Una noche entre semana me había comenzado la típica calentura que me da cuando llevo mucho tiempo sin ningún tipo de acción sexual, por lo que estaba yo en el computador y decidí entrar a una de las muchas salas de chat donde se puede comenzar uno a destilar las ganas de la calentura que viene preparándose... y ahí fue donde conocí a, vamos a llamarlo, Emanuelle...

Primero que todo hablaré un poco de mí, soy un hombre en sus 30 años que ha disfrutado muy poco del sexo con hombres, pero cuando se me da la oportunidad de realizar un buen sexo oral, nunca la desaprovecho, y me gusta estar merodeando entre las salas, por si sale alguien con quien tener un poco de complicidad....

Al comenzar a chatear con Emanuelle me dijo que sólo estaba buscando alguien con quien poder satisfacer una fantasía: llegar a la casa del susodicho y que este estuviera esperándolo sentado listo para ponerse a chuparle la verga... Una fantasía que para ser sincero a mi también me parecía bastante entretenida de realizar, estuvimos charlando de lo que le gusta a cada uno, y tuvimos cierta química por lo que terminamos intercambiando los números para hablar más seriamente, y después de un par de mensajes yo ya le había enviado varias fotos y le dije que me visitara en la casa, a lo que el accedió, yo estaba por supuesto muy nervioso, pero también estaba muy arrecho, mi verga se me había comenzado a poner dura y no se quedaba quieta dentro del boxer, por lo que era natural que me la sacara y me pajeara un poco para dejarme llevar por el placer y la arrrechera que estaba sintiendo en ese momento... No pasaron más de 20 minutos cuando ya estaban anunciando al señor Emanuelle en porteria, a lo que yo accedí y dije que siguiera... Miré por la ventana para verlo entrar y no estaba nada mal, es un hombre de unos 1.75 cm de estatura, blanco, mono, y no estaba gordo, ni tampoco estaba flaco, y me pareció una buena victima para la sesión de sexo oral que yo tenía ganas de realizar.

Ajusté la puerta de mi casa y me senté en el borde de la mesa de la sala, donde tenía una altura adecuada para comenzar a cumplir la fantasía que habíamos venido charlando.... Por lo que cuando entró, cerró la puerta y los dos nos miramos con cara de complicidad porque sabíamos que estabamos en sintonía con la misma idea, sacó su verga que ya venía grande en el taxi que pidió y yo apenas la vi, sólo pude sentir unas ganas acumuladas y se me hizo agua la boca, por lo que comencé a saborearle su rico pene... Inmediatamente exhaló él y me agarró la cabeza con sus dos manos para ayudarme a que no me quedara nada por fuera de la boca... Como siempre me ha gustado que me agarren la cabeza cuando practico el sexo oral, traté de aflojar un poco mi boca y que todo su pene llegara hasta el fondo de mi garganta... Con un poco de suerte podía aguantar las arcadas y dejar que se acomodara en el fondo de mi garganta y salivarle todo su miembro.... Fue un gozo delicioso sentir cómo lo sacaba de mi boca y estábamos ya los dos mojados, arrechos y con ganas de más.... En ese momento me saco su pene de la boca y le preguntó ¿Así es como querías cumplir tu fantasía? A lo que él asiente con su cabeza y me dice que sí, que qué rico y comienzo yo a hacerle varios vaivenes mientras me acostumbro al sabor de su pene con mi saliva en mi boca....

Ya entrando un poco en confianza con toda la dinámica de lo que era chuparle y mojarle su verga, comienzo a pasarle mis manos por su cintura, para chuparle toda su verga sin manos, sólo con el vaivén de mi boca, y también comenzar a sentir un poco que no tengo todo el control de cómo me está penetrando su pene en mi boca.... Yo sólo podía pensar lo rico que era poder chupar la verga de Emanuelle sin que hubiéramos tenido que hablar mucho, estaba todo dicho entre los dos y yo no iba a desaprovechar lo que estaba chupando.... Seguimos en nuestro ritual por un buen rato y después de chuparle su glande con diferentes ritmos, me dijo que tenía ganas de correrse... En ese momento le dije que se recostara en el sofá y comencé a masturbarlo y lamerle la verga por los lados, y así seguí masturbándolo con un ritmo delicioso hasta que vi que comenzó a venirse, yo seguí apretando su pene bien duro y masturbándolo para sacarle toda la leche.... fue deliciosísimo, después de eso yo me paré y me masturbé hasta venirme justo en frente de él y me vine a muchos chorros y muy rico. Ese día nos limpiamos, nos fumamos un cigarrillo y quedamos en que otro día repetiríamos, y efectivamente así fue, pero eso ya será tema para otro relato, con otras historias y otras ganas que se fueron satisfaciendo....