
Compartir en:
Desde hace varias meses he tenido el deseo de que mi esposa me haga cornudo, al principio inicié como todos, insinuándole que le diéramos un giro a la relación con un trío HMH, y que ella podía seleccionar a la otra persona. El caso es que no le gustó, pero aún asi yo quería verla con otro, al punto hace un año aproximadamente le dije que quería verla con otro hombre, sin yo participar activamente, pero si estándo presente para verlos y acompañarla a ella.
Todo sucedio a medida que fui perdiendo el miedo y ganando confianza para decirle semejante propuesta, que claro está, no es fácil para ningún esposo hablarlo, ni para ellas escucharlo. Ella en una ocasión mientras hacíamos el amor, ella encima de mi y mirándonos fijamente, me lo dijo de manera directa "en serio amor tú quieres que esté con otro", a lo que yo le respondí que SI, pero mientras yo esperaba cualquier respuesta, ella se avalanzó sobre mi, me abrazó y me dijo que NOOO, a lo que yo sentí como "No quiero compartir mi intimidad con ningún otro hombre". Ustedes saben, mientras más conozcan a sus parejas, más hablan sus actos que sus palabras.
Yo como buen insistente que soy, a las siguientes semanas vía chat de Whahtsapp le envíaba videos cornudos y le preguntaba si queria vivir eso con otros hombres, que contaba conmigo para vivir ese tipo de experiencias, pues yo sabía que me iba a excitar verla y escucharla disfrutar teniendo sexo, pero ella aún más afianzada me decía que no, que no disfrutaba los videos y que no se iba acostar que cualquier desconocido solo por tener sexo.
En este punto es mejor hacer un paréntesis, mi esposa creció toda su vida en casa de sus padres, hasta que salió de la misma a los 25 años, siendo una mujer de casa, si bien es profesional y tiene muy buen talento en la cocina, ha sido una mujer que a mi manera de ver es conservadora, de pocas salidas a parrandear, pocas fotos de instagram, no viste vestidos porque se siente un poco insegura con sus piernas, pocas amigas (aunque si de muchos años) y por sobre todas las cosas, alguien que piensa mucho en el qué diran: Qué dirán mis papás, qué dira mi familia si se dan cuenta, etc. SIn embargo con lo anterior, es una mujer que por sobre todas las cosas es muy inteligente, hermosa, le gusta emprender y organizar viajes o salidas familiares, ya saben..."Hoy visitamos tal pueblo y nos quedamos en tal hotel donde nos dan esta comida".
La vida siguió y hace poco volví a insistirle para estar con otro hombre, y creo que esta vez sobrepasé su paciencia, pues ella bastante molesta y un poco alterada me dice: "Por favor no me sigas insitiendo con ese tema, le estoy cogiendo pereza a todo lo que tiene que ver con eso de estar con otro hombre, me lo quieres meter por los ojos y yo ya no sé que más razones darte para decirte que no quiero nada así en mi vida, que no lo he considerado y que si eso llegara a pasar, tampoco quisiera que usted (es decir, yo como esposo) estuviera allí presente viéndome, quiero que no me vuelvas a tocar ese tema".
En este punto, he tomado la decisión de renunciar a que mi esposa me haga cornudo, es difícil para mi pero no quiero arriesgar más mi relación que tengo con ella, han sido muchos años maravillosos para que esto nos genere un problema mayor, al estilo de una bola de nieve que crece con el tiempo, así que creo que si no es porque mi esposa en un futuro me acepta la invitación, yo como esposo me resignaré a no proponerle nada más por el estilo, porque creo que le estoy ocasionando ansiedad e inseguridad.
No todas las historias acerca de hombres cornudos son exitosas, esta nunca empezó y creo que de seguir insistiendo, me quedaré sin el pan y sin el queso.
Gracias por leer.