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Angel y demonio (3)

Es momento de detenerme… no por ti, por mi… quiero eternizar tanto como sea posible este espacio contigo, con la compañía de tus fogosos demonios internos y cuanta lujuria y morbo contengan dentro de sí… me dejo caer sobre la cama… mi erección prominente y mis palpitaciones latentes son una invitación para que dejes caer desde tu cielo… ése ángel que clama carne… para que liberes tus primitivos instintos y te permitas abrir la mente y de paso las piernas y reposes sentada en mí como si se tratase de un trono… si!.. un trono del cuál eres poseedora y desde el cuál harás lo que se te antoje. De rodillas sobre la cama, te posas como mariposa en flor sobre mí, es una dicha contemplar tus muslos, ver como deslizas mi miembro despacito despacito dentro de ti, que gozo pleno es saberme entero dentro de ti y ver tu abdomen frente a mis ojos, ese ombligo hipnotizante en juego con tus senos expuestos… tus manos en mi pecho o en tus piernas… tu cabeza ligeramente hacia atrás… y el meneo cadencioso de tu cintura, belleza que se acerca a un ballet… con el ritmo de una melodiosa cumbia de movimientos candentes provocando un fuego interno que no quiere ser aplacado. Adelante y atrás… adelante y atrás… frotas tu sexo contra mi… masturbas tu clítoris contra la cabeza de mi duro falo… adelante y atrás… tus senos también bailan con soltura y mis dedos en tus duros pezones ejercen la justa presión del placer doloroso que te encanta… tomas confianza y tus continuos meneos se vuelven circundantes… con lascivia te elevas y dejas caer para sentir cada centímetro de mi erección en ti… arriba… abajo… adelante… atrás… gloriosa danza sexual de los amantes!

Es un deleite para mi apreciar la exuberante vista de tu esplendor mientras me cabalgas, sentir tu cola sobre mis piernas, tus gemidos de placer, tus senos con pezones erectos a flor de piel, tus labios gesticulando frases que sin decir nada significan mucho!.. Tus vellos erizados y la constante humedad y calor vaginal que te acompañan se asemejan al placentero paisaje de un pasmoso atardecer playero. Te tomo con fuerza de la cintura para sentir tu acalorada piel… que rico bailas sobre mi… siente mi dureza como acaricia tu clítoris, muévete con soltura y sin pausa, deléitate con esos corrientazos que recorren tu cuerpo cada vez que el placer aumenta que lo mismo estoy haciendo yo cada vez que te veo cerrar los ojos mientras tu cintura se arquea y se flexionan tus piernas dándole continuidad al momento, cadencia a los movimientos, soltura a la lujuria… libertad al placer.

Que caliente y humedad te sientes, no quiero que te detengas, quiero que te sientas plena de éxtasis sobre mí, que disfrutes cada roce escalofriante, que te estremezcas con cada pálpito de tu clítoris, que liberes tus fluidos sin miseria alguna dejándome percibirlos con mi hombría expuesta y tiesa muy adentro de tu cuerpo, que el vaivén de tu cintura, la temperatura corporal elevada, el olor a placer en la habitación y tus ganas… dejen correr toda la emotividad y la pasión… abran la puerta donde el alma se eleva y el cuerpo flota lleno de sensaciones en cada nervio… que tus ojos se tornen blancos, gimas y grites de placer… y simplemente tu chorreante vulva le brinde a mi pene la maravillosa sensación de tus contracciones internas producto del climax

Me das la espalda y de manera muy insinuante te pones sobre tus rodillas, con tu cola elevada, las piernas abiertas y tu vagina a pleno… expuesta para mi deleite, para mi ebriedad y mi erección… me ubico detrás de ti, acercándome sigilosamente… como un gato al acecho… y sin mediar palabra me sumerjo de narices dentro de tu trasero… para besarte, para mover mi lengua pasándola por toda la extensión de tus labios y de paso bordear tu anillo anal… realizando pequeñas penetraciones de mi lengua e introduciendo mis dedos, palpando tu calor, tus ganas… lo hago repetidamente y despacito… no existe otra forma de honrar la majestuosidad que tengo frente a mi… succiono con ahínco tus flujos y mis labios dan besos muy mojados justo por encimita de tu nies sin dejar de estimular tu anillo con mi lengua a la par que mis manos dan suaves golpes a tu cola y pasan por tus senos rozando tus pezones… tus contracciones y movimientos dan cuenta de lo placentero que sientes y tus gemidos reflejan un gozo que invita a prolongar el momento, a disociar el espectro espacio tiempo cuál agujero negro… pero en el plano terrenal… de tu cuerpo

Tus piernas tiemblan, puedo sentirlas con mis manos, manos que acarician con firmeza recorriendo su extensión… palmo a palmo por la parte posterior de tus muslos para detenerlas en tus nalgas, magníficas, gloriosas, hermosas… consentirlas con unas caricias y castigarlas con unas cuantas nalgadas, elevando mi ritmo cardiaco ante el paisaje de tu piel ligerita de prendas… posando mi virilidad en medio de tu cola me dejo caer sobre tu espalda para besarla… para dejar que mi lengua se pose sobre ella y mis labios recorran ésa deliciosa y provocativa piel… en un sinfín de besos mis manos se deslizan por tu entre pierna, tu sexo al alcance de mis dedos juguetones está ávido de sentirse consentido, y es un privilegio darme a la tarea de palpar tu clítoris agrandado por la emoción y la lujuria… rozarlo, tocarlo, acariciarlo suavemente y con la presión justa, brindándole movimientos con cadencia, en circulitos pequeños, rápidos… lentos… justo por encimita… arriba y abajo… te arqueas contra mi pecho con cada contracción producto de lo electrizante del momento y es aliciente para mi oírte gemir y balbucear “no pares”…

Me detengo… tu posición es un aliciente y una tentación tan grande que es imposible dejarla pasar, mi falo palpitante y tieso quiere entrar en tu abismo cavernal de fuego, cedo ante mis impulsos bajo tu cómplice postura y comienzo a penetrarte despacito, muy despacito, quiero que mis nervios sientan cada pliegue de piel que se introduce en ti… mis ojos quieren salir de sus órbitas ante el oleaje de sensaciones, el pulso acelerado y el corazón a reventar dan cuenta de lo intenso del momento, sujetando tu cola ejerzo fuerza con mi cadera hasta completar mi inserción… que explosión de colores, texturas, olores… el calor del ambiente, tu cabello, tu espalda, tu sudor… que mágica fantasía vívida, ese instante es una oda al placer terrenal brindado por dos cosmos en conexión sincrónica… empiezo a realizar movimientos con mi pelvis para frotarte… adelante y atrás… despacio… profundo… rápidas y fuertes… mis manos golpean con la lujuria del momento la piel de tu perfecta, redonda y bronceada cola, respiro profundamente con cada embestida que realizo… tomo tu cabello para enrollarlo en mi mano y que tu cuello se tire hacia atrás… con cada empujón veo el movimiento de tus nalgas y escucho el sonido particular del lujurioso movimiento… mis cuerpos cavernosos abrigan el calor de tu mojada vagina y mi cuerpo electrizado danza a diferentes cadencias mientras nuestras caderas se acercan…

Movimientos incesantes de mi pelvis en contacto a tu cadera, mis piernas en continua fricción con las tuyas, manos inquietas que se posan en la cola, que toman el cabello, que acarician tu espalda… de cuando en cuando recuesto mi pecho a tu espalda para respirar tu exquisito aroma y mi mano pasa por debajo de tu ombligo… justo a tu entrepierna para acariciar y estimular ese partecita de tu intimidad que gana tamaño conforme aumentan las sensaciones… y a la par, me introduzco y masajeo… con mucho tacto, con calma y parsimonia, no hay que apurar el tiempo, ni las ganas, ni el ímpetu… es un momento tan perfecto que deja huella indeleble en mi memoria, en mi alma. Besarte la espalda es complementar esa sinfonía de caricias, de estímulos… puedo oler y saborear tu sudor que emana cual maná en el olimpo de tu piel, tus vibraciones y pulsaciones vaginales las siente mi pene con cada contracción exquisita que te permites sentir y las acompañas con chasquidos y gemidos de placer que resuenan en mis oídos como un apoteósico concierto de filarmónica… me desvanezco en la galaxia de sensaciones que tu universo me brinda y me quemo en los soles de la lujuria corporal y mundana trascendida.

Recuéstate sobre la cama exclamo… de medio lado por favor… aunque mis ganas son evidentes y mi hombría quiere dominar… ser caballero es consigna; ajustamos la postura tal cual lo hacen dos féminas disfrutándose…. Así… en tijerita… por debajo de una de tus piernas se asoman tus labios carnosos (no los del rostro) palpitantes y enrojecidos por la acción del momento, tengo la vista perfecta… puedo recorrer la totalidad de tus esbeltas piernas y el manjar de tus dedos; apreciar el perfil de tu cola, deleitarme con el abdomen y su color, extasiarme con tus gloriosos senos y perderme en el fulgor de tus ojos brillantes… la posición se compara con un trono celestial… me llevas hacia ti y despacito me acercas para que te acaricie y estimule nuevamente a plena erección tu mojadísima vagina… tomando tu muslo deslizo adentro… muy adentro… mis ganas, danzando con mi cintura empujo con ritmo, variando la fuerza, la intensidad, la profundidad… el delicioso movimiento de tus senos me invita a saborearlos mientras el compás de mi movimiento pélvico sigue en ejecución… me embriago con el sabor de tu sudor, de tu piel, del manjar de tus pezones los cuales acaricio con mi lengua en movimientos circulares alternantes y suaves mordidas con la presión justa entre el dolor y el placer, sólo retiro mi boca para posar sobre ellos mi mano y palparlos en pleno… movimientos incesantes posado sobre mis piernas en flexión, adelante y atrás, adelante y atrás… adentro… casi afuera… adentro (muy adentro)… afuera (sólo un poco)… sin pausas… sin afanes… sólo movimiento lujurioso, fricción carnal, estímulo corporal y la gloriosa sensación de saberte mía esos instantes

Entregados a la placidez y lo primitivo de lo carnal nos disfrutamos, las caricias van y vienen, los besos apasionados y húmedos no cesan, las sensaciones en cada órgano sexual nos elevan y transportan a otras dimensiones, así estamos… dándole rienda suelta a las ganas, la lujuria, el morbo… quedándonos sin aliento, sin fluidos, perdiendo el aire, sintiéndonos vivos con cada roce electrizante de nuestros dedos, labios y todo lo que la imaginación y la fantasía producen… te he disfrutado besando cada parte de tu cuerpo; he tenido el privilegio de sentir tus jugos en mi boca, en mis dedos, en mi falo… me he embebido con tus contracciones, gemidos, gritos e insultos de placer, tu boca ha recorrido mi cuerpo y le ha dado especial atención a mi órgano sexual… todo ello viene a mi mente teniéndote así… desnuda, lujuriosa, lasciva… con algo más que la mente abierta para explorar, para vivir; de mi mente pasa directamente a mis labios, mis dedos y mi pene en erección que no quiere perder ni un segundo de contacto contigo, que quiere congelarse en el tiempo y con él mi cuerpo sobre el tuyo

Los besos no aplacan el calor del momento, por el contrario… encienden aún más esa llama que nos quema, recostada sobre la cama te ubico la cola cerca al borde, quiero que tus piernas caigan al piso y se posen sobre mis hombros mientras me ubico de rodillas al borde la cama y tengo acceso libre y pleno a la abertura de tus deliciosas piernas, y me zambullo en tus profundidades, deleitándome con tu aroma y tus juguitos incesantes; viendo tus labios, tu periné, tu culito… y pasando mi lengua por cada lugar…. Muy muy despacito… recorriendo desde tu ano con la punta de mi lengua, pasando por la nies… ejerciendo presión sobre tus labios… culminando en tu clítoris… despacito primero… aumentando gradualmente la cadencia, la presión, penetrándote con mi lengua y mi nariz, dejando que mi barbilla se permee con tu humedad… deteniéndome por instantes en tu clítoris que ha crecido, que se siente grandecito y palpitante… y mientras lo muerdo con delicadeza, mientras lo succiono… meter mis dedos en tu vagina calientica… y de paso… en tu culito caliente… que sientas esa deliciosa presión por la doble pequeña penetración mientras estimulo suavemente tu clítoris con mi boca, enloqueciendo de placer con lo que hago y sin interrumpir la descarga de placer que quiero brindarte.

Gimiendo, respirando agitada y estremeciéndote de placer, tu espalda se eleva y tus piernas me aprietan, me llevas con tus manos hacia tu vagina en señal de lo bien que la estás pasando, caen gotas de tu interior en mis piernas y sobre mi pene hinchado y eso me eleva aún más, me pone a mil, me extasía y me impide detenerme, prosigo introduciendo mi lengua dentro de ti, saboreando tus paredes mientras mi nariz aprecia cada partícula de tu sexo, bordeando en circulitos tus labios subo y bajo por toda la extensión de ellos usando mi lengua, parando solo para abrir mi boca y cubrirte con ella, para empaparme aún más de toda esa dicha y besarte apasionadamente el clítoris, una y otra vez, una y otra vez… con pasión y lujuria… disfrutando cada segundo por hacerte lo que me enloquece… y más aún… por ser tu… quiero detener el tiempo para grabar en mi memoria el sonido de tus gemidos de placer, para que en mi olfato perdure tu lujuria, para que en mi boca nunca pase tu sabor; para que mis ojos perpetúen la maravillosa vista de tenerte disponible y entregada al morbo de una lengua juguetona y unos dedos inquietos que sólo buscan complacer las ganas de un espíritu libre

jimmy42

Soy hombre heterosexual

visitas: 192
Categoria: Hetero: General
Fecha de Publicación: 2024-06-16 10:45:46
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