A veces cansado de un día agitado por las labores diarias, abrumado por las obligaciones y el estrés que causa la ciudad, acudo a darme satisfacción.

Las relaciones sexuales son exquisitas, pero a veces falta darse cariño propio, y ahí es cuando, a solas, me acuesto con las luces apagadas pero mi mente encendida...

En ocasiones no quiero ver videos y acudo a mi imaginación, ya sean con experiencias pasadas, o imaginando una situación particular, y ahí es cuando aparece la monita, cómo si estuviera esperando a que la llamara, llega caminando despacio, sonriendo y quitándose la ropa lentamente, espera a que yo meta mano debajo del boxer, pone mi miembro entre sus senos imaginarios, haciendo que mi mente cree un hilo de imágenes exitantes, me espera, no quiere que termine pronto. Ya sin ropa se posa sobre mi, y con su monita entro en éxtasis, sus senos sobre mi cara, su monita sobre mi miembro y me vengo, sale disparado como un polvo de estrellas, y mi cuerpo entra en un estado de levitación, y nuevamente la monita se levanta y se despide de mi hasta la próxima imaginación.