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Relajando tensiones
Inicia el día la encuentro en el comedor con cara de cansancio le pregunto que le pasó y tocando su hombro me comenta que se siente muy cansada y con dolor en su espalda... Uhmm ya veo se me ocurre una idea interesante le regalaré un masaje especial.
Acordamos con el spa el día y hora que ella debía asistir. Llega el día se prepara y viste con algo muy cómodo un mono deportivo de tela suave que marca muy bien la prenda sexy que lleva puesta y una camisa corta sin sujetador que marca perfectamente sus deliciosos pezones que me encanta besar y moder. Llega al local y le indican que debe quitarse todo y esperar solo con la toalla. Ella obediente se desviste completamente, recoge su cabello y se recuesta en la camilla boca abajo la toalla solo tapaba sus nalgas.
Llega la masajista y sin perder tiempo comienza a frotar toda su espalda con aceite y movimiento suaves y precisos. Comienza a sentir la relajación en su cuerpo y se entrega al sentimiento de relajación.
Continúa masajeando la parte baja de su espalda y sus definidas piernas. Le piden que se de vuelta y cierre sus ojos, allí está ella totalmente expuesta con sus senos parados y redondos su vientre plano y su vagina perfectamente depilada está vez no la deja tapar nada con la toalla. La chica inicia los masajes en los pies y va subiendo poco a poco por sus piernas cuando masajea sus muslos realiza pequeños roces por sus labios vaginales. Ella nota las intenciones pero no dice nada aunque nunca a tenido una experiencia con otra mujer extrañamente esto comienza a excitarla por lo cual separa un poco más sus piernas para que la masajista tenga mejor acceso con sus manos... a lo cual la chica ya descaradamente con cada masaje en sus muslos pasa el borde de sus manos suavemente entre su labios intentando abrirlos y rozando su clítoris. Con los ojos cerrados y con la respiración agitada disfruta cada roce sin saber el momento en que sucederá. No entiende como llego a esa situación pero le estaba gustando demasiado.
Los masajes suben a su abdomen y vientre está vez con la palma de sus manos hace presión en su clítoris y en su vagina con movimientos circulares lentos. Comienza a gemir suave y entrecortado. La masajista nota lo erecto de sus pezones y sube sus manos lentamente hacia ellos bordeandolo con sus dedos con movimientos circulares que poco a poco se van acercando a sus pezones duros. Cuando está por tocarlos los masajes se detienen por unos segundos.
Intenta no abrir los ojos en lo que siente como uno de sus pezones es chupado con fuerza y con muchas ganas y la vez siente como su otro seno es delicadamente mordido. De un brinco abre los ojos ya que no logra entender.
Me ve y se sorprende rie nerviosamente a lo que le hago señas que guarde silencio, le indico que se recueste, se relaje y cierre nuevamente los ojos que está tan casada que su masaje necesitará más de 2 manos.
Me obedece se recuesta y comienza a relajarse nuevamente mientras se concreta en sentir como todas esas manos recorren todo su cuerpo experimentando un nuevo nivel de placer y complicidad.
Siente como aquellas manos recorren cada rincón de su cuerpo con tanto deseo. Una de las manos va lentamente a su vagina y frota su clítoris... mientras otra introduce sus dedos a un ritmo distinto aunque intentando adivinar de quien es la mano de cada uno los intensos espasmos de placer no se lo permiten... de su vagina brotan chorros de placer tiene la camilla empapada. Siente como ambos besan cada parte de su cuerpo algunos solo pequeños besos y otros pequeñas chupadas y mordidas.
Sus gemidos son intensos y fuertes ya no sabe cuántos orgasmos a tenido seguidos. Ahora siente como ambos pechos son devorados con intensidades distintas eso la excita mucho más las manos inquietas continúan su recorrido una se posa sobre su cuello haciendo presión simultáneamente siente como ahora se introducen unos dedos más gruesos y largos en su vagina siente tanta presión en ella que cree que tiene el puño completo juega con su punto g a lo que inesperadamente alguien cambia de posición y se posa en su clítoris chupándolo y pasando su lengua como queriendo tomar todos sus jugos.
La combinación de sentir tantas sensaciones juntas... los dedos en su vagina, los mordiscos en sus pezones, la presión en su cuello y la pasión con la que estimula su clítoris la hacen llegar al orgasmo mas intenso que ha vivido ahogado entre gemidos y espasmos incontrolables sus cuerpo tiembla mientras intenta recuperar el aliento y la cordura abre sus ojos para ver qué estoy completamente desnudo y con una erección tremenda sonrió pícaramente y ella me devuelve el gesto sabe que aún queda por hacer....
Fin