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Hace varios años que ya no vivimos en Colombia, decidimos mudarnos a otro país a buscar otras oportunidades, pero principalmente a un lugar en el que podamos ser nosotros mismos, un lugar en el que no tengamos que estar escondiendo que somos una pareja poliamorosa y nos gusta compartir nuestra cama sobre todo con otras mujeres.
Acá hemos recibido a varios amigos y amigas que vienen por unos días de vacaciones y ni se dan por enterados, es como si fuéramos la misma típica pareja de esposo. Regresan a Colombia sin enterarse de nada.
Pero hace algunos meses tuvimos como invitada a Carolina una amiga de la universidad que estuvo de visita para aplicarse la vacuna del covid. Nadie se había quedado tanto tiempo, ella estuvo casi 1 mes esperando el tiempo para la aplicación de la segunda dosis. Fue imposible que no se diera cuenta, ya era demasiado tiempo para ocultarlo y era imposible esconder las visitas y juegos con Alice, nuestra cachorra.
Finalmente, Caro al estar libre de sus esposo e hijos, quiso experimentar y sacarse una canita al aire durante los días que le quedaban. Nunca se imaginó hacer tantas locuras, ya había estado con otras mujeres, eso no fue novedad, pero lo que no esperaba fue llegar a ese nivel de adicción por el sexo anal después de que mi esposo se encargara de desvirgarla.
Pero esa historia se las cuento después con más detalles. Esta se origina debido a que la mamá de mi esposo, tuvo un accidente al caerse por unas escaleras derivando en varias fracturas y un trauma en el cráneo. Como su edad es avanzada y pronóstico reservado del doctor a mi esposo le tocaba viajar a Colombia, lastimosamente solo porque yo acababa de entrar a un nuevo trabajo y no podía pedir permiso tan rápido.
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Estando allá y al verlo tan descompuesto y estresado, se me ocurrió pedirle el favor a Caro que lo acompañara. Ella sin duda se ofreció a ayudarle en todo lo que pudiera. Además, se cómo se pone cuando no tiene como liberar el estrés y aunque preferimos siempre compartir nuestras amantes, le pedí a Caro que si le podía dar "una manito".
Ella encantada se ofreció a acompañarlo una de las noches. Sin embargo, allá le tocaba tener más cuidado de no encontrarse a alguien conocido que la fuera a meter en problemas con su esposo.
Axel no es para nada creyente, pero a eso de las 3 de la mañana le pedí que por favor fuera a la capilla del hospital e hiciéramos video llamada para poder rezar juntos. Se sentó en una de las bancas de la última fila para no estorbarle a una pareja de ancianos que estaban rezando por su hijo que había tenido un accidente de moto. Se puso los AirPods para poder conversar en voz baja y no interrumpirlos. Pero le dije como excusa que quería que cristo escuchara mis plegarias, quedó de avisarme cuando ellos salieran para poder rezar por el altavoz.
Al rato se levantaron, saludaron a mi esposo con gentileza y salieron. Cambié al altavoz y empecé a disimular palabreando una oración mientras le escribía a Caro a su teléfono para avisarle.
Llegó casi de inmediato, se le sentó al lado, él volteó la cámara para que la viera y saludara.
- Hola Caro ¿llevaste lo que te pedí?
- Si, acá está --sacando unos pañitos húmedos de su bolso--
- Amor --volteo la cámara hacia él--
- Dime
- Disfrútalo y no digas que no --me reí con picardía--
Caro miró para todos, se acomodó un poco de lado, muy cerca de él, tapando la vista desde la puerta con su cuerpo. Le mando la mano al pantalón para abrirle la hebilla del cinturón y el botón del jean.
- Ey ey que hacen par de locas
- Shhh te dije que disfrutaras
Caro ni le respondió, sabía que no teníamos mucho tiempo. No se dejó quitar las manos, siguió en su proceso hasta bajarle el cierre y sacarle el miembro, se llenó la mano de saliva, lo miro curvando sus labios, acariciando su glande y luego su miembro hasta tenerlo duro.
Él apoyó sus manos en la banca de adelante para ayudarla a cubrir la escena con sus brazos. Me miró a través de la cámara y movió su cabeza de lado a lado soltando una leve risa. Le encantan mis locuras y también sabía que lo necesitaba. Inclinó el teléfono hacía abajo y me mostró con la cámara como Caro le pasaba el pulgar por su glande y se lo agarraba con fuerza masturbándolo de arriba a abajo.
Si que extrañaba esos juegos y locuras entre los tres. Ojalá hubiera podido estar allá con ellos.
Caro volvió a mirar a todos lados, no se aguantó ver una gota de líquido preseminal salir de su glande y se inclinó a quitársela con la lengua. Regresó a la misma posición y todos nos reímos.
Al probarlo fue peor, ya no se iba a aguantar las ganas. Volvió a mirar para todos lados, se inclinó y se lo metió a la boca dándole una buena mamada. Él volteaba a mirar nervioso cada minuto a la puerta mientras ella se deleitaba llenando su miembro de saliva, chupando con fuerza y rapidez para hacerlo venir.
De pronto Axel abrió los ojos asustados, una persona iba a entrar. La empujo de la frente, ella se incorporó a abrazarlo y simular que estaba llorando. Se trataba de algún desvelado que caminaba por el hospital para pasar el tiempo.
La que casi los delato soy yo, que me tapaba la boca muerta de risa. Axel simulaba consolarla, mientras que ella le decía cuanta clase de porquerías se imaginaba para calentarlo y pedirle que se lo dejara tragar.
Al señor le dio por entrar a la capilla a buscar un lugar en el que pudiera estar solo un momento, pero al verla a ella "llorando" se sintió un poco incómodo. Encendió una vela, se dio la bendición ante el cristo y decidió dejarlos solos.
Caro ni espero a que terminara de salir, supuso que ya de espaldas no iba a voltear a mirar y fue directo por su miembro. Axel me miraba muerto de la risa, se colocó los audífonos y me hizo señas para que estuviera pendiente. Volteo la cámara hacía la entrada. Yo les ayudaba a vigilar, mientras escuchaba cómo su respiración se hacía más fuerte.
Volteo la cámara y pude ver como Caro con los ojos cerrados no paraba de saborear y sonreír mientras se tragaba su leche calientica. La muy condenada no se detuvo hasta sacarle la última gota, se dio un gran banquete, porque les puedo dar fe de que cuando él está acumulado de varios días te puede llenar la boca varias veces y necesitas tragar rápido si no quieres que se te escape.
Caro se levantó con una gran sonrisa de satisfacción. Miro hacia atrás para estar segura de que nadie venía, abrió la boca y sacó su lengua para mostrarme las pruebas de que había cumplido su misión. Se lo trago con una sonrisa de diabla, se secó las comisuras con los pañitos, luego se ocupó de limpiarlo muy bien a él y volver a guardar su miembro como si nada hubiera pasado.
- Y saber que con esa misma boca va ir a recibir la hostia el domingo --le dijo mi esposo--
- No --interrumpí-- ni siquiera va a ir a misa. Ya cuadré con tu hermana para que descanses y tú vas a ir con Caro a relajarte un rato
- No Amor, tengo que estar pendiente de mi mamá
- Sin excusas tienes que descansar y punto
Axel se resignó. Caro se colocó el bolso y se despidió de beso en la mejilla, igual le tocaba madrugar a trabajar y ya era muy tarde.
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El sábado en la noche, llegó mi cuñada a relevarle de su puesto y Caro lo estaba esperando en la salida del Hospital en su carro. Al abrir la puerta para subirse a la camioneta y ver que otra mujer la acompañaba en la silla de atrás el saludo extrañado.
- Hola Caro --le dio beso en la mejilla--
- Hola Axel ¿cómo sigue la mamá?
- Mejor, ya está fuera de peligro, pero todavía delicada
- Gracias a Dios
- Gracias a los médicos diría yo
- Verdad que vos... --volteo a mirar a su amiga, era mejor cambiar el tema-- te presentó a Claudia mi mejor amiga
- Hola Claudia --le estrechó la mano-- mucho gusto
- El gusto es todo mío --respondió con voz coqueta--
Yo estaba al tanto de la situación y no quise contarle nada a Axel de la invitación de Claudia para que fuera una sorpresa. Necesitaba que su mente estuviera dispersa y dejara de preocuparse así fuera por un solo día de la salud de su mamá.
- Me tocó pedirle a Claudia que nos acompañara para evitarme problemas con mi esposo ¿te molesta?
- No fresca, no hay problema ¿y para dónde vamos?
- Un bar de rock nuevo que montaron por El Lleras
- Suena muy bien --les hizo una mueca-- pero la verdad ahora no quiero estar cerca de mucha gente porque me toca regresar a cuidar a mi mamá y maluco contagiarla de covid
- Si --giró las llaves para encender el carro-- no había caído en cuenta de eso
- Si quieren vamos a una finquita que tengo en Guarne --interrumpió Claudia-- eso si es muy humilde
- Mejor, a chupar frío --respondió Caro-- y tomarnos unos chorritos ¿te suena?
- Si mejor --contesto Axel--
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La finquita como ella había advertido quedaba a 20 minutos de la vía principal por una carretera destapada, construida en la cima de una pequeña montaña. Un lugar acogedor con una vista espectacular. Encendieron una fogata, ella les prestó unas ruanas. Se sentaron a comer un poco, beber y hablar.
Axel me mandaba fotos al WhatsApp cada rato. No sé si lo hacía buscando agradecerme o un poco incómodo de que yo no estuviera con ellos. El licor iba haciendo de las suyas y Caro ya no disimulaba sus intenciones. Se le sentaba en las piernas a Axel, le daba comida de su mano y no lo dejaba sin beber mucho tiempo.
- Tu esposa me dijo: me lo cuida como a un príncipe y yo le hago caso
- Ya que mencionas a Agata deberíamos llamarla a saludarla
Sacó su teléfono del bolsillo para hacerme una video llamada y tratar de que Caro se comportara un poco.
- Hola amor --lo salude alegre-- ¿qué tal la están pasando?
- Bien amor, aca estamos tomándonos unos chorritos
- ¿Yo juraba que a estas alturas ya estaban empelota? --le dije--
Axel, miró un poco incomodó a Claudia. Volteó el teléfono y me la mostró.
- Que dices amor ¿no ves que tenemos compañía?
- ¿Cómo así Caro? --pregunte con tono de reclamo--
Axel me volvió a mirar asustado. Nos aguantamos unos segundos y después explotamos las tres de la risa.
- Pendeja --dijo Caro entre risas-- casi le haces dar un infarto. Decile, pues
- Amor, que si le va romper el culito a Claudia
Caro le cogió el celular a Axel y enfocó a Claudia que se le subieron todos los colores a la cara. Ella trataba de disimular su vergüenza con una sonrisa tímida.
Caro obviamente no se había aguantado decirle a su mejor amiga todas las diabluras que había hecho con nosotros en su viaje y le contó con pelos y detalles lo rico que Axel se la había culeado. Aunque Claudia también está casada, querían aprovechar que él estaba en Colombia para hacer algo diferente, así que me pidieron permiso para invitarla.
Yo estoy bastante abierta a que esté con otras nenas, pero si me gusta conocerlas antes. Habría preferido que solo estuviera con Caro porque le tengo confianza total, pero un culito es un culito y eso sí que le iba a sacar de la mente tantas preocupaciones.
- Confirmado, si están locas hijueputas --Axel soltó la carcajada--
Caro se levantó de las piernas, le dio la mano a Claudia y se la sentó encima para aparecer en el video.
- Claudita --le dije-- la misma condición que ya sabe Caro, esto es solo sexo ¿ok? nada de llamadas después, nada de encontrarse solos, nada de nada ¿listo?
- Si señora
- Y nada de contarle a nadie de esto. No seas como Caro que me prometió que no iba a contar y vea
- Ah no, fresca que la única que sabe todos mis secretos es ella, entonces de acá no sale
- Listo, pero a ver yo veo al menos un besito
Claudia sonrió apenada y le dio un piquito tímido en los labios.
- ¡No! ¿qué es eso? Caro muéstrele cómo es
Caro se le sentó en la otra pierna, le cogió la cara entre las manos y se lo comió a besos, mordiendo los labios y jugando con sus lenguas.
- ¿Aprendió?
- Si --contestó con su risita tímida--
Axel giró la cara hacia ella y se besaron con las mismas ganas. Ella quedó peor de agitada que Caro de la emoción. Hacía años que no se le acelera así el corazón, no fue solo el beso, fue la expectativa de todo lo que acababa de empezar.
- Eso así sí. Bueno mamacitas, me lo cuidan y lo hacen pasar bien rico
- Claro que sí --contestaron en coro--
- Me llaman más tarde que quiero ver esa culiada
- Yo me encargo de eso --dijo caro--
- Te amo mi vida --le lance un beso--
- Yo a ti necedad, gracias por esto
- Diviértete
Colgué la llamada y me fui a preparar para meterme en la cama con unos cuantos juguetes y buscar a Alice para jugar con el Lush, así nos divertíamos todos.
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Ellas se levantaron de sus piernas, lo cogieron de las manos y lo hicieron levantar para llevarlo al interior. Cerraron las puertas para poder conservar el calor porque no sería muy buena idea estar desnudos en pleno clima helado.
- Axel, Clau es hetero ¿listo? para que no esperes que ella y yo...
- Vos sabes que yo no tengo problema con eso --miró a Claudia-- y si en algún momento te sentís mal o quieres que paremos me decís de una
- Si la idea es pasar bueno --dijo Caro--
Siguieron caminando hasta una de las habitaciones que tenía dos camas gemelas ubicadas de forma paralela cada una al extremo de una pared. Caro les quitó las ruanas y las dejó tiradas en el piso. Llevó a Axel a una de las camas, le dio un beso y después le montó a horcajadas a Claudia.
Ella se entregó completamente, aunque con un poco de vergüenza. Caro era su mejor amiga de toda la vida, se han contado de todo, pero nunca han estado juntas en la misma habitación desnudas y menos teniendo sexo.
Axel le metía la mano debajo de la ropa, le acariciaba la espalda, le agarraba los senos y cuando le besaba el cuello arqueaba la espalda soltando gemidos que trataba de controlar con su mano.
- Relájate mamacita --Axel le colocó la mano de forma tierna en la cara dándole besitos en los labios-- estamos en confianza
- Es que me da...
- Relájate --la callo con un beso metiéndole la lengua-- ¿no quieres pasar bueno?
- Si claro que sí --respirando profundo al sentir como le agarraba las nalgas y la empujaba contra su miembro--
- ¿Te da pena de Caro?
- De Caro y de mostrar mis gorditos, yo no tengo cuerp...
- Oiga pues ¿quién le dijo esa bobada? usted está muy deliciosa
- Nadie, pero uno sabe que después de tener hijos no es igual
Le dio la vuelta, la hizo sentar de espaldas para que sintiera su miembro entre las nalgas y le metió la mano en su sexo.
- Ay dios --cerró los ojos mirando al cielo--
Axel le daba besos en el cuello, mientras le abría el botón del jean.
- Preguntémosle a una experta en mujeres ¿Caro, vos que decís Claudia esta buena?
- Ombe, si no fuera mi amiga le echaba los perros
- Ay no, me van a hacer dar más pena --respondió Claudia entre gemidos--
Caro entendió que era ella la que tenía que dar el primer paso para que Claudia se llenará de confianza y en vez de solo mirarlos se empezó a quitar la ropa, hasta quedar en ropa interior.
- Mírala --le dijo Axel-- ella también tiene gorditos ¿o no?
- Si, pero...
- Pero nada --acariciando su abdomen, pellizcando los gorditos a propósito-- antes mejor porque tengo de donde agarrar --le metió la mano entre la ropa interior--
- Ay dios --gemí cerrando los ojos--
- ¿Caro te contó todo lo que hicimos con ella?
- Si --gemía al sentir su dedo buscando su clítoris por encima de la piel-- todo
- Nosotros pasamos buenos porque no nos fijamos en esas bobadas, sino porque nos enfocamos en el placer
Su sexo se mojó tanto que de sus labios broto un fino liquido viscoso que ayudó a que el dedo de Axel pudiera viajar de arriba a abajo.
- Ay jueputa --miró a su amiga-- Caro si es verdad
- ¿Que es verdad? --preguntó Axel--
- Que lo volves a uno nada solo con las manos --contestó Caro--
La tomó de las caderas y le refregó su miembro entre las nalgas.
- ¿Y qué te dijo de esto?
- Precisamente por eso es que estoy acá queriendo hacer locuras
- Cuéntame ¿qué te dijo exactamente?
- Que voy a querer que me lo metas por todos lados
- ¿Eso le dijiste Carolina?
- No, lo que le dije es que vas a querer que te la meta por el culo
Le quitó la camisa a Claudia y le soltó el brasier dejando sus senos al aire, frotando sus pezones erectos. Ella se cubrió con sus manos para que Caro no los viera.
- ¿Claudita y ya te han dado por detrás?
- No... mi esposo nunca me pediría algo así
- ¿Cómo puede ser posible?
Se recostó en la cama colocando sus manos como apoyo detrás de la cabeza para poder verle las nalgas.
- Por mojigato... --respondió Carolina--
- Shhh dejala responder
- Ella tiene razón, porque se las da de buen católico, con una mano sostiene un rosario y con la otra les paga a las desnudistas
- Ah ya entiendo. Una buena esposa para tener hijos, que no puede tratar como toda una zorra ¿o sí?
- Zorra si puedo ser, que él no aproveche es otra cosa
Volteo a mirarlo sobre el hombro con una sonrisa endiablada moviendo su trasero en círculos sobre él. Al fin se estaba permitiendo divertirse.
- Bueno, yo no tengo esos reproches. Me gusta que las mujeres vivan su sexualidad como quieran y no como se supone que la deban vivir. ¿Solo tengo una condición?
- ¿Cuál? --detuvo el movimiento circular y lo miró intrigada--
- Dejar perjuicios fuera. Solo tenemos esta noche y no hay tiempo para pensar en bobadas. ¿Aceptas?
- Esta bien, lo voy a intentar
- No, no me has entendido. Eres una mujer hermosa y se nota que eres tremendamente fogosa, sexy y coqueta. No quiero que lo intentes, ¿quiero que tengas la certeza de lo que acabo de decir?
- Esta bien --sacudió la cabeza para sacar todos esas malas ideas--
Respiró profundo para tomar fuerzas. Se levantó de la cama confiada y en medio de las dos camas se terminó de quitar la ropa sin tapujo alguno.
- De eso estaba hablando --la miró de arriba a abajo encantado--
Le extendió la mano y la invitó a acostarse a su lado.
- Me antoje de ver cómo se tocan ¿puedo? --preguntó Axel--
Caro levantó las nalgas para quitarse las tangas y cumplir su deseo. Si le hubiera dicho que quería que se pararan de cabezas, igual lo habría hecho por él.
- Pero nosotras también queremos ver --respondió Caro--
Colocó un par de almohadas detrás para apoyar la espalda y empezó a tocarse. Axel completamente de acuerdo se levantó en medio de las camas.
Se quedó ahí de pie viendo como ellas se tocaban y lo veían acariciar su miembro sobre el jean. Realizaba movimientos sugestivos y aunque no tenía música se desnudaba para ellas en un show sensual y muy masculino de strip tease.
Caro al ver su miembro erecto, intentó abalanzarse hacía él para meterlo en la boca, pero con una seña la hizo regresar a su lugar.
- ¿A ver esos dedos que tan mojados están? --les preguntó con una sonrisa pícara--
Levantaron con orgullo sus manos con sus dedos brillantes.
- Quiero que prueben
Se metieron los dedos a la boca y saborearon cerrando los ojos. Él se masturbaba lentamente, encantado de ver como acariciaban sus senos y regresaban los dedos al interior.
Axel sacó una caja de condones y le hizo señas a Caro para que se pusiera de rodillas frente a él. Muy atenta y dichosa lo hizo, viendo como él rasgaba el sobre. Ella tomó el preservativo, lo acomodó en su glande y con su boca terminó de vestir su miembro hasta la base. Algo que le encanta que le hagan.
Axel llamó a Claudia y la invitó a hacer en el suelo. Se levantó decidida, pero se quedó sentada en el borde de la cama al darse cuenta que Caro no se iba a mover.
- ¿Pasa algo?
- Es que Caro...
- ¿Alguna vez has compartido una mamada?
- No, pero es que yo...
- Te estoy invitando a que me compartan, no a que hagas algo con ella
- Ven acá --palmeo Caro el suelo-- que ni te voy a tocar
Tímidamente se hizo a su lado y su amiga muy acomedida, se separó para dejarle libre el paso a Claudia. Ella chupaba tímidamente, no se sentía muy cómoda con la cercanía de su desnudes.
Axel le acariciaba el cabello y le mostraba cómo quería que se lo chupara y luego cuando se lo entregaba a Caro para que hiciera lo mismo. Mientras tanto pegaba la cara de Claudia a su muslo para que observará con detalle.
- Se ve hermosa mamando, ¿cierto que sí?
- Si, ella es encantadora
Caro le picó un ojo y le ofreció su miembro. Ella se lo metió a la boca y le sonrió al ver que ella no le quitaba los ojos de encima.
- Me encanta como te ves mamando --le dijo Caro--
Ella sonrió, cerró los ojos. Dejó de preocuparse por la cercanía y empezó sin querer con una competencia. Se turnaban para ver cuál de las dos le daban más placer con la boca y él encantado.
Sus piernas ya estaban pegadas a la otra y ni se daban cuenta. Inclusive hasta sus bocas pasaban a escasos centímetros en el intercambio, todo para buscar no detener su placer. Axel las cogió del cabello y las invito a que cada una por su lado chupara su miembro.
Se miraban fijo a los ojos. Claudia no sabía qué hacer o sentir. A veces se le pasaba la idea de ir a su glande y dejar que sus lenguas se tocaran, pero se paralizaba de terror cada que lo intentaba. Definitivamente no era lo suyo y no lo quería forzar. Caro de alguna forma notó la incomodidad y le dejó camino libre a su glande, Claudia se lo metió gustoso mientras ellas se metían sus testículos a la boca.
Axel las tomó del cabello, se inclinó para meterles la lengua a la boca. Luego una les pidió abrir la boca y les empujó su miembro hasta provocarles arcadas. Lo hizo varias veces verificando cuál de las dos aguantaba más tiempo. Obviamente Caro que ya había sido entrenada por mí fue la campeona y de su mentón hasta colgaban hilos de saliva.
Sonreía con una sonrisa de oreja a oreja porque sabía qué significaba. Le hizo una seña a Claudia para que se montara a la cama y a Caro es montó en cuatro en la otra.
- No pares de tocarte, porque ya voy por vos
Acomodó a Caro de lado para que su amiga la pudiera ver mientras se la follaba. Se hizo detrás de ella y con su mano buscó su sexo y meterlo. Luego se quedó quieto y mirando a Claudia como se tocaba, dejó que Caro se lo comiera al ritmo que quisiera.
Era algo nuevo y extraño para Claudia, pero de alguna forma le encantaba, sobre todo la mirada penetrante de Axel. Caro gemía y no medía el volumen, era una finca y podía aprovechar para gritar tan duro como sus pulmones le dieran.
Ella se apoyaba en la cabecera de la cama para poder empujar con fuerza, buscar meterse más duro el miembro de Axel y sus senos rebotaban cuando sus nalgas chocaban contra su pelvis. Estaba encantada de poder volver a sentir esa sensación de ser vista por alguien más, algo que había descubierto con nosotros y que hoy volvía a confirmar.
Miraba a su amiga masturbarse. Se moría de ganas por tener su cara entre su sexo mientras se la follaban, pero sabía que eso solo iba a pasar en su mente. Cerró los ojos, empujó hacía atrás y se quedó completamente quieta unos segundos, ese calor llenó su vientre y mientras se venía sonreía dichosa recordando la noche en que me le vine en la boca mientras Axel se la follaba.
Axel le dio una palmada en las nalgas, se bajó de la cama y se arrancó el condón. Recogió uno nuevo de su pantalón y se lo vistió a toda prisa. Claudia que ya lo estaba esperando con ansias, decidió darse la vuelta y acomodarse igual que su amiga. Le encantaba que se la comieran en cuatro pero su esposo cada vez que lo hacían no aguantaba ni dos segundos.
- Muy bien, me gusta que me muestres lo que quieres
La cogió más arriba de las caderas. Se lo colocó a portas de su vagina y estaba tan mojada, caliente y lista que cuando se lo colocó, se fue directo al fondo como si lo estuviera succionando. Al principio trató de contener sus gemidos apretando su boca, pero Axel la empujaba con tal intensidad que no puedo hacerlo más.
- Ay diossss que delicia hijueputa
Empezó a mover sus nalgas en círculos y Axel separó sus manos para dejar que lo hiciera libremente y para disfrutar de tan delicioso espectáculo. Sus nalgas iban de arriba abajo, se juntaban cuando caían generando una deliciosa sensación de vacío en su miembro y al subir se separaban mostrando un delicioso y marrón agujero que lo llamaba a gritos.
Ella ya llevaba al menos tres orgasmos y no tenía planes de parar de moverse. Quería aprovechar para sacarse todos esos orgasmos acumulados que su esposo llevaba meses sin poner el más mínimo esfuerzo en sacarlos, todo terminaba cuando él se venía sin importarle cómo quedaba ella.
Caro interesada en el espectáculo más de cerca se hizo a un lado de Axel, acariciando su torso dándole besos y señalándole su delicioso asterisco. Él aprovechó su descuido, tomó su mano y colocó su dedo pulgar en el agujero. Claudia levantó su cara, volteo a mirar. Caro asustada quitó la mano esperando que le dijera algo, pero Claudia estaba más concentrada en ser follada que en preocuparse por otra cosa.
- ¿Quieres probarla? --le pregunto Axel--
- Ojalá, pero ella no...
- Hay otras formas
Axel, acomodó su pulgar en su agujero y dejó ver a Caro la misma técnica que había usado con ella la primera vez. Lo estimulaba con cuidado, no trataba de meterlo de una, al contrario, evitaba meterlo. Solo acariciaba por encima presionando levemente hasta que ella misma con sus movimientos escogiera el momento de hacerlo.
La primera falange entró y para Claudia fue demasiado placentero. Había escuchado tantas historias de sus amigas de lo doloroso que era que se esperaba lo peor y para ella fue todo lo contrario. Tal vez esa era la magia de Axel y Ágata de la que le hablaba Caro al regresar de su viaje. Su cuerpo se terminó de relajar y le dio la bienvenida gustosa al resto del dedo.
- Que rico maldita sea, que ricooooooo
Axel empujó a Caro del hombro y ella se hizo de cuclillas abriendo sus piernas sosteniéndose de su pierna para no irse para atrás. Axel sacó su miembro y mientras movía su pulgar en círculos en su trasero, Caro encantada degustaba los jugos de su mejor amiga mientras se metía un par de sus dedos en su sexo.
Axel lo volvía a meter unos minutos, la ponía a temblar y se lo volvía a sacar para entregárselo a Caro para que lo degustara.
- Mételo, mételo --suplicaba Claudia para tenerlo de vuelta--
Axel la complicaba y ella gritaba encantada moviendo su trasero en círculos.
- Si no se lo pedís no lo va hacer --le dijo Caro--
Axel lo sacó y ella volteo a mirar dándose cuenta de que Caro su amiga estaba de alguna forma probando sus fluidos de forma indirecta.
- ¿Si no le pido que? --le preguntó intrigada--
Caro enrollo los ojos hacía atrás, inconforme por lo lenta que era. Solo se metió su miembro a la boca chupándola con fuerza, degustando y mirándola a los ojos. Axel empujó su pulgar y lo levantó un poco para darle una pista.
- Si si, eso quiero, maldita sea quiero que me des por el culo
Caro sonriendo sacó su miembro de la boca, escupió varias veces su cabeza que quedó chorreando de saliva y se levantó para coger el teléfono. Me llegó la notificación de video llamada en el momento preciso. Alice estaba controlando mi Lush de manera remota y me tenía a mil.
Al contestar solo veía un gran culito con el pulgar de Axel adentro, su espalda llena de sudor y me imaginaba cuánto tiempo ya llevaban en esas. Sacó su dedo, separó sus nalgas dejándome ver ese delicioso agujero marrón y Caro la baño en forma exagerada de lubricante.
- Mételo por favor, mételo --suplicaba Claudia--
Axel, solo los pasaba por encima y cuando ella se acomodaba para que se lo metiera, lo pasaba por fuera de sus nalgas solo para desesperarla.
- METELO METELO!
Seguía sin hacerle caso, la torturaba una y otra vez. Caro trataba de hablar para darle una pista y Axel la miraba feo para que se quedara callada.
- METEMELO POR EL CUL...
No la dejo ni terminar. Esa redonda O que le faltaba fue justo la que recibió la entrada de su miembro y ella en vez de quedarse quieta, su reacción fue la de empujar hacía atrás para terminarlo de meter.
- JUEEEEEEPPPUUUTTAAAAAAAAA...
Gritó cerrando los ojos agarrando con fuerza de la cabecera de la cama.
- ... CAROLINA ME DAÑASTE!!
En efecto era el reclamo a su mejor amiga por hacerla soñar día y noche con sus historias con nosotros. Por invitarla a vivir la experiencia de algo que nunca iba a olvidar, por volverla igual de adicta al sexo anal.
- QUE RiiiiiccccccOOO MALDITA SEA!
- SI! SI! SI! DAME POR EL CULO! DAME POR EL CULO!
Caro volteaba el teléfono para que viera su sonrisa enorme de satisfacción. Le acababa de dar a su mejor amiga, el mismo regalo que nosotros le dimos y estaba encantada.
Axel la tomó de la cintura y la atrajo hacía él, ella levantó su cuerpo y Caro los filmaba de lado para mí. Ufff que maldita delicia de escena ver esas nalgotas empujar hacia atrás contra mi esposo.
- Te voy a hacer venir como nunca --le dijo Axel--
Claudia lo miraba angustiada, no entendía cómo era que lo iba a hacer venirse aún más. Le tapó la boca y luego le cogió la mano a Caro y se la metió en su sexo. Claudia abrió los ojos asustada, pero de lo duro que se la estaba culeando no tenía ni como pronunciar media palabra para defenderse. Le quitó la mano de la boca, le pasó el brazo por el cuello y empezó a apretar cortándole la respiración.
Caro se acercó a ella, junto su frente con la suya y sonrió macabramente estrujando su clitoris y metiéndole los dedos en su sexo. Claudia dejó de mirarla con miedo y se entregó al placer, no tenía de otra. Su cuerpo temblaba, sabía que no era posible venirse más, sentía las ganas, pero no podía alcanzarlo.
- Bésame --le suplicó casi en silencio--
Caro juntó sus labios de manera inmediata, cruzaron sus lenguas. Caro se acomodó de frente y con morbo empujaba su cuerpo contra ella como si la estuviera penetrando, con su rodilla aprovechaba para empujar su mano.
Claudia empezó a sentir un calor intenso en sus extremidades. Una luz que se concentraba en la parte más profunda de su cerebro empezó a crecer, a llamar eso fuegos de sus extremidades que trataba de mantenerse en su lugar. Esa luz fue creciendo, un círculo que por su peso bajó lentamente hasta llegar a su vientre... como si de la creación de un universo se tratara esos fuegos fueron atraídos a toda velocidad y cuando chocaron contra la luz ella explotó en un potente orgasmo que nunca había experimentado.
Cerró los ojos, perdió las fuerzas de su cuerpo, todo se puso borroso y luego oscuro. Era casi como si su alma abandonara su cuerpo... como si su propio cuerpo reclamara su abandono, sintió que su mano la agarró con rudeza, la regreso bruscamente al cuerpo y esta vez volver a salir su alma, pero a traves de su sexo.
Quedó tirada en la cama sin poderse mover, riendo como una pendeja con espalda curvada, la cara deformada contra el colchón y viendo como Axel montaba a Caro a su lado, le escupía entre las nalgas y luego ella cerraba los ojos al sentir que se lo metía por detrás.
Caro por instinto le apretó la mano buscando el apoyo de su amiga. Caro por el contrario era una de esas amigas con las que había hablado a las cuales, si le dolía al inicio, pero que después de unos segundos lo disfrutaba como nada en el mundo.
- Me besaste idiota
- Ahhhh ahhhhh --sus senos bailaban al ritmo de las penetraciones-- ¿qué?
- Me besaste idiota
- Tú me dijiste --le apretó la mano con más fuerza--
- Me prometiste que no
- No lo vuelvo a hacer --ahhh ahhh ahhh ahhh-- te lo juro
Claudia se incorporó en cuatro, jadeando aún sin aliento. Junto su cuerpo al lado del de su amiga. Caro le sonrió encantada al entender lo que quería y voltearon a mirar a Axel con maldad.
- ¿Vuelves por más?
- Si rómpele ese culo otra vez --le suplico Carolina entre gemidos--
Se pasaba de un culo a otro y a la vez usaba sus dedos en la otra, con el pulgar en su culo y sus dedos índice y corazón en su sexo. Ellas se miraban fijo a los ojos y disfrutaban ver las caras que le provocaba a la que estaba siendo culeada.
No podían creer que después de tantos años de amistad, llegarán al punto de estar en la misma habitación montando los cachos a sus esposos con el mismo hombre que les partía el culo de manera impensable.
Caro le cogió la mano a Claudia y se la metió en su sexo, quería el favor de vuelta. Ella accedió, pero volteo su cara para evitar cometer el mismo error. Muy pronto Caro se estaba retorciendo al tener su orgasmo.
Axel les juntó sus traseros y con una sola palmada se encargó de azotar sus cuatro nalgas de una sola pasada. Se arrancó el condón y se masturbó regalando el primer chorro a Caro y luego le abrió el culo a Claudia para que alcanzara a caerle adentro un poco de semen caliente.
Las dos se acostaron juntas y se abrazaron como las buenas amigas que son, sin pudor o morbo de su desnudez, como ya varias veces lo habían hecho antes con ropa. Esto acababa de llevar su amistad a un nivel superior, tenían un secreto que iban a guardar para siempre.
Axel recuperó el teléfono, estaba sudoroso y agitado. Justo llegó para ver como Alice aumentaba las vibraciones del Lush al máximo y hacerme correr. Estaba peor de llevada que ellas, habiendo visto cómo las había bañado con su leche mientras me metía un plug anal por detrás.
Le sonreí dichosa y mostré como mi sexo había mojado las sábanas. Le mandé un beso y me despedí con la mano. Se que aún estaba empezando su noche y al menos Caro se iba a levantar en unos minutos a pedir más. Yo ya no necesitaba ver nada más, estaba feliz de haber logrado el objetivo de distraerlo un ratico y que disfrutara su noche libre.
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Escrito: Agata
Todo va salir bien amor. Te amo infinitamente.