Siempre he tenido un deseo de usar ropa femenina, un vestido, tacones, medias, brasier, tangas, hilos, cacheteros, sentir como me roza es muy lindo. Lo defino como lindo porque dentro de mi, hay una parte de feminidad que a veces me domina.

Empecé desde peque a querer vestirme con prendas femeninas que se ajustaran a mi cuerpo, lo hice con ropa de mi mama y mi hermana. Eso me excitaba mucho y me masturbaba vestida así, hasta que un día mi madre me sorprendió con ropa puesta y hasta maquillaje, ese día fue fatal para el solo saber que ella pensaría que yo era lo que no esperaba.

Después de eso deje de vestirme hasta que a los 20 años comencé nuevamente a hacerlo pues me excitaba enormemente y no lo podía negar, hasta que un vecino mayor que yo dos años, me sorprendió cuando estaba vestida a media noche en la terraza de la casa de mi madre. Este muchacho me chantajeo al siguiente día diciendo que le contaría a todos que me vio así si no tenia relaciones con el vestida, a lo que le dije que accedía si el se portaba como si quisiera conquistar a una mujer con detalles y cursilerías, queriendo hacer tiempo para no acostarme con el y buscar una salida, el muchacho llamado Andres accedió.

Andres comenzó a llevarme chocolatinas, tarjeticas, a cambio de picos simples en la boca aun cuando me veía de chico. A los días note que Andres se estaba portando muy intenso con sus detalles y invitaciones a salir al parque, me asustaba porque me daba miedo que fuera muy evidente ante mi mama y su mama. El me logro convencer un día que me vistiera en su casa mientras sus padres estaban de viaje, a lo que accedí, esa fue mi primera vez con un hombre, éramos dos adolescentes, el en rol de macho y yo en el rol de niña, al ser penetrada me di de cuenta que no hay marcha atrás, después de la primera vez que me penetro, quise seguir siendo penetrada las veces que el quisiera, pero algo en mi cambio, notaba que yo no me excitaba ni me venia, pero eso no importaba, quería que Andres se sintiera complacido y me tratara como nena. Hasta que un día note que Andres me quería ver cada vez mas como una mujer, pues me compro ropa solo para mi, con maquillaje y peluca, el quería que siempre me viera como una chica, varias veces me hacia ir a trabajar con tangas y brasier y medias veladas bajo la ropa de chico, y note que el usar ropa de nena ya no me excitaba como en un principio ya era algo normal, el quiso que me llamara Viviana, no se porque pero así me puse para el.

Después de unos meses de actuar como nena en la casa de Andres cuando se quedaba solo y después como chico normal de puertas para fuera, la mama de Andres encontró la ropa que me dio para que yo me volviera Viviana y la boto pensando que Andres le gustaba vestirse aunque no era así. Después de eso Andres en acto de desespero, le conto toda la verdad a su mama la cual me cito para hablar y me dijo que sabia todo y que no podía permitir eso, ella prefirió no contar nada a mi mama ni a nadie para evitar la vergüenza que sentiría al ser señalada al igual que su hijo. Se mudaron a otro lado y Andres se volvió mas evidente conmigo al llevarme peluches y tarjetas, a lo que tuve que acabar con eso ya que mi mama tenia fuertes sospechas de que algo sucedía.

Pasaron años y deje de vestirme, pues me gustan las mujeres y tuve una que otra relación, las cuales me distraían de el deseo de querer vestirme y sentirme nena. Tanto asi que llegue a amar tanto a una mujer para quererla toda mi vida, hasta que ella me traiciono, lo cual para mi fue tan devastador que entendí, que querer verme como mujer es una droga para mi, pues recaí y a los pocos días ya estaba vestida nuevamente en la confidencialidad de 4 paredes.

Segunda parte

Proximamente.....