancé a oírlos que hablaban sobre mi silueta y mis piernas. Nuevamente me senté en medio de ellos y tomé un sorbo de cerveza que compartí con mi esposo directo en su boca, luego tomé otro sorbo de cerveza y lo compartí con Anton directo en su boca. Ya habíamos hecho así con chicas pero esta vez me sentí más deseada y eso me daba más placer y seguridad para juguetear libremente. Puse mi cerveza sobre la mesita junto a las otras dos y de nuevo me senté en medio de ellos. Ander me besó en la boca mientras acariciaba mis senos y sentí una mano de Anton acariciando mi vulva, yo les correspondí acariciando sus penes por encima de las toallas, ellos me acariciaban por encima del baby doll. Giré y esta vez besé la boca de Anton. Fue rico disfrutar la frescura del aliento de esas bocas.


Nos pusimos de pie y ellos me acariciaban por todas partes, me besaban la boca, el cuello, la nuca... todo muy suave, muy dulce. En medio de caricias y besitos me quitaron el baby doll y quedé sólo en la tanguita. Mientras uno me lamía y chupaba suavemente los pezones el otro besaba mi nuca y espalda. Qué sensación tan deliciosa. Les quité las toallas y pude ver sus penes erectos y mojados, tal como lo había visto en las fotos... el pene de Anton era curvo hacia la izquierda y un poco más grande que el de Ander. Tomé un pene en cada mano y los acaricié. Me sentía como una niña consentida con unos juguetes para ella solita. jajajajaja. Me arrodillé frente a ellos y mamé sus penes... mientras tenía uno en mi boca, acariciaba el otro con mi mano, así me turnaba dándoles placer con mi boca y mis manos.


Los tres nos subimos a la cama, yo me acosté boca arriba y disfruté esas 4 manos acariciando suavemente todo mi cuerpo, también me daban besitos por todas partes. Se turnaron para ubicarse entre mis piernas y lamer mi vulva y ano. Anton decía estar fascinado con el rosadito de mi vulva y de mi ano, varias veces dijo que le encantaba como me veía en las fotos y que ahora le encantaba poder saborearme. Con disimulo yo le preguntaba a mi esposo si estaba cómodo, temía que le pasara como a mí en nuestro primer trío con mujer, pero los dos asimilamos más fácilmente este trío con hombre.


Me había hecho la preparación para ser penetrada analmente pues queríamos intentar doble penetración, a esta altura ellos ya debían darse a la tarea de relajar y dilatar mi ano. Anton se acostó boca arriba y yo me arrodillé para mamar su pene, dejando mis nalgas bien hacia arriba. Ander abrió mis nalgas y lamió mi ano... cuánto disfruto eso. Luego metió un dedo bien lubricado y lo movió en círculos, sacó el dedo y nuevamente chupó mi ano. Luego me penetró vaginalmente mientras metía el dedo pulgar de su mano derecha en mi ano y lo movía mientras empujaba fuertemente su pene. Gire completamente para mamar el pene de Ander y ahora era Anton el que chupaba mi ano, después que se puso un condón sentí su pene entrando en mi vagina... al principio me estaba empujando demasiado fuerte para mi gusto y le pedí que lo hiciera más suave. Esta nueva experiencia me daba mucho placer.


Me acosté boca arriba y mi esposo se hizo sobre mí para penetrarme vaginalmente, mientras tanto Anton acariciaba mis senos y me chupaba suavemente los pezones. Después Anton se hizo sobre mi y penetró mi vagina. Era algo loco, así como habíamos visto en las películas... dos hombres me daban placer. Luego Ander se acostó boca arriba y me hice sobre él para cabalgar su pene con mi vagina al tiempo que mamaba el pene de Anton. Era un poco difícil coordinar el movimiento de mi cuerpo sobre Ander y el de mi boca en el pene de Anton. Les pedí a ellos que se acostaran los dos boca arriba, sus cabezas hacia extremos contrarios de la cama y sus piernas entrelazadas para que sus penes quedaran muy juntos. Luego me turné sobre cada uno de ellos haciendo el "69" para que lamieran mi vulva y mi ano mientras yo acariciaba, lamía y mamaba los dos penes. Los tomaba con mis manos y los frotaba entre sí antes de llevarlos a mi boca, acariciaba uno mientras mamaba el otro... era muy divertido y ellos gemían de placer. Enfocaron sus lamidas y chupadas en mi ano, también metían sus dedos lubricados en mi ano y los movían... poco a poco mi ano se fue dilatando hasta quedar dispuesto para recibir sus penes.


Me arrodillé en el borde de la cama con mi pecho apoyado en la cama y las nalgas hacia arriba, Anton abría mis nalgas con sus manos, mi esposo se hizo atrás de mí y apoyó su glande en mi ano, haciéndole algo de presión. Luego chupó fuertemente mi ano haciéndome gemir de placer. Metió dos dedos lubricados en mi ano y los empujó hasta el fondo y los movió en círculos. Anton decía que se veía delicioso. Nuevamente Ander empujó su glande en mi ano y poco a poco fue entrando. Con paciencia, con precaución, con ternura, con pasión... haciendo lo que llamamos "circulitos de placer". Ya la mitad del pene había entrado cuando lo sacó y se hizo frente a mí para que yo lo mamara, Anton aprovechó para lamer y chupar mi ano. Lo hacía con ganas y eso me transmitía mucho placer. Nuevamente pasó Ander atrás de mí y después de poner un poco más de lubricante en su pene lo empujó en mi ano y esta vez entró completo hasta el fondo haciéndome estremecer de placer. Uuufff que ricura, dijo Anton, que no quería perder detalle de lo que veía en ese momento. Ander sacó su pene de mi ano y penetró mi vagina, luego volvió a penetrar mi ano...esa combinación me vuelve loquita de placer. Mientras Ander empujaba fuertemente su pene en mi ano, Anton se ponía otro condón y echaba algo de lubricante. Mi esposo se hizo a un lado y ahora Anton metió lentamente su pene en mi ano... fue muy cuidadoso, tal como varias veces Ander le había recomendado. Qué rico así... con pasión, con delicadeza, con ternura... solo dando y recibiendo mucho placer.


Tanto Ander como Anton se turnaron penetrando mi vagina y mi ano, mientras uno de ellos estaba parado en el piso atrás de mí, el otro venía al frente para acariciar mis senos y para poner su pene en mi boca. Luego me acosté boca arriba y en esa posición nuevamente se turnaron penetrando mi vagina y mi ano... lo hacían uno tras otro sin demorar, qué sensación tan rica, qué sensación tan fuerte, lo único que podía decir en ese momento es que no se detuvieran en sus movimientos, en sus rostros podía notar que esas palabras los excitaban más y yo sentía con más intensidad sus penes rozando las paredes internas de mi vagina y de mi colita... esto me llevó a disfrutar un delicioso orgasmo. Ellos tenían alguna pausa mientras podían penetrar mis huequitos mientras que para mí era algo continuo e intenso. Con mi ano bien dilatado, sabíamos que podíamos intentar la doble penetración.


Después de beber unos sorbos de cerveza, Ander le pidió a Anton que se acostara boca arriba y yo me hice sobre él con su pene en mi vagina, me incliné hasta que él pudo lamer mis pezones y en ese momento mi esposo intentó penetrarme analmente... Después de acomodar bien sus rodillas para apoyarse, sentí su pene entrando en mi ano. Inicialmente ellos dos no se movían, sólo lo hacía yo... cuando me movía hacia abajo y adelante, el pene de Anton entraba todo en mi vagina y el de Ander salía parcialmente de mi ano y cuando me movía hacia arriba y atrás, el pene de Anton salía parcialmente de mi vagina mientras que el de Ander entraba todo en mi ano. Wowww qué sensación más rica! Sentir el roce de esos dos penes ligeramente curvos dentro de mis huequitos me daba muchísimo placer. Además escuchar lo que ellos decían... Ander loquito diciendo lo ricas que veía mis nalgas y Anton fascinado con mis senos. Me quedé quietica para descansar un poco y ellos coordinaron sus movimientos para disfrutar un rato más así los tres cuerpos unidos dando y recibiendo mucho placer. Luego cambiamos de posición... Ander se acostó boca arriba y me hice sobre él con su pene en mi vagina mientras que Anton atrás de mí, me penetró analmente. Nuevamente nos movimos coordinadamente... los movimientos eran más intensos cada vez, todos gemíamos de placer... percibía que tendría otro orgasmo y les pedía a ellos que no se fueran a detener... que empujaran así fuertemente sus ricos penes en mis huequitos hasta que con un fuerte gemido convulsionaba por otro delicioso orgasmo, esto los excitó tanto a ellos que ya estaban a punto de eyacular.


Cuando ya no podían contener más sus lechitas nos separamos... me acosté boca arriba y ellos se masturbaron sobre mí. Por momentos tomaba sus penes y los metía a mi boca para mamarlos, lamía sus testículos mientras acariciaba sus penes con mis manos, los miraba a los ojos y les pedía a ambos que chorrearan su semen sobre mis senos. Tras un fuerte gemido de Anton, salió disparado su semen y seguidamente con su característico "rugido" fue Ander el que eyaculó. Qué rico es sentir esos chorritos de semen espeso y caliente golpeando sobre mis pezones, esas lechitas cubrieron mis senos, también unos chorritos cayeron en mi cuello. Qué emocionante verlos así temblando de placer, temblando del placer que yo les dí.


Descansamos un poco, charlamos de lo rico que habíamos pasado, tomamos un refresco y nos duchamos para irnos a nuestras casas. Pasamos muy rico, sabíamos que haríamos más tríos HMH de ahí en adelante.
--- Fin del relato ---
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