Guía Cereza
por: masterturgon Publicado hace 1 año Categoría: Sadomasoquismo 1K Vistas
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Espero que ya hayan leído de Alice en relatos anteriores... para los que aún no saben de quién estoy hablando, se trata de una linda mujer que tenemos en entrenamiento para convertirse en nuestra cachorra.


Lo que más nos encanta es que tiene una mente bien perversa y le excita sobremanera que la usemos, sobre todo para satisfacer nuestros deseos.


Basta de introducciones... y vamos a los hechos.


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Axel había estado bastante estresado por un proyecto en el que estaba trabajando y llevábamos varias semanas en las que no habíamos podido "jugar", ni siquiera "bajarnos" el estrés como es debido.


Nuestros horarios no coincidían y yo ya no podía más, necesitaba liberar presión como fuera. Mirando el teléfono a ver a quién llamaba, la primera que salió en mi lista fue Alice.


Hace un buen rato no hablábamos porque había cambiado de trabajo y le quedaba un poco difícil, pero no perdía nada con hacer el intento.


- Hola mamacita rica --me contesto efusiva--


- Hola cachorra ¿cómo vas?


- Súper bien, mi ama --dijo en secreto tapando su teléfono con la mano para que nadie más escuchara--


- Necesito que vengas, hoy


- Claro que sí, salgo de turno a las 6 ¿me esperas?


- Acá te espero, pero te vienes directo para acá


- No, estoy sin arreglar y no me voy a dejar ver así


- Es una orden


- Esta bien, como ordene, ama


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Llegó con su uniforme de enfermera, ese traje antifluido de fondo entero y color azul claro que le baja a cualquiera las ganas de todo, excepto si la miras por detrás y le vez delicioso culazo bien marcado.


Ni siquiera la recibí de abrazo, le entregué una toalla y le señalé el baño. Ella se fue directo a la ducha de mi habitación y yo me quede apoyada en la puerta viendo como se desnudaba y se metía a la ducha.


Se dio un rico baño y obviamente lo hizo de forma sensual para antojarme de meterme ahi con ella... y créanme que estuve a punto de hacerlo.


Me senté en la sala a tomar una copa de vino y esperé a que regresara, le había dejado una salida de baño, pero ella optó por aparecer completamente desnuda y al acercarse a la silla se hizo en 4 patas y camino apoyando sus piernas en mi regazo mirando una pelota antiestrés que estaba en el mueble.


- ¿La cachorra quiere jugar?


- Guauu guau


Simulaba ladrar, meneaba su tarsero y daba vueltas. Le di gusto lanzando la pelota para que ella fuera a recogerla aprovechando para ver su delicioso trasero y sus senos menearse. La trajo infinidad de veces sin mostrar signos de cansancio.


Ya me estaba acalorando, le tire la pelota dentro de mi habitación y nunca más regreso. Cuando la fui a buscar, estaba sentada en medio de la cama con un lazo en la boca y sus dos manos con las muñecas hacia abajo.


- ¿Quieres salir de paseo?


Sacudió su cabeza enérgicamente lado a lado.


- Ahhh, ya entendí lo que quieres


Se agachó dejando la soga adelante y levantó una ceja sonriendo mientras llevaba sus manos hacia atrás. Me gusta a la idea, hacia rato no jugaba con ella y amarrarla es una de mis favoritas y según me daba cuenta, también a ella.


La acomodé boca abajo, sin taparle la boca porque me encanta escuchar sus quejidos y eso me ayuda a saber si me estoy pasando de brusca o si están quedando muy apretados los nudos. A la final quedo boca abajo, atada de manos a la espalda, sus tobillos junto con sus manos y las piernas bien abiertas. Tenía una vista perfecta de sus dos agujeros y me pensaba divertir de lo lindo con los dos.


- Te ves como un pavo listo para comer en la cena de acción de gracias


Saqué mi teléfono y le tomé un par de fotos, sin duda esos amarres quedaron como una obra de arte que merecía ser recordada para la posteridad.


- Si aún no han comprado el pavo, yo no tengo problema en servir de reemplazo


- Pero no sería una cena privada


- Entre más invitados, sobre todo invitadas --rio con picardía-- mejor


No somos americanos, pero uno termina adoptando algunas costumbres y como estabamos a unas semanas de ese evento, las imágenes que dé me vinieron a la mente me hicieron subir todos los calores.


- Algún día tendremos que hacerlo...


Caminé alrededor de la cama hablando sin mirarla, perdida en mis pensamientos


... va a ser una comida elegante, así con los mismos amarres en medio de la mesa con un gag improvisado en ma boca hecho con una manzana roja, rodeada de abundante comida y los comensales aprovechando para meterle los dedos disimuladamente cada que iban a llenar sus platos o copas


Caminé hasta el closet abri las puertas y elegí una fusta que me encanta con punta triangular de cuero y un flogger de mango negro y tiras color rojo que quema como si te alcanzara un rayo.


- ¿Y me va a castigar delante de todos?


- ¿Eso te gustaría?


- No, no me gustaría, es algo que ahora quiero y espero que hagas --hizo una pausa, tragando saliva-- mi ama


Me acomodé a los pies de la cama, le di un par de azotes en las plantas de los pies, ella se retorció meciéndose de lado a lado.


- Ay juepu.... --se mordió los labios-- sii ama más más


Le acaricie el cuerpo con las tiritas del flogger y cada vez que veía su piel erizarse por la excitación le soltaba un par de azotes en los muslos, dejando la figura triangular marcada.


Acaricié un rato más su cuerpo, cada que se estremecía la amenazaba levantando la mano, ella cerraba los ojos esperando a sentir el azote, se escuchaba el zumbido de la fusta en el aire y la detenía a escasos centímetros. Aún sin tocarla, ella soltaba ese rico gemido que hace.


- Ama, no me haga sufrir


- Ah ¿eso es sufrir?


Gire la muñeca con rapidez y el flogger alcanzó su sexo


- Ahh si ama, así por favor


- ¿Pero esto --azotándo su sexo de nuevo-- no es sufrir?


- No mi ama, eso es placer, me gusta que me tortures, que me azotes


Decidí esa noche ceder a sus peticiones y no me detuve de darle azotes hasta no ver centímetro de su piel de un color diferente. Se había venido tanto que hasta dejó húmedas mis sabanas.


- ¿Qué es esto?


Le metí los dedos y se los mostré frente a su cara mientras frotaba el índice y el anular con mi pulgar.


- ¡¿Qué es esto?! --le grité--


- Lo siento mi ama, es que...


- ¿Quién te dio permiso de venirte? !¿quién?!


- Nadie mi ama


Le di una cachetada que le hizo cerrar los ojos. Le gustó tanto que hasta se escuchó un peo vaginal al volverse a venir.


- ¿Acaso crees que es una broma?


- No mi ama, es que no lo puedo evitar


Tomé el arnés que estaba en mi mesa de noche y se lo mostré.


- Por desobediente me va tocar castigarte


Abrí el cajo y lo dejé caer adentro, ella sabe perfectamente que eso significa que no me la voy a comer.


- No mi ama, no me deje así por favor, necesito que me coma, que me folle, que me lo meta hasta el fondo, que me dé por el culo mientras me jala del cabello


Apretó sus ojos tratando de evitarlo, pero esas palabras lo único que causaron fue excitarla más y no pudo contenerse.


- ¡¿Otra vez?!


- Lo siento, los siento de verdad, es que como hace tanto que no nos veíamos estoy represada y se me salen solos


Solté el nudo principal, el que sostenía toda esa obra perfecta de ingeniería, sus dos piernas cayeron a la cama.


- Asi no son las cosas Alice


- Ama no, porfa se lo ruego


Tras soltar otro nudo una de sus manos quedó libre para que terminara ella misma de soltarse. Ni siquiera se quitó la soga de su mano, se tiró de rodillas al suelo, con sus manos suplicantes.


- Por favor, le prometo que hago lo que quiera, pero no me deje así porfa


- Ya te puedes vestir, es hora de irse


Para tratar de convencerme sacó el dildo del cajón, me lo puso en la mano y lo empezaba a chupar llenándolo de saliva.


Me cogió una mano para que la agarrara detrás de la cabeza y con la otra empujó la mano con la que sostenía el dildo para que la ahogara metiéndoselo hasta hacerla toser.


- Definitivamente eres una zorra


- Su zorra, mi ama


La agarré del pelo, empuñé el dildo y empecé a apuñalarle la boca con el hasta provocarle arcadas. Se lo saqué le escupí en la boca, volví a metérselo y no me detuve hasta ver lagrimas que rodaran desde sus ojos, pasé mi lengua por sus mejillas para sentir el sabor.


Le saqué el dildo y ella me miró con esa risita de placer que me derrite. Se mw ocurrió una deliciosa idea, una que me iba a permitir matar dos pájaros de un solo tiro, me la comía a besos mientras mi mente terminaba de dar forma a la idea de como castigarla y a la vez darle una sorpresa a Axel. Todo hizo match, me la comí apasionadamente a besos, cuando sentí que su cuerpo se rendía totalmente, le di la vuelta y una palmada empujando sus nalgas para que se fuera.


- Ama ¿en serio?


- Si, en serio, por necia


- ¿Me vas a dejar así?


- Si --me cruce de brazos tratando de verme seria, pero conteniendo la risa--


Caminó enojada marcando sus pasos haciendo berrinche, soltando la soga de su mano y dejándola tirada en el suelo de la sala.


Recogió su ropa, se la colocó a toda prisa y ni siquiera me volteo a ver. De verdad estaba enojada, trato de no decírselo, pero me encanta verla así, sobre todo cuando lo trata de disimular y no puede.


Abrió la puerta para irse y carraspee con fuerza.


- ¿No te vas a despedir?


- Lo siento ama --respondió con desgano--


Sin levantar su mirada y el ceño fruncido camino hacia mí, apoyo una de sus rodillas en el suelo y beso mi anillo de matrimonio.


- Que tenga feliz noche ama


Me apiadé un poco de ella, le levanté la cara del mentón.


- ¿Mañana descansas?


- Si, por eso vine, pensando que iba a dormir acá


- ¿Dormir?


- Bueno, no precisamente dormir --mala elección de palabras--


- Eso es tu inconsciente hablando. Creo que necesitas descansar, pero eso lo haces en tu casa, aca no.


- ¿Ama en serio? porfa, al menos déjame quedar en la habitación de invitados por si más tarde...


- Shhh --le cerré la boca-- ve y duerme bien, porque te necesito mañana muy temprano


- Claro que sí, con mucho gusto


Se le iluminaron los ojos de nuevo y sonrió, al pensar que como en otras ocasiones, la quería como desayuno de los dos antes de ir a trabajar.


- No, cachorra, de verdad estas castigada


- Agataaaaaa --hizo pucheros cual niña chiquita--


- 4:30 am te recojo en tu casa


- ¿4:30? --miró con desgano--


La idea de madrugar en su día de descanso no es que le gustara mucho. A mí la verdad tampoco, pero era la unica forma de que el castigo que tenía pensado para ella se hiciera realidad.


- Si no quieres pues...


- No no ama, a la hora que quiera


- Falda no muy corta, sin panties, medias veladas hasta los muslos. Ojo que no sean de malla no quiero que te veas como una puta, ligueros y camisa de botones ¿Ok?


- Si señora


- Ya te puedes ir


Volvió a tomar mi mano y esta ve en vez de besar el anillo, se metió el dedo y lo chupo tratando de sacarme la argolla de matrimonio con sus labios.


- Ni se te ocurra


Se rio, porque sabe que es algo sagrado para mí, solo lo hace para terminarme diciendo que ella tiene un anillo que me sirve en todos los dedos y preguntarme si lo quiero probar, pero esta noche no iba a caer en si jueguito.


Me dio un gran beso mientras le apretaba las nalgas, sonrió de forma picara y se fue.


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Mientras llegaba Axel de trabajar, preparé la cena y terminé de organizar los planes, los tiempos iban a estar apretados, pero no imposibles.


Cuando él llegó no le conté nada de lo que había pasado, necesitaba que no fuera a sospechar ni lo más mínimo.


Le pregunté qué tal había estado su día mientras le servía y él terminaba de responder los correos acumulados que no pudo atender por estar en reuniones.


Le dije que tenía una reunión muy temprano, así que me iba a acostar antes para poderme levantar. Le di el beso de las buenas noches, él me abrazo por la cintura y me agarró de las nalgas con claras intenciones de que lo esperara.


- Lo siento mi vida, de verdad me tengo que levantar temprano


- Esta bien corazón, que descanses


Él se quedó en la sala terminando de cenar y ver algunos capítulos de una serie re-nerd que solo ve cuando esta solo porque yo hasta me quedó dormida.


Cuando se acostó, trato de buscarme el lado y pese a que ansiaba demasiado tenerlo dentro de mí, con mucho esfuerzo me hice la dormida para que se levantara más caliente que de costumbre.


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Llegué a la casa de Alice, le timbré al teléfono, las luces de su habitación se apagaron y al rato salió por la puerta. Mientras se giraba para ponerle el seguro pude detallarme completamente su figura. Estaba impecable, muy bien arreglada y deliciosa, como toda una ejecutiva.


Se subió al carro y a las dos cuadras mientras esperaba que cambiara el semáforo le dije.


- Muéstrame que llevas debajo


- Nada mi ama, como lo pediste


Se veía deliciosa su entrepierna con ese encaje de las medias hasta sus muslos y esos ligueros. Me llené la mano de saliva y separándole las piernas con el dorso la metí entre su sexo hasta que cambio el semáforo.


- Me encanta el olor a sexo en las mañanas --sonreí mientras me chupaba los dedos-- más que el café


Continuamos unas cuadras más en silencio, solo mirándonos. Ella recostada contra la puerta viéndome concentrada en la via.


- ¿Puedo saber a dónde vamos?


- Al trabajo de Axel


- ¿A su trabajo? --dijo extrañada--


Nunca la habíamos querido llevar allá, para evitar mezclar las cosas serías de las divertidas, pero esta vez lo valía.


- Abre la gaveta --le ordene--


Hizo caso estirando su mano, encontró un lubricante, una joya con un corazón rojo y el lush que le compramos para jugar con ella.


- ¿Ya que estas planeando ama?


Me detuve por un momento, buscando donde estacionarme bien, mientras me giraba.


- Tu castigo


- ¿Castigo esto? ajam claro


Con mis manos le señale los juguetes, ella de inmediato se levantó la falda hasta la cintura, me paso el lubricante y primero extendió el plug para que lo llenara de lubricante.


Se sentó de rodillas con su trasero hacia mí, metiendo el plug por debajo de sus piernas, colocándolo en su tarsero.


- ¿Me harías el honor? --me dijo mirándome por el reflejo de la ventana--


- No, estoy manejando y no me puedo ensuciar


Empujó con su mano el plug, poco a poco, mientras miraba sus deliciosas caras reflejadas y sus inigualables gemidos cuando la estimulan por detrás.


- Ahhh ahh que ricooo ¿se me ve lindo?


Preguntó al terminarse de meter la joya, girando sobre su hombro. Yo estaba mordiéndome los labios y cruzando las piernas.


- Si, es hermoso


- La joya ama, no mi trasero


- Claro de eso estoy hablando


Nos soltamos a reír. Sacó un pañito de su bolso, limpió los excesos de lubricante y se volvió a sentar. Agarró el lush, estiro su mano para que también lo bañara en lubricante. No lo metió de una, jugo un rato con el frotándose el clitoris, separando sus labios, mirándome siempre a los ojos, abrió rápidamente su escote, sacó uno de sus senos y lo empezó a acariciar.


- Me excita que me veas tocarme


- No soy la unica que te puede ver, si seguimos acá


- La gente va tan enfocada en su vida ocupada que ni empelota del todo y las tetas pegadas de la ventana me verían


- ¿Quieres apostar?


Se terminó de meter el lush y llevó sus manos a terminar de abrir su camisa.


- Calma cachorra, esa apuesta la hacemos otor día, todavía nos falta un buen camino para llegar


Presionó el lush para dejarlo prendido y le pedí que lo volviera a apagar.


- No no, no lo enciendas, eso más tarde, necesito que esa batería aguante un buen tiempo


Ella se bajó la falda tirando con sus manos de cada lado y la aliso con la palma de sus manos, se cerró la camisa y la volvió a meter dentro de la falda. Se acomodó en su puesto y volvió a abrochar el cinturón de seguridad.


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A unos 10 minutos de camino a su oficina, nos detuvimos en la portería.


- Señora Agata buenos días ¿qué la trae tan temprano por acá?


- Hola Milton buenos días, vamos a ayudar a preparar la sala de reuniones para Axel él está terminando una presentación y viene ahora más tarde


- No tengo registro de visitas para hoy --dijo extrañado viendo el calendario en su pantalla--


- Si si, no es nada seguro, pero es mejor prevenir que lamentar


- Si señora, claro que si


Levantó la talanquera y nos cedió el paso.


- Gracias Milton, que tenga buen día


- Buen día señoritas


Giré a la derecha y aceleré un poco para llegar a la fila del fondo.


- ¿Señoritas? hummm --dije mientras miraba por el retrovisor para estacionarme-- de señorita ya no nos queda ni el pelo


Nos soltamos a reír a carcajadas y al quitarnos el cinturón no me aguanté las ganas de darle un beso y meter mi mano debajo de su falda.


- Estas perfecta cachorra


- ¿Perfecta para qué?


- Ni te imaginas


Me bajé del carro, le abrí la puerta y la ayudé a salir. Saqué un morral del baúl y entramos al edificio, subiendo por el ascensor hasta el piso 13.


- ¿13? --dijo ella con picardía--


- Aca las tengo


Yo me reí porque eso era justo lo que iba a hacer todo el día o bueno, al menos toda la mañana, pero con Axel.


La llevé camino entre los escritorios hasta una oficina que hay al final.


- Que lindos se ven en esta foto --tomando un porta retratos de su escritorio--


- Ni te imaginas quién la tomó


- ¿Quién? --me miró extrañada--


- Su ex-esposa


- La que se...


- Si, la que nos --hice una pausa incómoda para tratar de nos solo responder que se había muerto-- presentó


- La vida sí que es extraña


- Ni te imaginas Alice


Saqué del morral el Google Nest Hub que usamos en la cocina y lo acomodé en una mesa bajita que tiene a un costado para organizar papeles fijándome que apuntara a su escritorio. Ese aparatico es una maravilla y colocándolo ahí iba poder ver no solo la acción sino también todo lo que pasara en su oficina sin ser demasiado evidente que se trataba de una video llamada.


- ¿Y qué hacemos acá?


- Castigarte --respondí como si nada--


- La idea es verlo trabajando todo el día sin que me lo pueda comer y vos me torturas con el lush ¿o algo así?


- ¿Desayunaste?


- No mi ama, usted sabe que a esta hora no me entra nada


- ¿Nada? ¿Nada? --levanté mi ceja--


- Depende ¿de qué estanos hablando?


Nos miramos y una vez más nos soltamos a reír pensando en cuál de las dos había tenido una idea más retorcida que la otra.


- En serio Agata ¿qué hacemos acá?


- Darle una pequeña sorpresa a mi esposo


Me acerqué a su oído y aunque nadie nos iba a escuchar, le dije en secreto lo que había planeado y a ella le encantó.


- ¿Y eso es un castigo?


- Si claro, no creas que no


Saqué una soga del morral, me le acerqué pasando la soga por su cuello y la arrinconé contra el escritorio robándole un beso mirando por encima de su hombro que nadie fuera a llegar y nos viera.


Le empecé a abrir los botones de la camisa y la piel de sus pechos se erizó llevando casi como una reacción en cadena a endurecer sus pezones. La giré contra el escritorio, dándome la espalda la tomé de la cintura y simulé penetrarla por detrás viendo el reflejo de sus pechos tambalearse en el cristal.


- Ay ama, que rico


- ¿Será que alcanzamos a un rapidito? --le dije mordiendo su lóbulo--


- ¿Rapidito? ¿Más?


- ¿Cómo así? ¿Ya? ¿Tan rápido?


- Ay ama, es que de verdad me tienen abandonada y solo es que me toques y me dejas mal


- ¿Osea que estas muy acumuladita?


- Acumulada es poquito


Le bajé la camisa de los hombros sin sacarla de sus brazos, eso la iba a hacer tener la espalda recta en todo momento. Junté sus antebrazos por atrás y los amarré con la soga con rapidez. La pasé por delante de su cuello y amarre cada extremo a sus muñecas.


Le metí la mano por debajo y encendí el lush, esa vibración inicial la hizo gemir con fuerza y tirar su cara hacia atrás.


- Shhhh de ahora en adelante nada sonidos, ni gemidos ni nada ¡¿me entendiste?!


- Si ama, si --dijo con respiración agitada--


Le di la vuelta y ya se notaba que la adrenalina corría por su cuerpo, su pecho se inflaba de forma intermitente, sus ojos estaban dilatados y no se podía borrar esa risita maldadosa de la cara.


Del morral saqué unas rodilleras que uso para jardinería o "trabajos" pesados en la casa y se las acomodé tan cómodo como pude.


- Agata se me va a salir el corazón


Coloqué la palma de mi mano aprovechando para agarrar su seno y dejar que su pezón entre los dedos.


- Alice en serio ¿nada de hacer ruidos?


- No creo que sea capaz, pero lo voy a intentar


La tomé de la mano e invité a hacerse rodillas frente a mí, con mucho cuidado empujándola de las caderas la ayudé a meterse debajo del escritorio y no me aguante sin tomarle unas cuantas fotos. Que rico era verle esa carita de asustada y los senos así fuera de la camisa, como si hubiera estallado.


Escuche el sonido de la puerta principal abrirse. Me levanté como un rayo y disimulé arreglando unos papeles. Se trataba de la recepcionista que sin falta es la primera en llegar.


- Silencio total Agata --dije tratando de no mover los labios--


Ella al verme, dejo sus cosas en el puesto y camino directo hacia a la oficina.


- Señora Agata, buenos días, tiempo si ne verla por acá


- Buenos día, Maryanne, si tanto tiempo


- Milton me dijo que vamos a tener reunion hoy ¿Necesita que le ayude con algo?


Dijo mientras daba unos pasos al interior de la oficina


- ¡No! --dije un poco asistida--. No tranquila --volví a responderle un poco más calmada-- no es nada seguro, solo voy dejarle listos estos papeles a mi esposo por si vienen y ya él se encarga del resto


- Buenos señora, cualquier cosa que necesites ya sabe dónde estoy


- Claro que sí, muchas gracias


Apenas ella se dio la vuelta, respiré aliviada y me senté en la silla, para poder tomar aire y que el ritmo cardíaco se regulara a un punto decente.


- Necesito que respondas muy muy pacito lo que te voy a decir


- Ajam


- Pase lo que pase, no puedes salir de ahí hasta la hora de almuerzo cuando yo te lo diga


- ¿Hasta medio día? --respondió con volumen normal--


- Shhhh, pacito. Si hasta medio día, acaso no sabes que significa castigo


- Ama, no creo que aguante


- Pues te toca porque ya no hay forma de sacarte de ahí


- Esta bien


- Ya sabes, cero pollito rayado de sonidos, sobre todo si alguien entra a esta oficina


- Si señora


- Ya me tengo que ir, que disfrutes tu desayuno


Me levanté del escrito y le di una revisada desde la puerta, sobre todo asegurarme de que no se notara demasiado que alguien estaba ahí. Me tuve que agachar demasiado para poder ver debajo del faldón de su escritorio para poder medio notar que algo. Igual no la iban a ver, pero por si las moscas, corrí un poco las sillas para cubrir el pequeño punto descubierto.


Cerré la puerta y le di instrucciones a Maryanne que no dejara entrar a nadie a su oficina hasta que llegara, porque los documentos que había dejado sobre su puesto eran confidenciales.


- Claro que sí, que tenga buen día doña Agata


- Maryanne ¿qué te he dicho? ¿doña?


- Si si que pena se me olvida. Feliz día Agata


- Feliz día Maryanne


---


Cuando llegué al parqueadero me conecté al Nest en modo seguridad, así podia ver por la cámara mientras que en la pantalla solo se mostraba el estado del tiempo.


Que deliciosa se veía esa mamacita ahí con sus manos atrás, su pecho abierto y su mirada paranoica como si en cualquier momento alguien fuera a entrar y verla así.


Le marqué a Axel desde el teléfono del carro y él contestó en altavoz desde el suyo.


- Hola amor mío, buenos días


- Buenos días, papacito rico ¿cómo amaneciste?


- Bien, pero me hiciste mucha falta esta mañana


- ¿Me extrañaste de verdad? ¿O lo que te hizo falta fue el mañanero?


- Las dos cosas mamacita, anoche ni me paraste bolas


- Estaba muerta mi vida, pero sabes que hoy te voy a recompensar


- Que rico, pa donde vamos ¿de cacería?


- Tal vez, aunque tengo una mejor idea


- Ah si ¿cuál?


- Te falta mucho para llegar al trabajo


- Unos 10 minutos


- Me llamas cuando llegues, bye


Le colgué sin siquiera dejarlo despedir, esa intriga lo mata. En menos de 5 minutos ya estaba pasando por la portería, afortunadamente con el cambio de turno Milton no se iba a poner de chismoso a contarle que yo estaba allá.


A lo lejos vi como estacionó su carro en el lugar de siempre, se bajó colocándosela chaqueta del traje, los AirPods en cada oído y me llamó.


- ¿Cuál es esa mejor idea?


- Se me antoja que te den una buena mamada mientras yo veo

¿te gustaría?


Vi como seguía caminando al interior del edificio y saludaba varias personas con un gesto.


- Interesante


- Me encanta ver como te la chupan


- ¿La madrugada te puso mal?


Tratando de decirme algo que pudiera entender sin que los demás que estaban esperando el ascensor sospecharan.


- Ni te imaginas, tengo una mano en un lugar muy mojadito


Respondí con voz coqueta mientras acariciaba mi sexo por encima de la ropa.


- Dame un momento --carraspeo-- por si se corta la llamada que estoy en el ascensor


Me quedé unos segundos en silencio. Hasta que al fin regreso su voz.


- Parce, como me vas a decir eso en este momento


- Yo que culpa, me acordé de lo duro que lo tenías anoche cuando me lo restregaste en las nalgas y me caliente un poquito


- ¿Osea que si estabas despierta?


- Si, pero te necesitaba hoy bien cargadito


- No jodas Agata ¿cargadito pa' que?


- De acá en adelante necesito que me hagas caso con todo lo que te diga ¿ok?


- No amor, hoy no estoy de ánimo para hacerme una paja con una llamada en el baño


- ¿Quién dijo que quiero una paja? No no no, te tengo algo mejor


- Ah si... a ver


- ¿Me vas a hacer caso?


Buenos días Maryanne se escuchó mientras tapaba el micrófono de sus oídos para saludar.


- Buenos días, señor Axel, su esposa...


- Estoy hablando con ella, gracias. Buen día Maryanne.


Se escuchaba como daba los buenos días a las personas que encontraba en su camino.


- Primero que todo solo me prestas atención a mi ¿ok?


- ¿Agata no puedo ni saludar?


- Pues hazlo con la mano, así como los que saludaste afuera


- ¿Afuera? ¿Vos estás acá?


- Calladito se ve más lindo, caminando y siguiendo mis instrucciones


- Ok, como mande capitán


- Cuando llegues a tu oficina, vas a cerrar la puerta para que nadie entre, te vas a sentar sin mirar debajo de tu escritorio y...


- ¿Sin mirar...?


- Silencio, solo haces exactamente lo que te diga y punto ¿entendido?


- Entendido


Te vas a sentar sin mirar debajo de tu escritorio, te lo vas a sacar y te vas a tocar hasta tenerlo bien paradito


- Estas loca esa oficina de la mitad para arriba es de vidrio y la puerta tam...


- No sé cómo vas a disimular, pero lo vas a hacer y punto


- Agata estas loca


Entro a au oficina y pude ver por la camara del Nest como cerró la puerta con seguro, se quitó el saco y lo colgó el perchero. Disimuladamente trato de dar un vistazo debajo de la mesa.


- Te dije que sin mirar


- ¿Pero qué demonios? ¿Estás acá?


- No, pero te estoy viendo


- ¿Cómo?


- Lleve el Nest a tu oficina ¿Ya lo viste?


- Eres una pervertida ¿en serio? ¿me quieres ver haciendo una paja acá?


- Algo así, siéntate, NO mires abajo y disimula como si estuvieras leyendo los papeles que te deje


- Esta bien


Corrió la silla se sentó y al tratar de meterla sus rodillas chocaron contra el cuerpo de Alice. Su reacción automática fue agacharse a mirar.


- ¡Que No! --le grite--


Él aun sin entender nada. Se acomodó de nuevo abriendo sus piernas para poderse sentar y correr la silla hacia adelante. Agarró lo papeles y empezó a pasar las hojas frunciendo el ceño como si se tratara de algo importante.


- ¿Estás debajo de mi escritorio?


- Seras pendejo Axel, ¿si estuviera debajo de tu escritorio no me escucharías?


- Entonces ¿quién demonios está ahí debajo?


- Eso no importa, solo es un regalito que te preparé


- Ágata, si alguien me ve, me meto en problemas


Active el lush desde mi teléfono y se tardó unos instantes en llegar la señal por internet. Se le escapó un gemido que hasta yo pude escuchar.


- Dile que no haga ruido


- ¿Que?


- Dile... que... no... haga... ruido --haciendo una pausa entre palabras para dar énfasis--


- ¿A quién demonios le digo eso?


Respiré con fuerza a través de la bocina porque ya me estaba desesperando que preguntara tanto en vez de dejarse llevar.


- No importa Axel ¡NO IMPORTA! lo único que te importa saber es que tiene un lush por delante que estoy controlando, una joya atrás y las manos amarradas, así que si no buscas algo rápido para taparle la boca, todos van a escuchar ¿capiche?


- ¡Agata no!


Encendí de nuevo el Lush llevándolo hasta arriba si dejarlo caer y aunque Alice trataba de apretar sus labios dentro de la boca, igual se podia escuchar como gemía desde el interior. Lo apagué y le di un respiro.


- Axel, me estas desesperando, necesito ver como te abres el pantalón, te lo sacas y se lo metes a la boca


- Agata estoy en MI oficina


- Precisamente, por eso se llama sorpresa


- Solo hay una persona que se puede prestar para hacer esto


Se abrió el pantalón y lo bajó un poco, su miembro ya estaba presto a la acción.


- ¿Quién?


- ¿Cachorra sos vos? --pregunto tratando de esconder las palabras entre sus labios--


- No te va a responder


Encendí de nuevo el lush y al primer aviso de un gemido. Metió una mano debajo de su escritorio tomando su cabeza desde atrás para meterle su miembro.


- Oh rayos... maldita sea


Apretó los puños y se colocó las hojas frente a la cara para que no fueran a ver su cara de placer.


- Si es Alice, esta me las va a pagar


Ella se lo chupa de una forma muy particular y después de que lo tuviera en su boca iba a ser imposible decirle que no.


- Pobre cachorra, ni siquiera a desayunado --me reí--


- Ágata ¡estas loca!


- Si, loca por ti, eso sin duda


Subió ambas manos para sostener los papeles y tratar de disimular su cara de placer frunciendo el ceño, mientras que yo veía un poco la sombra de Alice chupando de arriba abajo su miembro.


- Relájate, disfruta tu regalo


Él se corrió un poco más adelante, a ratos bajaba su mano y la empujaba detrás de su cabeza para metérselo más adentro y yo aprovechaba para subirle la potencia al máximo al lush.


- Pobre, en serio, no ha probado bocado, deberías alimentarla con un buen desayuno lleno de proteína


Ya me estaba metiendo la mano por dentro del jean, frotando el clitoris en círculos y esperando que nadie más se fuera a estacionar cerca.


- ¿Qué hace ella acá?


- Esta castigada


- ¿A si? ¿qué hizo?


- Venirse sin mi permiso


- ¿Y quieres que yo me venga en su boca como castigo?


- No, su castigo va ser quedarse toda la mañana debajo de tu puesto y cada que vos queras la podés poner a mamar o si usar sus senos para apretarlos, dicen que es un tratamiento antiestrés muy efectivo


- Lo leíste en un artículo científico, me imagino


- Claro, toca ponerlo a prueba


Ella encantada se lo chupaba atragantándose con su miembro y la saliva corría cayendo en sus senos.


- ¿Entonces se portó muy mal?


- Si, mucho


- Me va tocar castigarla también


- Si, que sufra


Le metió un pie entre las piernas y con la punta de su zapato empezó a empujar la joya en su trasero.


El motor del lush pese a que es discreto a máxima potencia se escucha un poco. Asi que le di motivos para taparle bien tapadita la boca mientras jugaba a altos niveles.


- No veo


Se corrió un poco hacia un lado para que yo pudiera ver bien, la tenía con los ojos llenos de lágrimas y el miembro del todo casi en su boca, justo como a ella le gusta.


Una de sus compañeras paso a saludar, pero al verlo tan "ocupado" afortunadamente paso de largo.


- No sea malo, dáselo ya


Cada vez se llenaba más la oficina y entre más se demorará más riesgo iba a correr. Empujó sus nalgas hacia arriba y la cabeza de Alice golpeaba contra el escritorio que hacía al muy maldadoso reír. Se lo metía con más y más fuerza hasta que se lo tragó del todo y por la risita y los movimientos de la garganta de Alice pude notar que le había regalado una abundante y tibia ración de placer.


- Asi me gusta, papacito, me encanta ver como se lo tragan


- Agata, esto no se queda así, me las vas a pagar


- ¿También me vas a castigar?


- Si, definitivamente te la ganaste


Ella se termi6no de tragar todo el semen y asegurarse de dejar su miembro bien limpió. Le apagué el lush y la deje en paz unos segundos.


- Me avisas cuando tengas ganas de repetir y te llamo


- ¿Repetir?


- Si claro, hasta medio día es toda tuya, disfrútala


- Agata, no...


Le colgué la llamada y volteo a mirar al Nest renegando por no dejarlo terminar y hasta me enseñó el dedo del medio.


Arranqué para mi trabajo muerta de la risa, antes de que se me hiciera más tarde.


---


Toda la mañana estuvo saliendo y entrando de su oficina, por lo general la deja abierta pero hoy cada que le tocaba salir se aseguraba de que quedara bien cerrada, hasta lepidió al personal de aseo que regresara mejor en la tarde porque estaba ocupado.


Cada que se sentaba en la silla, ella lo buscaba besándolo por encima del pantalón, pero él le apretaba la cabeza entre las piernas para que no lo pudiera hacer.


- Cachorra, si fuera un premio me lo podrías chupar cuando quisieras, pero Agata me dijo que era un castigo así que lo haremos cuando a mí se me dé la gana


- Amo --le suplico casi en secreto-- déjeme


- Voy para una reunión, tal vez ahora


Se levantó y la dejo a ella ahi debajo por casi dos horas. Ella no se hallaba, se le notaba la cara de aburrición y cansancio.


Sus piernas estaban adoloridas, le tocó sentarse en el suelo y estirarlas perdiendo el cuidado porque alguien más la viera, pero ya no aguantaba más.


De vez en cuando le daba un toque al lush para que supiera que yo seguía ahí. Su carita se emocionaba pensando que al menos íbamos a jugar unos minutos, pero después se llenaba de rabia cuando veía que no continuaba.


La verdad si lo quería hacer, pero me tocaba reservar la batería para otro momento más importante.


---


Al rato Axel llegó, se colocó los AirPods, cerró la puerta y me marcó al teléfono.


- Agata ¿acaso también planeaste como es que va salir Alice sin que nadie la vea?


- Si, los reúnes a todos y les das un anuncio muy importante


- ¿Cuál anuncio?


- Yo que se, te toca inventar uno


- ¡Me dan ganas de estrangularte!


- Uff que rico, yo me dejo, me lo metes bien duro y me ahorcas


- jajajja estas loca


Se reclinó en su silla y se empezó a quitar disimuladamente el cinturón y abrirse el pantalón. Ella de inmediato recuperó su posición de rodillas para quedar atenta.


- ¿Sera que ya es buen momento de darle su segunda dosis?


- Me parece, sino nos demanda por inanición con la sociedad protectora de animales


- jajajaja pobre cachorra


- Amor, pero dame un momento me voy pal baño para poder verlos tranquila y hacerme una pajita


- No, ni lo creas, no te mueves de ese puesto


- Axel, me pueden ver de atrás, yo no tengo oficina privada como vos


- No es mi problema, mira a ver como haces, si yo puedo vos también


Levantó de nuevo los documentos para disimular que estaba ocupado. Se bajo un poco los pantalones y saco su miembro, le golpeo los senos con el y froto el glande contra sus pezones.


Desde mi teléfono active una rutina automática para el lush porque iba tener que estar más pendiente de mi entorno para poderlos en esa pequeña pantalla.


Ella trataba de metérselo a la boca y él se lo corría de un lado a otro para hacerla sufrir.


- Si, eso se merece mi vida


La estuvo molestando por un momento, hasta que la rutina del lush aumento y no pudo aguantarse los gemidos de una la agarro de atrás de la cabeza y se lo metió en la boca.


- Esta HP toda la vida va ser como un ternero


- Si, creo que le gusta más tragar leche que a vos


En ese momento la misma mujer que paso en la mañana, volvió a aparecer afuera de su oficina. Llamo su atención agitando una mano para pedirle entrar.


Axel se asustó un poco cuando giro el pestillo y abrió un poco la puerta. Él junto su cuerpo a la mesa tanto como pudo y trato de apretarle la cabeza entre las piernas a Alice para que se detuviera, pero ella ni se dio por enterada. Yo me estaba partiendo de la risa.


- Estoy en una llamada --le dijo en voz alta--


Le hizo la seña en su oreja estirando su dedo meñique y pulgar colocándolo sobre su oreja.


La mujer le hizo señas de que no se demoraba, empujo la puerta para entrar en punta pie como para que nadie la escuchara.


- Dame un momento... --tapo los micrófonos con sus manos--


- Emma estoy en una llamada privada, te atiendo en 20 minutos


- Ah sorry, claro. Yo espero


Cerró la puerta y le dio la espalda como para darle privacidad de terminar la llamada.


- ¿Quién es?


- Emma la líder del otro equipo


- ¿Emma? ¿La Emma que me dijiste? ¿la que te mantiene coqueteando?


- Si esa misma


- Dile que entré


- No, estas loca


- Dile que entre y se siente, quiero verla de cerca, se ve interesante


- No ni loco


- Si la dejas entrar, me puedes pedir lo que sea


- ¿Lo que sea?


- Segura


- Si lo que sea


- Quiero que hagas show en vivo con Alice en internet


Me quedé un momento en silencio porque es algo que no es que me llamé demasiado la atención, un tatoo mal cubierto y terminas siendo el tema de conversación de toda la oficina y hasta de la familia.


- ¿Con máscaras?


- Ok, con mascaras


- Esta bien, pero quiero que le des cuerda


- ¿En serio?


- Si, quiero ver de una vez esa mosquita muerta en acción


- Ok, pero bájale al lush para aue no se oiga


- Si si claro


No lo iba a hacer, que el azar hiciera lo suyo. Él acomodó la silla, se arregló la corbata, empujó su cuerpo hacia adelante y se aseguró de que Alice no hiciera demasiado ruido, dejando que se metiera a la boca solo lo justo sin atragantarse demasiado.


- Si, si señora, tranquila que yo le devuelvo la llamada


- No me vayas a colgar o no hay trato


- Si señora, claro que sí, hablamos en un momento que tenga buen día


La mujer se dio la vuelta y le levantó las cejas esperando que le diera permiso para entrar.


Se organizó el cabello y se le notó demasiado que hasta se fijó en el reflejo de la puerta si estaba bien arreglada.


- Pasa por favor --la invitó a sentarse con una seña-- que pena hacerte esperar


Mientras la hacía sentar se hizo el que estaba escribiendo unas correcciones al documento, se quitó uno de los AirPods del oído y lo dejo sobre el escritorio para que yo pudiera escuchar mejor.


- Axel, me encantó esa reunión, quedaron súper motivados los del equipo de mercadeo


- Esa es la idea, si este contrato sale vamos a necesitar muy buenas ideas


- Deberia6mos ir a almorzar para celebrar ¿no te parece?


Ahhh que tal la maldita zorra, de verdad que si es tal y como me dijo que era.


Alice también acababa de notar lo mismo que yo. Miro al Nest me pico el ojo y empezó a pasar su lengua alrededor de su glande moviéndola con rapidez la punta justo en su frenillo.


- No creo, Emma esa reunión me atraso todo el tra...trabajo


Apoyó las manos en la mesa para tratar de disimular su excitación.


- Entonces nos podemos ir a comer por la noche --inclinándose hacia adelante para mostrarle su escote--


¿Nos podemos ir a comer? Definitivamente se lo está pidiendo y de frente.


- Decile que si --le dije al oído--


- ¡¿QUE?!


- Que si salimos vos y yo a la noche a celebrar --Emma le repitió--


- Que le digas que si --le dije--


- No creo que sea buena idea


El pobre Axel trataba de buscar palabras para respondernos a ambas al tiempo y yo me partía de la risa por su encrucijada.


- ¿Vos porque sos tan rogado? --dijo ella con voz coqueta--


- Decile que si de una vez --insistí-- Ya me antojé de que te robes esa zorra y ver cómo te la comes


- Emma, te agradezco, pero...


Respiro profundo y apretó los papeles al sentir como Alice se lo metió hasta el fondo y saco la lengua para chuparle las bolas al tiempo.


- ...pero vos sabes que yo soy casado, señalándole una de nuestras fotos


- ¿Y son de esas parejas chapadas a la antigua? porque yo no soy celosa


- Axel roncón. Esta HP te quiere comer como sea, proponele un trio entonces --le susurré--


Se le pudo ver en la cara la sorpresa de mi propuesta y el pedazo de lento de mi esposo ni siquiera se daba cuenta que ella prácticamente le estaba diciendo que se le media a lo que fuera.


- Si quieres hablo con mi esposa y te invitamos a comer a ver qué pasa


- Perfecto, me encantaría conocerla


Se inclinó por encima del escritorio apoyando sus manos para que sus senos se pudieran ver entre su escote y le levantó una de sus cejas riendo con picardía.


- ¿A qué horas?


- Mañana a las 9 --respondí de inmediato--


- A las Nueve ¿está bien?


Axel respondió en automático embobado por sus juegos, sus labios gruesos y húmedos imaginando ponerla a hacer lo mismo que Alice.


- ¡Mañana! --le grité--


- Mañana, mañana a las nueve --repitió con esfuerzo--


- Perfecto...


Se acercó a despedirse con un beso en la mejilla, pero con descaro aprovecho para susquinear sus labios y pasar la punta de su lengua por la comisura.


- ...yo llevo el vino


Se levantó con una risa triunfal. Al fin había logrado lo que hace meses quería. Definitivamente Axel a veces se pasa de cuadriculado.


- ¿Por favor cierras la puerta al salir?


- Claro que sí, necesitas privacidad para "terminar" ese contrato --dijo con una risita burlona mirando debajo del escritorio-- me saludas a tu "esposa"


No sabíamos si ese mensaje lo estaba diciendo de forma irónica o porque ya sabía todo lo que estaba pasando debajo de ese escritorio.


- Ay mi vida ¿quién te manda a estar tan rico? --le dije entre risas--


- No sé ni porqué te hago caso, sabes que no me gusta meterme con gente del trabajo


- Porque no me podes negar que te la quieres comer y cuando salió de la oficina vi exactamente por donde le quieres dar


- ¿Ah si? ¿por dónde?


Cambié la rutina del Lush por una mucho más movida y Alice encantada se lo empezó a chupa con más fuerza.


- Si quiere yo le abro las nalgas, le escupo el culo y vos se lo metes bien rico hasta que grite


- Uff Ágata, me van a pillar si seguís diciendo eso


Se tapó la cara metiendo su cabeza detrás de los documentos, apoyando la frente contra el escritorio.


- ¿Apuesto a que ya te hiciste una paja pensando en ese culo?


- No, eso no, pero no te niego que, si he pensado en ponerla en cuatro en la sala de juntas, chuparle el culo y meterle la lengua


Como sería demasiado evidente si me acariciaba con la mano, estaba tan excitada que terminé frotando la entrepierna contra la pata de mi escritorio.


- Que rico, mañana la montamos en el comedor y me dejas ver cómo le chupas el culo


- Que no sea solo yo


- Claro que no, esta lengüita también quiere compartir ese camino


Se volvio6 a esconder entre las hojas y golpeo su frente un par de veces contra la mesa.


- Ay amor, me voy a venir


- Que rico, imagínate que se lo hechas en ese culito mientras le jalas el pelo y le das unas buenas nalgadas


Se levantó, tratando de guardar la compostura, pero no aguanto ni un segundo más se volvió a esconder sobre las hojas, cogió detrás de la cabeza a Alice y empezó a venirse entregándole varias ráfagas en la boca que ella trago con gusto y aunque un poco se le escapó diligentemente se encargó de dejarlo bien limpio al terminar.


Yo también tuve un orgasmo y ni siquiera sabía si se me iba a notar, así que iba a ser una buena idea quedarme sentada en mi puesto con las piernas bien cruzadas hasta que pudiera ir al baño sin moros en la costa a secarme.


- ¿Te gustó la sorpresa?


- Par de necias


- Yo sabía que sí


- Ahora me toca ver que se me ocurre para sacarla


- ¿Vas a venir por ella?


- No dale plata para el taxi y que nos espere en ma casa


Abrió su billetera, sacó unos cuantos billetes y los dejo caer al suelo.


- Me parece bien, así aprovecho y se las cobro a las dos de una vez


- Te toca guardar fuerzas para mañana


- Eso no es problema, yo me recupero rápido


---


Axel se arregló la ropa, le soltó los nudos de las muñecas a Alice. Mientras ella se quitaba el resto de la soga de ajo del puesto, él decidió invitar a todos a salir a comer un helado en el McDonalds que queda a la vuelta de su trabajo.


Se apuró a levantarse porque ya no aguantaba más el calambre en las piernas, se quedó mirando hacia la pared para poderse guardar los senos dentro de la camisa, sus muslos estaban empapados, se secó con unos Klinex y se quitó las medias porque caminar por ahi con ellas todas mojadas iba a ser muy evidente.


Cuando Alice se levantó tenía todos los muslos mojados de tanto venirse saco unos Klinex de su bolso y se secó tan rápido como pudo, caminar por ahí asi iba a ser muy evidente.


Ya se estaba demorando demasiado y tuve que llamarla al teléfono para que saliera se ahi de una vez.


- Si, si ama ya voy, ya voy


Salió caminando al corredor sin siquiera fijarse si había alguien más por ahí, no había tiempo de ser cautelosos.


Presionó el botón del ascensor y cuando se abrieron las puertas se encontró a Emma de frente que había llegado de almorzar con sus otras compañeras.


Alice la había reconocido por el tono de voz. Se quedó paralizada sin saber que hacer o decir lo primero que le escupió su cerebro como excusa fue un


- Piso equivocado --una risa tímida--


Emma la miró de forma inquisitiva a los ojos y después a la boca al notar que no llevaba labial. Alice por instinto se limpió los labios pensando que le había quedado un poco de semen.


Emma levantó una ceja y se rio sosteniendo la puerta para que no se cerrara.


- ¿Cual piso buscaba?


- El doce --contesto de prisa por los nervios--


A ella le encanta jugar con eso dos números y se le escapó una risita al no poderle responder como costumbra. Emma que tenía una mente igual o peor de afilada, le sonrió y levantando una ceja le dijo.


- Queda justo acá abajo


- Muchas gracias


Las puertas se cerraron y a Alice se le subieron todos los colores a la cara. Mientras llegaba al primer piso logro recomponerse y justo mientras ella salía regresaba Thom con el resto de los empleados. Pasaron de largo como si nada.


---


Emma, no era para nada estúpida, se moría de ganas de contrale a todas que la cosita rica, sexy y deliciosa de la oficina al fin le había parado bolas, pero le tocaba quedarse cayada porque sus compañeras también conocían a su esposo y nunca se sabe cuál podía abrir la boca.


Toda la tarde no dejaba de pensar en ese suceso del ascensor. Esa imagen de tener una mujer que no era su esposa mamándoselo en secreto mientras coqueteaba con ella y se dejaba robar un besito inocente la hizo enloquecer.


Una visita rápida al baño, la hizo masturbarse al pensar las locuras que haría con ella. Cerro los ojos y mientras se venía y se tapaba la boca pensaba entre risas: «malditos Leo y su fuego, no lo puedo resistir»


Si que tenía razón, son puro fuego... pero lo que no sabía es yo soy la que elijo que tanto fuego meterle a lo que nos vamos a comer.


Nos vemos mañana querida Emma, ya veremos que tan aburrido es tu matrimonio y que tanto quieres divertirte.


---


Inspirado: Alice

Escrito: Ágata

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