Estoy en la cabina recordando todas las conversaciones, pensando en esa ropa interior femenina que he visto en fotos y que espero ver en directo en unos minutos, esas tangas azules con encaje, en ese momento saludan a alguien que llega a las cabinas de internet, les pregunta si era la primera vez que iban, si era la primera vez dice el, ella está muerta del susto casi pensando en salir corriendo.

Ella lleva un jean, unos tenis y una camiseta, arriba una chaqueta.

Yo estaba mirando vídeos de chicas mientras llegaban y de pronto por el chat interno empezaron a escribir. Hola amigo.

Ya estamos aquí, un poco asustados pero llegamos. Respondo algunos mensajes pero nos damos cuenta que no estamos en cabinas al lado uno del otro, les pregunto si se cambian, me dicen no, ella no quiere pasearse por ahí y que le vean el rostro, me cambio yo.

Cuando estaba en la cabina del lado, me pregunta ¿Me lo dejas ver?

Quedé pensando y los nervios me invadieron, no lo había hecho nunca, pero me dio el suficiente morbo para responder: Si.

Ella dice: abre la ventanita, lo hice, un agujero por donde cabe una mano aproximadamente. Al hacerlo de una me dice, suéltate el pantalón, quiero verte, me suelto el pantalón y ella mete la mano y la pasa por sobre el bóxer, la saca y dice, déjame verla afuera.

La saco para que ella la pueda, ver, y me dice... Te quieres tocar para mi?, le digo si claro, pero necesito inspiración...

Pero si ya estás duro.

Si pero quiero tocarme mirándote.

Que quieres ver?

Tu cola redonda!

Ella se suelta el jean y se baja un poco, ya puedo ver ese durazno que solo había visto en fotos, y entonces empiezo a tocarme, ella por momentos me muestra, por momentos se asoma y mira, se quita del todo el pantalón y así puedo verla en tanguitas.

Sigo tocándome y le digo, me dejarás tocar las tanguitas?

Las tangas si, pero a mi no, se las quita y me las pasa.

Las huelo, las toco, están un poquito húmedas, huelen un poco a sexo.

Y miro su cuquita sin tangas, deliciosa, el esposo mira y disfruta, pero también está duro, se suelta el pantalón, y la saca, le pide que le haga oral, Ella siente pena, cierra la ventana para hacer oral a su pareja.

Yo golpeo suavemente, quiero ver, a ella le da pena, pero está muy caliente con la situación, le dice, abre un poquito.

Accede, abre la ventana y mira como me masturbo con sus tangas mientras le hace oral a él, yo miro muy concentrado, él no aguanta, estamos todos muy calientes, yo tampoco aguanto, me vengo, mi leche sobre sus tangas.

Ella se ríe, una sonrisa nerviosa, pero le gusta, se siente observada, deseada, morboseada, siempre ha sido así, desde adolescente le ha gustado ser el centro del deseo... Así que se siente satisfecha.

Se asoma por la ventana y me dice, me vas a devolver las tangas?

Claro, son tuyas, solo que tienen mi leche...

No importa, dámelas, se las paso, ella las huele, las mira y sin pensarlo se las pone...

Ahora mi leche está rozando su vagina y su culo, que sensación más deliciosa, el esposo cierra la ventana, se despiden.

Ella solo piensa, tengo mi culo, mi cuca y mi boca untada de leche de dos hombres...