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Hola a todos. Ha sido un tiempo desde que publique mi última experiencia, hace un tiempo no entraba a la página y en estos días he estado leyendo algunas de las historias que han subido. Eso me motivo a compartirles otra de mis experiencias con desconocidos en la calle.
Para aquellos que no han leído mis historias anteriores, y para aquellos que si, les doy un contexto. Soy un tipo alto, delgado de lentes. no me considero atractivo, pero de vez en cuando levanto una que otra mirada. No soy muy arrecho y me gusta mas el morbo que el sexo en si mismo. Sobre todo me gusta bastante el morbo con personas desconocidas: personas que veo en los buses, en las calles, en los baños, etc .
Hoy les vengo a contar una parte de una experiencia que me sucedió:
Todo comenzó uno de esos días en que estaba arrecho, tenia muchas ganas de un roce, por lo cual me dirigí al CC cerca de mi casa donde les he comentado que se hace un cruising bacano. Ese día en particular, el lugar estaba mas bien solo. Solo tuve un roce con un man con el que habíamos intercambiado miradas varias veces en las escaleras eléctricas del CC. Por las miradas ya sabía que se podía prestar para algo, pero nunca habíamos coincidido en los baños.
Ese día coincidimos en los baños, pero no hicimos mayor cosa ya que descubrí que el tipo trabaja ahí y estaba en su break. En general, solo me lo chupo un rato, intercambiamos numero y se fue porque ya tenia que volver a su turno. La situación me dejo algo frustrado, ya que solo me despertó más morbo y por tanto quede con ganas de más.
Seguí un rato en los baños, pero como dije estaba más bien solo, entonces no salió nada más. Decidí salir del CC, y me puse a caminar por ahí. Como quede tan arrecho, estaba particularmente pendiente de la gente en la calle: Tipos que pasaban por ahí, manes en los parques haciendo ejercicio.etc. A todos me los quedaba mirando a ver si pescaba algo, pero no paso nada.
Ya algo desgastado y después de caminar mucho, me senté a descansar en la banca de uno de esos típicos parques pequeños que quedan escondidos dentro de los barrios. Estaba descansando, cuando de repente vi a lo lejos un man que venia en bicicleta vestido con ropa deportiva. No le detalle la cara muy bien porque venia con la capucha de la chompa puesta, pero me llamo mucho la atención el físico y la estatura, ya que eran del tipo que me atraen, entonces me lo quede mirando fijamente un buen rato.
Pensé que no iba a pasar nada, pero el man paso a toda velocidad al lado mío mirándome fijamente también. El man volteo por una especie de callejón al lado del parque que da a una vía principal, pero antes de dar la curva me dio otra mirada larga a lo que pensé : “Sera que este man si es del cuento ?” .
Lo dude un poco y me quede sentado un par de segundo más. Pero decidí pararme de la banca y caminé lentamente a la entrada del callejón. Cuando llegué a la entrada del callejón, vi que el man estaba “esperando” para cruzar la vía principal, pero estaba mirando mucho hacia atrás (ósea hacia mi dirección).
Cuando vi que estaba con su miradera, pensé “Aquí fue”. Me toqué disimuladamente la verga ya que en el parque estaba un hombre jugando con sus hijos y me recosté en una baranda que estaba cerca. El man de una se devolvió mientras se restregaba la verga sobre su sudadera. Cuando llego, lo detallé mejor: Mas bien bajito, buen físico y cara normal - con algo que encontré atractivo-.
Empezamos a hablar, y enseguida me mando la mano a la verga por encima del pantalón, esto me asusto porque no quería que el hombre que estaba con sus hijos nos viera, así que me acomode mejor intentando darles la espalda. Me empezó a manosear y se me empezó a poner muy dura, sobre todo porque la actitud era bastante masculina y el tipo se veía seriecito. Mientras lo hacía me comento que se llamaba Ivan e iba para un compromiso cerca. Me pregunto si podíamos hacer algo después, pero en mi hogar tenia visita y la verdad estábamos algo lejos (como les dije, caminé bastante).
Me dijo que el si tenia sitio, pero que no vivía por ahí, que vivía en un punto que es mas o menos 30 min a pie de ese lugar pero que en bus son mas o menos 5 min. Que se desocupaba en la noche, que si quería podía pasar. Les cuento que la situación me dio mucho morbo, pero el barrio que me menciono no tiene buena fama, entonces dude un poco.
Ivan iba tarde así que me siguió manoseando disimuladamente en el parque y yo lo acompañe nuevamente a cruzar el callejón. Ya que el callejón si estaba solo, aprovechamos y nos manoseamos mejor. Le metí la mano debajo de la sudadera y lo empecé a masturbar ( no llevaba nada puesto debajo), mientras el seguía tocándomela sobre el pantalón. Nos besamos un rato, intercambiamos número y él se fue.
Mas tarde llegada la noche, ese man me escribió arrechisimo, quería que le llegara de una a la casa, y me empezó a mandar unos videos demasiado ricos. El tipo debajo de esa sudadera tenia un cuerpo mas bien trabajado y un culo bien paradito y redondito, yo estaba a mil, pero admito que me dio susto ir hasta ese lugar, incluso cuando el man se ofreció a recogerme y todo. Le saque una excusa, pero seguimos enviándonos videos toda la noche.
Aunque esa noche no fui, les confieso que quedé con demasiadas ganas de probar ese culo, así que seguí hablando con el varios días hasta que me dio más confianza. Un día después del trabajo acordamos vernos en su casa. Ese día el tipo se preparó re bien, y apenas llegue a la casa se me abalanzo encima, me lo empezó a chupar de forma desenfrenada, nos tiramos a su cama y puso su culo en mi cara para que lo chupara y efectivamente tenía un culo delicioso, lo tenía bastante floreado (se nota que le habían dado duro recientemente) , pero eso solo me dio más morbo, sobre todo porque gemía como todo un macho.
Me dio una arrechera que no sentía hace mucho, entonces le empecé a dar en todas las poses que se me ocurrieron y el solo pedía más, estaba tan arrecho que ni siquiera me vine esa vez. Tuvimos que parar porque a el ya le dolía y se tenia que ir. Pero no fue la única experiencia con Ivan, después de eso nos vimos mas veces y una en específico nos quedamos toda la tarde en su casa, me conto que al igual que yo, le gustaba tener ese tipo de roces con gente en la calle y que muchos polvos los había conseguido de esa manera, uno en particular que me dio mucho morbo de escuchar, fue cuando me conto como se lo había cogido un guarda de seguridad en un sitio de construcción.
De un tiempo para acá ya no me he vuelto a hablar con Ivan, pero su recuerdo me ha servido para varias pajas a su nombre.