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Tengo, 49 años y mi gran fetiche, y morbo son las maduras, sobre todo las maduras casadas, con consentimiento, y maridos espectadores. Hacia el mes de junio me contactó Julio para ver fotos de su esposa, con ciertas posibilidades, de ser el corneador, de ambos.
Julio llegó puntual al centro comercial; bajo delgado, de pelo totalmente blanco, muy educado, pedimos dos cafés, después sacó su celular y comenzó a enseñarme fotos de su señora primero en ropa interior, después, sus tetas y finalmente desnuda totalmente en poses, ya muy provocativas, y jugando con un consolador, noté sin embargo mientras me preguntaba si me gustaban las fotos, de la puta de su esposa, por supuesto le dije que si, y que creía que me había engañado pues debían de tener bastantes corneadores, Julio, me decía que no, que ella, fuera del dormitorio era una estrecha, y miedosa, que por el no había problema.
Marchó a su casa tras aquello, prometiéndome llamarme cuando marcho pensé, que no volvería a verlo, pero cual fue mi sorpresa, cuando pocos días después, me citó, en ese mismo centro comercial, y allí me esperaba, junto a él Tere, su esposa, si la que yo había visto, en las fotos, por primera vez, no me habían mentido, y me encontraba ante la mujer, que me habían enseñado las fotos, todo me cogió de sorpresa. Ella fue muy educada, como lo era Julio, estuvimos casi dos horas, entre la cafetería y paseando por el centro comercial, casi todo el tiempo hablamos de otras cosas, solo, se hablo de sexo, lo mínimo, de repente se calentó la conversación y la pregunta que más me impacto fue y con lo maduro que eres por que buscas maduras y no jovencitas como lo hacen todos, o es solo por una vez, fui, muy sincero, le dije el morbo, me encanta, me gusta, hacerlo asi, como a otros le gustan los fetiches, a mi me gusta que el marido observe, vea, a su esposa con otro, y que ese otro sea yo.
Finalmente, nos despedimos, al día siguiente Julio, me dio el numero de whatsapp de Tere, y me dijo la llamara, así hice al principio fue, algo, que me cortaba al hablar, pero, poco a poco, fui ganando confianza y llamándola mas a menudo y mas largas las conversaciones, e intimas cada día mas, eso fue unos 7 u 8 días, en medio volvimos a quedar los tres dos veces mas sin nada mas que conversaciones, pero si alguien estaba caliente, por que se consumara todo, era Julio, a veces me llamaba y me recriminaba por que no había sido mas lanzado en las citas, pero he de reconocer, que cuando estaba ante ella me bloqueaba, pero en el sentido de tener miedo de dar el primer paso, no se porqué y ella echarse para atrás, llegó como digo una nueva cita, era una noche de mucho frío y al otro día era día laboral, pero me dijeron que me invitaban a cenar por supuesto acepte, y estuvimos, los tres, hasta las 11 de la noche mas o menos, cuando, decidimos irnos, ellos me habían recogido en su camioneta, y Julio, desde que nos subimos a la camioneta sólo hablaba de sexo, cada vez mas desbocado, yo iba atrás, llegábamos ya a su casa, ya en el garaje de su casa, escuche el clip del cinturón de seguridad de Julio desabrochándoselo, y se metió, por entre los asientos, sentándose atrás aun había luz en la parte de la calle que estábamos, hasta que Tere, siguió y se quedó adelante y Julio me sacó la verga y agarrada, yo estaba, inmóvil, Tere se puso a observar como me chupaba mi verga y yo me acomodé, se me abalanzó, mientras ya Julio me tenia sacado medio pantalón, y devoraba mi verga, durísima, y mis huevos, Tere abrió la puerta, de atrás y se sentó a mi lado, mi mano se metió en su escote, y ella me besó profundamente, pronto mi mano se quitó de allí de sus gordos pechos, y fue levantando el vestido. Encontré, que no llevaba y estaba para mi sorpresa muy húmeda, ella abrió las piernas allí había demasiada tensión, sin embargo Julio no dejaba mi polla, así que acaricié con mi mano como pude su coño mojadisimo ya, y entonces me sentí venir, estaba para reventar, cuando, Tere, me apartó la mano se liberó totalmente de mi y su boca se unió a la de su marido, quitándose finalmente el vestido quedándose Julio mirando, pegado a la puerta, y ya no pude mas, explote intentando quitar la boca de Tere pero esta me lo impidió, se bebió todo lo que pudo, lo demás salpico su cara, y me lo siguió lamiendo, cuando deje de gemir, tras mi corrida, pero mi polla no pensaba bajar apenas,
Entramos a la casa y pasamos directo a su cama. Descanse, y ya teniéndola a ella, comenzó a acariciar con su mano mi verga, y lamiéndola como mis huevos, entonces, conseguir sentarla, verla desnuda me gusto aquello y yo arrodillado frente a la cama ahora le comí el coñito que por cierto estaba estrechito, como de una mujer muy joven, le metí la lengua en el culo y me acercó bastante a su coño cuando sentí que estaba choreándose, entre gritos, mientras Julio tras ver como se corría su mujer, lo mire y comprendí que estaba vigilando y masturbándose, hizo algunas fotos y seguro un video.
Mientras Tere se reponía del orgasmo su respiración era relajada, sus ojos cerrados cuando la agarre de las nalgas tire de ella y mi polla durísima, la pase una y otra vez, por su raja, ella pronto empezó a reaccionar, y si que la clavé, fue delicioso sentirla sudando y arrecha, la deje pegada a mi polla, cuando la metí toda, ella daba grititos, suspiraba, gritaba, comencé a moverme, se retorció, de gusto, se humedeció más pero volví a metérsela toda y quedarme pegado a ella todo lo que pude, sin moverme y le susurre te tengo como dicen muchos en sus historias pegada como una perrita, todo eso lo decía yo sintiendo un gusto enorme sintiendo su coño, apretado sobre mi polla hasta el fondo, ella por su parte, si yo estaba así ella estaba peor, gimoteaba se frotaba arriba y abajo y me decía no te muevas, déjame así pegada a ti no te muevas, estoy muy puta hoy y me ordenó meter mi lengua en su culo de nuevo y me agarraba fuerte la cabeza pero no me dejaba que me moviera, así y metiendo mis dedos en su coño en varios minutos se corrió fuerte con tremendo chorro en mi cara que no me dejaba despegar de su culo, hasta que finalmente quedó casi desfallecida, entonces yo desde que le metí los dedos en su coño estaba disfrutando de lo lindo con un gusto desconocido, hasta que no pude mas y empecé a masturbarme, mientras se acercó Julio me la mamó un poco, y en unos segundos me corrí en su coño, dando gritos, mientras ella me decía tranquilo, córrete cariño, así el cornudo de mi marido nos vigila. Recogió con sus dedos mi leche desde su coño y le dio con su mano a chupar sus dedos a Julio, mientras lo abofeteaba y lo trataba de cornudo. Julio sólo le decía si señora!
Pedí un transporte a mi casa, yo nada mas subir a mi apartamento estaba otra vez duro solo de pensar los momentos vividos, nada más llegar, ella me escribió y hablamos como dos amantes, esa noche fue y siempre será muy especial para mi, esa noche, me convertí en un autentico corneador, con su putita, y su cornudo marido, a partir de entonces, ellos me presentaron con otra pareja mas de cornudo y zorra, pero, como esa noche, a pesar de lo demás que he vivido con otras parejas, fue muy muy especial.