Tu torso desnudo hipnotiza, es un placer como el universo… infinito, poder deleitarse con tal magnánima belleza, deleitarse con tu entrepierna aún con pantys es un cielo, apreciar como se amolda el encaje en tu cola, tu vientre bajo, tu pubis… sería como leer a Benedetti mientras un merlot desciende por la garganta… mis emociones se palpitan por todo el cuerpo y son evidentes, la erección palpable y los latidos de mi pene resuenan dentro de mí, sin embargo eso no importa, cómo sesgar por un simple capricho la fantasía mágica de apreciarte, cómo atreverme a explorarte sin la atención detallada que como mujer mereces, sería un sacrilegio retirar tus prendas sin antes pasar mis labios por la piel que va quedando al descubierto

Ahí estoy, despacito bajando con besos muy húmedos, empapándote con mi lengua desde tus senos… bajando hacia el abismo embriagante de tu pelvis, con parada en tu ombligo que reclama su dosis de perversión suntuosa; y con desvío hacia los costados, que no quede piel sin que mis labios puedan sentirla, sin apreciar cerca y lentamente cada poro que respira sexo, cada vello erizado que refleja como te estremeces, que arda mi boca de calor y se aplaque con la humedad de mi lengua en ti. Pero… y porque detenerme en tu sexo?.. si puedo continuar acariciando y besando tus piernas, ya habrá tiempo para regresar a tu monte de venus, por ahora disfruto ver como se deslizan tus prendas (no el panty) bajando por esas encantadoras piernas, cual varita de hada hechizan los sentidos porque no hay otra manera de disfrutarlo si no estando inmerso a plenitud en el momento presente bajo el encantamiento poderoso que obra en tus muslos, tus pantorrillas, tobillos… pies… piel y más piel nublan la vista, aún contigo enfrente inhalando tu sudor, tu perfume estoy absorto ante ese esbelto paisaje de contemplarte a medio vestir, se compara a un atardecer en la arena dejando que las olas remojen un poco los pies… con la diferencia de que es sólo mío, y lo guardo en mi memoria cuál piratesco tesoro enterrado del que nadie sabe.

Dejando en mi boca el sabor de tus dedos acaramelados comienzo a subir, sin escatimar en caricias, besos, masajes y placer, alternando la vista de tus pantorrillas con tu cola… y la de tus muslos con tu pubis, si fuera un animal desgarraría tu única prenda de un tirón, pero para mí fortuna, puedo contener esos instintos un poco más, con dificultad. Feromonas en el aire y aroma a ti, a sexo, a sudor… ambiente más que perfecto para detener el reloj, para agregar granos al reloj de arena y recostarlo… así como estás tú… para que cada segundo que puedo disfrutarte sea tan eterno como el hielo en los polos.

Te contemplo recostada, con tu silueta adornando el espacio, tus senos libres y hermosos, tu piel bronceada, las piernas que mi mirada deseosa recorren y el pudor de tu sexo aún acompañado por esa insinuante lencería que traes aún puesta, es como estar en un oasis del desierto, es sentir la frescura del viento en la cara bajo el ardiente fragor de un inclemente sol… porque no es carnalidad primitiva… es volar con las águilas cuando recuerdo tus letras, tu sutil toque, tu esencia encantadora, tu inteligente trascendencia… con el corazón palpitando sin control me acerco a ti, a tu rostro y siento tu respiración agitada, tus carnosos labios llenos de sensualidad me invitan, me incitan a sentirlos, a juntarlos y fundirlos con los míos en un beso húmedo, pasional, cargado de morbo, de placer… sentir el vaivén acompasado de tu lengua jugueteando con la mía y el aliento entrecortado me hacen delirar… es un sueño?.. la realidad de masajear con firmeza tus senos me retorna al momento, el delicioso tacto de tus erectos pezones recorren los nervios de mis manos y lo llevan directo a mi miembro, duro, palpitante… sigo embriagado de tus labios y deslizo mi mano a tu entrepierna… está caliente, está ansiosa… y con suavidad mis dedos comienzan a deslizar tu panty por los costados, a recorrer la piel que hay cubierta por ellos, mis impulsos por despojarte de ellos son cada vez mas fuertes y cedo ante ellos, deslizando despacito, con calma y ternura, ese trofeo anhelado por la lujuria del momento… te tengo expuesta para mi, con vía libre al camino del elíxir mágico que emana de tus entrañas, y mi mano curiosa puede sentirlo, mis dedos en tu sexo me hacen saber que estás inundada de sensaciones, exploro con ellos tu intimidad dejando que tus fluidos los envuelvan, acariciando todo de ti, todo en ti, cada milímetro mojado, muy mojado; recorriendo, reconociendo, entran y salen con cadencia, con firmeza y suavidad provocando que te estremezcas, pasan en repetidas ocasiones por tu clítoris, en círculos rítmicos, con la magia de un músico tocando la tonada perfecta, con la delicadeza de un pintor en su lienzo, y la lujuria de una fiera; tus gemidos, tu espalda arqueada, la piel erizada y el aumento de tu néctar vaginal son una invitación para no detenerse… por el contrario… para desbordarte el cuerpo de sensaciones.

No hay caricias suficientes para compensar el privilegio de poder sentirla mia, su sexo empapado y sus constantes movimientos de excitación y placer son un deleite completo para el espíritu; mis manos prosiguen con su labor, encenderla, quemarla de deseo, de morbo y lujuria y mis besos se alternan entre sus labios y sus senos, no me detengo… manoseo su clítoris con latencia, efectuando movimientos circundantes, arriba y abajo, adentro, afuera, en circulitos cadenciosos placenteros, rozo su cavidad interna… mojadísima… y consiento ese punto que la eleva, que le roba suspiros y le sacude cada nervio en su apetecible cuerpo… desligándome con pesar de sus pezones, me deslizo con besos por su torso y los costados para llegar a su ingle, contemplar el esplendor de su monte venusiano me eleva a otra galaxia, me aterriza al placentero momento la sensación de calor y humedad… poder deleitarme con el elixir de sus juguitos es saborear ese maná celestial que alimenta el alma, mi boca besa sus labios, suavemente, con dulzura, con la intención de sentirlos a plenitud, me enloquece su aroma, su sabor, su textura, quiero perderme en el infinito de su vagina dejando que mi lengua la recorra, contemple, acaricie y saboree toda su emoción reflejada en sus fluídos

Fluidos que inundan mis labios y refrescan mi lengua del calor que produce su feminidad, mi lengua inquieta se desliza dentro de ella, entra y sale una y otra vez, queriendo fundirse en sus mágicas aguas corporales; mis hombros cargan sus piernas y mis manos suben por momentos a sus senos para asirlos con fuerza, para sentir sus pezones duritos como piedras, para pellizcarlos con delicadeza y aumentar la lividez del momento; recorro cada pliegue de sus labios… mayores y menores… desde arriba y hacia abajo, continuamente, círculos por la totalidad de su vagina dispuesta y ansiosa, no hay afán, no hay prisa en hacerlo, las corrientes eléctricas aumentan cada vez que mi boca se llena de su sexo y mi lengua juguetona entra y sale, pasa de arriba abajo, se detiene por unos instantes en su clítoris excitado, vibrante, que ha ganado tamaño y sensaciones, lo mordisqueo, lo succiono, lo agito con mi lengua en círculos, arriba, abajo, derecha, izquierda… suave y rápido, despacito y con fuerza… una y otra y otra y otra vez; quiero que el tiempo sea eterno, enloquezco con mi cabeza entre sus piernas y no quiero que tenga fin; muerdo sus labios, muerdo su clítoris, acaricio su pudor hecho laguna de morbo, de lujuria… sus fluidos caen en mi rostro y me encienden, acompaño a mi lengua introduciendo un dedo, quizá dos… y moviéndolos despacito… al principio… aumentando el ritmo con las embestidas de su cuerpo… besar, lamer, chupar, succionar… que no se desperdicie ni una sola gota producida por el calor de ella… sin prisa y sin pausa entre mi lengua, sale… entra y se asoma para subir a su clítoris… para disfrutarlo como golosina, como un caramelo que chupas, una lamida a la vez, respirando su aroma exquisito… cadencia y ritmo, como sonata de bethoven o Mozart, cada movimiento es una nota que sube, mi lengua toca la tonada arriba, abajo… lento muy lento… rápido… no muy rápido… se mueve fuerte y con ternura, abraza tu clítoris… mis labios aprisionan tu vagina, el placer de presionar con mi boca y mi lengua tu clítoris es indescriptible… entrando y saliendo… mi lengua tiene vida propia dentro de ti… es un carnaval de explosiones de placer sentir como aumenta la humedad, el calor, como cierras tus piernas contra mi cabeza y tus manos me empujan adentro, muy adentro de tu sexo… gimiendo y sabiendo que aún falta… y que no voy a detenerme

Recorrer con mis manos tus piernas mientras me embeleso babeando tu vagina es una sinfonía de impulsos primitivos en todo mi cuerpo, tus movimientos y gemidos van en aumento, son cada vez más fuertes, tus senos enseñan sus pezones erectos… son sólo la punta del iceberg; dentro de ti arde fuego, de emoción, de placer, de pasión y lujuria desencadenada… mi lengua juega y recorre tu sexo empapado y hay un carnaval de sensaciones pulsando cada nervio de tu cuerpo, lo disfrutas… yo lo hago aún más… con la voz entrecortada y agitada, en medio de tus gemidos pides que no pare… no tienes que hacerlo… no está en mis planes detenerme, la sensación en mi cara, en mi boca y mi lengua me impiden hacerlo, tu calor y tu aroma cercanos alimentan mis libidinosas ganas de proseguir… embebido en ti. Alternando mi lengua dentro de ti, penetrando esa deliciosa cavidad y subiendo a masturbar tu clítoris que aprieto con labios y lengua… introduzco mis dedos… mientras te acaricio haciendo movimientos cortos y presión en tu zona G… mi lengua saborea y mis labios succionan, besan y se deleitan empapados de ti, tus movimientos pulsátiles, gemidos y espalda arqueada dan cuenta del aumento de sensaciones, del pulso acelerado, de lo cerca que puede estar tu climax… aliciente para continuar sin pausa… y sin prisa… con la cadencia propia del momento y usando todos mis recursos, te acaricio con mis dedos, te saboreo con mi lengua, te recorro a besos con mis labios… adentro, afuera… despacito con fuerza… círculos alrededor de tu clítoris… con delicadeza… succión tierna y prolongada… adentro, afuera… caricias y más caricias… sientes mi lengua juguetona que no se queda quieta… tus juguitos aumentan… tu calor… ay tu calor!... no pares! Exclamas en medio de tus gemidos… tus manos arañan las sábanas y me aprietan con fuerza contra ti… levemente aumento el ritmo y la presión… continúo lamiendo, chupando, succionando y acariciando tu vagina completa en esplendor, puedo sentir por mis dedos como escurres, como me recorren gotas repletas de placer que salen de ti… gloriosa lluvia… tus caderas se arquean cada vez más, tiemblan tus piernas y tus gemidos liberan esa energía cósmica que se refleja en mi cara empapada… llena de ti… de tu placer gloriosa sensación!

Me llevas delicadamente… como si levitara… de nuevo a tu rostro, me acerco a tus labios, puedo disfrutar tu aroma a sexo… y sutilmente deslizas mi cuerpo sobre el tuyo, sientes mi erección prominente y mi miembro puede deleitarse con la sensación de calor muy húmedo que tiene tu entrepierna, frotando mi glande y mi cabeza contra tus labios evidencio lo mojada que te encuentras, paso mi cabeza muy despacito… quiero que se impregne de ti, de tu sabor, de tu olor, de tus fluidos… suavemente voy deslizando mi pene dentro de ti… tus piernas abiertas, tu vagina dispuesta y tus manos empujando disimuladamente terminan por hacer su trabajo… que divina sensación!.. es como estar en un paraíso recorriendo constelaciones mientras el universo se colorea de sonidos y aromas… lentamente… quiero sentirte plena… lentamente nos movemos, ritmos acompasados, ombligos en sincronía… sentir tus senos en mi pecho y la presión de tus pezones aumenta el morbo que me produce recorrer tu cavidad con mis cuerpos cavernosos… tomando tu temperatura con mi termómetro carnal… te doy besitos variados, unos delicados y tiernos, otros salvajes, fogosos y apasionados… la cadencia aumenta, la velocidad y empuje varían y tu lubricada vagina es aposento celestial para mi duro pene, las sensaciones recorren los cuerpos y sólo puedo erizarme con cada penetración reiterativa, me apoyo sobre mis puños para alejarme un poco y poder contemplar cómo se mueven tus senos con cada embestida, como gimes, suspiras y mueves tu boca que refleja la calentura del momento, los sonidos de la piel chocando y la vista de mi virilidad entrando fogosamente en ti es como deleitarse con la monalisa… se acerca a la perfección divina

El sudor emana de dos cuerpos en acción producto de la lujuria, las ganas… el deseo; mis pupilas dilatadas captan cada detalle de tu cabello, el brillo, el movimiento, su forma… pasan por tu rostro para deleitarse con tus gestos de placer… detallando tus labios carnosos y salvajes… se embriagan con la divinidad de tus senos moviéndose acompañando el baile corporal de dos energías sexuales en sincronía… y estallan de placer cuando contemplan cada vez que mi pene entra y te acaricia dentro… muy dentro; mi olfato está en júbilo sintiendo el aroma de cada milímetro de tu cabello, se pasea por tu cuello para captar esas feromonas que aceleran el pulso y se extasía con el pecaminoso olor que circunda el ambiente, con el olor a sexo que llena la alcoba. Mi boca quiere recorrerte completamente por segunda vez, detengo esos impulsos… son más fuertes las ganas de continuar sin parar lo que estamos haciendo, la atracción del roce de tu piel con la mía tiene muchísima más fuerza y la sensación de humedad en mi falo es un libidinoso adhesivo que no quiero retirar. Con la respiración agitada y el calor del momento, las embestidas toman fuerza, los gestos articulados de nuestros rostros dan cuenta de lo lujurioso del momento, tus piernas abiertas y semiflectadas envuelven parte de mi espalda, poder acariciar tu cola mientras reposo en tus senos me eleva a los cielos, sentir tu respiración en mi oído y los gemidos de placer son combustible para mis ganas, frotando mi hombría contra tu divina feminidad me siento como un dios del olimpo, siento cómo se expande mi esencia y se refleja en la dureza de mi pene que choca repetidamente contra tu monte de venús ocasionando una incesante melodía celestial que alimenta y aumentan mi ganas