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¡Cumpleaños feliz!

Cumplo años en el peor mes del año, justo el día que escribo este relato estoy de cumpleaños, sin mucho dinero, con muchos gastos y muchas deudas, no solo es el guayabo de año nuevo, es toda la resaca económica que deja diciembre, ni tus familiares, amigos, amigovias o pareja tienen el dinero suficiente para hacerte una fiestas donde puedas celebrar el día más importante del año.

Hace un par de años por esta misma fecha estaba en mi casa, pasando guayabo, sin novia y solo en mi casa, con muy pocos mensajes de feliz cumpleaños y solo con algunos restos de dinero, no recuerdo exactamente que día cayo dos de enero, pero se que como todos los dos primeros días de enero, eran días cansinos, lentos, calurosos, silenciosos y rutinarios, eran casi las cinco de la tarde y las posibilidades de celebración sorpresa eran nulas, fue por eso que me levante, abrí mi billetera, revise mi efectivo, luego mi cuenta, hice cálculos y dije “me voy de putas”.

Ese día era difícil acordar algo por Internet con alguna chica que estuviera dispuesta a un encuentro real y casual para satisfacer sexualmente a un desconocido a cambio de algunos pesos, además la búsqueda siempre era larga y ardua por algún sitio de chat, sumándole a eso que eran casi las 17 horas del día y personalmente no me gustan los encuentros casuales después de esa hora, por seguridad. Las páginas de prepagos son una alternativa pero no me causan tanta adrenalina como con las nenitas convencidas a través de chat o como ir a una sala de masajistas y ver el delicioso desfile de puticas y tener así un ramillete de flores para seleccionar, fue por eso que decidí ir a una salita de esas, el presupuesto solo era suficiente para una sala de esas del centro.

En Medellín estas salas en el centro pululan, se mantienen en el mismo lugar pero cambian mucho de nombre, por eso no recuerdo el nombre, solo se que fui a una qué quedaba en la calle Perú, entre las carreras Girardot con el Palo. Ya había asistido allí en varias ocasiones con una satisfacción del 80% solo tuve una mala experiencia, la cual ha sido la peor de todas las que he tenido en alguno de estos sitios, pero no voy a hablar de eso.

Llegue al sitio, abrió un tipo, no me gusta eso, el mismo que abrió me dijo precios, tiempos, servicios y condiciones, le dije que ok, que me presentará las chicas disponibles, eran pocas, por la hora, el día y la ocupación, realmente solo eran dos nenas disponibles y una en servicio que le faltaba solo 10 minutos para terminar, el tipo me dijo que si quería esperaba a que ella terminará para ver a todas las nenas que me podían atender, le dije que no, que me mostrará las chicas que estuvieran libres en el momento. Así fue como se dio un corto desfile, la verdad no recuerdo los nombres de las dos chicas, ni el físico de la primera que salió, solo se que la segunda si me gustó, era de 1,58 de estatura, cuerpo de linda silueta, color de piel doradito, cabello hasta media espalda, negro y lacio, su carita bonita, simpática, amable y con una sonrisita coqueta y cómplice.

Pedí una hora con ella, pasamos a habitación y me gustó su amabilidad, fácil de conversar y su dulzura, no era apática y se dejaba poseer de forma tierna y como si fuera novia, era un angelito, no parecía tener lado perverso. Empezamos con besos, cálidos, suaves, delicados y de esos que son calienta huevos qué te ponen el miembro duro lentamente. Mientras me besaba le iba manoseando las piernas, subiendo por los muslos, llegando a sus nalgas y apretándoselas, la agarre fuerte y la monte sobre mi, ella empezó a restregar su chocha sobre mi verga, en la típica blujineada, le empecé a quitar el sostén, ella me arrancó la camiseta, me abrazo y beso con una ternura lujuriosa, empezó a desabrochar mi pantalón y saco mi pene erecto y deseoso de placer, lo agarro con su manita suave y pequeña, empezó a subir y bajar, a mirarlo y mirarme mientras reía, luego lo empezó a chupar al natural, luego puso el preservativo, se quito el short y el panty al tiempo, pude ver un lindo culito morenito, redondito y paradito, lo agarre con mis dos manos la levante de sus nalgas y la tire a la cama, la bese con ganas, pasión y lengua, chupetie sus tetas pequeñas, de pera y vi sus lindos y pulidos pezones erectos como me gustan a mi, subí de nuevo por su cuello hasta su cara y su boca, mientras la besaba abrí sus piernas y con mi verga dura, firme y bien protegida empecé a penetrarte, pude sentir su cavidad vaginal muy cálida y húmeda, permitiendo entrar y salir con facilidad, lo sacaba del todo y de un empujón directo volvía y lo metía, así lo hacía durante el comienzo y eso le gustaba, y después empecé a dejarlo adentro e ir clavándola como queriendo llegar más allá de su vientre, ella jadeaba suavemente, sus mejillas estaban ruborizadas y su humedad la sentía chorrear por mis huevas. Tocaron a la puerta, paramos, aun no se cumplía el tiempo, era raro desde afuera dijeron el seudonombre de la dulzura qué estaba debajo de mi ensartada por mi verga, ella respondió y le pregunto a la chica que estaba tocando a la puerta qué que necesitaba, le pidió que saliera, no me gustó que me dañaran la faena, ella salió, no vi a la chica que llamaba, las oí cuchichear y reír, mi chica dulce entró y me dijo: “ella te quiere conocer ¿puede entrar?” yo le respondí con otra pregunta “¿Por qué?” ella me dijo: “ella es capaz de meterse acá” desde afuera grito la otra nena: “amor quiero verlos culiar” yo dude un momento, le dije a mi chica dulce “¿Cuánto me va a costar?” a lo que me respondió: “lo que le quieras dar, ella solo quiere jugar”. La hicimos pasar, sin que el administrador ni nadie más se diera cuenta, entro y era una mujer blanca, de talla grande pero silueta moldeada, tetas enormes y culo grande, era la otra chica que estaba en servicio cuando llegue, su estatura era de 1,55, cara perversa y cabello rubio y largo, me dijo que quería participar, le dije solo tengo 50 más, acepto, se aseo mientras yo seguía disfrutando a la chica dulce, cuando la juguetona llego, me di cuenta que ella era la perversión qué le faltaba al momento, entre las dos me dieron un beso largo, me quitaron el condón y me dieron una mamada a dos bocas, ensalivada doble, tenía una chica dulce y angelical mamándome la verga por la izquierda y una perversa endiablada mamándomela por la derecha, así, con las dos bocas subiendo y bajando por toda mi verga en casi un beso entre las dos chicas pero con mi pene en medio de sus dos bocas, me hicieron venir, la mayoría de mi semen cálido viscoso y blanco se derramó sobre la cara de la angelita mientras la diabla lamia y escurría lo que sobró sobre mi verga y en la punta, dejándome tener la mejor puticelebracion de cumpleaños. 


elsami

Soy hombre heterosexual

visitas: 986
Categoria: Tríos
Fecha de Publicación: 2024-01-02 10:42:25
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