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Misterio y Sorpresa: Experiencia para no Olvidar - Segunda Parte

Sara y Javier no se habían vuelto a ver, pero siguieron teniendo charlas bien subidas de tono en Whatsapp y de vez en cuando intercambiaban una que otra foto o video. 


Como conté en el relato anterior, yo le había dicho a Sara que la próxima vez (si hubiera) quería estar presente. Esa era la causa de que no se hubieran visto; Sara ya le había contado todas nuestras cosas pero él no se atrevía a estar con ella mientras yo los veía.


En uno de nuestros viajes encontramos una solución para nuestro dilema. Nosotros cuando viajamos pocos días, dejamos a las gatas en el apartamento y alguien pasa un rato por la casa para ver cómo están. Hace poco compramos unas cámaras y nos sirven para ver por internet cómo van las cosas por la casa. ¡Esta era la solución!. 


Queríamos invitar a Javier a la casa y que Sara lo sedujera y tuvieran cuento en el cuarto de invitados mientras yo los veía por las cámaras. Toda una fantasía voyeur cornuda. ¡DELICIOSA!.


Sara habló con Javier para saber si se le medía a hacer lo que pensábamos. Después de un poco de indecisión y de uno que otro video hot de Sara (para convencerlo); aceptó sin problemas. Cuadramos todo para un viernes y pensamos invitar a algunos amigos para que no fuera solo la “sesión sexual” y para que Javier no estuviera tan nervioso.


El día del encuentro llegó, la idea era que a las 6 pm llegaban un par de amigas de Sara, Javier y un amigo mío. Íbamos a tomar algo, jugar algún juego de mesa y a comer. Luego en la noche/madrugada, cuando Javier estuviera un poco prendo (no borracho para que rindiera), dijera que se debía quedar. Ya habíamos comprobado que nadie más se iba a quedar (aunque podría haber sido otra historia interesante 👿). 


Sara se arregló muy casual: jeans, una blusa suelta escotada y una tanga de encaje negra; y dejó la otra parte de la pinta (la más sexy) para cuando se hubieran ido los demás: una minifalda súper cortica, botas semi-cortas, medias de malla y un liguero ultra sexy.


A eso de las 6:30 ya estábamos todos hablando y escuchando música. Cuando llegó Javier, Sara nos lo presentó a todos y no pude dejar de ver la cara entre sorpresa y pena que me dirigió cuando me saludó (era la primera vez que nos veíamos). Las amigas de Sara se mostraron interesadas por Javier y parece que les cayó bien. Mi amigo ya conocía a Sara y sabía de nuestras locuras pero esta noche no estaba en ese plan. Todo eran risas y chismes. Jugamos varios juegos de mesa y tomamos varias cervezas. Pedimos 2 pizzas grandes y la charla obviamente se comenzó a poner caliente, pero nada fuera de lo normal. Después de las 12 se fueron las amigas de Sara y mi amigo se fue casi media hora después. Por fin se iba a concretar nuestro plan.


Nos quedamos los tres en la sala y se sentía la tensión en el ambiente. Sara me dijo que le contara a Javier a qué me dedicaba y en qué estaba trabajando actualmente. La conversación comenzó a fluir más tranquilamente y después de un rato (fue como una hora) Sara se levantó y dijo:


  • Sara: bueno los dejo solos un rato ya vengo. 


Me dió un beso y yo ya sabía que se iba a poner el resto de su pinta.


  • Sara: no me demoro.
  • Yo: bueno amorcito. Acá te esperamos. Javier ¿otra cerveza?
  • Javier: Claro. Gracias


Javier siguió a Sara con la mirada hasta que desapareció en nuestro cuarto.


  • Yo:  ¿preparado para lo que se viene?


Pregunté a Javier para romper el hielo de ese momento.


  • Javier: yo todavía no puedo creerlo. ¿No le dan celos?. Yo creo que no podría ver o enterarme que mi novia hiciera algo así.
  • Yo: desde que nos conocimos, Sara y yo hemos tenido muy buena comunicación. Desde el principio dijimos que no podía haber mentiras entre los dos. Yo le dije a ella que podía hacer lo que quisiera con quien quisiera desde que me contara.
  • Javier: ¡qué voltaje!
  • Yo: lo de los celos, obviamente me dan. Ni que fuera de piedra. La cosa es que ganan los sentimientos de deseo y complicidad que tenemos con Sara. También somos conscientes que lo que más mata una relación es la monotonía y desde que nos tengamos confianza y amor lo demás es solo deseo.
  • Javier: muy cierto. Pero igual es difícil. 
  • Yo: claro. Para poder hacer todas estas cosas la pareja debe tener mucha confianza y MUY buena comunicación. Pero bueno veo que ya viene Sara. Yo aprovecho para dejarlos solos y disfrutar el show 😉.
  • Javier: ¡Gracias!. Buena noche.


Me levanté y en el corredor que lleva a nuestro cuarto besé con deseo a Sara. Se veía súper buena con esa pinta. Aproveché para pellizcarle la cola y decirle al oído:


  • Yo: estás re-buena. ¡Mamasita!. Disfruta mucho.
  • Sara: tú también. ¡TE AMO! 
  • Yo: y yo a tí. 


Seguí mi camino hacia el cuarto, totalmente excitado y con mucha expectativa. Con Sara habíamos cuadrado las 2 cámaras: teníamos una en la sala (justo donde estaba Javier) y la otra en el cuarto de invitados. Las 2 las podía ver desde mi portátil que ya estaba listo en nuestro cuarto. Ya habíamos probado la calidad de imagen y sonido y todo estaba perfecto; solo quedaba disfrutar. 


Me acomodé en la cama y usando el programa que tenía instalado en el portátil, cambié a la cámara de la sala. Pude ver que Sara y Javier ya estaban en acción dándose un beso súper apasionado. Podía escuchar el ruido del intercambio de la saliva y las lenguas en sus bocas. Los dos estaban sentados en el sofá y alcanzaba a ver como la mano de Sara ya estaba acariciando el pene de Javier por encima del pantalón. Poco tiempo después Javier le tocaba los senos con una mano y la pierna con la otra. Subía y bajaba su mano rozándole la piel desnuda y cuando subía se perdía en la oscuridad de la falda. No alcanzaba a ver pero me imaginé que le estaba rozando la vagina.


Sara, se acomodó encima de Javier y yo solo podía ver su espalda y la parte baja de su hermosa cola. Javier, de una manera muy hábil, se deshizo de la blusa de Sara; teniendo acceso inmediato a sus tetas, pues desde que había ido al cuarto se había quitado el brasier.


Javier bajó la cabeza y yo solo podía suponer que le estaba lamiendo los pezones, mientras masajeaba las nalgas de mi querida esposita.


Yo ya estaba a mil. Tenía mi pene en la mano pero no quería empezar a masturbarme aún. 


Sara se levantó y con ayuda de Javier se quitó las botas, medias y liguero y se sentó nuevamente en el sillón. Miró fijamente a la cámara y me guiñó el ojo. Enseguida Javier se acomodó en el piso enfrente de ella y su vagina y comenzó a hacerle sexo oral. Me di cuenta por cómo Sara comenzó a contorsionar su cuerpo.


En ese momento no pude aguantar más y comencé a mover mi mano lentamente. Al igual que la pareja que estaba transmitiendo desde mi sala, no aguanté mucho y me vine. Sara gemía cada vez más fuerte y yo no podía distinguir si el sonido venía de la cámara o directamente de la sala.


  • Sara: ¡¡AHHHHHHH!! ¡¡AHHHHHHH!! ¡¡AHHHHHHH!!.


Yo solo veía, con emoción, cómo se retorcía de placer y que Javier no retiraba la cabeza de entre las piernas. Después Sara me dijo que le estaba lamiendo hasta la última gota de sus fluidos.


  • Sara: ¡uy que rico! ¡Me encantó!. Ahora vamos para el cuarto. 
  • Javier: listo mamasita.


Javier se levantó y salió hacia el cuarto de visitas  y oí que entró y se acostó en la cama. Sara me miró fijamente a través de la cámara y abrió sus labios (de abajo) para mostrarme lo húmeda que estaba. Me mandó un beso y se levantó. Sus hermosas tetas también estaban mojadas y pude ver como oscilaban mientras salía de escena. Rápidamente pasé a la cámara de la habitación. 


Sara ni corta ni perezosa ya estaba haciéndole un baile sensual a Javier, mientras se quitaba la poquita ropa que le quedaba. Javier y yo la mirábamos fijamente. Se movía muy sensual y se tocaba las tetas y la cola provocándonos.


Yo estaba que me iba para el cuarto a comérmela pero había prometido que me iba a quedar juicioso viendo. Me tocó empezar a consentirme nuevamente. Igual estaba feliz de ver que todo estaba saliendo tan bien. 


Volviendo a la cámara; Sara seguía con el baile sensual, pero ahora Javier estaba de pie a su lado manoseando todo su cuerpo y chupando sus pezones como poseso. Ella de vez en cuando se volteaba y le ponía la cola sobre su pene erecto (aún estaba vestido); en esa posición yo podía ver la cara de morbo de Sara y cómo Javier le tocaba las tetas con una mano mientras le masajeaba el clítoris con la otra.


Sara no aguantó más y se giró para quedar viendo a Javier, se agachó y mientras lo hacía le desabrochó el jean y su pene largo y delgado saltó erecto de sus boxers. Sara lo tomó gentilmente y comenzó a darle lengüetazos suaves en la punta. Después continuó metiéndoselo en la boca, de a poquito, mientras lo humedecía por completo con su saliva. Con sus manos le agarraba las nalgas a Javier (o por lo menos eso creo que hacía). Javier mientras tanto, con la cabeza levantada apuntando al techo, cerraba los ojos con cara de placer y deseo.


  • Javier: ¡me vengo!.
  • Sara: ¡mmdammmlemmm!


Yo no podía creer lo que estaba viendo: Javier se venía en la boca de mi esposa. Qué espectáculo. ¡Qué porno ni qué ocho cuartos! Este era uno de los mejores shows que había visto en mi vida y lo mejor: en vivo y con mi esposa como protagonista.


  • Javier: ¡wow! Que rico la mamas.
  • Sara: la experiencia. A mi esposo le encanta. Pero casi nunca lo dejo que se venga en mi boca. Debe estar sorprendido.


Miró hacia la cámara y me mandó un beso.


  • Sara: ¿aún tienes energía para más?. Quiero que me la metas. Esa verga tuya me encanta. La quiero sentir adentro.
  • Javier: ¡Claro!. Pero toca que me ayudes a levantarla de nuevo.


Sara sin pensarlo demasiado empujó a Javier hacia la cama. Le quitó la camisa y se le sentó encima. Suavemente empezó a rozar su vagina contra el pene flácido de Javier. Esto hizo que se le parara a los pocos movimientos de mi esposita. Cuando ya estaba lo suficientemente erecto, lo acomodó en el triángulo de la entrepierna y comenzó a masturbarlo lentamente. A mi me encanta cuando hace esto.


Yo ya estaba empalmado de nuevo y me estaba masturbando lentamente. Viendo a mi actriz porno personal.


Cuando vió que Javier se iba a venir dejó de masturbarlo con su entrepierna y se sentó en su verga, metiéndosela entera en su vagina. Comenzó nuevamente a subir y bajar, mientras Javier le cogía, besaba y lamía los senos. Fue aumentando el ritmo cada vez más y por su expresión corporal noté que ya se iba a venir. Arqueó la espalda y lanzó un gemido que opacó el sonido de la cámara. Javier también se había venido. Sara se tumbó en su pecho y Javier le besaba la cabeza.


  • Sara: no, no, no. ¡Qué rico!. Ufff, definitivamente me gusta tu pipí.
  • Javier: y tú eres toda una vaquera. Que chimba de cabalgada. No aguanté nada.
  • Sara: jajaja.
  • Javier: eres mucho voltaje de mujer. Tu esposo es muy afortunado.
  • Sara: a él le encanta el sexo. Tenemos mucha química. Me encanta como me la chupa. Con él he tenido los mejores orgasmos de mi vida.


Yo me sonrojé por sus palabras y aproveché para limpiarme, de nuevo, porque también me había venido.


  • Sara: ¿tienes fuerza para la última?
  • Javier: ¡uy!. Eres insaciable.
  • Sara: toca aprovechar. Estas oportunidades no se presentan todos los días. ¿Entonces?. ¿Sí?.


Sin esperar respuesta, Sara comenzó a mamárselo para que se le parara de nuevo. Tarea que logró fácilmente.


  • Ahora quiero que me lo metas por detrás, en cuatro.


Javier no lo podía creer.


  • Javier: ¿en serio?
  • Sara: ¡obvio!. Para rematar la faena con todas las de la ley.


Ya Javier lo tenía listo y tomó a mi Sara por la cadera y la puso en cuatro. 


  • Sara: mételo despacito y no te muevas mientras se acostumbra.
  • Javier: sí.


Ella quedó mirando hacia la cámara y podía ver cómo la estaban penetrando lentamente y su cara de placer y dolor.


  • Sara: ¡miércoles!, es muy largo. Ya me estoy acostumbrando. Si quieres empieza a moverte lentamente. Cuando esté lista yo me encargo del movimiento.
  • Javier: ahhhhhh. Ohhhhhk.


Yo estaba extasiado viendo el vaivén de los senos de mi mujer. Ya estaba acostumbrándose al pene de su amante, porque comenzó a moverse de adelante hacia atrás cada vez más rápido.


Javier le agarraba las nalgas haciendo que Sara acelerara cada vez más, al tiempo que con su mano se acariciaba el clítoris. Los pezones oscuros y erectos de mi amor se movían sin control. Se oía el golpeteo de Javier contra la cola de mi esposita.


  • Javier: ya no puedo más. Me voy a venir otra vez. ¡Ahhhhhh!.
  • Sara: ¡ahhhhhhh! Suéltalo todo adentro.


Javier dió varias embestidas, signo de que estaba vaciando sus huevas dentro del trasero de Sara. Mientras ella aceleró sus caricias en el clítoris; se notaba que estaba a punto de llegar. Su gemido demostró que lo había conseguido. Se sacó el pene de Javier lentamente y se acostó boca abajo en la cama, mientras Javier le besaba las nalgas y la espalda 


  • Javier: impresionante. Delicioso. Definitivamente eres una diosa. 
  • Sara: tú también estuviste perfecto. Que vergota que tienes. Me tocaste hasta el fondo.
  • Javier: ¡wow! Y que culito tan apretado.
  • Sara: nosotros casi no lo hacemos por ahí porque el pene de mi esposo es muy grueso y me duele mucho. Pero el tuyo entra perfecto.


Mientras tanto yo me limpiaba (nuevamente) y pensaba en lo afortunado que soy al haber conocido a una mujer como Sara.


  • Sara: bueno ahora sí a descansar. Estoy mamada.
  • Javier: sí, yo también. ¿Vas a dormir acá conmigo?.
  • Sara: Claro. Hasta más tarde amor.


Lo último lo dijo mirando a la cámara y mandando un beso y picando el ojo.


Desde mi puesto ví como se acostaban desnudos y abrazados. Apagué la cámara y me puse a mirar un poco del video para ver cómo había quedado. Me estaba calentando de nuevo así que apagué el portátil para acostarme y descansar. No tardé mucho tiempo en quedarme profundamente dormido y soñar con todo lo que había acabado de pasar.


La mañana siguiente es otra historia y la contaré en la tercera y última parte de este relato.



johanna-y-javier

Somos pareja swinger

visitas: 660
Categoria: Fantasías
Fecha de Publicación: 2023-08-31 11:54:47
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3 Comentarios

amigo que buenos relatos y la verdad si somos muy afortunados de tener una mujer asi es lo mejor de todo que sean unas esposas de mente abierta la mia es muy caliente y hasta incesto ha vivido cuando quieras me escribes y hablamos

2023-09-01 16:14:29

Hola, me encantaría conocerlos, ella está guapísima

2023-08-31 15:20:05

Delicioso

2023-08-31 12:17:45