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Hace unos 9 años, estaba apenas en mis primeras aventuras buscando quién me llenará el culito con una verga, antes de esa fecha yo era el que les daba jejejeje. Un día yo creo que era un sábado, amanecí con muchas ganas de que me comieran. Lo único que entraba en mi culito virgen eran mis dedos o un pequeño consolador que tenía escondido, aunque siempre dolía un montón. Ese día estaba preparado, no dormí esa noche ya que había planeado con anterioridad la faena, había comprado un liguero, brasier, una tanguita que dejaba mi cuquita sissy al aire, un vestido largo, peluca y tacones. Por cierto me había hecho una buena rasurada, siempre me ha gustado una línea delgadita. Estaba lista para entregar el culito con todos los juguetes.
Busque en internet unos días antes una chica trans (no me gustan los hombres, solo las trans), hasta que di con una que vivía cerca también, se llama Yuvanna, hablamos unos días y me dio mucha confianza, al punto que para mí hoy es una figura que sigo y me encantaría ser como ella. Bueno, ese día me levanté temprano habíamos quedado ir a un motel que no idea que existía yo iba a llegar antes porque me iba a vestir como una zorra para ella. Así que como siempre y con los nervios que dan, entre al motel pedí una habitación y me vestí. Estaba tan arrecha que a veces dejaba la puerta entre abierta como esperando que alguien me viera y me culiara jejejeje, pero la esperaba a ella.
Estaba desesperado, hasta que la escuché en la recepción. Yo me metí en el baño para que no me viera y se alistara, los 5 minutos más eternos, ella estaba deliciosa, con una ropa negra y había sacado un dildo. Yo salí del baño desfilando para que me viera, era la primera vez que nos veíamos y todo fluyó con tanta química que era como un sueño. Fue cariñosa, fue dura, su verga estaba blanquita como me la imaginaba, sabía delicioso, chupe esa cabeza con dedicación, me puse en 4 y ella intentaba meter el dildo pero realmente no entraba, decidió meter el de ella. Entro solo la punta, yo me quejaba, ella con ternura me decía que tranquila, que me relajara y disfrutará. Así que me relaje y ella empezó a clavarme suave, sentía como entraba y salía, con ganas, me puso en todas las posiciones, yo estaba ya llegando porque me tenía a full. Pero me detuve y le dije que quería sentir ese semen en mi cuerpo, me puse de rodillas y se lo chupe hasta que un mar de semen se esparció por toda mi cara y pecho. De mi verga salían góticas anunciando también una llegada inminente, ella me la chupo y me succionaba de tal forma que ni una gota dejó en mi. Nos acostamos y hablamos de todo, nos hicimos amigas, no hubo repitis pues mi culito no aguantaba, estaba rojo y brotado. La salida de ahí fue deliciosa sentía con cada paso cómo mi ano brotaba en el dolor de la penetración.
Ella es la mejor de las mejores.