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Relato #25 Pagando Deudas

Finalmente habia llegado el dia en que mi esposa iba a tener que pagar todo lo que alexandra y yo habiamos disfrutado. 


De la nada habia salido un plansito para ir a tomar en una tienda cualquiera. Dario y Alexandra habian empezado antes que nosotros pero rapidamente los alcanzamos. La reunion no tenia ningun otro motivo que hablar y pasarla bien en pareja. Nos reimos bastante y sin darnos cuenta la mesa estaba llena de botellas de cerveza. Tanto mi esposa como Alexandra estaban ya en su punto. Empezaron a cuchichear entre ellas y las charlas se iban haciendo mas secretas. Asi mismo Dario y yo empezamos una conversacion bastante calurosa. Sin ningun reparo me pregunto que tan buena era mi esposa en la cama. Sorprendido le iba a responder cuando se adelanto a explicarme la pregunta. Su esposa Alexandra le habia contado a modo de chisme que nosotros eramos bastante abiertos en el tema y queria saber de todo. Poco a poco le fui explicando nuestro gusto por el sexo abierto hasta decirle que una gran parte de mis amigos ya habian tenido el gusto de comerse a mi esposa, asi como yo lo habia hecho con una gran parte de sus amigas. El man reacciono entre sorprendido y excitado, para bien y para mal. El me confesaba que con todo respeto, la idea de estar con mi esposa o con otras mujeres le parecia genial, pero que su esposa estuviera con otros hombres incluyendome lo descompensaba un poco. Palabras mas palabras menos no concebia la idea de que su esposa se la comiera alguien mas. Ademas que el sentia que ella depronto no era capaz


En mi cabeza no hacia mas que pensar en lo equivocado que estaba el pobre Dario. Si tan solo supiera lo que yo habia hecho semanas atras con Alexandra, se daria cuenta de lo cornudo que era. No solo  ya habia tenido la suerte de estar varias veces con Alexandra sino que incluso habia estrenado el culo de ella sin que a el siquiera le permitiera tocarlo.


La cerveza siguio llegando. Ellas seguian en su cuento y nosotros tambien. El tema se iba poniendo cada vez mas fuerte pues Dario poco a poco iba admitiendo las ganas que le tenia a mi esposa y mas despues de contarle de un grupito de personas con los cuales nos compartimos fotos de nuestras esposas, ya sea desnudas o en accion. Para esa momento yo habia compartido los primeros albumes  que hay aqui en guiacereza. Y he de confesar que mi esposa era la mas aplaudida pues no habia persona en ese grupo que no se hubiera masturbado con sus fotos y videos. Le ofreci a Dario mostrarle las imagenes que habia enviado y el tambien se unio a ese gran grupo de hombres que deseaban a muerte una encamada con mi esposa. El man veia y repetia fotos y videos de ella haciendo todo lo que sabe hacer en la cama. Finalmente Dario me dijo estar dispuesto, ahora solo faltaba que Alexandra aceptara. 

Mi esposa se levanto al baño y decidi acompañarla. Una vez salio la acorrale contra un rincon al lado de muchas canastas de cerveza. Nos besamos y manoseamos como siempre nos gusta. Le levante el vestido que tenia y meti mis manos entre sus piernas. Masajee su vagina un rato mientras le hablaba.

Me dijo que esta noche queria mucho sexo. Yo la mire sonriendo y le dije que yo tambien y luego de un beso profundo y de que ella me apretara el pene con sus fuerzas le dije que los invitaramos a ellos. Ella me abrio los ojos, aunque ya habiamos contemplado la situacion y ya habiamos adelantado terreno con Alexandra (relatos 21 y 23) se que para mi esposa Dario no era de su agrado y no por su fisico que es en lo que ella menos se fija sino por su machismo, aunque cuando contemplamos la posibilidad ella no se nego. Me preguntó si yo realmente queria y la verdad era que si. La volvi a besar y consenti su clitoris sobre su ropa interior sintiendo como se iba humedeciendo. Ok me dijo entre suspiros "mm tu te comes a Alexa y yo me dejo comer por Dario..mm.. pero despues me das durito!!". 


Unos minutos despues estabamos tomando un taxi a casa de ellos. En medio de un recorrido de 10 minutos Dario sin pelos en la lengua le explico a Alexandra porque nos habiamos ido. El taxista se atoro al escucharnos hablar de intercambio. Dario no esperaba la reaccion de ella porque nunca se opuso y al contrario le contesto con un "listo. Tu te acuestas con "la esposa de tu primo" y yo me acuesto con tu primo". 


Llegamos a su casa. Mientras nosotros metiamos dos sixpack en la nevera ellas se fueron al baño a arreglarse. Un rato despues salieron y nosotros hicimos lo mismo. Nos sentamos a hablar mientras nos tomabamos una cerveza aun sin saber como querian ellos comenzar la aventura. Cuando se acabo lo de tomar yo me levante a buscar mas y Alexandra me acompaño. Ya en la cocina ella abrio la nevera y se agacho a sacar mas cerveza. Yo la mire, su culo esplendido estaba dispuesto para mi y no me pude negar. Me acerque y recordando lo bien que la habiamos pasado antes, le dije "uish no sabe las ganas que le tengo a ese culo" a lo que ella se levanto y me respondio, "pues no sabe las ganas que le tiene ese culo a usted". Nos abrazamos en un beso profundo mientras mis manos le agarraban el culo con fuerza. Nos manoseamos hasta mas no poder. 

Nos separamos, tomamos las cervezas y fuimos a la sala. Cuando llegamos a la puerta de la cocina mi esposa iba pasando cogida de la mano de Dario. "Cogemos la primera habitacion" nos dijo. Y siguieron. Alexandra y yo nos quedamos ahi. Soltamos las cervezas y nos enfrascamos en un beso sin control y apasionado. Nos manoseamos hasta mas no poder. Disfrute cogiendole el culo con fuerza. Ya teniamos libertad de repetir sin tener cargo de conciencia. Le quite el saco y subi su blusa. Baje las copas del brasier y sus pequeños pezones se asomaron justo para meterlos en mi boca y chuparlos. Ella mientras fue desapuntando mi pantalon y una vez deje de besar sus senos se arrodillo, abrio la cremallera del pantalon y me bajo la parte delantera de los boxers. Mi pene salio con fuerza de lo duro que estaba. Alexandra abrio su boca y lo dejo entrar para chuparlo con fuerza. Lamio la punta y volvia a meterselo.

Se levanto y fuimos a la otra habitacion. Pasamos frente a la puerta abierta de la habitacion principal. Mi esposa estaba desnuda de la cintura para arriba y se encontraba arrodillada frente a Dario que estaba sentado en la cama mientras ella movia su cabeza arriba y abajo. El tenia sus ojos cerrados y con su mano apoyaba el movimiento de su cabeza.


Alexandra me miro y sonrio mientras seguimos caminando hacia la otra habitacion. Al igual que ellos dejamos la puerta abierta. Yo tome a alexandra por la cintura y la lleve hacia la pared mas cercana. Me plante tras ella y le pase mis manos por todo su cuerpo. Sus tetas, su abdomen, su entrepierna. Ella suspiraba. Le quite la blusa y desabroche su brasier. Agarre sus tetas con libertad mientras le besaba el cuello. Ella apoyaba sus manos en la pared. Le desapunte el pantalon y se lo baje junto con el hilo dental. Pude ver como la pequeña prenda iba saliendo de su culo suavemente y una vez afuera meti mi cabeza entre sus nalgas mientras con mis manos toque su clitoris.

Empece a subir mientras con mi lengua lamia toda sus espalda. Mi pene no aguantaba mas ese pantalon y me lo saque como pude para introducirlo entre sus nalgas. Ella apretaba para hacerme mas presion mientras gemia.

Alexandra se subio sobre mi y se sento en mi pene. Me empezo a cabalgar. Su abdomen se movia mientras sus tetas saltaban de lado a lado. Los gemidos de mi esposa no paraban asi como los de alexandra y ahora era como si entre las dos se hubiera entablado una conversacion. "Hagame gritar" me dijo. Nos giramos quedando sobre ella en un misionero que me permitia tomar mas impulso para penetrarla con fuerza. Asi lo hice y cada vez me empujaba mas para llegar hasta lo mas profundo de ella. Sus gemidos eran mas fuertes. Y mi esposa no se quedaba atras. 

Cambiamos de nuevo. Alexandra se puso en 4 y me hice detras de ella. Al ver ese increible culo no pude evitar lanzarme de cara a el. Meti mi lengua entre sus dos nalgas hasta alcanzar su ano. Lo logre lamer y chupar mientras con mis dedos jugaba en su clitoris. Mi esposa volvio a gemir. Entonces me levante y acomode mi pene en la vagina de Alexandra que me gritaba que se lo metiera. Me empuje con fuerza y mi pene entro hasta el fondo. Ella intento cerrar su boca y el gemido de dolor aun asi le salio del alma. La tome del pelo con una mano y con la otra de un hombro. Me empece a empujar con fuerza mientras la escuchaba gritar de placer. Sus nalgas rebotaban y golpeaban deliciosamente. mi esposa lanzo un alarido asi como Dario que se quejo como si no se hubiera venido en siglos. 

Nosotros dos seguiamos en camino. Yo la seguia bombeando sin parar. La empuje un poco mas, tome una almohada y la puse bajo su cintura y ella quedo acostada sobre la cama con su culo mas elevado. Me segui empujando. Yo quede sobre ella sintiendo como sus nalgas eran mi colchon. Me empujaba con fuerza mientras ella hundia su cara en la cama. Seguimos asi hasta que me levante un poco. Medianamente arrodillado pude empujar mas a fondo y con fuerza. En un momento mi pene salio como un resorte de ella y aprovechamos para hacer el último cambio. Ella se acosto de medio lado. Levanto una de sus piernas mientras yo me sente sobre la que estaba en la cama. La pierna levantada me rodeo la cintura como si encajaramos en un rompecabezas. Senti como podia llegar hasta lo mas profundo. Me comence a empujar cada vez con mas fuerza mientras sentia como entraba entero. Ella seguia gimiendo y disfrutando de esta posicion. Ahora solo estabamos concentrados en nosotros. Seguimos hasta que logramos acomodarnos para que ella quedara con las piernas arriba. Sus tobillos quedaron en mis orejas. Me empuje con fuerza viendo como sus pequeñas tetas se movian para todos lados con los golpes que yo le daba mientras se lo metia con toda. Sus gemidos se intensificaron cuando mojé mis dedos para tocar su clitoris. Lo masajee mientras le metia mi pene con fuerza. Su cara cambio de un dolor placentero a un extasis demoniaco donde dejo salir todos su gemidos mas pornos. Le di tan rico que unos segundos despues estaba totalmente perdida en un grito eterno. Se habia venido pero su rostro de satisfacción fue tan espectacular que al sacar mi pene me empece a venir sobre su abdomen. Hacia mucho no regaba tanto semen sobre alguien. 

Ella sonrio y los dos quedamos exhaustos sobre la cama. 

Un rato despues pasó Dario junto con mi esposa por el frente de la puerta. Nosotros nos levantamos y vestimos. Salimos y ellos ya estaban tomandose una cerveza con ganas. Dario estaba mas que contento. Se notaba que mi esposa habia hecho su mejor trabajo pero asi mismo Alexandra habia dado lo mejor. Tomamos otro rato y hablamos y reimos de todo. No tocamos el tema sexual pero todos sabiamos lo bien que se habia sentido. Se termino la noche y nos despedimos. Nadie dijo nada pero l todos estabamos ansiosos por volvernos a ver pronto. 

Una vez llegamos a casa. Mi esposa me hablo de Dario. Era bastante bueno en la cama y me lo conto mientras ocupaba su boca con mi pene. Me hizo venir en un par de minutos mientras yo tambien le contaba lo maravilloso que lo habia hecho alexandra. 

Fue una gran noche que auguraba unos muy buenos en encuentros sexuales.

Pota63

Soy hombre heterosexual

visitas: 1814
Categoria: Intercambios
Fecha de Publicación: 2024-01-19 16:17:52
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1 Comentario

Excelente relato . Gracias por compartirlo .

2024-01-26 01:03:01