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la fantasía de Javi, un amigo de guía.

 

 

Al principio pensé que sería un reto fácil de cumplir para mí. en realidad, fue de camino a cumplir su fantasía que más dudas me surgieron. en la mañana del sábado habíamos conversado, quería hacerlo en el carro, al frente de su casa, pero surgieron detalles: el tiene un mejor carro que yo, pero el mío tiene un polarizado mucho más oscuro, y por otro lado, es obvio que su familia reconocería su carro si lo ven estacionado afuera. decidimos usar el mío, e intentarlo esa misma tarde.  

 

Él vino hasta Sabaneta por mí, emprendimos el camino a envigado a eso de las 6:35 pm, yo empezaba a estar nerviosa, y más nervios me daban cuanto más cerca estábamos. Nos dirigimos para Alcalá, un barrio cerca de la universidad cooperativa, de hecho, nos detuvimos a tomar algo en un café que hay en el parque Débora, a un par de cuadras de su casa. La conversación fluyó igual de natural que en el chat de esa mañana, Javi es tiene entre 37 a 40 años, serio, agradable y educado.   

 

Fue un tanto complejo encontrar el lugar de parqueo que Javi quería, por lo que quedamos diagonales a su casa, antecitos, eran entonces las 7:15 pm. estacionamos detrás de un carro alto. La conversación y algunos besitos acercaron sus manos a mis piernas con una naturalidad que solo pude corresponder, acariciando su rostro mientras nos besábamos. Yo iba de falda, y no llevaba ropa interior, pues se suponía que debía ser algo muy esprex. Él llevaba puesto un jumper negro.  

 

cuando su mano acarició mi sexo, miré instintivamente alrededor, y pude notar un par de peatones entretenidos en su propia conversación. mi mano entonces buscó tambien su sexo, que estaba sólidamente erecto, por lo que el gesto tierno se convirtió en masturbatorio. “es como si nos conociéramos hace mucho tiempo” dijo susurrando mientras empezaba a despojarme de la ropa. Yo pensé, honestamente, que estaría vestida todo el tiempo, pero me dejé llevar, pues entre las caricias, besos y su tranquila seguridad, me convencieron de permitir que las cosas fluyeran como vinieran.  

 

cuando yo estaba casi totalmente desnuda, me dispuse instintivamente a bajarle. Él percatándose de mi disposición y movimiento, bajó la sudadera hasta sus rodillas. Fue un poco incomodo, al menos al principio, yo termine en una posición parecida al cuatro en el asiento del pasajero de mi propio carro, alcanzando con mi boca su pene. 

 

Creo que le hice sexo oral por al menos un cuarto de hora, con un par de sustos por los peatones, y la adrenalina al tope, me encontraba realmente exitada. él hizo entonces una llamada poniendo el celular en la consola del carro, en altavoz, como contestó un hombre, yo decidí continuar acariciando su pene con mis labios. Sostuvo una conversación demasiado amistosa, sobre una reunión que tenía planeada, más tarde ese mismo día, ya habían llegado dos amigos más y un par de compañeros del trabajo.  

 

Mientras hablaba con su interlocutor, con su mano retiró mi cabeza de su regazo, y me mostró su casa señalando con la mano, yo no podía creerlo, pude ver a su amigo en el balcón sosteniendo su celular, con una enorme sonrisa en su rostro y mirando hacia donde estábamos nosotros. Entré en shock con ideas encontradas: ¿fue una trampa? ¿En qué juego malicioso me metieron? a la vez estaba excitada, no lo niego, ser vista no me molestaba, era la idea de que no contaran conmigo para ello, lo que me empezaba a disgustar. Es la primera vez que lo hago siendo observada, sé que me gusta ser vista porque por eso subo fotos a guía. Pero no asi, definitivamente estaba horrorizada. 

 

Cuando javi le dice “pipe, te presento a Ana, ni siquiera sabe que estoy cumpliendo años” dijo riendo y sin colgar. En ese momento se me disiparon las dudas, pero aun así, que el amigo me viera seguía siendo molesto. Tal vez lo notó en mi rostro, o en mi actitud, pero Javi me dijo “no te pongas seria, mi esposa me preparó una fiesta sorpresa, pero la fiesta que quería me la estás dando tu aquí… sebas está en el balcón por si acaso”, dijo en voz muy baja, pero era obvio que su amigo escuchaba.  

 

Tal vez fue Javi o la situación, pero yo pensé en vos alta “si alguien de llegada a la reunion, o por si alguien sale al balcón, el amigo puede saludar y distraer, tiene sentido, pensé que me habían tendido una trampa de muy mal gusto” le respondí, “no, no pienses eso, como se te ocurre”, me dijo mientras me besaba y tocaba mi pecho. Yo, mirando al amigo en el balcón, que también me miraba, me deje llevar de nuevo, aunque no me sentía igual. 

 

El amigo de Javi, con una confianza que no sé de dónde sacó, empezó a decir “súbete ana, súbete ana, pon ese culo rebotar… ”, me percaté de la sonrisa que esbozaba Javi, y no lo pensé. Él me ayudó a acomodar lentamente, un poco torpe y más sintiéndome observada, puse mi cuerpo sobre el suyo, su pene se abrió paso dentro de mí, muy lentamente, yo mientras, me apoyaba en su pecho, él me sostenía y acompasaba con sus manos envolviendo mi cintura.  

 

En un par de minutos, todo fluía de nuevo, delicioso y constante, con el ritmo casi métrico, casi llevado por un metrónomo. Recorría el pene de Javi con mi vagina, guiada por el deseo prohibido y secreto que nos había llevado hasta allí a los dos. Mi primer orgasmo acaeció demasiado rápido, con dos impresiones muy particulares, la desconocida loción de Javi, que inundaba el ambiente del carro, y el un estrés - excitación, de estar siendo observada.  

 

El ritmo que llevaba solo se interrumpía para algún espontaneo beso, que Javi reclamaba poniendo sus manos en mi rostro y acercándome a sus labios. Yo intente esforzarme por hacerlo venir pronto, porque cuanto más tardáramos más riesgo crecía. A veces me decía cosas como “que rico, gracias por este cumpleaños, ... ufffff sigue moviéndote así”.  Javi y su amigo también cruzaban palabras, refiriéndose a mi como si yo no estuviera allí, y hablaban particularmente de mi “culo” y aunque en palabras muy soeces, estaban celebrando y alagando mi cuerpo, claro que también celebraban la situación.  

 

Con sus manos, Javi me empieza a guiar lentamente en el recorrido ascendente y descendente, yo lo besé y acaricié su pecho, pensando que se acercaba al orgasmo, en realidad era yo quien estaba al borde de otro y de repente el me sostiene arriba y moviendo su cadera empieza a darme con tantas ganas, que al llegar fui ruidosa como nunca suelo serlo. El amigo de Javi, cuya presencia habíamos olvidado por unos minutos, dice cuando nos ve recuperando el aliento, “marica no, no le dé tan duro, déjame un poquito al menos”... Javi se empieza a reír, luego yo y el amigo también.    

  

En algún momento, tras un buen rato, Javi le dice “este pendiente pues huevón que me hace pillar”, en ese momento volteo a mirar, y el amigo, que ahora sostenía un vaso en la otra mano, está hablando con dos personas, en el teléfono se alcanzó a escuchar “no me di cuenta de que me estoy demorando, pero debo atender esta llamada, en serio, ya casi entró de nuevo”, al ver que lo dejaron solo, yo pregunté a qué horas se suponía que debía llegar a la fiesta, y ambos me hicieron saber que, como se suponía que estaba en el gimnasio, más o menos llegaría a las 9:00 porque los sábados entrena tres horas.  

Miré el reloj y apenas despuntaban las ocho. Decidí hacer una pausa para descansar y respirar, me puse la blusa y la falda. Javi me explico que de verdad quería que estuviera en la reunión, iba a haber asado, y podía hacerme pasar por una amiga de Felipe, el amigo dijo casi inmediatamente, antes de que yo pudiera formarme una opinión “te hago pasar por mi novia... quien quita y salimos cuadrados esta noche”, de verdad lo dijo con gracia, una chispa que yo no tengo y me fascina.  

Yo no estaba segura porque no llevaba la ropa adecuada para una reunión, me había vestido muy sugestiva para Javi, “no, en serio no, ni siquiera traigo pantys, y no creo que como estoy vestida sea...”, Javi y Felipe insistieron, ni siquiera me dejaron terminar.  

A las ocho y media empezamos a hacerlo de nuevo, en la misma posición y Javi se negaba a llegar. Yo quería hacer llegar al cumpleañero, y decidí hacerle oral, solo cuando sentí que estaba a punto de eyacular, me percaté de que no anticipé las circunstancias, claro, en el carro no me quedaba de otra que tragarlo, en ese momento, sentí sus manos más aferradas a mí, una entre mi cabello, la otra entre mis nalgas, sentí como empujaba mi cabeza para que pusiera su pene lo más adentro posible de mi boca y garganta, no solo podía sentir sus pulsiones, sino que podía ver como se contrajeron sus huevos y escroto. Trague todo su semen, que fue bastante. Fue, sin duda, delicioso.  

La reunión fue bastante agradable, a la final me convencieron de asistir, pero me daba susto que nos preguntaran cosas de pareja que no pudiera contestar con verosimilitud. Me costó cierto esfuerzo reponerme y organizarme en el carro, pues especialmente no llevaba maquillaje. Yo llegue primero, y a unos minutos después llegó Javi. 

Mi atavío sugestivo parecía tener encantado a Felipe, que me presentó como su novia de casi un año. Varias veces aprovechó para manosearme, no una ni dos ocasiones, también me daba besos en la boca con el pretexto de ser creíbles, me susurraba al oído “que parezca pues que somos novios”. A sus besos yo correspondía, me encantaba la situación, no lo niego tampoco, pero no podía dejar de pensar en que me excitaba más, lo que acababa de pasar en el carro, o preguntarme si aún tenía el sabor del pene y semen de Javi. O ser casada y tener novio, porque para los presentes, yo era la novia de Felipe. 

Cuando nos veíamos, atravesando el pasillo, en la sala, y especialmente cuando partieron la torta, Javi y yo, nos sonreímos por la complicidad del sexo de esa noche. En algún momento de la noche, ya estaba un poco tarde, Felipe y yo estábamos en el balcón, y salieron Javi y su esposa a compartirnos ron, yo recibí un par de copas mientras ibamos conversando. Felipe no había bebido y parecía que no pensaba hacerlo, pero mientras sosteníamos una conversación casual, entre lo que parecían dos parejas, Felipe, que tenía su mano en mi hombro contrario, la bajó y la introdujo disimuladamente a través de mi falda acariciando mis nalgas, “no solo estoy enamorado de esta mujer, estoy enloquecido por este culo” dijo tan convencido, que me excitaba, se agacho para besarme y yo lo correspondí casi instintivamente, en ese momento puso firmemente un dedo en mi ano. Yo me sobre salte, y todos nos reímos, porque ante lo evidente, yo me hice la ofendida. 

 

Felipe condujo mi carro en el retorno a sabaneta. Javi se ofreció a llevarnos, pero era tan obvia como inevitable la circunstancia, si Felipe no había bebido, como iba a conducir otro, nos fuimos a eso de la una y media. En el camino le aclaré que la había pasado super bien, pero que solo podíamos ser amigos, “no me lo tomes a mal, de verdad soy casada y pues me toca tener mucho cuidado” , él con su chispa, se rio e hizo chistes que no dejaron volver incomodo lo que habíamos experimentado esa noche, también preguntó por mi esposo, “no, no él no sabe ni puede saber, es que por el trabajo a veces sale de la ciudad y a veces trabaja de noche, esta semana está en Bogotá, en la central, él es ingeniero industrial y va rotando...”, me interrumpió “y deja todo ese tiempo ese culo delicioso... no hay derecho, con razón tienes a Javier” dijo riéndose, porque sabía que en realidad era el primer encuentro entre Javi y yo.  

 

Al llegar, guardamos el carro, y buscamos donde tomar algo, aunque dimos una vuelta por el parque que está a una cuadra de mi edificio, decidimos comprar en la licorera y subirlo al apartamento, no sé de quien fue la idea, pero lo cierto es, que el ambiente no estaba agradable, y estábamos un poco cansados por la reunión y estar de pie casi todo el tiempo.  

 

En el apartamento, nos sentamos en la sala, conversamos, nos tomamos unas copas, fue muy agradable. Mas o menos entre las dos y media y tres de la mañana, yo regresaba del baño pues tomé mucha agua para pasar el ron, y al pasar por el lado de Felipe para tomar asiendo, el me tomo de la cintura y me dijo algo como “esta noche ha sido mágica en serio, que bacano, no puedo creer lo que me dejaron ver, no me cabe en la cabeza que hayamos hecho pensar a todos que somos novios... solo te pido que me dejes darte un par de picos en etas nalgas”, yo sonreí y asentí.  

 

No sé si fue el licor o la excitación acumulada de toda la noche que me hicieron ceder. Levantando mi falda, empezó a recorrer mi piel con sus manos y a darme besos largos y besos cortos en los pómulos, yo seguía de pie y él sentado, pero mientras me daba los besitos, me condujo suavemente contra el sofá y me levanto una pierna para apoyarla en el brazo del mueble, yo puse mis manos en el espaldar, continuó el ritual de sus besos, y cuando puso su lengua en mi ano, recorriéndolo y besándolo, perdí el control de mí misma. Pensaba muchas cosas a la vez, pero sobre todo en Javi, en esa experiencia llena de adrenalina, en los besos durante la reunión, no entendía como Felipe bajaba su lengua a mi vagina, cuando esa misma noche Javi me había penetrado, ¿no le molesta? ¿lo excita? Pensaba para mí, mientras sentía el deseo con el que Felipe ocupaba su boca, a veces romántico a veces enloquecido, su lengua me atropelló.  

 

El sexo duró hasta las seis y media de la mañana, fue exquisito. Aunque Felipe se había puesto demasiado lisonjero, y con sus palabras dulces parecía querer inducirme a sentimientos más estrechos, no le creí nada. Llegué estando encima varias veces, y me penetro con mucha pasión en varias posiciones. Él llego un par de veces, la más copiosa eyaculación fue la primera, estaba en misionero sobre mí, y me lo hecho en el abdomen, pero cayó también en mis senos, yo me di vuelta para secarlo en las sábanas. El segundo me lo dio en la espalda. Dormimos un par de horas, y se despidió a eso de las nueve. 

 

Esa tarde me escribieron los dos. Javi agradeciendo la experiencia y preguntando como había terminado todo, le dije la verdad, y me pidió ser detallada, y al parecer le encantaba que hubiera estado con su amigo, tanto que de hecho, me pidió que escribiera este relato. Pero en cambio Felipe, tras un saludo muy atento y bonito, me explicó que en algún momento su billetera debía haberse caído porque no la encontraba. La busque y estaba en la sala, debajo del sofá.  

 

No sé si fue planeado que dejara su billetera, aunque si era su plan fue muy arriesgado, pero nos tuvimos que ver para devolvérsela, vino al apartamento el día siguiente, lunes, empezando la noche cuando yo llegaba del trabajo. Tomamos café y conversamos sobre el sexo que tuvimos, hablamos de su gusto por ver, y su gusto por mi culo, quería saber todo sobre mi ano y no ahorro ni fue austero en palabras para demostrar su afectación por el. No vino, como dijo, con las manos vacías, me traía un butt plug como obsequio para que no lo olvidara. Era grande para ser un dilatador, oblongo y en su parte inferior, mucho más grueso de lo que yo lo hubiera pensado, o al menos a los que habia visto.  

 

De verdad es bastante lisonjero cuando quiere, incluso convincente. “Hummmm que puede pensar mi esposo si lo encuentra, que es obvio que en algún momento lo va a ver”, le pregunté mientras me negaba a recibir el obsequio, él dijo sonriendo, “nada, que puede pensar, que lo compraste, dile que una amiga o compañera del trabajo está vendiendo productos y no supiste que comprarle... así lo tienes a la vista y puedes jugar con él, cuando lo hagas me vas a recordar”.  

 

Esa noche lo terminamos haciendo de nuevo.  

 

 

 

 

cuernitos31

Soy mujer heterosexual

visitas: 1216
Categoria: Hetero: Infidelidad
Fecha de Publicación: 2024-05-26 10:54:35
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5 Comentarios

contestaré los cuatro comentarios en su orden, ya que si se molestaron en escribir, pues lo mínimo devolver la cortesía. 1. creo que si, mi moral se ha vuelto muy ligera pero creo que es en parte por la misma interacción aquí en la plataforma incluyéndote. 2. siiii fue super excitante, todo, lo del carro, la fiesta y el remate, y escribirlo también porque implicó recordar detalles encantadores, gracias por comentarlo. 3. hola luis, gracias por considerarte fan pero no creo que sea para tanto. Mi esposo sigue sin saber. Con Felipe me he visto varias veces, cuando mi esposo está de comisión, y es gracioso porque cuando nos vemos es metido en su papel.   

2024-08-03 16:02:28

¡Espectacular! Me hace recordar qué también con una mujer casada, tuve unas situaciones súper excitantes,,, Por eso entiendo todo lo qué expresas en el relato y lo disfruto mucho... ¿Dónde estás?

2024-06-26 09:41:23

Me considero tu fan, me encanta cómo unes las imágenes a las experiencias narradas, y no sé que es más excitante, si el relato o las fotos. ¿Tu esposo sigue sin saber? ¿Felipe ha vuelto a visitarte? ¿Javier está en algún plano ?, en fin, llevaba mucho tiempo sin ver tu material, gracias!...

2024-05-28 12:12:20

Que buen relato, bastante cargado de excitación.

2024-05-27 23:10:13

Eres más perrita de lo que imaginé...pero lo haces con otros y conmigo no has querido

Eduardo

2024-05-26 11:02:35

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