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El organizador de la fiesta nos presentó ante algunos amigos de él, el hombre aquel que me miraba con insistencia, estaba de pie bebiendo y hablando con otro hombre y en un momento se manoseó su bulto sobre el pantalón cuando me miró, me guiñaba un ojo a veces. El dueño de la fiesta me presentó ante un cuarentón y me recomendó que “le diera cariño”, me quedé junto a él y acepté beber un trago. Unos minutos después la mayoría de los hombres nos pidió a todas las mujeres que hiciéramos un show nudista y bailar desnudas para ellos un rato. El hombre ebrio que me insistía en mirar me guiñaba el ojo y me hacía morbosidades con la lengua, yo solo lo miraba disimuladamente, pero sabía que me deseaba mucho.
Poco a poco al ritmo de música electrónica nos quedamos sin ropa, algunas descalzas y otras con tacones únicamente. Cada una de nosotras ya había sido seleccionada por algún hombre amigo del dueño de casa. Yo tenía ya un hombre a quien acompañar y había otro que me deseaba desde el otro lado de la sala.
El cuarentón me invitó a otro trago, bailé un poco para él, desnuda solo con tacones, y después de unos minutos me llevó a una pieza al fondo de la casa. Algunas parejas subían al segundo piso y otras se quedaban morboseándose en la sala. Le gusté mucho al cuarentón, le gustó mucho que le mamara la verga, varias veces me insistió en que quería encontrarse conmigo después de esa fiesta pues mi mamada le gustaba mucho. Después de un rato me folló muy rico, estaba muy arrecho, aunque no se demoró demasiado. Dijo que lo había dejado satisfecho pero que con un solo polvo era suficiente. Al salir de la pieza fui al baño.
Al salir del baño me estaba esperando aquel tipo ebrio que me miraba con morbo. Sin esperar nada me agarró por el cuello y me besó en la boca, “me gustas mucho puta”, dijo y me volvió a besar, el hombre era un poco más alto que yo y era acuerpado. Cuando me iba a llevar a la pieza estaba entrando otra pareja, entonces me dijo que fuéramos al segundo piso pero las habitaciones estaban ocupadas, entonces me llevó hacía un lado en un pasillo un poco oscuro y me hizo arrodillar, se sacó la verga y me puso a mamársela, le excitaba verme empelota mamando, pero no me dejaba descansar, yo me cansaba la quijada de mamar sin parar, me decía que mamaba rico pero no admitía que descansara mucho, apenas cinco segundos y volver a mamar, en un momento me pegó una cachetada porque me demoraba descansando según él, decía que me demoraba demasiado entonces se emputó más y me cacheteó un poco más fuerte y me insultó, me dijo: “mámela bien y rápido perra hijue**** si se metió a puta hágalo bien puta malpa****”, me agarró del cabello y me pegó un par de cachetadas más que me sorprendieron y me obligó a mamársela de nuevo pero ya me daba un poquito más de tiempo para tomar aire y descansar la quijada, sin embargo no me soltaba del cabello, mientras se la mamaba me dijo: “si se cansa es porque tiene practicar más, tiene que mamar más vergas, oyó perra hijue****?”, me sacó la verga y me dijo: “míreme y conteste perra malpa****”, lo miré a los ojos y le dije: “si señor”, entonces sonrió y me volvió a empujar la cabeza a su verga, me tocaba descansar poco porque me empujaba la cabeza, mientras tanto yo pensaba: “esto de ser puta es muy duro… pero me gusta”, me tuvo mamándosela un buen rato, me parecían interminables los minutos, hasta que salió una pareja de una habitación y sin soltarme del cabello me hizo poner de pie y me llevó allí, la cama estaba desordenada y me dijo en la cara: “a la cama puta, a terminar con su deber”, me soltó del cabello, me subí a la cama gateando mientras me pegó dos nalgadas muy fuertes, me acosté bocaarriba separando mis piernas para esperar su penetración, yo estaba muy húmeda, estaba excitada, quería que me comiera, se desnudó rápido y se montó y me folló a lo jueputa, muy fuerte, muy rápido, me excité más, lo abracé y me gustó sentir sus espaldas anchas y pronto sentí que el tipo estaba terminando. Se vistió rápido y salí detrás de él a vestirme a la sala, porque había otra pareja arrecha que estaba esperando que saliéramos de la pieza.
FIN