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Me quedé dormido y mi esposa aprovechó

Como muchos me han escrito indicando que prefieren los relatos 100% reales me acordé de una experiencia que vivimos una vez que, aunque muy sencilla a mi juicio es muy erótica.

 

Mi esposa y yo tenemos una relación muy liberal ella sabe que me encanta verla tener sexo con otros hombres o simplemente, saber que sale con otros y que la cogen rico en la cama.

 

Un día fuimos a pasear a un lugar cerca de la ciudad en la que vivimos, está a unos 40 minutos y mucha gente se pega la bajadita porque allá hace calor, hay centros vacacionales, en fin, es un buen lugar para echarse una escapada.

 

Allí no pasó nada extraordinario, salvo que nos tomamos varias cervezas y a eso de las 5 pm emprendimos el camino de regreso y entre la llegada al terminal y luego el taxi a casa llegamos a casa casi a eso de las 6:30 pm, no llegamos ebrios ni mucho menos, pero al parecer mi esposa tenía ganas de hacer algo, yo la verdad me sentía agotado, un poco por el calor, un poco por el viaje, yo realmente no tenía muchas ganas de nada, solo quería llegar a acostarme.

 

En el camino de regreso un amigo me escribió y me preguntó que estábamos haciendo, le contesté que íbamos de regreso a casa y le conté un poco lo que habíamos hecho, él me dijo que andaba cerca y que quería darse una pasada para saludarnos, yo intenté rehuir el compromiso, pero para ser sincero insistió tanto que al final accedí, no sin antes decirle que yo estaba muy cansado y que no pretendía trasnocharme mucho, mi esposa no le vio problema, siempre es muy sociable.

 

Cuando llegamos le avisé que ya estábamos en casa, apareció como a las 8:00 pm y aunque era sábado, honestamente con el cansancio que yo tenía estaba arrepentido de haber accedido, para mí ya era muy tarde, sin embargo, no mencioné nada.

 

Cuando llegó traía consigo una botella de ron y unas cervezas, yo le dije que no estábamos para tomar, que le recibía una cervecita, pero al parecer mi esposa y yo no coincidimos esta vez, porque ella dijo que se tomaba un par de copitas de ron.

 

Le llamaremos Juan, era un hombre muy normal, de aproximadamente 1.65 de estatura, contextura normal, ni gordo ni atlético, muy barbado, usa lentes y hay que decir que tiene una sonrisa cautivadora, lo que si tiene es mucho carisma, mi esposa se sentía cómoda hablando con él, de hecho, ni se molestó en cambiarse, ella venía con unos shorts muy cortos, tenía puesta una camisa sujetada con dos botones sin brassier y andaba descalza.

 

Nos sentamos en la habitación de nosotros pues tenemos allí un sofá, un tv grande y muy buen sonido y porque él es de confianza, nunca habíamos hecho nada con él pero ya habíamos compartido un par de ocasiones.

 

Pasaba el tiempo y yo honestamente no sabía ni como cortar con la visita ni como mantenerme despierto hasta que sucedió lo inevitable: me quedé dormido.

 

En este punto debo confesar que no me di cuenta de una parte, lo que relato a continuación es lo que mi esposa me contó.

 

Yo me quedé dormido y aunque ambos intentaron despertarme fue una tarea inútil, yo soy de los que cae como piedra, ellos siguieron conversando y en un momento ella tuvo que bajar a la cocina por algo, el muy "caballeroso" se ofreció a acompañarla pero lo cierto es que dentro de mí, creo que los dos ya tenían sus intenciones muy claras, ella me dice que estaba en el lavaplatos cuando él se le pegó por la espalda y rodeándola con sus brazos le manoseó las tetas mientras le decía que tenía muchas ganas de hacerle de todo. Ella simplemente se volteó y se desabotonó la blusa dejándole ver las tetas.

 

El se lanzó de una a chuparle las tetas justo allí en el lavaplatos, luego de disfrutar un rato de ellas, mi esposa le desabotonó el pantalón se lo bajó junto con el boxer y liberó un pene de tamaño normal pero bien parado. No fue sino verlo y arrodillada se lo metió a la boca y empezó a darle una buena mamada.

 

Después de un buen rato el la tomó de los brazos la hizo subir y le dijo que si se iban para la sala que había un buen sofá, ella accedió y sin prender luces se acomodaron en la sala, ambos se desnudaron y el tumbándola se arrodilló a chuparle todo su coñito, mi esposa estaba muy mojada, así es siempre que alguien le gusta o que una situación le provoca mucho morbo, el caso es que se tenía que poner un cojín en la boca para no gritar, luego mi amigo se puso de pie, buscó el preservativo muy rápido y acomodándose de nuevo se la metió.

 

Ella dice que estuvo muy rico, dice que el la puso en diferentes posiciones y después de no mucho tiempo se vino abundantemente.

 

Luego subieron de nuevo a la habitación solo para comprobar que yo seguía profundamente dormido, charlaron otro rato y siguieron tomando, pero mi esposa había quedado con ganas y no se iba a quedar así, era muy tarde (dice ella, no lo recuerda con exactitud) y le hizo señas que, si se echaban un segundo, Juan no lo pensó y de inmediato le hizo señas que bajaran.

 

No se honestamente cuanto tiempo pasó, las cosas sucedieron de la nada y no recuerdo haber revisado la hora en ningún momento, lo único que sé es que cuando desperté ni mi esposa, ni juan estaban en la habitación.

 

Tardé un momento en procesar si había soñado que la visita era real o no, pero al voltear a ver uno de los nocheros vi la evidencia de las copas de ron y tres latas de cerveza ya vacías.


Me puse de pie con mucho sigilo y bajé tratando de guiarme por el sonido, de pronto escuché gemidos que provenían al parecer de la sala (lo imaginaba, era el único otro lugar en donde era relativamente cómodo hacer algo), como buen cornudo no hice silencio y desde un ángulo de las escalas pude ver en medio de la oscuridad como juan la tenía en cuatro y la clavaba con ganas, ella hundía la cara en la cojinería para no gritar, pero sus manos declaraban que estaba encantada con la penetrada.


Yo no perdí un minuto, me saqué el pene y me empecé a masturbar, ver a mi mujer en la sala aprovechando un momento de sueño mío me ponía a mil, no pensé que Juan se atreviera, pero así fue.


Fui espectador de varias poses, besos apasionados y un orgasmo de mi esposa que mojó las piernas de Juan, ya al final Juan aumentó el ritmo y en una frenética penetrada se vino y cayó rendido al lado de mi esposa.


Poco después Juan se fue y la noche terminó.

cornudomzles34

Soy hombre heterosexual

visitas: 1243
Categoria: Hetero: Infidelidad
Fecha de Publicación: 2024-04-22 04:43:30
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6 Comentarios

Q rico tener una esposa asi de perra

2024-05-01 12:47:20

que relato. Cómo me gustaría ver a mi esposa en esas. y ella lo sabe pero no se anima.


2024-04-26 00:29:08

que rico relato amigo también he vivido esa situación es de los mas rico mi esposa le encanta estar con mis amigos y que ellos crean que ella me es infiel te felicito

2024-04-25 08:40:31

Está puta página no me deja leer los relatos

2024-04-24 19:48:58

Muy de la vida real. Exelente crónica

2024-04-23 08:15:54

Muy buen relato.

2024-04-22 09:40:04

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